Por: Marisabel Guzmán
Enero 10, 2013.-
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal detuvo alrededor de 25 perros que deambulaban en el Cerro de la Estrella, la Delegación Ixtapalapa se quedó sin delincuentes humanos y ahora, “el mejor amigo del hombre” es acusado de homicidio con todas las agravantes de la ley, tras las rejas se encuentran canes de diferentes razas, color y tamaño en espera de un juicio justo, como no tienen abogado, seguramente serán los únicos delincuentes en la historia moderna de México en ser encontrados culpables sin derecho a fianza, pero además, condenados a muerte.
¡Pobres Perros!
Tuvieron que estar justo al paso de la policía investigadora de la capital mexicana,
en el lugar y el momento equivocado, terminaron capturados y puestos a
disposición de un ministerio público que inmediatamente buscó asesoría
especializada para dar cuenta que los cuatro cadáveres encontrados en un paraje
de la llamada “Ciudad de los Palacios” fueron atacados y asesinados por una
jauría de perros salvajes, que por cierto no presentan rabia, pero las
autoridades insisten que incurrieron en un delito por demás violento y sin
perdón.
Familiares y vecinos
de los muertos insisten que debe ser una broma extemporánea por el día de los
inocentes o de plano, en la PGJDF son aún más animales quienes señalan como
culpables a los caninos y como lamentablemente entre burros y perros no se
entienden por hablar diferente idioma, exigen a la autoridad (bueno, otra
autoridad) que esclarezcan los crímenes y no se anden con el cuento que los
perros se convirtieron en chacales y asesinaron a una madre, a su menor hijo y
posteriormente, a dos adolescentes que tampoco aparecieron por su casa y cuyos
cuerpos fueron encontrados por vecinos del lugar, quienes curiosamente no
fueron atacados por la llamada “jauría asesina”.
En Nayarit, la
violencia extrema se dejó sentir hace un par de años, quienes habitamos este
lugar, llegamos a sentir miedo, frustración, enojo y tristeza al enterarnos de
cada hecho sangriento ocurrido en todos los rincones de nuestra patria chica,
mujeres y niños acribillados, colgados en los puentes, cuerpos desmembrados,
seres humanos desollados, el retrato del horror en cada nota roja, en cada
reporte de violencia, pero nunca (y me alegro) la autoridad tuvo la osadía de
tratar de tomarnos el pelo a la ciudadanía, no recuerdo que ningún crimen
hubiese sido achacado a jaurías de perros, a manadas de animales de corral o al
chupacabras, los hechos fueron siempre aceptados como producto del crimen y la
violencia organizada, la perrera municipal no tuvo que ser usada como cárcel
preventiva de animales domésticos, al menos aquí los encargados de la justicia
tuvieron los suficientes “blanquillos” para aceptar lo que era evidente: Una,
que la violencia nos había alcanzado a niveles exagerados y dos, que todos los
delitos fueron cometidos por delincuentes de la llamada especie “homo sapiens”.
Aquí, ahora, en este
sexenio y en este trienio municipal las jaurías anunciaron su regreso con sin
collar y sin correa, no hablo precisamente de canes violentos al acecho de
atacar a quienes se les cruce en el camino, sino de una especie más peligrosa
todavía, la que hace años viene mostrando afilados colmillos y enormes garras,
una jauría que va más allá de lo imaginable, su ADN está compuesto por hambre
de poder y desmedida ambición, de las especies que acostumbran atacar en
familia y en montón, de las jaurías la más peligrosa: La clase política.
Hoy por hoy, no es
necesario que quienes integramos la sociedad hagamos señalamientos contra este
raro espécimen, ellos mismos se atacan, practican el canibalismo con mucha
saña, es casi imposible que curen las mordidas recibidas de su propia raza,
dejaron de ser animalitos de corral y pasaron de ser borregos, toros y gallos,
a convertirse en una mutación más peligrosa que los coyotes y lobos, mucho más
todavía que las propias hienas, entre ellos se hieren con tal rabia que resulta
difícil asociarlos bajo las mismas siglas, color o corriente política,
olvidaron que una vez marcharon frente al pueblo prometiendo unidad y ahora, se
atacan sin piedad, a muerte, con el odio profundo y exclusivo de quienes sólo
piensan en saciarse a sí mismos de vanidad y ego, de fortuna mal habida y de
poder infinito…El regreso de las jaurías ya es una realidad en Nayarit, debemos
ser cautelosos, ir con cuidado, evitar un mordisco de la fiera equivocada,
esquivar sus afiladas garras y en caso de querer adoptar uno de estos
animalitos, recordar que no porque un lobo aúlle es feroz o lo que es lo mismo,
perro que ladra no muerte, perro que ladra quiere un hueso más grande.
Mi correo
electrónico: marisabelguzman1@gmail.com
Cultura ¿Para todos?
Recién terminó el Festival Amado Nervo, la oferta cultural que el actual gobierno hizo para festejar el natalicio del bardo nayarita fue variada y para todo gusto, aunque previo a ese cúmulo de actividades artísticas, ya se venían presentando en esta ciudad algunos espectáculos dignos de ser llamados “cultura”, por ejemplo, en el Teatro del Pueblo se ofrecieron recitales de música clásica que el programa “Bellas Artes a todas Partes” puso en bandeja de plata para todos nosotros.
Luego, en el mismo teatro, estuvo en cartelera un ciclo de danza, en la que varios estados presentaron estampas folclóricas hermosas, llenas de música, color y alegría, el resultado fue el mismo que con los recitales, un teatro tristemente a medio lleno a pesar de que el espectáculo fue completamente gratis.
El concierto presentado por el pianista “Salvatore” y sus amigos estuvo menos desdeñado, quizás porque se trataba de reunir fondos para una causa noble y la labor de quienes organizaron fue promocionar pero también vender entradas al teatro, que por fortuna estuvo si no a reventar, concurrido, pese a la fina lluvia que bañaba la ciudad.
Sin embargo, los esfuerzos de algunos por que la verdadera cultura llegue a todos los estratos de la sociedad no será trabajo de un día, ni siquiera de toda una administración, porque en primer lugar, los encargados de esa difícil tarea deben involucrarse al cien por ciento en su propósito, conocer no sólo al disciplina en la que se especializan, no representar los intereses de músicos o bailarines, de pintores o escultores nada más, sino abrir la posibilidad para que cada expresión artística y cultural tenga espacio en los recintos oficiales, museos , auditorios, el propio Teatro del Pueblo, plazas públicas, todo lugar es bueno para recibir cultura y para mostrarla también.
Todo sería perfecto si además de los funcionarios y artistas también nosotros como ciudadanos nos involucramos, de nada sirve que algunos exijamos “cultura” al gobierno y luego, cuando nos la ofrecen no la tomamos, entonces ¿Qué exigimos?
Lamentablemente, muchas de las personas que acuden a los espectáculos o eventos culturales lo hacen por deber, obligación o porque los invitaron pero no saben comportarse a la altura del lugar ni del momento, es indignante ver como algunos hablan por teléfono mientras un pianista ejecuta una sonata, otros charlan en voz alta mientras está una puesta en escena y ni qué decir de los que acuden a exposiciones de arte, ni siquiera voltean a ver las obras, se pasan el tiempo haciendo vida social o tomándose fotos, cosa que resulta de mal gusto, que denota una total falta de educación y por supuesto, nula cultura.
Si es gratis, la gente piensa que un espectáculo no sirve y si se cobra, entonces no acuden porque quieren que sea gratis, la cosa es que mientras muchos estamos esperando que sigan ofreciendo conciertos de música de orquesta, de sinfónica, teatro, danza y demás, los que sólo critican ni acuden a los recintos y si lo hacen, no disfrutan ni dejan a los demás disfrutar, es molesto que alguien use teléfonos celulares en un teatro con las luces apagadas, distrae al artista, distrae al vecino y se deja ver lo pobres que somos en cultura y educación.
En un concierto, recientemente estaba un compañero Periodismo Nayarita usando su teléfono, pero cuando ya no le fue suficiente, entonces sacó su “tabla” para revisar y actualizar su facebook, no se habría notado de no ser porque estaba a medio espectáculo, con luz tenue y un grupo de edecanes nerviosos que se atrevieron a pedirle que apagara su aparato, cuando pudo salir al lobby del teatro y hacerlo sin molestar a nadie, ahí es donde digo que la cultura aunque debería ser para todos, no todos quieren recibirla como lo que es, un regalo, un camino más a la sapiencia, a la belleza de las artes y a ser mejores personas; Así como decían los viejos, que las margaritas no nacieron para que los cerdos las comieran, el arte y la cultura no serán nunca para quienes teniéndola a la mano, la desdeñan.
Pocos, muy pocos políticos y funcionarios y líderes se preocupan por elevar el nivel cultural del ciudadano en toda la extensión de la palabra y con todo lo que el concepto encierra, pero creo mientras el pueblo no quiera involucrarse y tomar como un regalo la posibilidad de gozar de más cultura, más arte y más conocimiento, nada de lo que se haga rendirá frutos, seguiremos siendo un Nayarit inculto, pero no por otros, sino porque nosotros mismos somos renuentes a crecer en este aspecto.
Mi correo electrónico: marisabelguzman1@gmail.com