Ahí
vamos de nuevo. Otra vez estamos en la situación que muchos años o muchos
sexenios y también un cuatrienio, hemos estado. Una combinación de temor y
expectativa, un algo así como ilusión y dudas, muchas dudas al empezar a correr
el tiempo de espera entre la declaración de gobernador electo y la asunción al
poder. Se perciben esos sentimientos y esa expectativa entre la ciudadanía
nayarita, ahora que se develaron los resultados de la reciente elección y ya
todos sabemos quiénes serán los protagonistas de las siguientes
administraciones, sean de carácter estatal o sean los gobiernos municipales,
sin dejar de lado el trabajo legislativo que por cierto el que aún sigue
vigente ha dejado mucho que desear.
No es
para menos sentir temor de la posibilidad de un nuevo fracaso, después de las
decepciones que han causado las administraciones recientes. Han dejado un mal
sabor de boca y se pudo notar la inconformidad de la ciudadanía al realizar un
tremendo voto de castigo, sin intentar con ello, restarle méritos a las
campañas que realizaron los ahora vencedores de la contienda. Experimenté una
especie de “Déjà vu” al escuchar las declaraciones y anuncios del doctor
Navarro ante los medios de comunicación acerca de sus planes y primeras
gestiones para preparar el terreno cuando tome las riendas. Esa fue la
sensación: “Eso ya lo escuché antes” y no es que él haya dicho el mismo
planteamiento o promesa de un personaje anterior sino que irremediablemente
viene a la mente que también los anteriores hablaron bonito y prometieron mucho
pero no cumplieron.
Sin
duda que se trata de ser positivo y dejar que fluyan las cosas buenas que
esperamos del nuevo gobierno. Debemos dejar que poco a poco vaya tomando forma
y se acomode el nuevo equipo que iniciará el viaje sexenal. Ya sabemos algunos
nombres del nuevo gabinete, tenemos destapados al Secretario General de
Gobierno, al de Desarrollo Rural y al de Seguridad Pública (que repite color).
En esta última nominación existe cierta controversia por no decir
inconformidad. Yo creo que es correcto y práctico sobre todo que si un
funcionario se destaca en su desempeño pueda ser ratificado por el nuevo jefe
del ejecutivo, pero existe la idea entre muchos ciudadanos que esa repetición
pudiera resultar perniciosa ya que se cree que el gobernador saliente tendrá un
alto grado de influencia sobre el titular de esa cartera, cosa que no es bien
vista por amplios sectores de la población que critican y reprueban el
deprimente papel realizado por el heredero de la dinastía Echevarría. Es una
circunstancia que presenta una polaridad que sólo podrá ser calificada con el
tiempo. Por ahora hay que seguir esperando los anuncios que el próximo
gobernador irá haciendo o de plano que de pronto, seguramente en días muy
cercanos a la toma de posesión, haga de conocimiento público la relación completa
de personas que integrarán el famoso gabinete.
El
doctor Navarro, con una tremenda experiencia política, tendrá una oportunidad
histórica de cambiarle el rostro a nuestra entidad. Ya dio muestras de
sensibilidad y tacto político cuando se ha referido a la Universidad Autónoma
de Nayarit y a los empleados del poder ejecutivo. Aunque ha sido cauteloso, lo
cual considero una cualidad, dejó entrever que
habrá respeto y buena relación con ambos, protagonistas importantes de
la escena social, política y económica de nuestro estado. Si son el respeto, el
acercamiento y el diálogo las premisas de su actuación, seguramente se podrán
conciliar los intereses fundamentales y resolver las amplias problemáticas que
se han venido postergando. Así percibo las cosas y creo que puede haber buenos
resultados. Sobre todo porque se supone que existe una marcada diferencia entre
el nefasto conductor de la política interna actual, el tristemente célebre
Antonio Serrano, y quien será su sucesor próximamente, el licenciado Juan
Echegaray.
Debemos
ser conscientes que en el momento actual hay muchos problemas que tendrá que
resolver el Ejecutivo del Estado, pero también es cierto que muchos de ellos no
son tan difíciles como parecen, sencillamente se les dio la espalda y se
guardaron en un cajón, bajo la cortina negra de la cerrazón, el capricho y la
negligencia del gobierno que está a punto de heredar (a propósito) muchos de
los lastres presupuestales que fueron creados por su ineptitud y su desprecio a
las causas del pueblo.
Seguramente
será un reto difícil de superar y costará muchos sacrificios, pero no será una
misión imposible si existe la voluntad política de resolver los problemas. Así
como hay circunstancias adversas, existen también grandes oportunidades para
salir adelante. Será la habilidad de gestión social y gubernamental la que
pondrá a flote la nave del desarrollo. Las cosas de los colores y el viso
electoral deben dejarse de lado y elaborar un plan de trabajo realista,
efectivo y democrático que permita construir una plataforma sólida para
impulsar el desarrollo integral y sustentable de las regiones geográficas del
estado, respetando su vocación productiva y su perfil social.
Es
indudable que hay con qué responder para nivelar la balanza y mitigar los
flagelos sociales de la pobreza y la inseguridad. Somos un estado dotado de una
increíble riqueza en recursos naturales, litorales bellísimos con calidad de
turismo mundial, bosques, maderas preciosas, minería, agricultura, ganadería,
pesca, historia, cultura y una tremenda diversidad de especies animales y
vegetales. No existe ninguna razón para tener una sociedad carente de los
satisfactores básicos, no hay motivos para la pobreza extrema. Al contrario,
existen elementos para asegurar que si se administra con honradez y capacidad,
podremos dar varios pasos hacia una mejor y más justa distribución de la
riqueza.
Ahí
están las cartas sobre la mesa, ahí está el desafío que habrá de tomarse. La
sociedad está ávida de gobiernos leales al pueblo, de administraciones honestas
y empáticas con los que menos tienen. La sociedad desea que se terminen los
dispendios y las camarillas gubernamentales mafiosas. El pueblo desea
funcionarios honestos y trabajadores. Ya no quiere historias de nepotismo,
impunidad y compadrazgos. El pueblo desea de una vez por todas que se asome en
el horizonte la luz de la justicia social. El doctor Navarro, los próximos alcaldes
y diputados tienen la última palabra.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.