jueves, 15 de febrero de 2018

"El amor y la amistad"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"El amor y la amistad"


Tema obligado el de hoy. Es una efeméride que bien merece unas líneas, aunque es muy probable que muchos de los colegas piensen lo mismo y, en ese caso, los espacios informativos se llenarán de palabras y frases alusivas al asunto del amor en cualquiera de sus manifestaciones.

Ojalá que fuera cierto que no sólo los medios informativos sino todos los ámbitos se vieran colmados de amor, de amistad, de buena voluntad. Que no fueran palabras solamente, que fueran acciones, hechos concretos y verdaderos. Si ese fenómeno del que “hablo” en este momento se hiciera realidad creo que el mundo sería muy distinto.

Habrá quienes me tilden de iluso por esta clase de comentarios y tienen toda la razón, lo soy. Pero, por más que esas frases de amor parezcan un cliché, algo gastado, obsoleto, estoy seguro que es algo tan real como estas líneas que intentan atrapar su interés. Creo fervientemente en eso, aunque tampoco se vayan al extremo de creer que estoy pensando en caudalosos ríos de miel y piedras de caramelo. Estoy hablando de lo maravilloso que fuera la humanidad si hubiera un poco de amor en el corazón de cada uno de nosotros.

Por supuesto que entiendo que es sumamente difícil lograr ese deseo expresado en el párrafo anterior. Reconozco que es cómo un sueño, pero qué sería de mi vida si ésta no estuviera llena de sueños y anhelos. A pesar de la materialización del mundo actual, corrompido por el lucro y la maldad, a pesar de las lamentables amenazas nucleares y acciones beligerantes, me parece que este mundo aún está girando porque existen o existimos, me incluyo, personas que creemos en el amor, en la vida, quizá en Dios, de la manera que cada quien lo conciba.

Ya lo decían los famosos Beatles, hace cincuenta años, en aquella canción sencilla pero pegajosa y aleccionadora que se convirtió en un himno de batalla para los movimientos sociales de aquella época, me refiero a “All you need is love” ó “Todo lo que necesitas es amor” para los que no entienden el idioma de Shakespeare.  Esa frase, simple en apariencia es un compendio, una acrisolada verdad, sencilla pero contundente, porque todo lo malo que sucede actualmente en el mundo es, sin duda, por la carencia de ese sentimiento.

En esta fecha, el 14 de febrero, se celebra en muchas partes del mundo el día del amor y la amistad, o ya en la parte santoral como día de “San Valentín”. No es la primera vez que escribo acerca de este tema, desde distintos ángulos, el mismo asunto pero todos tienen un algo diferente. Debo decir que esta celebración siempre ha generado demasiada polémica y no es para menos, por el alcance que tiene, hablando en términos de población mundial. Una de las polémicas más frecuentes es que esta fecha la han instituido los emporios comerciales con el obvio propósito del lucro. Aunque, hay que decirlo, esta celebración tiene antecedentes muy remotos, incluso de carácter religioso. Entonces, no se puede decir que hayan sido las cadenas comerciales las que crearon la fecha sino que desafortunadamente el espíritu de la misma se ha venido distorsionando con el tiempo.

Yo siempre he intentado rendir homenaje a mi esposa de manera cotidiana, creo que es preferible que comprarle un ramo de rosas ese día para “festejar”. El amor y la amistad deben tener un altísimo sentido moral, más que comercial, sin menoscabo que se pueda obsequiar algún detalle como parte de una bonita tradición que siga exaltando la necesidad de mantener, más vivos que nunca, esos bellos sentimientos.

Por otra parte, como que encuentro innecesario denominar esta fecha como del amor y la amistad, ya que, en el más estricto sentido, la amistad es sólo una forma de amor, aunque éste sea de carácter fraterno y no de pareja, por tanto, la amistad es sólo otra maravillosa versión del amor verdadero. Desde este enfoque, podría decirse que tal vez, por razones de afianzar las probabilidades mercadológicas, se haya sumado esta parte a la original. Decir que es día del amor, o de los enamorados, limitaba la posibilidad económica, ya que sería justamente los matrimonios, novios o pretendientes quienes abarrotarían los comercios y los servicios. En cambio, agregando la parte de la amistad, entonces se puede decir que ya la cobertura y la potencialidad de la gama de consumidores se vieron incrementadas exponencialmente.

Así que ahí están mis puntos de vista, que no intentan de ninguna manera persuadir a los consumidores, novios, esposos o amigos, para no gastar sus quincenas en regalos y banquetes, ese día,  más vale que quede claro porque de lo contrario me estaría arriesgando que me lincharan la ANTAD y la CANIRAC, que son la asociaciones de tiendas departamentales y la cámara de restauranteros, respectivamente, por “aguarles la fiesta” comercial.

Yo me declaro un idealista, apasionado de la amistad y rendido enamorado de mi esposa, igual adoro a mis hijos e intento también darles mucho amor, a veces disfrazado de consejos y apoyos, de respeto y de buenos ejemplos. Si hay posibilidad de tomar de pretexto y reunirnos, los que podamos, a comer es bueno, pero si no se puede no importa, mientras nos sigamos queriendo como lo hacemos, de manera natural, sencilla y cotidiana, no sólo en esta fecha. Así que si se tratara de sugerirles algo a mis lectores, les diría que  demuestren llanamente el amor que le tienen a sus padres, a sus parejas, a los hijos y a las amistades, de una manera sencilla pero sincera. Llamadas o mensajes, sólo por saludar. Visitas ocasionales o sorpresivas. Dar abrazos y sonrisas, ser atentos con quien merece nuestro respeto y dar generosamente la mano cuando exista en alguien la necesidad o algún apuro, sea económico o moral. Esas serían, desde mi punto de vista, muy buenas formas de celebrar el amor y la amistad de manera genial.

Evidentemente eso tiene que ver con no cometer el error de tener en el olvido a tus familiares y amigos, y el 14 de febrero decirles que los amas y los estimas, sólo porque así lo exige el protocolo internacional de festejar a “San Valentín”. Igual a los jefes en las oficinas, que durante todo el año tratan de manera vergonzante a sus subordinados (as) y el día de la amistad andan buscando “frasecitas  cursis” y obsequiándoles  corazoncitos y bombones mostrando una radiante y amabilísima sonrisa. ¡Qué hipocresía!  Traten bien a sus subordinados, si no les gusta sonreír no lo hagan pero al menos trátenlos  con respeto y buena educación. Con eso basta para que, de buen agrado, ellos les obsequien una sonrisa sincera y quizá, si lo merecen, un gran abrazo con motivo de este polémico, pero maravilloso día. ¡Felicidades para todos, los que puedan ver este artículo!

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