JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Santa Tregua"
Deseando
que el periodo de vacaciones haya sido de mucha utilidad a mis amables
lectores. Digo lo anterior, considerando que algunos gozaron del merecido
asueto de la Semana Santa y la de Pascua. Dos exquisitas semanas de descanso y
alejamiento de la rutina laboral y citadina. A los que sólo pudieron disfrutar
del tradicional puente de la semana mayor pues algo es algo.
En el
caso de los que aquí escribimos para ustedes, colocados en cualquiera de las opciones
mencionadas, por razones obvias tuvimos
que suspender nuestras entregas periodísticas, mismas que desde esta semana se
regularizan con la periodicidad de siempre. Es un gusto estar de nuevo
tundiendo el teclado con el ánimo de restablecer nuestro contacto semanal. Una
vez más se enciende la emoción de poder llegar a todos ustedes a través del
maravilloso ejercicio de la comunicación.
Espero
que sus actividades hayan sido muy exitosas y que regresen, si es que salieron de
la ciudad, con la mejor de las suertes, sin contratiempo alguno, con salud y
seguridad. No importa el tipo de programa que hayan realizado, si fue
itinerario playero, cultural, familiar, de reventón o de recogimiento (en la
más espiritual acepción de la palabra), lo importante es que usaran de la mejor
manera posible la oportunidad de sus tiempos.
En esos
días, a veces más a veces menos, pero la ciudad muestra otra cara, el rostro de
la tranquilidad. Es imposible no percibir la calma que se respira en las calles
y lugares de habitual aglomeración. El ritmo de la vida se siente en moción de
pocas revoluciones porque es una especie de tregua pactada con antelación. Los planes surgen desde distintas motivaciones.
El aspecto religioso, que es digamos el que da origen a esta especie de
conmemoración, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. El económico que,
sustentado en las vacaciones de las distintas dependencias educativas del país,
genera una efervescencia que mueve las actividades que conforman la industria
del turismo, sea de playa, cultural, ecológico, histórico, religioso o
deportivo, entre otros. Así que en ese lapso se puede observar un extraño
fenómeno social que semeja una especie de éxodo, como aquel del pueblo hebreo
liberado de la esclavitud en Egipto por su líder Moisés, sólo que esta
marabunta desea escapar momentáneamente de la esclavitud laboral, de la
opresión de algunas autoridades despóticas o de situaciones agobiantes y, en
esta metáfora, la tierra prometida suele ser la cálida playa, con su mundo
alegre, festivo y jacarandoso.
Es muy
importante que se mueva la economía para que se generen fuentes de trabajo,
aunque muchas sean de carácter temporal, pero en algo ayudan a las familias que
lo necesitan. La industria del descanso, descansa a su vez, en la actividad
turística. Mientras las personas que salen de vacaciones piensan en la
tranquilidad y el reposo, las cadenas productivas se mueven en ese mismo sentido,
buscando proporcionar los satisfactores que ellas necesitan. Es por ello que se
mueven los eslabones de la industria alimenticia, los productos comestibles a
gran escala, carnes, pescados, mariscos y aves. La industria cervecera muestra
en esa temporada su mejor sonrisa. El transporte, la ropa, accesorios,
combustibles y refacciones para vehículos automotores aumentan su demanda y,
así también, una serie de nichos comerciales que se ven impactados por el
fenómeno del momento vacacional.
Se
podría decir que mientras unas áreas de la economía se activan, otras cierran
sus puertas por unos días. También, se puede observar una especie de modorra
oficial. En los días principales de la conmemoración religiosa, hasta los malos
gobiernos descansan de la presión social, laboral y sindical a que son
sometidos por la falta de cumplimiento de sus responsabilidades, aunque están
más que convencidos que es una tregua muy breve que se terminará en cuanto pase
ese periodo. En breve, se volverán a ver las marchas y protestas en demanda de
justicia laboral, máxime aún que, cuándo este ejemplar llegue a sus manos, se
estará conmemorando el “Día del Trabajo”, fecha en la que se rinde homenaje a
los trabajadores caídos en la lucha por sus derechos laborales, hecho histórico
acaecido en Chicago, USA, de donde se origina la nominación de los “Mártires de
Chicago”.
Pero,
regresemos a la Semana Santa, con todas sus implicaciones. Se entiende que es
un momento propicio para la reflexión y la contrición. Por tanto, un tiempo
propicio para el acercamiento entre los seres humanos. Entonces, por añadidura,
se podría decir que es el momento ideal para el diálogo leal y sincero, de
buenos propósitos, entre partes de un conflicto.
No
quiero pecar de iluso, pero sería el momento perfecto para que las autoridades
estatales y municipales asumieran una postura conciliadora en el afán de
proponer respuestas o soluciones a los conflictos laborales que mantienen con
los trabajadores. En primer lugar, considerando que esta tregua obligada y la
naturaleza ya señalada del momento, brindaron el espacio para la reflexión
concienzuda de la problemática y el análisis de las circunstancias y las
disposiciones, por ende, podrían generar un propuesta atractiva a los intereses
de la base trabajadora, antes de que se llegue al desfile del día de los
trabajadores, en el que, por su propia naturaleza, se verán acciones combativas
y directas, conformando un reclamo social de alto espectro, mismo que se
considera de lo más normal y legítimo en una lucha que no es de hoy, sino se
arropó desde hace muchísimas décadas, pero que, por la forma obvia de la
demanda social y política, pudiera herir la caprichosa
susceptibilidad de los patrones gubernamentales.
En fin,
esperemos que este hermoso tiempo de reflexión haya pesado en el ánimo de los
titulares de los gobiernos estatales y municipales y hagan un examen de
conciencia (aunque sea examen extraordinario) y tengan algo bueno que ofrecer a
sus maltratados trabajadores. No vayan a resultar como el dicho aquel del cantante basquetbolero de Guatemala, el
tal Arjona: “De mi barrio, la más
religiosa era doña Carlota, hablaba de amor al prójimo y me ponchó cien pelotas…”
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.