JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"De gota en gota, el agua se agota"
La
agonizante tarde emitía ya sus últimos suspiros luminosos. Al parecer, la
oscuridad había vencido prematuramente al petulante día, que no se quejaba y
aceptaba su derrota. Era un día como cualquier otro en la ciudad. Un par de
asaltos a clientes bancarios, robos de vehículos y casa-habitación, uno que
otro ejecutado, baches de todos tamaños y formas, taxistas abusivos,
autoridades prepotentes, promesas incumplidas de pago, prestaciones que duermen
el sueño de los justos. Un día común y corriente.
Hoy no
ha sucedido nada fuera de lo normal. Quizá algunas cosas se acentúen o suben de
intensidad, como puede ser la actitud del berrinchudo y sicópata presidente de
los Estados Unidos de América (USA) que llegó a otro nivel de cinismo al
declarar el “Estado de Emergencia
Nacional” que no es más que una forma de eludir el control del congreso
para conseguir los fondos económicos para construir el muro fronterizo con
nuestro país, fortaleciendo sus facultades ejecutivas, que le confiere la Ley
de Emergencia Nacional, en la que se establece que el presidente puede tomar
medidas inmediatas ante una crisis que ponga en riesgo la defensa nacional. Eso
permite, además, la disposición de recursos para realizar obras civiles y
militares para proteger la soberanía
nacional, misma que, a juicio del susodicho personaje, está amenaza por la crisis
migratoria de la frontera sur, opinión contradicha por varios expertos en la
materia. Pero, mejor regresemos a nuestro terruño, a nuestra ciudad, que
realmente es el tema de hoy.
Nada
extraordinario sucede en la ciudad de Tepic. Todo normal, las colonias se
mueren de sed, ahora mismo hay un sinfín de ellas que estamos padeciendo la
carencia del vital líquido. Donde yo vivo, un fraccionamiento de interés social
que lleva el nombre del malogrado candidato priísta que dijo: “Yo veo un México con hambre y con sed de
justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las
distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de
las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.” y que
bastó para que fuera asesinado. Tenemos una semana completa sin gota de agua,
aún no sabemos qué sucederá con ello. Se descompuso la bomba del pozo, nuestro
pozo, que ahora es el pozo de varias colonias aledañas más. Es lógico pensar
que si se sigue incrementando la demanda a satisfacer, el uso de la bomba será
excesivo y tendrá que fallar y desgastarse. Ni siquiera en recompensa a la
cobertura adicional se cuenta con una bomba de repuesto que pudiera instalarse
de manera provisional y emergente para evitar la crisis de la escasez.
Cuando
la desesperación empieza a hacer presa de los colonos, se nota el nerviosismo y
la agitación. Además de las mentadas naturales, empieza la grilla, la disputa por acaparar el servicio de las tradicionales
pipas. Es imposible no darse cuenta que algunos carros cisterna, propiedad del
Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) atienden con marcada
preferencia el llenado de tinacos de domicilios específicos, que es donde viven
algunos funcionarios municipales u otros niveles. Luego se dejan notar muchas
otras pipas de empresas particulares que, ante la escasez, hacen su agosto
surtiendo agua a todas horas, incluso a altas horas de la noche.
Nunca
pensé que en casa llegaríamos a ser tan refinados en nuestra asepsia (pues no
ha quedado de otra) mira que bañarnos con agua de garrafón, ni en mis más trastornados
sueños hubiese creído eso. Ni siquiera voy a decir marcas de agua purificada
para evitar problemas, no vayan a decir por ahí que eché a propósito la marca comercial
del gobernador por el caño o el excusado. Ni tampoco me hubiera imaginado que
algún día le compraría agua a un repartidor que es dueño de toda mi antipatía, el
famoso carro de “La Gotita”, que me despierta temprano los domingos con su
irritante escandalera y fastidioso sonsonete, ufff, nada más de imaginarlo se
me erizan los vellos, del puritito coraje.
Pero, lo que hace la necesidad, ahí estoy esperando ansioso el infernal
estruendo de “La Gotita” y al operador, despachador y cobrador que, con su
sonrisa socarrona, extiende su mano para que le pague, mientras yo no sé si esa
risita burlona es porque le está yendo muy bien con el negocio o porque de
plano sabe que doblegó mi orgullo y le tuve que comprar.
En fin,
esa es La forma del agua, digo la
forma en que se escasea, o si no te
formas no la consigues. Espero que cuando este comentario salga a la luz,
ya haya pasado esta crisis hídrica en nuestra colonia y en nuestra ciudad
porque, de seguir así, podríamos llegar a escenificar: Los Juegos de la Sed, por parafrasear una conocida película
gabacha. Ojalá que ya se pongan las pilas las autoridades competentes, mejor diré correspondientes, para no ponerles
sobrenombres que luego no les gustan (matarile-rile-ron). Esta parte, lo digo
estrictamente por el asunto del agua.
El
llamado general sería para los tres niveles de gobierno, aunque al parecer el
único que está intentando hacer algo nuevo y positivo es el federal. Al
municipal lo veo atrapado en un sueño perturbador, como originado por una
substancia opiácea. ¿Quizá el sueño premonitorio de una posible candidatura a
la gubernatura? De seguir al paso y la forma actuales, no auguro buen
despertar. Luego el nivel estatal, sigo insistiendo: ¿Quién carajos asesora al
gobernador??? Me resisto a creer que sea él quien ha manejado esta forma de
trato con los trabajadores del propio gobierno. No creo que haya cambiado de
tal manera su sentir, su simpatía y camaradería que exhibió al inicio de su
mandato, o que aquellas sonrisas y abrazos durante la campaña, haya sido sólo
eso, ciencia ficción.
En muchas dependencias se nota inconformidad por el
trato, principalmente hacia el personal del SUTSEM. Se ha dejado sentir el
impacto de la prepotencia y la unilateralidad. Existe una aversión creciente
por los cambios de horarios autoritarios, ya que si no fue producto de la
visceralidad de alguien, queda pensar entonces que si de verdad se trataba de promover
la eficiencia y la eficacia, no hubiese resultado más profesional, propositivo
y motivante, un acercamiento entre patrón y trabajadores, una sesión de diálogo
en la que se pusieran en la mesa las propuestas de manera bipartita, buscando
ambos la consecución de un objetivo laboral que atañe a ambos elementos en el inseparable
binomio del trabajo. ¿Será que el gobernador o quien lo esté asesorando, no
tienen el pulso político y social de lo que está ocurriendo? Desde mi punto de
vista, siempre se obtienen mejores resultados trabajando en equipo, con respeto
y armonía. Ni el patrón es más ni el trabajador es menos. Ambas partes de la
ecuación tienen un peso específico. Siempre se logra más, trabajando en una
atmósfera de respeto y compañerismo. Jamás la prepotencia y el hostigamiento a
los trabajadores ha dado buenos resultados, ni para el propio gobierno, ni para
la sociedad. A la historia me remito.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.