JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Pleito de Perros"
Los
días de descanso y recogimiento para unos y de diversión y desenfreno para
otros, habrán pasado cuando este artículo esté en circulación. Se fueron ya la
semana santa y la de pascua. Todo vuelve a la normalidad, al menos en
apariencia. Espero que todos hayan disfrutado de un merecido descanso, más allá
de la forma, la capacidad y el estilo de vida. Mi deseo es que, quienes hayan
salido de vacaciones, regresen con nuevos bríos para enfrentar los desafíos
diarios del trabajo o el estudio y que todo vuelva a la normalidad, en la
medida de lo posible.
Digo
lo anterior, porque no todo en la vida es “miel sobre hojuelas”, y les tengo
que dar la no muy grata noticia que “Las campañas políticas llegaron ya”. Tenemos
frente a nosotros, el surrealismo mexicano de una nueva jornada electoral. Tres
meses de una “festividad democrática” que cansa y hastía a la gran mayoría de
los electores. Casi noventa días de bombardeo mediático, que intentará
convencernos que “ahora sí” el PRI, irá en contra de lo que siempre ha sido su mayor
expresión: la corrupción; el PAN y el PRD, agua y aceite “ideológicos” (al
menos en teoría) unen sus estructuras y fuerzas para salvar al país de la
catástrofe que ellos mismos apoyaron en el tristemente célebre “Pacto por
México” y, finalmente, una opción que aún no ha sido probada, al menos en lo
que se refiere a la presidencia de la república, me refiero a MORENA.
Días
y noches completas de aturdimiento y reyerta. Un inmenso “pleito de perros”,
disculpándome con los inocentes animalitos por usar esta expresión. Un
incontrolable maremágnum de ataques y descalificaciones entre los candidatos,
un tiradero de basura entre los partidos políticos, pero pues que otra cosa
pueden tirar, si no están hechos de otro material, al menos eso es lo que han
venido demostrando a través de su vigencia histórica en el seno de nuestra,
cada vez más hastiada, sociedad mexicana.
Es
verdaderamente risible y, a veces, hasta irónico, que el candidato del PRI,
enarbole el combate a la corrupción, como uno de los puntos más importantes de
su propuesta, mientras que la mayoría del equipo del “nuevo priísmo” está
prófugo de la justicia y existen cientos de acusaciones de corrupción, desvío
de recursos, enriquecimiento ilícito, etcétera, desestimados por el gobierno
federal, basta citar, basado en mi débil memoria, la Casa Blanca, Odebrecht,
Estafa Maestra, la Casa de Malinalco, Oceanografía, OHL, y paremos de contar.
Por
otro lado, el candidato de la coalición “Por México al Frente”, el
“experimentado” político Ricardo Anaya, viene precedido de una mala fama desde
el interior del partido que dirigió y lo catapultó a la candidatura, sólo basta
recordar que fue capaz de darles la espalda a los que habían sido sus
“padrinos”, los que lo encumbraron de la nada, me refiero a Gustavo Madero y
Francisco Garrido. También, aún hay remanentes de las acusaciones de haber
malversado el “famoso” presupuesto del “Programa de Acción Comunitaria”, el
PAC, donde manejó discrecionalmente un fondo de mil millones de pesos. Más
recientes, las acusaciones por lavado de dinero para su campaña y así, se verán
más cosas.
En
el caso de Andrés Manuel López Obrador, el famoso AMLO, pues se le han venido
imputando una serie de cosas de manera directa o mediante su familia. Situaciones
que no son de ahora, ya que esta tendencia viene desde años atrás, desde que
empezó a participar en las contiendas por la silla presidencial. “Que si es un
evasor de impuestos”, que “de donde se mantiene”, “que si tiene valiosas
propiedades”, que “su hijo maneja un “Lamborghini”, etc. Lo cierto es que nunca
se le ha comprobado nada de lo que se le acusa, sobre todo en las redes
sociales. Tiene lógica pensar que si el gobierno tuviera elementos de prueba, o
pudiera fabricar las mismas, ya le hubieran cerrado el camino hacia la
presidencia.
De
los otros candidatos, ¿Qué podría decirse? La señora de Calderón no levantará
nunca en las encuestas, no representa políticamente nada, excepto los
remanentes del poder de su ex marido. Por supuesto, que no lo digo por ser mujer, simplemente su imagen
está muy deteriorada, estigmatizada por los sucesos de la guardería ABC, y por
la insidiosa reputación que arrastra. Y, de lo que quedó atrás, en el olvido, el
atrevido y enjundioso “Bronco” que resultó no llegar ni siquiera a ser un “Pony”.
Será
muy interesante seguir de cerca las sorpresas que pueda deparar la “Guerra
Sucia” que, sin duda, será tan terrorífica como una película de zombis. Todas
las campañas han sido el mejor escenario de estas cruentas peleas que le
apuestan a la denostación y al golpe bajo. Es usual que los candidatos del
partido en el poder, sean cobijados por el aparato estatal, mediante recursos
económicos del erario y con el uso de información privilegiada del espionaje
oficial.
Esperemos
que esta elección presidencial, que estimo será histórica, llegue a buen término,
en beneficio de la sociedad mexicana, que está ávida de un cambio verdadero. El
pueblo, el que sufre, el que trabaja por su sustento, la clase trabajadora, los
campesinos, la clase media, el magisterio, los estudiantes y demás grupos y/o
estratos de la población, se perciben llenos de coraje, hartos de la corrupción
y la impunidad, hastiados de la violencia y cansados de vivir en la pobreza y
la sumisión.
Es
importante que los ciudadanos no se dejen llevar por la propaganda tendenciosa,
que estará a la orden del día. Es necesario que conserven la calma y que
piensen fríamente en lo que sucede a diario, en las calles, en la casa, en las
escuelas. Que valoren su situación y piensen cuales son las causas de tanto
sufrimiento, de tanta pobreza y la falta de oportunidades. Que mediten respecto
a quienes son los responsables de tantas muertes, de tanta corrupción y tanto
odio. Que piensen bien, si el modelo económico y de gobierno actual está dando
los resultados que las familias mexicanas esperamos. Si esta forma de gobernar
nos está llevando al bienestar social, al fortalecimiento de la economía
familiar o sólo ha servido para enriquecer a los políticos y grupos hegemónicos
que detentan el poder.
En
fin, en mi regreso al escenario periodístico, estaré atento a las incidencias
que se irán suscitando en el transcurso de esta contienda electoral que, en mi
opinión, será quizá la más trascendental de la historia contemporánea, ya que,
aunque resulte muy aventurado de mi parte decirlo, decidirá de manera
fundamental el destino de los mexicanos.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA
PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.