miércoles, 16 de diciembre de 2015

"Se va un año más"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Se va un año más"



Si no me equivoco esta edición del “Semanario Gremio” será la última de este año que está a punto de terminar. La sensación de este momento es una rara mezcla de tristeza y de “deber cumplido”. Tradicionalmente me he permitido dedicar el espacio del último artículo del año a la reflexión y la comunicación con mis amables lectores.  Este ejercicio es una especie de reconocimiento modesto a su lealtad. Es una forma de agradecer a quienes, de manera eventual o semana tras semana, leen los contenidos diversos y las opiniones que les ofrezco.

Agradezco infinitamente a todas aquellas personas que me acompañaron a través de los distintos escenarios que traje a este espacio. Algunos de mis artículos quizá fueron amenos y algunos otros no lo fueron tanto, eso es parte del formato y de la idea original de esta columna. El propósito esencial es ofrecerles lecturas útiles y oportunas. El objetivo es apoyar la oferta de contenidos periodísticos de calidad y que éstos a su vez coadyuven en el impulso de la lectura en las masas populares. Quizá eso no sea una tarea fácil, pero con un par de personas que se hayan motivado a leer de manera frecuente por culpa de mis artículos, con eso me doy por bien servido. Por otro lado, pienso que si sumáramos estos pequeños esfuerzos individuales pues tal vez se pudieran dar resultados a mayor escala.

Quiero decirles que durante este año me sorprendió descubrir asiduos lectores en personas y en lugares que ni siquiera imaginaba. En este sentido quiero comentar que he tenido experiencias sumamente motivadoras. Por eso, siempre escribo pensando en  que del otro lado de estas líneas puede estar cualquier tipo de persona, me refiero a que puede ser un adulto, un joven o incluso un niño. Puede ser que te esté leyendo una persona con mucha preparación académica, pero también puede ser alguien que no haya tenido esa oportunidad. Puede ser un campesino, un obrero, un habitante de una comunidad rural o una gran ciudad. Sólo por citar un ejemplo, me consta que nuestros amigos lustradores de calzado (boleros pues) de los portales del centro de Tepic son asiduos lectores y conocedores de las temáticas de este semanario.

En fin, hay lectores de todo tipo. A mí me da el mismo gusto si el comentario viene de alguien reconocido(a)  en el medio intelectual o cultural o si proviene de un bolero, barrendero, campesino, policía o cualquier otra persona. Siempre es un gusto y una gran motivación recibir sus comentarios.

Se va un año más en nuestras vidas. Espero que para cada uno de ustedes el balance del mismo sea más que satisfactorio. En cuanto al asunto periodístico mi recuento anual fue bastante bueno. Suficientemente alentador para seguir creciendo en este loable propósito para el próximo 2016.

Ha sido un año muy ajetreado. Han desfilado por estas líneas temas de lo más diverso. He escrito acerca de la asquerosa corrupción oficial, de los ataques y represión a la clase trabajadora, del contubernio de los órganos revisores y de control con los funcionarios que se han vuelto millonarios en unos cuantos años, de la impunidad con la que éstos roban sistemáticamente los erarios púbicos y además son premiados, del circo electoral, del amañado premio estatal de periodismo, de los periodistas mercenarios, de soberbios columnistas que se sienten tocados por Dios, de la deficiente cultura vial, del abusivo uso del celular, del amor maternal, del aniversario del SUTSEM y sus heroicas luchas, de la niñez y sus problemas, de la aberrante autorización de nuevos impuestos en contra del pueblo, de la carestía de la vida, de la paulatina privatización del sistema de salud, de las dañinas “reformas estructurales”, de los saqueos del patrimonio nacional, de los diputados(as) federales y senadores(as) traidores a la patria, de los diputados(as) locales que sirven de “patiño” y sólo actúan como comparsas del gobernador.

Me di un respiro para recordar más temas. Hice algunos relatos basados en una realidad que supera a la fantasía pero se parece más a esta última. Presenté como cuentos algunos temas de actualidad con el único propósito de enriquecer la lectura de cosas muy desagradables, utilicé la parodia política, en la que se asoman sonrientes la ironía y el sarcasmo. Complací sugerencias y solicitudes de muchos lectores que generalmente gustan de la narrativa y piden relatos y vivencias personales que enlazan con cierta nostalgia el pasado con el presente.

Sería inútil (mejor digo imposible para que no crea el “señor de  los corceles” que otra vez lo estoy mencionando) relacionar aquí todos los temas que puse a su distinguida consideración en este año. Lo importante es que ahí están, en su memoria, en la hemeroteca y en el inmenso acervo digital donde se puede consultar o volver a leer cuantas veces se desee con tan sólo apretar un botón.

Desde mi punto de vista es mejor hacer un balance mesurado de los sucesos del año. Quizá en el aspecto social y económico, como persona y como comunidad, los resultados son desastrosos.  Como comunidad veo que aún cuesta trabajo reaccionar por más adversas que sean las circunstancias y por más abusos que se cometen por parte de quienes deberían protegernos. Pero como persona, es decir en el criterio individual, ahí puede servir esta reflexión. Debemos siempre empezar por uno mismo, reaccionar de uno en uno, que al fin y al cabo la colectividad no es más que la suma de las individualidades.

Quiero agradecer, por último, el favor de su atención. Ese apoyo invaluable de ustedes que son nuestra audiencia, nuestros lectores, quienes hacen posible la existencia de un periodismo libre. Esa leal preferencia significa la única oportunidad de decir con veracidad las cosas que suceden en nuestro entorno. Eso permite desmentir el artificioso mundo rosa que nos presenta la prensa oficialista. Un mundo que sólo existe en las febriles y enfermizas mentes de quienes detentan actualmente el poder, porque la realidad es que el estado, en sus distintos ámbitos, se está cayendo a pedazos.

Para finalizar, viendo que se agota el espacio, sólo me resta desear a mis amables lectores y a sus familias que la llegada de la navidad traiga consigo la alegría, el amor y la paz a sus hogares y se quede con ustedes para siempre. Que la unidad familiar sea el revulsivo perfecto para fortalecer la esperanza de un mundo mejor y que, a pesar de los negros vaticinios, el ya inminente 2016 sea el escenario ideal de muchos éxitos personales. Reciban mi afectuoso abrazo.

¡FELIZ NAVIDAD Y EXCELENTE AÑO NUEVO! - LES DESEA SU SERVIDOR Y AMIGO: JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.