miércoles, 15 de marzo de 2017

"Mosaico epistolar"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita




"Mosaico epistolar



Hacía tiempo que no quedaba en un collage el artículo semanal, pero la verdad no pude decidirme bien a bien que tema abordar este día. Pero en descargo puedo decir que no es una carencia de material importante que comentar sino todo lo contrario. La parte buena de este asunto es que no sucede con frecuencia y que además no resulta tampoco tan desalentador para los lectores tener un coctel de temas en un mismo ejemplar. Por otro lado, como también les he dicho, si ponemos mucha atención nos daremos cuenta que todos los temas están íntimamente relacionados, por más disímbolos que perecieran.

La primera intención era hacer mi comentario sobre la conferencia de hoy en el plantón frente al palacio de gobierno estatal, donde mi admirada amiga Alma Vidal nos puso a los hombres una brutal barrida, dejándonos como “trepadero de mapache” por no decir como “palo de las gallinas” en eso de la igualdad y de los roles entre hombres y mujeres, aunque al final me dijo de viva voz “bueno, debe haber excepciones, pero la pedrada es para quien le quede el saco”. Entonces ya me quedé un poco más tranquilo, jejejeje.

Ese comentario daba para un gran análisis, desde la vertiente en que ella manejó la tesis de su participación. Luego la desternillante conferencia de la Lic. Odette Murillo Vázquez, que provocó un tremendo jolgorio entre la multitud de mujeres de todas las edades y uno que otro colado que acompañábamos a nuestras esposas. Resultó de lo más divertida la ponencia de la conferencista chilanga, ya que posee una extraordinaria vis cómica que le permite transmitir el mensaje anímico de una inigualable manera, sin sufrimiento, sin flagelación. Sus gestos y movimientos desparpajados me remitieron a la añorada imagen de Doña Borola Tacuche, aquel genial personaje de la Familia Burrón creado por mi admirado “monero” mexicano Don Gabriel Vargas.

Creí plenamente que el tema daba para el comentario y para mucho más, pero nadie sabe qué pasará en cualquier momento de nuestra vida. Y así sucedió. Conducía tranquilo mi vehículo en la siempre agradable compañía de mi esposa (y conste que no estoy haciendo méritos con la teoría de Alma Vidal) cuando en un crucero de los más concurridos de esta ciudad me detuve por la luz roja y quedé a muchos metros del semáforo para dar vuelta  a la izquierda. A la distancia parecía que algo ocurría. Había demasiadas personas en la parte inicial de la fila de automóviles. Pensé que probablemente habían atropellado a alguien. Me inquieté un poco, pero al pasar unos segundos pude percatarme de lo que realmente ocurría.

Varias personas se desprendieron de pronto desde los primeros coches y se abalanzaron sobre los cristales de los nuestros, unos blandían esponjas y una botella con agua jabonosa y otros, pesados cepillos encerados tipo plumeros con fibras de color azul marino. Además de ellos, atrás venían unos indigentes, luego los vendedores de platanitos fritos y novedades. Más de una docena de personas en tan sólo esa vuelta. Ese crucero tiene de menos cinco posibilidades de alto y estoy hablando de uno de tantos que existen en la ciudad de Tepic. Muchos jóvenes y niños, junto a varios adultos compartiendo la aventura de la supervivencia, “trabajando” en una situación de calle.

Entonces me quedé pensando en que estaría sucediendo en la ciudad para que el número de personas que anteriormente veía en esa situación se haya incrementado tanto. Ni hablar de más años atrás, cuando ver alguien así era hasta curioso. Hoy están por todos lados. Cada vez hay más niños y jóvenes en esa situación. Limpiadores de cristales de coches y tragafuegos por doquier, vendedores callejeros, niños que hacen piruetas, mamás cargando bebés, viejecitas que limpian espejos laterales, imitadores de Michael Jackson, malabaristas de pelotas, de pinos de boliche y hasta de cintas de fuego. 

Si pensáramos en el espectáculo que dan, porque algunos son muy buenos artistas, pues sería hasta notable tenerlos ahí. Pero, por supuesto que no se trata de eso sino de algo por demás preocupante. Ese aumento ostensible de personas en la orfandad social o en la informalidad, desde mi punto de vista, es un indicador de que algo malo está sucediendo en nuestra ciudad. Si sumamos este fenómeno a la soledad de los restaurantes que solemos visitar, muchos otros que ni pensar en ello, así como otro tipo de establecimientos de distintos giros, se puede sentir una crisis, un escaso poder adquisitivo que produce una ralentización de la economía local.

Esta situación, que no pasa desapercibida para la sociedad nayarita, es producto de los abusos cometidos por la administración actual en cuanto al manejo de las oportunidades para los comerciantes y empresarios locales. Esta estrechez en las posibilidades reales que tienen los emprendedores nuevos y no tan nuevos, de los empresarios y proveedores de gobierno, ha sido provocada por lo cerrado del círculo de bendecidos que han tenido la fortuna o la capacidad económica de adquirir la bula gubernamental que sólo está en las manos de uno o dos “cardenales” cercanos al gran prelado. Dije prelado, eh, para que no vayan a decir que soy algo grosero.

La otra razón de que el mercado interno estatal esté tan comprimido es la falta de un pago oportuno de los salarios y/o prestaciones a los trabajadores de los ayuntamientos (la mayoría de ellos). La falta de aumentos anuales a los trabajadores de los gobiernos, estatal y municipal, ya que los sueldos, de por si exiguos, van perdiendo la batalla en contra de la inflación que se acumula año tras año. Los sueldos siguen siendo los mismos y los precios de la canasta básica, los servicios, la gasolina, la luz y el gas, están siempre al alza (espero no me desmienta el poder federal porque disminuyó dos centavos el litro de la gasolina, ah que broma tan pesada).

En resumen, todas las ventajas han sido para la camarilla que detenta el poder. Para ellos no existe crisis alguna, ni siquiera saben las penurias que sufre la clase trabajadora para sobrevivir, mientras la élite maldita que se autodenomina “clase política” vive en la riqueza, rodeados de lujo ofensivo y caprichos suntuosos. Lo peor es que siguen empeñados en quitar prestaciones ganadas a pulso por el sindicalismo revolucionario. Y lo más patético en este sentido es que haya personas tan absurdas que apoyen a un sindicatito que entre sus “beneficios” proponga que “le quiten 26 prestaciones”, vaya forma de avanzar, el sindicato legal conquista las prestaciones con años de lucha y estos necios se van a otro para que se las quiten.

A los que están en el poder les digo, que si no tienen la creatividad y la inteligencia  para ver de dónde se puede sacar el dinero para solventar una crisis que ellos mismo crearon, pues aquí les dejo unos “consejos”. Puede ser de los sueldos y compensaciones de los altos funcionarios federales, estatales y municipales, de la reducción o desaparición de diputados y senadores, de la eliminación de los partidos políticos y las partidas secretas. La eliminación de la alta burocracia electoral que ellos sí ganan de verdad. Que “pasen la charola” para que les den un pellizco a sus propiedades, ranchos, mansiones, vehículos, a los funcionarios actuales y anteriores, etc. Que no se “hagan patos” con los amigos desbalagados (Duarte y compañía) que metan a la cárcel al “Toro” y le quiten sus propiedades, lo mismo a los corruptos que andan “vivitos y coleando” cobrando sin trabajar en varios puestos. ¿Así con eso o quieren más recomendaciones?

Bueno aquí dejamos por hoy esta especie de mosaico epistolar, que empieza con un tema y termina con otro, pero así son las cosas, además cuando se habla de política, pues se pica uno.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.