EL MOLOLOA ENFERMA A TEPIC
“Leí su artículo que
escribió en el Gremio, el semanario del Sutsem y me gustó”, fue una de las
primeras frases que escuché a través del celular. La expresidenta municipal de Tepic y
exdirigente perredista en Nayarit, María Eugenia Jiménez Valenzuela, una mujer
luchona, activista y preocupada por el problema del Río Mololoa, quería que nos
entrevistáramos para intercambiar puntos de vista sobre la problemática.
A esta reunión acudieron
académicos y profesores universitarios. Todos
coincidimos en que el Mololoa, es un río que se resiste a morir… pero por sus
condiciones actuales, sigue enfermando a Tepic.
¿Es posible
rescatarlo? Sí, pero se requiere de la
voluntad de pueblo y gobierno, así como dejar de lado las cuestiones político-partidistas
y tener la suficiente capacidad moral para tapar todas las descargas
clandestinas y las autorizadas “en lo oscurito”, que son los principales
contaminantes de uno de los pocos ríos que atraviesan una ciudad, el Mololoa.
María Eugenia Jiménez
comentó que se halla igual que muchos nayaritas preocupados porque el origen del problema del Río
Mololoa no se toca, “para muchos resulta intocable; sabemos perfectamente bien
que mientras haya descargas en el Mololoa, el río no puede sanearse, está bastante
contaminado ya”.
La alcaldesa tepicense que tomó las riendas del municipio cuando
falleció Tino Avila Arce, agregó que ha habido muchas personas dispuestas ‘a
entrarle con todo’, pero todos aquellos que durante muchos años han tenido ese
propósito de contribuir, se topan con “una sociedad que no es considerada para
hacer un proyecto, nos margina completamente de los derechos que tenemos como
ciudadanos”.
Este es un problema en que si bien es cierto no todos hemos contribuido
para que exista, sí podemos contribuir todos, hombres y mujeres nayaritas y
principalmente de Tepic y Xalisco, para que podamos revertir la actual
situación. “Lo que falta del gobierno
estatal y municipal, convendría que la sociedad realmente se responsabilizara
del papel que tenemos como ciudadanos. Que en el tejido social –que no existe-,
estos temas sean propicios para buscar soluciones conjuntamente con el gobierno
porque creo que este ‘divorcio’ de sociedad-gobierno, no provocada por la
sociedad, pero sí fomentada, no logramos tener consensos con una sociedad que
está indignada y que no se manifiesta. La
responsabilidad es de todos; la sociedad vamos a permanecer y mientras ésta no
sea considerada en la toma de decisiones de las políticas públicas no vamos a poder
avanzar en ningún sentido”.
Así las cosas, es necesario que el gobierno en sus tres niveles, voltee
a ver a la sociedad para salvar al Mololoa antes de que termine por morir.
“Los proyectos tienen que ser consensuados con la sociedad para no
interferir los proyectos que llegan ya hechos, desde la autoridad
correspondiente. Muchas de las obras se
entrampan porque los tres niveles de gobierno se traslapan en muchas ocasiones
por las facultades que tienen y no se avanza.
La transparencia reside en la participación ciudadana; si hay un
gobierno que manifieste realmente el interés de conservarse como tal o de
perpetuarse, tendría que ser más amigable con la sociedad”.
TAPAR, NO ENTUBAR: MA. EUGENIA
Ha sido mucho el dinero
que se “invierte” cada año, sobre todo en la proximidad de la temporada de
lluvias y el Mololoa sigue en las mismas condiciones: contaminado, buscando su
propio cauce y sobre todo, muriendo lentamente.
“Están anunciados más de diez millones
para sanear al Río Mololoa, y una cantidad realmente grande para las 73 plantas
de tratamiento: 500 millones de pesos.
Si se nos invitara, creo que podríamos contribuir mucho a que los
habitantes de cada lugar nos preocupáramos, nos convertiríamos en vigilantes
todos de un bien común, la salud de todos; no nada más nos preocuparíamos, sino
nos ocuparíamos de coadyuvar con los gobiernos”.
Hay asociaciones civiles que han
manifestado preocupación por la conservación y saneamiento del Río
Mololoa. María Eugenia Jiménez, en su
etapa de activista ha observado a estos grupos de personas nayaritas que se han
hecho presentes, y lamentó que estas actividades las lleven a cabo tan sólo
unos días para después caer en el desánimo.
“Están y no están. Yo creo que
desánimo que existe es provocado también por las autoridades, porque ¿de qué
existe que haya asociaciones legalmente constituidas y que se han afanado por
conocer la problemática socioambiental y al final de cuentas no son
consideradas?
“Hay que persistir, no hay que
claudicar. Pero si esta convocatoria surgiera del Gobierno del Estado a todos
aquellos interesados en el saneamiento del Río Mololoa y de otras problemáticas
socioambientales, yo creo que acudirían muchos más”.
¡TODOS, AL MOLOLOA!
Sí, esa es una buena
solución, acudir todos al Mololoa… pero no para hacer proselitismo o tomarse la
foto, sino para tomar acciones conjuntas que conlleven al rescate del
Mololoa. Candidatos como Quadri
realizaron actividades de campaña en los márgenes del río y ya no volvieron. Otros candidatos, como los del PRI hicieron
acto de presencia en canales que desembocan en el Mololoa, como el Sabino y el
que cruza la zona de Las Canteras. Se
tomaron fotos y vídeos que sirvieron sólo para unos días de publicidad y nunca
más se han vuelto a parar por ahí.
Jiménez Valenzuela, tras
analizar la existencia del problema y conjugarlo con el anuncio mediante
boletines oficiales de la canalización de al menos 510 millones de pesos para
el Río Mololoa, así como de que gobernantes federales ‘le entrarían al quite’
en este problema social, todo esto de cara a un proceso electoral que iniciará
el próximo mes de octubre, consideró que hay ‘gato encerrado’:
“Hay cantidad de proyectos
en un tiempo que huele a sospechosismo de que todo este recurso está utilizado
para campaña o en favor de las campañas. Si no somos incluidos en un proyecto de
gobierno, ¿cómo podemos dar una opinión veraz, cómo podemos calificar esta
actitud del gobierno?, simple y sencillamente negativa. Ni todo lo puede
solucionar una sociedad, ni todo lo puede solucionar un gobierno. La muestra
está dada en el país entero”.
La propuesta específica de
María Eugenia es “que el gobierno realmente convoque a la sociedad a dar su
opinión, a coadyuvar. Insisto: la sociedad permanece y los gobiernos cambian cada
tres y seis años”.
La participación ciudadana
en otros lugares es muy considerada en muchos estados del país. Simplemente en
el vecino estado de Jalisco, podemos ver, transitar por las calles de
Guadalajara y municipios conurbados “y vemos cómo hay prohibiciones que los
colonos hacen para que no se construya ‘x o y’ obra; hay opinión de la
gente. Llegamos a Tepic y eso no existe.
Aquí, el tema de gobernanza que se ha venido hablando desde años atrás no llega
a Tepic, no permea hacia Nayarit. Hay corrupción. Si no hay transparencia, pensamos
que hay corrupción”.
“Para haber invertido
millones y millones de pesos en el Mololoa, tendríamos que ver resultados y no
se ven esos resultados”, precisó Jiménez Valenzuela.
Y usted, amable lector,
¿qué ha hecho por el Mololoa: verlo, disfrutarlo, pasear, limpiar o contaminar?
è MIEMBRO FUNDADOR
DE FRECONAY, A.C. ç
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