Por:
Marisabel Guzmán
“En
política, las mujeres no crecemos porque entre nosotras mismas nos bloqueamos,
si fuéramos más como los hombres, si nos apoyáramos más, entonces las mujeres
ganaríamos terrenos y estaríamos cada vez más empoderadas pero a veces,
nosotras mismas impedimos el crecimiento de otras mujeres, eso nos tiene en
desventaja con los hombres que siempre se ayudan entre ellos”.
La
participación de la mujer en la política se acrecienta día con día, en la lucha
diaria por ganar espacios en un campo tan difícil y competido por los varones,
muchas de ellas logran destacarse por su voluntad inquebrantable, por los
muchos años dedicadas a sembrar y por el esfuerzo que pusieron en el día a día
trabajando para obtener un lugar de respeto en cabildos, congresos locales y
cámaras altas, eso sin contar que para lograrlo tuvieron que llevar su
crecimiento político a la par de sus roles de madres, hermanas, hijas,
compañeras, por ello es que cuando una mujer habla ante una multitud o cuando
se presenta en un hogar a llevar su mensaje, su palabra es escuchada con
respeto y credibilidad.
Georgina
Jiménez Paredes es una mujer involucrada en la política desde muy pequeña,
actualmente ocupa un lugar en el cabildo de Tepic, madre de tres hijos, hija,
hermana, amiga, tiene en sus quehaceres cotidianos muy presente que la política
es una carrera que puede ser larga y fructífera pero dura, demasiado difícil
para una mujer, hoy nos habla de su vida y proyectos, para enviarle un mensaje
a las demás mujeres que quieren un escalar por un lugar en cualquier ámbito de
la vida, alegre y vivaz como es, su emotividad se nota a flor de piel cuando
habla, segura de sí misma se expresa y es esto lo que dijo para Comunicador de
Nayarit:
Georgina, ¿a
qué edad diste tus primeros pasos en política?
Gina, como se le conoce, estudia la pregunta, bebe agua, sonríe y antes de contestar hace una
pequeña pausa para recordar:
“En
realidad, aunque muchas personas no lo saben, yo empecé a tomar gusto por la
política desde los cinco años de edad porque acompañaba a mi papá a los eventos
de campaña de Don Emilio M. González, él fue uno de sus coordinadores y
entonces yo me iba con él, lo acompañaba a todas partes, recuerdo mucho que en
mi casa se hacían muchos sándwiches y entonces yo ayudaba a mi mamá a ponerles
las tapas, también tengo muy presente que mi madre hacía un dulce de miel que
le gustaba mucho a Don Emilio, desde entonces que acompañaba a mi papá a todas
partes le tomé gusto a la política y por supuesto, también amor”.
¿Cuál es el
tipo de política que realizas tú?
“Bueno, lo
que pasa es que ahora ya estamos haciendo política diferente, para mí es una
oportunidad de servir al prójimo,
realmente se trata más de ayudar, antes se hacía un poco diferente
porque ser hijo de un político fuerte era garantía de quedar como candidato o
de ganar, pero hoy, las mujeres estamos trabajando por una política de ayuda,
de apoyo a las personas más necesitadas, porque queremos que nos vean como
amigas y no como gente que sólo se sirve de un puesto, ahora ser representante
popular es compromiso de trabajo por los demás”.
¿De dónde
surge tu candidatura para la regiduría? Sonríe de nuevo, levanta la vista
completamente y se relaja, coloca su teléfono celular a un lado, deja el agua
también y orgullosa responde:
“Del ONMPRI,
que es una organización de mujeres priístas en la que trabajé por 15 años, en
la que empecé desde abajo con la Lic. María Luisa Hermosillo, porque primero fui
su asistente, después me enviaron de gestora, después estuve trabajando con la
juventud y recientemente fui dirigente de las mujeres del municipio de aquí, de
Tepic, pero como te digo, no fue improvisado ni tampoco regalado, 15 años de
trabajo me respaldan y los llevo con orgullo, porque sé que haber trabajado con
las mujeres y para ellas me tiene hoy con un lugar en el cabildo de este
municipio”.
“Con mucha
fuerza, primero me quedé divorciada con tres niños, entonces aprendí a
llevarlos conmigo a todas partes, ellos siempre me acompañan en mis actividades
políticas, les gusta porque desde muy pequeños lo han vivido, pero por encima
de eso, con la ayuda de mis papás que siempre me apoyaron, que cuando no he
podido estar acompañada de mis hijos ellos son los que me hicieron fuerte, pero
yo trato de que mis hijos estén presentes en todas las etapas de mi vida como
política, la campaña, en eventos, ahora mismo en muchas partes a las que acudo
para realizar mi trabajo como regidora, porque para mí es importante combinar
mi pasión política con el amor por mi familia, no quiero que nada me separe de
mis hijos y algún día sentir arrepentimiento; me entrego al 100 en mi labor
pero siempre y cuando eso no me separe de mi familia, porque un político que no
promueve los valores familiares y no se da espacio para atender a los suyos, no
está sensible a las necesidades. Yo
intento hacer todo al mismo tiempo y hacerlo bien, ser mamá, estar en
comunicación con mis papás, con mis hermanos, darme espacio para atender mi
hogar, para hacer lo que toda mujer y toda ama de casa hace, voy al
supermercado, voy al banco, hago todo como cualquier persona que tiene un
trabajo y que se da tiempo de revisar la tarea de los niños, de ir al cine… la
política no está peleada con la vida personal, eso es lo bonito, saber combinar
y sentirme muy bien con mi vida”.
¿Te
consideras una mujer sensible?
“Demasiado,
porque he pasado por experiencias de vida muy difíciles, un divorcio, criar
tres niños, he trabajado en lugares donde vi niños de la edad de los míos
delinquir, drogarse, abandonados a su suerte, ahora como regidora voy y visito
ancianos y eso me conmueve, trato de ayudarlos, de protegerlos, estoy
consciente que no se puede a veces resolver los problemas de todos, apoyar como
yo quisiera, pero soy sensible y no porque sea mujer sino porque me duele el
dolor ajeno, porque me molesta la injusticia, porque veo y siento que hay
muchas personas que nos necesitan, a las mujeres como políticas y como
ciudadanas, para tratar de hacer cosas buenas por los demás”.
Háblame de
cuatro cosas que harías para ayudar a los demás.
“¡Ay, ahí sí
diste en el punto!, yo tengo un sueño, un sueño que espero hacer realidad muy
pronto y es fundar un albergue para mujeres maltratadas, un lugar en el que se
les brinde apoyo de todo tipo, psicológico, servicios de salud, alimentación,
educación y talleres para que aprendan oficios, tengo ése sueño y estoy
luchando porque pronto ese albergue se construya, pero además, también tengo
entre mis planes otro para adolescentes embarazadas. Yo afortunadamente tuve el apoyo de mis
papás, pero hay mujeres maltratadas que no tienen a nadie, que no cuentan con
dinero, que nadie les da la mano, entonces estoy tocando puertas, quiero ir con
senadores, con diputados federales, con el propio gobernador a pedir apoyo para
abrir estos lugares de ayuda a las mujeres, estoy en contra de darles dinero a
las personas porque no les remedias nada, es mejor brindarles un lugar donde
dormir, donde coman, donde aprendan algo para ganar el dinero y salir adelante.
Claro, que me dices cuatro cosas, cuatro proyectos pero en realidad son muchos
más lo que yo tengo en mente no solo como regidora, sino como parte de una
sociedad en la que creo hay mucho por hacer.
Pienso también trabajar para que las personas con problemas mentales en
situación de calle tengan un hogar a donde puedan ser llevados, también -y eso ya es casi una realidad- es la de los
comedores para niños en mi demarcación, porque hay zonas donde la pobreza es
extrema y como madre sé que un niño con el estómago vacío no puede aprender,
entonces ya establecí contacto con almacenes, con muchas personas que apoyarán
y muy pronto estaremos abriendo por lo pronto uno, después serán más, pero con
uno se inicia, ésos son parte de mis sueños como política, un albergue también
para jóvenes con adicciones, te repito, como política y ya como mujer, como
madre, mi mayor sueño y propósito es ver a mis hijos concluir una carrera
universitaria, verlos formados como personas de bien para la sociedad y capaces
de ser ciudadanos productivos que trabajen por un México mejor”.
En el
momento más emotivo de la charla entrevista, la mujer segura de sí misma sonríe
y espera la siguiente pregunta pero al escucharla, sus ojos se llenaron de
lágrimas, la voz evidentemente quebrada por la emoción brotó ligera mientras
con las manos trataba de llevar aire al rostro, la pregunta fue muy simple pero
para ella inesperada, sorpresiva:
Georgina, si
estuvieran aquí tus padres ¿Qué les dirías?
“No tengo
palabras, si mis padres estuvieran aquí les diría que los amo, que son lo mejor
que tengo en la vida, que gracias a ellos soy esto que ustedes ven, que no se
equivocaron al darme la educación y los valores que recibí de ellos, mis padres
son mi motor, mi razón de vivir junto con mis hijos, mis padres son lo más
grande que existe en este mundo para mí, no existen palabras suficientes para
expresar mis sentimientos hacia ellos, pero les diría ‘papi, mami, no saben
cuánto los amo, no saben cuánto los llevo diario en mi corazón, gracias por
todo y que Dios siempre los cuide y bendiga por ser tan grandes como padres y
por ser los padres de mis hijos’”.
Para
concluir, ¿tienes algún mensaje para las mujeres nayaritas?
“Sí, el
mensaje es que nunca se venzan, que vayan siempre adelante y con la cabeza en
alto luchando por sus sueños, que no importa la crítica, no importan los
obstáculos, los ataques, los momentos difíciles, nada es imposible en la vida y
si como mujeres guerreras luchan por sus propósitos los van a alcanzar por
pequeños o grandes que sean; que los sueños no tienen límite y en cada mujer
está una mexicana valiente, decidida, amorosa que puede lograr muchas cosas
importantes para ella y su familia, para sus semejantes y para nuestro estado,
nuestro gran estado que es Nayarit… que no olvidemos que con trabajo, esfuerzo
y mucha fe podemos lograr lo que sea, porque somos mexicanas y en México las
mujeres nunca nos damos por vencidas”.
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