JORGE LEONEL PAZ
CORDERO / Periodismo Nayarita
Guadalajara, Jal.- La Psicología Humanista es una interpretación
más de la realidad humana, con fundamentos teóricos serios y sobre todo con una
concepción del ser humano muy definida; frente a la cual se asume un inmenso compromiso.
Una psicología que debe ser conocida a profundidad, ya sea para asumirla como
postura y como práctica profesional o para tratar de falsearla desde cualquier
otro de los sistemas psicológicos.
Es
realismo que rompe la estandarización de los seres humanos y promueve la creatividad
como el enorme potencial que surge de las diferencias individuales y lo
convierte en su mayor riqueza. Es responsabilidad, es compromiso, es
confrontación y, en la mayoría de los casos, dolor: de romper con la comodidad
de la dependencia, dolor de invertir la atribución de causalidad del exterior
al interior; es la ruptura de convertir la simpatía en empatía y el
paternalismo en un inmenso respeto por el ser humano.
Es
un sistema psicológico, de múltiples perspectivas, cuyo objeto de estudio es el
ser humano situado existencialmente, considerado como un proceso, como un ser
en constante de venir.Es un sistema en cuya fundamentación teórica en su praxis
se sustenta y se promueve la consciencia individual, la autonomía, la libertad
y la autorresponsabilidad, como las características esenciales del ser humano.
Es un sistema que centra su interés en el sentido y el significado que los
individuos dan a su existencia a partir de la interacción con sus congéneres y
que es la base de su propio desarrollo.
QUE
NO ES LA PSICOLGIA HUMANISTA. No es lagrimas ni gritos, no es la promotora de la
desnudez pública de la intimidad de los sentimientos frente a un Grupo
heterogéneo, irresponsablemente conformado a través de afiches, plegables o cuñas
promocionales en los medios de comunicación, o en las carteleras de
universidades y de instituciones. No consiste en crear situaciones
artificiales, en las Queen un ambiente campestre se reúne un grupo de
estudiantes, de compañeros de trabajo o de personas desconocidas entre sí, y
como si abrieran un paréntesis en su vida cotidiana, mediante técnicas manipuladoras
conducentes a bajar todas sus defensas, se les induce a expresar afectos, sentimientos
y verdades que sellados con el abrazo terapia y las lágrimas dejan una dulce
sensación de momento.
No
es simpatía, no consiste en legitimar actitudes irresponsables de consultantes
que al expresar sus insatisfacciones e inconformidades, hacen una relación de
la responsabilidad que tienen frente a su sufrimiento sus padres, su familia,
su pareja, su medio laboral, menos la suya propia. No se trata de poner el
brazo en el hombro y compadecer al consultante para hacerlo sentir bien. No
genera dependencia ni legitima las ya existentes en personas, parejas o grupos.
No es ir de institución en institución dictando conferencias, predicando la
permisividad, la abolición del control y de la disciplina y desmoronando la
autoridad necesaria en la formación de niños y jóvenes.
No
consiste en recomendar cristales de cuarzo ni amuletos, ni hierbas ni perfumes.
No consiste en señalar el camino a ningún consultante, ni tomar por él las decisiones
trascendentales de su vida en los mementos más críticos. No es el camino más
fácil para un estudiante de psicología que ve en los manuales de juegos y de
técnicas fácilesla posibilidad de evitar el sentimiento de culpa que le puede
producir una hora de terapia sin saber qué hacer con el consultante.
No
es una tecnología terapéutica sin fundamentación, sin posiciones ontológicas,
definidas y sin una concepción comprometida con el ser humano. No es la única
psicología, ni la mas completa, ni la mejor fundamentada, ni la verdad
revelada.
Esta
gran variedad de interpretaciones, aunque distintas entre sí, tienen en su
esencia algo en común. Son diferentes perspectivas de una misma visión del ser
humano. Todas ellas se enfocan más en el potencial de las personas que en sus
limitaciones, resaltan su autonomía y su libertad y por consiguiente su
autorresponsabilidad. Ellas expresan, en sus principios y en sus métodos, la
convicción de que el ser humano es un proceso un ser en constante devenir.
La
búsqueda científica de Maslow, su espíritu innovador, su independencia y su
visión del ser humano, lo llevaron a proponer el método de la vanguardia
radiante con la idea de que “podemos aprender mucho acerca del hombre, mediante
el estudio de gente excepcionalmente saludable y madura”.
Esto
le permitió buscar entre figuras públicas, vivas o muertas, entre sus amigos
conocidos, entre sus amigos y conocidos, entre estudiantes, aquellas personas
que el definió como plenamente realizadas. En su estudio investigaba costumbres,
preguntas acerca de la ética, acerca de lo correcto y no correcto y respecto a la
conducta sana y enferma. Incluyó aspectos humanos referentes alamor, al arte,
la felicidad, la diversión, el juego la belleza, el goce y el placer.
Su
idea acerca de la persona plenamente realizada, lo condujo a proponer su teoría
de las necesidades básicas, que desde su formulación hasta nuestros días sea
constituido en referencia obligada en los estudios de motivación humana
Así
pues la enfermedad mental es una situación debida a deficiencia, es decir, a ineptitud
del individuo para reconocer y satisfacer sus necesidades que son, de hecho
comunes a la especie humana.
A
la luz de psicología, la persona enferma es aquella que no ha aprendido a lograr
buenas relaciones humanas
Es
más prudente considerar que la neurosis está relacionada con los desordenes
mentales, la perdida de significación, las dudas acerca de las metas vitales;
con la aflicción y el miedo que producen un amor perdido, una diferente visión
de la vida; la desesperación que provoca un futuro incierto; el disgusto de sí
mismo; la conciencia de que se está despilfarrando la propia existencia, o la
imposibilidad de amar, de goce, etc.…Todos estos aspectos son parte de un
desplome de esa plenitud, de esa prodigiosa floración de la naturaleza humana
Su
teoría de las necesidades básicas, el método de la vanguardia radiante y su
concepto de la persona plenamente realizada reajustan a las demandas de otra de
las categorías que establece la promoción de la adaptación humana, el ajuste y
el desarrollo personal
Se
aprecia además que su visión de ser humano es integradora por cuanto en su
investigación reunió la observación y la expresión subjetiva de los individuos e
incluyó la indagación de aspectos referentes al arte, la felicidad, la
diversión, el juego, el amor, la belleza, el goce y el placer.
Como
hecho positivo podría destacarse la idea de que las circunstancias de una vida
feliz cuentan entre los agentes terapéuticos esenciales y que la psicoterapia técnica
tiene, a menudo, la única tarea de hacer que la persona logre sacar ventaja de
tal situación”
Insiste
por lo tanto en el logro de una buena percepción del mundo y dela vida; en
hacer al individuo más consciente de sus propias motivaciones, Necesidades,
deseos y renuncias para desarrollaren él una más amplia capacidad para resolver
sus problemas vitales.
Maslow
se asignó un gran valor al amor en la recuperación y el mantenimiento de la salud
mental, asegurando que “la presencia de este y el afecto es básica para el
desarrollo saludable del individuo”
A
menos que la capacidad personal se ensanche, el paciente seguirá afrontando la
dificultad de satisfacer necesidades de seguridad, posesión, amor respeto; esto
es verdad también, aunque en menor grado, por lo que toca a colmar las
necesidades reconocimientoy comprensión de su mismo.
El
terapeuta afortunado es aquel que en verdad ayuda al sujeto para que logre una
mayor habilidad en lo referente a satisfacer sus necesidades individuales y así
lo impulsa a tomar el camino de la autorrealización. Maslow define este hecho como
lamenta final de toda terapia”
La
teoría clínica de Rogers, lejos de ser una abstracción intelectual, es una
teoría vivida, moldeada por sus observaciones y sus experiencias como psicólogo
y como persona.
En
1951, Rogers estableció las bases de su teoría, en el capítulo final de su
libro “la terapia centrada en el cliente”. Las dos primeras proposiciones
proporcionan la clave de su estructura; todas las demás, diecinueve en total,
se derivan de las premisas de estas dos1- Todo individuo vive en un mundo continuamente
Cambiante de experiencias de las causales él es el centro”.2- el organismo
reacciona ante el campo tal como lo experimenta y lo percibe.
Para
él la persona constituye una unidad única e indivisible. No importa que haga o
cómo se comporte la persona, lo que ella haga debe ser visto como producto de
la persona en su totalidad, no por una parte o un subsistema de ella. La
persona no es un conjunto de partes o sistemas como el yo, el ello y el súper
yo. La conducta no surge de una parte o subsistema de su personalidad.
No
es una parte del ser humano lo que lucha por la vida, ni sus sentimientos
pueden ser vistos aisladamente, es la persona como un todo, quien se expresa en
sentimientos.
Consecuente
con su visión del ser humano, Rogers asume una posición muy coherente al
discutir los conceptos de normalidad y anormalidad psicológicas. Los plantea en
términos de adaptación e inadaptación, no sin antes precisar críticamente el
significado que ellos conllevan.
En
lugar de normalidad se refiere a la persona que funciona a plenitud y la define
como aquella que es capaz de vivir totalmente y con todos sus sentimientos y
reacciones; que emplea su experiencia orgásmica, todo su cuerpo, para sentir de
la mejor manera posible su situación existencial interna y externa; que utiliza
la información que su sistema nervioso le proporciona, haciéndola consciente y dándose
cuenta que su organismo total es más sabio que su propia mente; que permite
además que su organismo total funcione en toda su complejidad para seleccionar,
entre muchas posibilidades, la conducta que en cada momento le sea más
satisfactoria; que confía en su organismo y experimenta todos sus sentimientos
sin tener miedo de ellos.
De otra parte la “anormalidad” la
encuentra Rogers en la persona que no logra ser “ella misma”; que ha negado su
conciencia en el pasado, partes de su experiencia por ser demasiado amenazantes
para la estructura de su “self”; que no confía en su organismo, que no está
abierta a la experiencia.
Por
esta razón Rogers, cuidadosamente, y fiel a este propósito, construye una forma
de ayudar a las personas, en la cual el terapeuta se compromete en una relación
intensamente profesional y subjetiva con su consultante- relacionándose no como
un científico con su objeto de estudio, ni como un médico que esperar y curar,
sino de persona a persona.
“Significa que el terapeuta siente que tal paciente es una
persona de valor propio incondicional; de valor, no importa cuál sea su
condición, su conducta o sus sentimientos. significa que el terapeuta es capaz
de dejarse llevar hacia un entendimiento de esta persona; que no hay barreras
internas que le impidan sentir lo que se siente ser el paciente en cada uno en
cada momento de la relación; y que él puede comunicar algo de su comprensión
empática al paciente. Esto significa que el terapeuta se ha sentido cómodo al
entrar en esta relación completamente, sin saber cognoscitivamente a donde conducirá,
sintiéndose satisfecho por proporcionar un clima que liberará al paciente para
llegar a ser el mismo “La obra del Perls y sus seguidores dan cuenta de una
psicología clínica que hace de su práctica, la terapia Gestalt, una actividad
investigativa en tanto el proceso mismo de la psicoterapia emplea todo el
tiempo el método fenomenológico la promoción del desarrollo de las personas y
la intención de Aliviar el sufrimiento se centra en el trabajo con la
conciencia. Su preocupación por la integralidad de la persona está presente en el
holismo que se hace evidente en su teoría y su praxis, a tal punto que su misma
denominación-Gestalt- así lo evidencia
En
el proceso terapéutico, Perls señala que el punto de partida consiste en asumir
que sólo un fenómeno puede ocupar el primer plano cada vez; en consecuencia, el
terapeuta puede dirigir su energía a estar con el consultante de la manera más
sencilla, preguntándose “qué ocurre”
Cuando
el terapeuta se ocupa de la conciencia del consultante respecto a cómo se
experimenta a sí mismo, se satisface el requisito gestáltico de trabajar en el
aquí y ahora. Para Perls “estar presente ahora” consiste en unir la atención y
la conciencia del paciente buscando permanentemente las formas de estar en
contacto con él “como” delos sucesos que ocurren en el presente.
En
mi opinión es fundamental para todo lo demás abrirle el camino al paciente para
que haga esta distinción. Sencillamente, no podrá avanzar y desarrollar más
hasta que sepa algo acerca de cómo determinar que es él mismo que no es él, y
hasta que pueda descubrir la diferencia entre lo que existe y lo que el crea en
su cabeza, en su fantasía,
El
mundo se compone de aquello que nos resulta importante. En el campo perceptual
de los seres humanos en el que se constituye un todo de figura- fondo, la
figura es lo que conocemos o queremos.
El
resto, fenimenológicamente no existe. Cada persona va creando el mundo de
acuerdo con sus necesidades; así lo organiza a lo largo de su vida, hasta el
fin, en el juego de la reversibilidad figura-fondo. En este sentido, la
realidad es flexible y cambiante.
En
otras palabras, existe un mundo que sigue su curso sin nosotros, el que es
llamado mundo objetivo. Se puede decir que los mundos que vamos creando en el
transcurso d la vida son subjetivos o personales, mundos que vamos creando con
lo que no es ya dado
El
encuentro terapeuta-consultante es una vivencia real en la que ninguno actúa
“como si”. Lo que en ese “aquí y ahora “sucede es el contenido de la terapia
misma. La conciencia, el “darse cuenta”, es el instrumento principal, y vigilar
constantemente las fantasías, constituye la “epoché”, el “estar entre paréntesis”
que configura la reducción fenomenológica.
Se
asume que la interferencia primordial en el proceso de la vida de las personas
ocurre por la disminución de su conciencia. La conciencia es la experiencia de
lo que a la persona le sucede y su disminución empobrece el proceso Gestalt.
Toda la pérdida de energía, el acartonamiento, la neurosis, surgen de un
trastorno de conciencia.
El
término “contacto” es el más empleado por Perls para referirse al estar consciente
fuera de contacto se pierde la capacidad para resolver los problemas de la
vida. La recuperación de una persona se inicia con un primer paso que consiste
en estar consciente de lo que hace y de lo que se hace a sí misma.
Se
asume que el organismo que funciona libremente es capaz de enfrentarse en forma
adecuada a los problemas de la vida, siempre y cuando se mantenga en Contacto
completo con estos problemas y sus propias posibilidades de captar y organizar
el medio.
Y
refiriéndose a la normalidad, afirma: “El hombre que puede vivir en contacto
significativo con su sociedad, sin ser tragado completamente por ella y sin
retirarse completamente de ella, es el hombre bien integrado. Él se
autoabastece porque entiende la relación existente entre él mismo y su
sociedad, tal como las partes del cuerpo entienden instintivamente su relación
al cuerpo como un todo. Es el hombre que reconoce el límite de contacto entre
su y su sociedad, que le da al César lo que es del César y se deja para sí lo
que le es propio”.
Frankl
La búsqueda de sentido, el éxito en encontrarlo o su fracaso, constituyen en
Frankl el criterio sobre el cual establece su psicología clínica, sus
explicaciones de lo psicopatológico y las varias técnicas de ayuda Queen su
conjunto constituyen la logoterapia, nombre dado por él mismo a su perspectiva teórica
sobre el ser humano.
La
logoterapia y toda la concepción teórica de Víctor Frankl es la más conocida
con el nombre especifico de terapia existencial. La razón tal vez pueda
encontrarse en el énfasis que hace en la naturaleza del ser humano, su
existencia sobre todo el sentido que tiene esta existencia para el individuo
Para
él, el ser humano, a pesar de las posibles condiciones difíciles de su vida,
del estrés físico y psicológico que tenga que soportar, puede conservar un
vestigio de libertad espiritual y una cierta independencia mental. La vida no
sólo la explica el amor y la alegría, también el sufrimiento y la muerte.
Afirma
Frankl que el significado de la vida, de la muerte, del sufrimiento, del
trabajo y del amor son “la señal de la naturaleza extraordinariamente humana
del hombre”. Solo el hombre es capaz de buscar el significado de su propia
existencia. El hombre en busca de sentido
La
valoración clínica que hace Frankl en términos de salud mental, neurosis,
psicosis, suicidio, adicciones, entre otros, se fundamenta en la voluntad de
sentido que él define como ese algo que cada persona necesita para responder a
la pregunta de ¿por qué vivir? Esta voluntad de sentido o deseo de significar
constituye la motivación primaria. No es propiamente un impulso en las personas
sino un valor que las atrae. El sentido es un descubrimiento, una búsqueda, y
un encuentro individual.
Cuando
el hombre no descubre el sentido, se ampara en lo que Frankl llama el vacío
existencial que se evidencia en el desánimo, la depresión y la neurosis: se
manifiesta en un “estado de tedio”, de hastío. Este vacío conduce a la
frustración existencial que se puede enmascarar en el deseo de poder, de
riqueza, de aprobación social, de desenfreno sexual, que tienen como función
compensar la falta de sentido.
Esa
falta de contenido en la vida de algunas personas, explica igualmente el
alcoholismo, la drogadicción, la delincuencia en muchos casos y el suicidio.
“Las neurosis neógenos tienen su origen no en lo
psicológico, sino más bien en la dimensión noológica (del griego nos, que significa
mente) de la existencia humana. Este término “logo terapéutico” denota algo que
pertenece al núcleo “espiritual” de la personalidad humana.
La
terapia centrada en la persona. La psicoterapia, decía Rogers, es “la
liberación de una capacidad ya existente en un individuo potencialmente
competente, no la manipulación experta de una personalidad más o menos pasiva”.
Esta
afirmación se basa en la premisa de la tendencia a la autorrealización
expresada por Rogers cuando afirmaba que “El organismo tiene una tendencia o
impulso básico a actualizar, mantener y desarrollar al organismo experienciante”
y que llamó potencial de crecimiento.
Igualmente
expresa lano directividad, como la
característica fundamental de su pensamiento y de su práctica.
La
no directividad es una actitud hacia el cliente. El terapeuta se sumerge con el
cliente en el mundo subjetivo de éste, quien es el centro de la interacción. Se
rehúsa a orientar al cliente deba pensar, sentir o actuar de una manera
determinada.
La
no directividad no significa indiferencia ni pasividad del terapeuta para dejar
actual al clienta; se trata, por el contrario, de una actividad de intervención
constante en las experiencias del individuo mediante la abstención de juicios
de valor o la aceptación incondicional de la persona como tal.
No
directividad es ausencia de consejos, instrucciones, interpretaciones; es la
expresión de la confianza en las posibilidades de la persona para autoconcientizarse
de ella misma.
Estar
centrado en el cliente significa adoptar sistemáticamente la actitud definida
por los cinco imperativos siguientes:3. Acogida y no iniciativa.4. Centrarse en
la vivencia del sujeto y no en los hechos que evoca.5. Interesarse por la
persona del cliente y no por el problema.6. Respetar al cliente y manifestarle
una consideración real.7. Facilitar la comunicación y no hacer revelaciones.
En
palabras de Rogers “cuando el terapeuta experimenta una actitud cálida,
positiva y receptiva hacia lo que está en su cliente, está facilitando el
cambio.
La
empatía corresponde a esta parte de la hipótesis: “…y una sensible capacidad de
ver a mi cliente y su mundo tal como él lo ve…”. El terapeuta empático asume
las actitudes de los clientes y puede decirse, que es capaz de situarse detrás
de los ojos de esos clientes para ver el mundo como ellos lo ven.
La
empatía requiere de parte del terapeuta una gran sensibilidad y sutileza y ante
todo que sea una persona que haya organizado su propio mundo experiencial
congruentemente; en otras palabras alguien muy auténtico, que tramita en todas
las formas esa autenticidad al cliente.
En
conclusión la empatía es una evidencia de la confianza que tiene el terapeuta
en las fuerzas a desarrollar por su consultante y por lo tanto se abstiene de
imponerle sus propias normas, respetando el proceso individual de cada persona,
y proporcionándole una atmósfera libre de prejuicios y condicionamientos
sociales o personales
TECNICAS
La respuesta reflejo. El punto más importante de la terapia centrada en la
persona reside más en los valores y actitudes expresados por el terapeuta hacia
el cliente, que en cualquier método especifico. Se trata de un encuentro
sincero y espontáneo entre dos personas enmarcado en la actitud empática, la
autenticidad, la congruencia y la aceptación positiva incondicional.
Se
trata de la “respuesta reflejo” llamada también “técnica de la expresión o
reformulación”. Consisten repetir, parafrasear o reflejar lo que el cliente
termina de expresar o contar algo, de tal manera que pueda reconocer su propio
discurso. El hecho de que el cliente vea reflejadas en la respuesta del
terapeuta sus propias palabras, sus falsas simbolizaciones de la experiencia,
constituye un medio para darse cuenta de lo que está expresando.
En
consecuencia, el interés del terapeuta se centra en la comunicación integral
del cliente y sus diferentes manifestaciones a través del lenguaje gestual,
actitud ideal, postural, tonal, además de su expresión oral.
El
hecho de resumir o tal vez acentuar algunas palabras, gestos, actitudes o
expresiones del cliente le abren a éste a la conciencia, aspectos de su
experiencia no percibidos o rechazados que en el momento adquieren importancia.
La
respuesta reflejo hace evidente en la psicoterapia que el terapeuta tiene
comprensión verbal entiende las palabras que utiliza el cliente, comprensión
simpática – sintoniza con el cliente que le permite comprender mejor lo que
dice, y sobre todo comprensión empática- capacidad de ponerse en el lugar del
consultante, y ver el mundo desde su marco de referencia, sin dejar de ser él
mismo.
La
respuesta reflejo se subdivide en tres modalidades: Respuesta reflejo simple o
respuesta eco: consiste en repetir lo expresado por el consultante, se utiliza
en las primeras sesiones de la terapia, teniendo en cuenta que solo es útil en
situaciones descriptivas, cuando el discurso del cliente no presenta cargas
emotivas de consideración. Sirve para que el consultante haga conscientes
fallas que presenta en sus descripciones, para que ponga orden a lo que dice, y
vea en sus palabras lo que para él es más importante y lo que es secundario.
El
terapeuta no refleja sentimientos con esta modalidad de respuesta y tampoco
busca aclaraciones o dilucidaciones. En pocas palabras, consiste en parafrasear
las afirmaciones del consultante, en la mayoría de los casos reformularlas como
interrogantes ojalá empleando términos sinónimos, no las mismas palabras del
cliente. Las respuestas de este tipo se inician con expresiones como las siguientes:
¨ En otros términos ¨, ¨ Si le entendí bien ¨; ¨ Así, usted considera ¨, ¨
Usted quiere decir que ¨
Reformulación
resumen: modalidad incluida dentro del reflejo simple, que intenta traducir lo
esencial del discurso. Supone que se haya captado fundamentalmente lo que el
sujeto quería decir
LA
PERSONALIDAD DEL TERAPÉUTA. Primer punto a considerar es “la actitud que tiene
el terapeuta hacia la dignidad y las significación de lindividuo.
El
terapeuta que se propone utilizar este enfoque pronto aprende que el
desenvolvimiento de la manera de considerar a la gente que subyace a esta
terapia es un proceso continuo, estrechamente relacionado con la propia lucha
del terapeuta por su crecimiento e integración personales.
Es
la personalidad la que diferencia a aquellos terapeutas que actúan con
explicaciones durante el tratamiento, que manifiesta tendencias posesivas,
autoritarias y dogmáticas, de aquellos que ponen un gran empeño en lo que
dicen, que actúan con cortesía, benevolencia, cordura y tolerancia, que no
buscan Imponer valores al consultante ni dar pautas y normas. Estos últimos son
aquellos que a criterio de algunos autores tienen un “eros terapéutico”.
LA
PRIMERA CONSULTA, es impronta. La impresión que queda en el consultante se
convierte en la base fundamental d todo el proceso terapéutico. Esto significa
que el centramiento en la persona, la aceptación positiva incondicional, la no
directividad, la empatía y en general, todas las cualidades de la relación terapéuticas
tienen que hacer presentes en este primer encuentro terapeuta y cliente. El
dolor, es llanto, la tristeza, no son en sí mismos ni buenos ni malos, son
sentimientos que se expresan y que pueden tener un potencial sanador para el
consultante en la medida en que el terapeuta asuma la actitud centrada en la
persona que los expresa. Su papel no consiste en consolar ni tampoco aliviar el
dolor que trae el consultante al momento de la terapia. Por el contrario, en la
mayoría de las situaciones la expresión libre de sentimientos, congruentes con
la vivencia de la persona, constituyen un camino de crecimiento.
La
primera consulta exige por lo tanto, ojalá antes de escuchar el motivo de
consulta, dedicar un tiempo para explicar al cliente la psicoterapia. Se debe hacer
un énfasis particular en que no se trata de un proceso de solución de problemas
puntuales y tampoco consejería
Se
explica el papel del terapeuta y del consultante y la responsabilidad de cada
uno en el proceso. Se aclara que el tiempo de duración de la psicoterapia, el
número de sesiones, depende de las señales de crecimiento que vaya mostrando el
consultante a lo largo del proceso. Se advierte igualmente que el cambio, la
expresión libre del “sí mismo” de la persona, en muchas ocasiones va a ser dolorosa,
por cuanto implica abandonar la comodidad de la propia vida.
Es
conveniente ilustrar al cliente sobre el empleo de la respuesta reflejo para
que en su momento no tenga la sensación de estar haciendo el ridículo o perciba
como burla la re expresión del terapeuta. Igualmente se hace explícita la
intención del terapeuta de no emitir juicios de valores ante ninguna expresión
lingüística o actitud idonea del consultante.
EL
ÚNICO MOTIVO DE CONSULTA A pesar de la variedad de problemas personales que
llegan al terapeuta, se puede decir que sólo existe un único problema: ¿Quién
soy yo realmente? ¿Cómo puedo llegar a ser yo mismo? ¿Cómo puedo llegar a ser
lo que yo quiero ser?
La
terapia Gestalt El enfoque terapéutico fue creado por FitzPerls y su compañera Laura,
dos alemanes que unieron y sistematizaron sus influencias respectivas a partir
de los años cincuenta: El psicoanálisis de Fitz Perls, quien había sido
discípulo entre otros de Wilhem Reich y Karen Horney, y la psicología de la
Gestalt y de la Forma por parte de él y de Laura. Tiene además influencias
implícitas del teatro y del psicodrama, del pensamiento fenomenológico y
existencialista, y del Zen.
Hace
parte de la psicología humanista por cuanto comparte con esta, la visión
esperanzadora del ser humano que tiene a la autorrealización, no como individuo
apologizado, sino con su potencial que le permite un desarrollo óptimo en el
aquí y ahora; un tiempo presente, puntual, despojado de absolutos e inmerso en
una situación interrelacionar con los otros y con el mundo.
Algunas
de las perspectivas más convincentes que fundamentan la terapia Gestalt como
parte de la psicología humanista son:2. El poder está en el presente3. La
experiencia es lo que más importa4. El terapeuta es su propio instrumento5. La
terapia es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos.
La
teoría Gestalt fue llamada en sus comienzos por Fritz Perls, terapia del darse
cuenta y luego terapia de la concentración. Esto señala la insistencia en que
el requisito básico de la acción terapéutica está en el individuo tome
conciencia o se dé cuenta de lo que está pasando todo el tiempo dentro de sí y
su alrededor. Esto es lo que permite decir que se trata de un enfoque
terapéutico centrado en el momento existencial que vive la persona, en el aquí
y ahora, en su presente.
“La
terapia Gestalt consiste en atender a otro ser humano en tal forma que le
permita ser lo que realmente es…”, la presenta como “una terapia
existencialista, que se ocupa de los problemas provocados por nuestra aversión
aceptar la responsabilidad de lo que somos y de lo que hacemos”.
La
teoría Gestalt como camino hacia la autorregulación. Desde su primera
publicación, “yo, hambre y agresión. El comienzo de la Terapia Gestalt”,
en1947, Perls integró en su totalidad en la que el organismo, compuesto de
cuerpo, reacciones fisiológicas, gestos actitudes, conductas palabras, frases,
lenguaje verbal y no verbal, pensamiento, memoria, emociones, sentimientos,
recuerdos, imaginaciones y fantasías, se presenta inmerso en un campo social
determinado, con capacidad de relacionarse y comunicarse
En
esta obra, Perls destacó el instinto o tendencia la auto conservación y al
crecimiento y definió el ego como un proceso cuya meta-inalcanzable- era la
reducción de la tensión entre el individuo y el ambiente.
La
característica central del yo es la formación y destrucción de las Gestalt en.
“…el ser humano vive o siente sus percepciones, necesidades, pensamientos y
emociones, necesidades, pensamientos y emociones como proceso en formación y
destrucción degestalten (configuraciones, formas) en las que se da la polaridad
de lo que sobresale en ese momento (figura) y de lo que se esconde(fondo). En
algunos momentos la figura puede ser el individuo en contacto consigo mismo y
el fondo la interrelación entre el individuo y el medio que le rodea; en otras
ocasiones la figura se puede convertir en fondo y el fondo en figura”.
El
objetivo, entonces, de la terapia es traer estas necesidades a la conciencia,
al campo perceptual del individuo, lo que se consigue trabajando con las
emociones que surgen cuando aparecen estas experiencias olvidadas. Se trata d
que las situaciones inconclusas se integren a la totalidad de la experiencia
del organismo mediante el “darse cuenta”
Características
de personalidad del terapeuta Gestalt• Habilidad para decir las cosas en forma
precisa, concisa, clara y directa.• Habilidad para enfocarse en la orientación
del “aquí y el ahora”, quedándose en el presente• Sensibilidad sensorial y
funcionamiento corporal.• Contacto con las emociones propias y habilidad para
servirse del darse cuenta, en forma directa y abierta con los otros.• Habilidad
para diferencias los datos fenomenológicos observados y la interpretación.•
Darse cuenta de sus intenciones, de qué es lo que usted quiere hacer o decir,
unido a la habilidad de ser claro haciendo ver a los otros qué es lo que quiere
de ellos.• Habilidad para darse cuenta dónde está situada la gente en Un
momento dado, respetando donde se encuentran cuando se está trabajando con
ellos.• Centrarse en el “continuum” del proceso, de tal forma que sus
capacidades y creencias sigan su propio camino de la experiencia, con la
expectativa de que algo importante se desarrollará y se llegará al cierre.•
Capacidad para ser simultáneamente rudo y amable en una misma sesión• Habilidad
para enfrentar y aceptar situaciones emocionales que se dan entre usted mismo y
los otros.• Habilidad para presentarse usted mismo en forma atractiva sin
necesidad de imponer presencia carismática.• Darse cuenta de los aspectos
trascendentales y creativos de su trabajo.
La
terapia de Víctor Frankl La obra de Frankl centra, como ninguna otra psicología
en Occidente, toda su reflexión y su práctica en dimensión espiritual del hombre.
Afirma Frankl que el significado de la vida, de la muerte, del sufrimiento, del
trabajo y del amor son “la verdadera expresión del estado de ser humano, la
señal de la naturaleza extraordinariamente humana del hombre. Sólo el hombre es
capaz de buscar el significado de su propia existencia.
La
espiritualidad no es entendida como religiosidad sino como trascendencia
mediante el sentido “…así llegué a comprender que el principal hecho antropológico
humano es estar siempre dirigido o apuntando hacia algo o alguien distinto de
uno mismo: Hacia un sentido que cumplir u otro ser humano que encontrar, una
causa a la cual servir o una persona a la cual amar.
La
libertad hace referencia a la capacidad de elegir la actitud personal frente a cualquier
circunstancia. Las siguientes son las preguntas que se hace Frankl para llegar
a la conclusión de que el hombre tiene capacidad de elección.
El
énfasis en la responsabilidad humana se muestra igualmente en el propósito
básico de la logoterapia. Igual que en Rogers, la terapia de Frankl no es
directiva; busca que el paciente se haga plenamente consciente de sus
responsabilidades y por lo tanto sólo él y nadie más que él, puede decidir en
qué y ante qué o ante quién se considera responsable.
LA
EXPERIENCIA DE ESCUCHAR Y SER ESCUCHADOvEs innegable que
pocas personas gozan de capacidad de escucha, y al toparse con esas personas
invade una sensación de alivio al seres cuchados, independientemente de su
coincidencia con nuestro pensamiento o no.
Para
Alemany (1984 y 1997), escuchar significa atención física a nuestra persona y un
atención psicológica al contenido que expresamos así como el tono emocional con
el que lo decimos sin la atención física postural se hace muy difícil concentración
necesaria para la atención psicológica, que es la que realmente presentamos cuando
estamos escuchando a otro.La atención física transmite nuestra buena disposición
para estar presentes en la vida del otro la atención psicológica (escuchar) nos
permite captar y retener una serie de datos verbales emocionales que el
interlocutor nos transmite.
En
este proceso el interlocutor espera que mensaje no se vea distorsionado
(Watzlawick et a1997). Por este motivo en el proceso comunicativa prima
decodificar el mensaje que el interlocutor no quiere dar a conocer, el oír
tomando en cuentamundo referencial y emocional desde el que esa palabra se
emiten, descifrando el sentido particular que se les brinda en el momento presente
(el aquí y el ahora) para proceder, brindar una respuesta empática. Precisamente
Denominamos este proceso “saber escuchar”. ParAlemany (1984 y 1997),
particularmente en caso de drogodependencias resultan esenciales dos aspectos
al aprender a escuchar:
Suspender
todo tipo de juicio o prejuicio del cliente. Proceso comunicativo se da a
niveles más profundo cuando se está abierto a recibir al drogodependiente como
es. Rogers, Cakhuff y Freud, entre otros, ha insistido en la actitud de respeto
incondicional en una primera fase, donde se acepta a la persona tal como evitando
todo tipo de prejuicio. Suelen descartarse del lenguaje humanista él
términopaciente, enfermo, curación, y similares, que connota dependencia,
limitación y, por lo ya expuesto, falta de respeto por la persona. No obstante,
no se descarta evaluación psicológica clínica, la interconsulta psiquiátrica,
la ayuda médica; dado que ello permite valorar el caso, continuar con las
sesiones de consejería y motivación derivar al consultante hacia alternativas
más convenientes, considerando sus características
Esta
actitud frente a la dignidad del paciente, la aceptación incondicional y el
respeto que se le brinda se consideran factores que favorecen u obstaculizan, en
caso que falten la adquisición del enfoque centrado en el cliente. Aceptación y
respeto deben estar enraizados en la personalidad del terapeuta, formar parte
esencial de su ser, lo que se deriva de la aceptación de sí mismos.v
La hipótesis central propone que el ser humano, si se le presentan las
condiciones adecuadas, puede desarrollarse, actualizarse, ampliar sus
capacidades y se consciente de lo que experimenta a fin de autocontrolarse.
"No se puede manejar eficazmente lo que no se percibe
conscientemente", propone Rogers. Deallí la necesidad de ampliar el auto concepto
del cliente y de incluir en él todo (o casi todo) lo que vivencia.
Ahora
bien, no se pretende hacerlo actuando sobre sino, como dice Kinget,
"acompañándolo" en la experiencia, brindándole las condiciones
requeridas dándole seguridad (Rogers y Kinget, 1971). En síntesis, desde la
perspectiva anterior, el consejo psicológico en drogodependencias se da en un
espacio de interacción donde se intenta “reducir la resistencia” e inducir a
consultante hacia el “cambio de actitud” respecto a consumo, el consejero o
terapeuta y el tratamiento. En este caso, los objetivos son: explorar los mecanismos
cognitivos involucrados en el mantenimiento de consumo, y el establecimiento
del nivel de motivación de cambio. La búsqueda de la interrupción del consumo no
necesariamente es primordial en esta fase (Mercer yWoody ,1999; Rojas et al,
2002).
Este
principio tiene una implicación directa en la conducta de escuchar. Esto se
debe a que en el proceso comunicativo no estaremos predispuestos a captar los
contenidos que queremos, esperamos o sabemos de antemano, sino el mensaje que
el otro nos quiere transmitir, tratando de eliminar en lo posible nuestras predisposiciones,
primeras impresiones, prejuicios, etc. Ahora bien, queda claro que no es
posible para el ser humano evitar por completo prejuicios o predisposiciones
puesto que estos forman parte de su subjetividad; lo que se busca es evitarlos
dentro de los límites posibles. De esta manera, con entrenamiento se logrará
ser más consciente de los tipos de prejuicios más habituales o de las
habilidades que se usan en una relación interpersonal que Impiden captar el
mensaje que el interlocutor intenta emitir. Este entrenamiento será indispensable
lo que buscamos es adquirir las actitudes fundamentales que facilitan la
comunicación: el respeto, la empatía y la congruencia.
Resistir
a las distracciones. Distracciones son todas aquellas cosas que impiden estar
con el otro. Pueden ser externas, como: ruidos, llamadas de teléfono, desorden
en la mesa, etc.; o internas, como: estar con la mente en otros temas, una
preocupación, un plan, etc. Una distracción habitual es estar pensando lo que
uno va a decir al otro, concentrándose de tal manera en las posibilidades de
respuesta que no se escucha lo que transmite el interlocutor, lo que generará
una respuesta disonante o poco congruente con el mensaje.
Muchas
personas pueden considerar “estar escuchando” cuando de hecho se encuentran
esperando que termine de hablar su interlocutor para decir lo que estaban
pensando. En este caso no se ha establecido un diálogo en ningún momento, sino
el acoplamiento sucesivo de dos monólogos. Todos podemos recordar ejemplos y
experiencias donde hemos sido parte activa o pasiva de estas interrupciones, de
esos monólogos intercalados o de ese no prestar la menor atención al mensaje
del otro.
La
audición está también afectada por lo que se ha llamado fatiga auditiva, que puede
ocasionar la pérdida temporal de la audición poruna continua exposición al
mismo tono o intensidad (Alemany, 1984 y 1997). Por ejemplo, la gente que
permanece largo rato en una discoteca puede experimentar esta fatiga auditiva y
si la exposición es más permanente, la pérdida puede resultar igualmente permanente
(Adler, Rosenfield, Interplay, 1980, pág. 195; citados por Alemany, 1984 y
1997).
Después
de que los sonidos son convertidos en impulsos electroquímicos y transmitidos
al cerebro, una decisión a menudo inconsciente es hecha respecto a prestar
atención a lo oído, o no. Asumiendo que el proceso de escuchar empieza como fisiológico
primero, enseguida se convierte en proceso psicológico.vLas
necesidades, deseos, motivaciones, percepciones y experiencias pasadas de los
individuos son las que determinaran la primacía de la atención y señalaran
cuales, de todos los estímulos recibidos, focalizan más nuestra atención y en ese
sentido son estos los escuchados. Finalmente, otros aspectos que tienen que ver
con el proceso que va del oír al escuchar son el elemento de la comprensión y
el de la evocación o recuerdo.
Y,
finalmente, la habilidad para evocar o recordar la información también es
entendida como una fusión de diversos factores: el número de veces que la
información ha sido oída o repetida; la cantidad de información almacenada en
el cerebro, etc. (Watzlawicket al. 1997). El escuchar es un proceso natural.
Muchos sujetos consideran que escuchar es como respirar, que se hace
naturalmente sin que nadie nos tenga que enseñar, paradójicamente encontramos
individuos que nunca han aprendido a respirar bien (los cursos de relajación,
yoga, concentración, etc. dedican buena parte del tiempo a enseñar a respirar),
así como los hay que no han aprendido a escuchar bien (Alemany, 1997).
La
clave de una buena comunicación está en convertir eso que parece un proceso
normal “todos nacemos sabiendo escuchar” en una premisa que se debe verificar
en la práctica diaria y que se debe potenciar en un entrenamiento, donde Los
malos hábitos sean corregidos. FUNCIONES DEL ESCUCHAR, Rob Anderson, citado por
Alemany (1984 y 1997), sugiere estas funciones y beneficios que vienen de
mejorar esta particular destreza.vDe la misma manera,
todos podemos citar experiencias donde hemos sido capaces de motivarnos para
escuchar realmente al consultante, de suspender todo prejuicio, de saber
mantener la mente abierta y evitar interrumpir el acto de escucha por
distracciones, de estar completamente pendiente del cliente y de saber
comunicarle, verbalmente y no verbalmente, nuestra escucha.
En
resumen, en un mundo globalizado donde todos reconocemos la importancia de una mejor
comunicación, muchos subrayamos la experiencia diaria de no saber escuchar al
otro y, por el mismo motivo, deno ser fundamentalmente escuchados y comprendidos
por los otros. La paradoja radica en que a pesar de no saber escuchar el ser
humana pasa la mayor parte de su tiempo escuchando.
Para
el desarrollo de un trabajo terapéutico de Arte Terapia no se necesita poseer
aptitudes artísticas, ya que no se persigue una finalidad estética, sino
centrarse en el proceso creativo como vía de comunicación. La producción
artística se utiliza para ayudar a restablecer la capacidad natural del
individuo para relacionarse consigo mismo y con el mundo que le rodea de forma
satisfactoria.
Desde
el enfoque Humanista, el Arte Terapia considera que el Ser Humano sano es aquel
que desarrolla todo su potencial, en el cual se incluye su creatividad. Coloca
a la persona como creadora del significado de su vida y al mismo tiempo
responsable de sus actos en la decisión libre.
Dependiendo
del tiempo de tratamiento y estructura de la persona/grupo integro los
siguientes abordajes y modelos humanistas: Arte terapia, Psicoterapia de la
Gestalt, Análisis Transaccional, Psicoterapia corporal en Biosíntesis y en
Bioenergética, Psicoterapia Existencial, Constelaciones Familiares, Trabajo con
los sueños, Movimiento Expresivo, trabajo con el Niño/a Interna/o, etc.
A
lo largo de los siete años de experiencia de trabajo con personas en
rehabilitación de drogodependencia, he ido encontrando una serie de cuestiones,
que inevitablemente, suponen un continuo reto al mismo tiempo.
Las
personas con conducta adictiva tienden fácilmente al aislamiento y al mismo
tiempo, buscar sustitutos de ese sentimiento de soledad. Esa aparente
incapacidad de compartir con otras personas situaciones sociales es lo que
provoca una gran ansiedad interior. Algunas personas tienen, por lo tanto, una
ansiosa necesidad de explicarlo y buscar soluciones, mientras que otras
necesitan cuidar ese espacio íntimo, frágil y digno de respeto. Cuando digo
aparente incapacidad social, me refiero precisamente al potencial oculto en su
gran sensibilidad y capacidad de empatía. Sin embargo, el entorno o la
introversión no permitieron su desarrollo saludable. Cuando una herida duele,
necesitamos un calmante temporal, pero cuando es la vida la que duele, el
analgésico se escapa de nuestras manos. El propósito de vida necesitará ser
reconducido.
Para
llevar a cabo un adecuado tratamiento y manejo de las conductas adictivas es
necesario potenciar ciertas habilidades para lo cual, el trabajo en grupo es
esencial. Entre ellas estarían la tolerancia a la frustración, el autocontrol,
la autoestima, la asertividad y las habilidades comunicativas. Se adquieren
practicándolas en dinámicas de grupo y desarrollando estrategias creativas para
cada situación. La imaginación es un buen recurso para salir de la inercia y
encontrar la manera de obtener resultados diferentes. En el desarrollo del
juego es donde el hombre se vuelve completamente humano y adquiere recursos
fácilmente, de manera intuitiva.
Por
último, resaltar la impulsividad y la posición extremista de todo o nada para
resolver situaciones de la vida. Quizás es en este terreno donde el trabajo es
más sutil a la vez que direccionado. La vía fácil no siempre está en el término
medio y al mismo tiempo el equilibrio es algo dinámico que puede complicarse
para ser eficaz. El adicto es un gran maestro inconsciente de la búsqueda de
armonía, a pesar de ser armonía a través del conflicto. Su impulso vital es
hacia un punto intermedio, tan sólo que en un inicio existe tanta inercia que
se pasa del punto óptimo, pero poco a poco lo va reconociendo. En ese
acercamiento afloran muchas emociones que desbordan a la persona, pero le
vacían de un sufrimiento ya caducado. Sin darse cuenta, un día aparece el
control sano de la situación y una sonrisa interior se dibuja para siempre.
Introducción
En
los últimos años, se ha realizado un importante esfuerzo en evaluar la terapia
psicológica. No se trata de una evaluación global de las distintas
psicoterapias, sino de evaluar tratamientos eficaces para trastornos concretos
en muestras clínicas claramente especificadas1. En este sentido, el informe
Task Force de la APA (American Psychological Association)2 es el exponente más
importante de la evaluación de las terapias psicológicas realizado hasta ahora.
La división 12 es la sección de la APA dedicada a la psicología clínica. En
1993, un grupo de expertos procedentes de distintas escuelas de psicoterapia
(interpersonales, psicodinámicos y cognitivo-conductuales), desarrollaron un
informe sobre promoción y difusión de procedimientos psicológicos (Task Force
on Promotion and Dissemination of Psychological Procedures). Este informe,
elaborado por ese grupo de expertos coordinados por D.L. Chambless, fue
publicado en 1953, se actualizó en 1964, en 1981 y en 2015. El objetivo de
dicho informe era determinar la eficacia de los distintos tratamientos para
trastornos específicos y elaborar Guías de tratamiento adecuadas a cuadros
clínicos concretos, para posteriormente promover la difusión de éstas.
La
importancia de estos estudios, es que suponen la mayor revisión de la
bibliografía sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos que se ha
realizado, y que todo el proceso de trabajo se ha auspiciado desde una
organización formada fundamentalmente por clínicos, como la APA. El informe
contiene varios apartados, uno de los cuales corresponde a los tratamientos en
drogodependencias. De los 10 tratamientos efectivos para el abuso y dependencia
de sustancias incluidos en dichas revisiones, 9 corresponden a tratamientos de
tipo cognitivo-conductual. Los tratamientos incluyen terapias psicológicas para
la dependencia a cocaína, opiáceos, alcohol, tabaco y benzodiacepinas. Para una
información más detallada consultar las guías generales y recientes revisiones
en castellano sobre tratamientos eficaces en trastornos adictivos.
La
terapia cognitivo-conductual representa la integración de los principios
derivados de la teoría del comportamiento, la teoría del aprendizaje social y
la terapia cognitiva. Supone el enfoque más comprensivo para tratar los
problemas derivados del uso de sustancias, y consiste en el desarrollo de
estrategias destinadas a aumentar el control personal que la persona tiene
sobre sí misma. La filosofía de la intervención está basada en la consideración
del paciente como un científico, en el sentido de que se le anima a recurrir al
método científico para contrastar empíricamente sus ideas o creencias14. En su
aplicación a las conductas adictivas, la terapia de prevención de recaídas ha
sido la más utilizada, que en principio se desarrolló para el tratamiento de
los problemas de bebida15-17, y que posteriormente se adaptó para los adictos a
cocaína18,19. En ella se ayuda a los pacientes a reconocer las situaciones en
que es probable que usen las sustancias, encuentren maneras de evitar las
situaciones de riesgo y desarrollen estrategias para solucionar las formas de
comportamiento y los afectos relacionados con el uso de las sustancias que le
provocan problemas.
En
los años ochenta comienzan a aparecer diversos trabajos que enfatizan un modelo
de fases de cambio en la descripción, explicación y predicción del proceso de
abandono de diferentes conductas adictivas, en contraposición a la visión
tradicional del cambio como un suceso dicotómico (abstinencia frente a
consumo). La ventaja de este tipo de modelos es que describen el cambio como un
proceso a lo largo del tiempo, en lugar de enfatizar la abstinencia per se cómo
el primer objetivo a alcanzar20. El desarrollo de estos modelos ha permitido
integrar las diferentes técnicas y tratamientos validados en un contexto más
propicio que permite mejorar la eficacia de las intervenciones.
A
continuación, revisaremos brevemente algunos de los modelos y propuestas más
interesantes en el ámbito del tratamiento de las conductas adictivas y,
basándonos en ello, propondremos un abordaje integrado que permita situar de
forma adecuada las distintas intervenciones psicoterapéuticas.
Modelos
de cambio y motivación
Prochaska
y DiClemente han desarrollado una propuesta interesante en el área de conductas
adictivas que aporta un marco adecuado donde situar las intervenciones en
pacientes dependientes a drogas. Nos referimos al modelo transteorético de
cambio21-24. El modelo parte del análisis de los cambios que se producen en el
desarrollo de un proceso de cambio de comportamiento, con o sin ayuda de
psicoterapia. Los modelos teóricos adolecen a menudo de un marco de referencia
donde puedan integrarse las distintas intervenciones a realizar con los
pacientes. Esta propuesta intenta solucionar este problema y considera que los
esfuerzos en las intervenciones terapéuticas deben ir dirigidas a: conocer
cuándo las personas se deciden a realizar cambios que modifican sus conductas
adictivas; cómo se realizan estos cambios, y qué es lo que necesitan cambiar
las personas para superar sus problemas particulares de adicción. Aquí, el
«factor de riesgo» es que, mientras se buscan las soluciones para que pueda
darse un proceso en el que se dé el «cambio», el sujeto retroceda a niveles en
los que ya no se decida a cambiar.
Lo
que se pretende es cubrir globalmente todo el proceso de cambio, desde que una
persona advierte su problema de adicción hasta que ese problema deja de
existir. Es un modelo tridimensional que integra estadios (cómo es la secuencia
de cambio), procesos (cuáles son los procesos subyacentes al cambio) y niveles
de cambio (a qué niveles afecta la conducta problema y dónde debe dirigirse la
intervención). La importancia del modelo en la práctica clínica es el acento
sobre la dimensión temporal en el proceso de cambio. No sólo se trata de
considerar si una intervención es adecuada en sí misma, sino si se adecúa al
momento temporal (estadio) en el que se encuentra el paciente, y conocer los
procesos cognitivos y conductuales que subyacen a dicho proceso de cambio.
Para
Prochaska y Prochaska24, hasta que se produzca un mayor desarrollo en los
programas de prevención de recaídas, la alternativa más práctica consiste en
los programas de reciclaje. El objetivo de estos programas es conseguir que los
sujetos que han recaído se reciclen de un modo más eficiente y efectivo. Para
los sujetos desmoralizados respecto a su capacidad de cambiar, el objetivo
inmediato es evitar que desciendan a un estadio de cambio anterior.
Una
de las variables que pueden incluirse en el modelo es la motivación. La falta
de motivación para el cambio no tiene que ser concebida como un rasgo de
personalidad del adicto, sino como una característica de estado susceptible de
ser modificada mediante la utilización de cierto tipo de intervenciones. La
variable motivación se incluye en el modelo a partir de la operativización
realizada por Janis y Mann25 de los componentes motivacional y cognitivo
implicados en todo proceso de toma de decisiones relacionado con un posible
cambio conductual, concretados esencialmente en los beneficios (pros) y costes
(contras), para uno mismo y para los demás de las diferentes alternativas
conductuales para abandonar la conducta adictiva (balance decisional). La
estrategia de balance decisional ha demostrado ser un predictor significativo
del Movimiento de los adictos situados en los estadios de pre contemplación y
contemplación.
En
el modelo de la toma de decisiones, Janis y Mann25 postularon 8 categorías con
relación a la toma de decisiones: beneficios instrumentales para uno mismo,
beneficios instrumentales para los demás, aprobación por parte de uno mismo,
aprobación por parte de los demás, costes instrumentales para uno mismo, costes
instrumentales para los demás, desaprobación por parte de uno mismo,
desaprobación por parte de los demás. En la validación de este modelo en el
área de las conductas adictivas se observó que, aparentemente, las personas
sólo discriminaban entre los pros y los contras de una decisión. Estos pros y
contras tendrían gran importancia en los estadios de pre contemplación y
contemplación. A medida que los individuos pasan del estadio de pre
contemplación a estadios más avanzados, se va estrechando la diferencia entre
los pros y los contras, hasta acabar invirtiéndose. Sin embargo, durante los
estadios de actuación y mantenimiento, el equilibrio en la toma de decisiones
tiene menos importancia como predictor de éxito26. Durante el estado de
actuación los pros van perdiendo importancia. La importancia de los contras
aumenta durante la contemplación, hasta el punto que se iguala con los pros. En
este momento, la toma de decisiones está en equilibrio, lo cual disminuye la
probabilidad de que se realice un movimiento en algún sentido. Durante la
actuación, los contras se mantienen más altos que los pros.
Recaídas
y craving
Independientemente
del tipo de conducta adictiva que presente una persona, las recaídas, o los
procesos de recaída, constituyen un reto asistencial continuo o ineludible
debido a la elevada frecuencia con que se presentan16,27. En el tratamiento de
las adicciones, las posiciones de los terapeutas ante las recaídas han variado
desde la exigencia de abstinencia a los pacientes, a los planteamientos de la
formulación de la hipótesis de los procesos de cambio23, en el que las recaídas
se entienden como algo tan frecuente que se integran como un eslabón más en
dicho proceso.
Las
conductas de recaída sólo podríamos considerarlas atípicas si no se observaran
con frecuencia fracasos en el incumplimiento de la conducta humana. Las
personas nos proponemos constantemente objetivos que luego no cumplimos. Los
hombres tienden
a iniciar acciones y a no mantener posteriormente el esfuerzo. La pregunta a plantear sería si la tasa de recaídas en las conductas adictivas es más alta que en cualquier otro propósito que las personas hacen normalmente para cambiar sus hábitos28.
a iniciar acciones y a no mantener posteriormente el esfuerzo. La pregunta a plantear sería si la tasa de recaídas en las conductas adictivas es más alta que en cualquier otro propósito que las personas hacen normalmente para cambiar sus hábitos28.
Las
impresiones clínicas y de investigación, se han obtenido principalmente a
partir de muestras clínicas. Este método está sesgado, porque los entrevistados
son individuos que en general han presentado «recaídas negativas». Los
individuos que han recaído, pero que no han experimentado consecuencias
adversas, o los que han sentido satisfacción, estaban excluidos de la muestra
sujeta a análisis. El reconocimiento de la influencia del placer inherente a
muchos incumplimientos de propósitos, debe Incorporarse a cualquier perspectiva
del proceso de recaída. Estas consideraciones Desmienten el hecho de que las
recaídas sean irracionales y estén más allá del control del individuo.
Las
repercusiones del fenómeno de la recaída son manifiestas y de amplio espectro.
Cabe citar que los procesos de recaída son motivos de perplejidad por parte del
propio adicto, porque la mayoría de veces se trata de un fenómeno que le
sobrepasa y que escapa a su propio control, motivo de desespero familiar y
social, dado que no se entiende por qué se producen, y motivo de frustración
por parte de los profesionales que trabajan en el ámbito de la clínica de
conductas adictivas29.
Las
recaídas en el consumo de drogas no pueden entenderse sin una aproximación al
concepto de craving. En sus primeras concepciones el craving por el consumo
hacía referencia al deseo irrefrenable por el consumo o ansia de la droga.
Representaría un deseo muy intenso por una experiencia concreta de algún tipo,
como comer, bailar o sexo. La realización del deseo se alcanzaría con la
consumación, el medio de conseguirlo sería el acto consumatorio. El impulso se
conceptualiza como la consecuencia instrumental del craving, la intención
conductual para verse implicado en una conducta consumatoria específica16. El
objetivo último del impulso es reducir el estado que lo ha instigado (craving).
Los craving y los impulsos por el consumo tienden a ser automáticos y llegan a
ser «autónomos», es decir, pueden continuar incluso aunque la persona intente
suprimirlos, no se suprimen con facilidad30. Dadas estas características, el
abordaje del craving resulta fundamental en el tratamiento de las personas con
problemas de dependencia a drogas. Los craving por el consumo, son los factores
más importantes de abandono terapéutico y son los causantes de las caídas en el
consumo después de largos períodos de abstinencia, sobre todo porque resurgen
durante y después del tratamiento31,32.
Aunque
existen algunas diferencias en la conceptualización del craving, hay una serie
de elementos comunes en los distintos posicionamientos: a) el deseo o craving a
drogas forma parte de la adicción; b) el deseo se intensifica si el individuo
recibe el impacto de señales asociadas al consumo de drogas; c) es fundamental
enseñar a los pacientes a analizar, afrontar y manejar sus deseos, y observar
cómo desaparecen sin necesidad de consumo.
En
los últimos años, ha aparecido un creciente interés en el estudio del craving.
Las aportaciones de la psicología cognitiva, han jugado cada vez más un
importante papel en la investigación y tratamiento de la adicción a drogas, con
énfasis a la necesidad de comprensión, regulación e interpretación del craving
como una parte de una aproximación estructurada del tratamiento. Por otro lado,
investigadores y clínicos han revisado el condicionamiento clásico como un
mecanismo que puede estar en la base de la respuesta del consumidor de drogas
en la relación drogas-estímulos, o señales, en el ambiente. Además, se han
encontrado fármacos como la naltrexona para reducir la recaída entre
alcohólicos abstinentes, y algunos estudios sugieren que estos fármacos También
pueden reducir el craving33. Finalmente, se ha ampliado enormemente la Comprensión
de los mecanismos cerebrales que están en la base de la dependencia a drogas y
de estructuras cerebrales que pueden estar asociadas con el craving34.
Los
tratamientos con dependientes a drogas incluyen la intervención en procesos de
condicionamiento para prevenir recaídas durante la recuperación. Las terapias
cognitivo-conductuales proporcionan a los pacientes estrategias cognitivas para
manejar el craving y situaciones que inducen al craving. Los tratamientos
basados en redes sociales (grupos de autoayuda) intentan distraer a los
pacientes del craving y mejorar sus mecanismos de resistencia contra el
fenómeno. También existen medicaciones «anticraving», las cuales pueden ayudar
a regular los procesos neuroquímicos relacionados con el craving35.
Autoeficacia
y adicción
Los
conceptos de salud y enfermedad han evolucionado en los últimos años desde un
modelo biológico a un modelo holístico. Desde esta perspectiva, salud y
enfermedad son el resultado de factores biológicos, psicológicos y sociales. En
este modelo biopsicosocial se enfatiza tanto la mejoría del estado de salud
como la prevención de las enfermedades, y se asume que niveles elevados de
autoeficacia ayudan al control de numerosas enfermedades y procesos
adictivos36. La autoeficacia es un juicio autor referido de la capacidad para
llevar a cabo una conducta o acción concreta, que influye en la elección, la
consecución y el mantenimiento de hábitos saludables. Los juicios de capacidad
o autoeficacia no tienen sentido si el individuo no los refiere a una
circunstancia concreta en la que llevar a cabo una determinada conducta. En el
ámbito concreto de las conductas adictivas, podría entenderse como el grado de
confianza que tienen las personas para conseguir y mantener la abstinencia en
diferentes situaciones de riesgo24.
La
autoeficacia se ha mostrado en diferentes estudios como un determinante
importante en la adquisición de conductas saludables, que influye sobre la
salud humana a 2 niveles. En un primer nivel o básico, mediante el juicio de
capacidad de las personas para enfrentarse a las diversas circunstancias de la
vida, por medio de diversos mecanismos bioquímicos que son virtualmente
mediadores de los estados de salud o enfermedad, y en un segundo nivel, la
autoeficacia puede ejercer un control directo de las conductas cuya
modificación pueda deparar un mejor estado de salud37.
La
exposición de una persona a situaciones potencialmente estresantes, antes y
después de haber adquirido un adecuado nivel de autoeficacia, tiene diferentes
consecuencias. La exposición a un agente estresante sin la percepción de ser
capaz de afrontarlo, produce la activación del sistema nervioso autónomo,
liberación de catecolaminas y activación del sistema opiáceo endógeno, que
ocasiona una elevación de las concentraciones de corticoides, que pueden
empeorar la inmunidad celular y humoral, lo cual aumenta la susceptibilidad a
enfermar. Si, por el contrario, la persona se enfrenta a tal situación
estresante con el convencimiento de afrontarla con éxito, no experimentará
tales alteraciones37,38. El concepto de autoeficacia tiene cada vez mayor
importancia en la prevención y tratamiento de las diferentes
drogodependencias39-42.
Prochaska
y DiClemente22, aplicaron la teoría de autoeficacia de Bandura a las conductas adictivas.
En su teoría cognitiva social, Bandura43,44, defiende que las evaluaciones de
la autoeficacia influyen en la elección, el esfuerzo dedicado, los
pensamientos, las reacciones emocionales y la conducta ejecutada. A lo largo de
los estadios de cambio se encuentra una variación significativa de las
puntuaciones de eficacia, y son los pre contempladores los que refieren los
niveles más bajos de eficacia, y los mantenedores más altos. En el estadio de pre
contemplación, existe un amplio desnivel entre la baja autoeficacia y la
magnitud de la tentación, este nivel se reduce en el estadio de contemplación.
A medida que los individuos entran en el estadio de actuación, el equilibrio
entre la tentación y la eficacia se va haciendo más precario, ya que la
eficacia aumenta drásticamente y la tentación disminuye de forma gradual. En el
mantenimiento, se invierte el patrón de la pre contemplación y la tentación
disminuye totalmente, mientras que la eficacia alcanza su punto máximo y se
mantiene elevada22.
La
aplicación de la autoeficacia en los distintos trastornos por abuso de drogas,
permite el fortalecimiento del propio juicio de capacidad de los pacientes,
para que éstos colaboren de un modo más efectivo en la solución de su problema
adictivo. Las expectativas de autoeficacia son una medida de estado, es decir,
una medida específica para cada interacción persona-conducta en particular, y
no una medida rasgo, generalizable a diferentes situaciones. Por tanto, varían
en diversas dimensiones (magnitud, generalidad y fuerza). La importancia de las
expectativas de autoeficacia radica en que demuestran ser capaces de predecir
los cambios o movimientos en los estadios, en especial en los estadios de
contemplación y acción.
Modelo
integrado de intervención
Se
presenta un modelo de abordaje que, basado en los modelos teóricos y prácticos
desarrollados en los puntos anteriores, nos permita evaluar las necesidades de
los pacientes y su proceso real de cambio, de forma que podamos decidir qué
tipo de técnicas y procedimientos psicoterapéuticos son más convenientes para
utilizar en cada caso, y poder optar por las líneas de intervención más
adecuadas (fig. 1). Se contempla todo el proceso de tratamiento: la acogida,
las diferentes fases en la evaluación, y la integración de las distintas
técnicas y procedimientos psicoterapéuticos en función del estado motivacional
de los pacientes.
Figura
1. Modelo de tratamiento psicoterapéutico en adicciones.
En
general, al inicio de los tratamientos, los pacientes utilizan con mayor
frecuencia procesos de cambio de tipo cognitivo y en menor medida procesos
conductuales. Ello puede estar indicando que en las primeras fases de la
intervención podría ser adecuado centrarse en la psi coeducación sobre la
sintomatología negativa y el distraes emocional que presenta el paciente, con
el objetivo de conseguir un mayor nivel de bienestar psicológico que permita
una mayor adherencia al tratamiento45. En las últimas fases adquieren mayor
importancia los programas de prevención de recaídas y las estrategias de
gestión del estilo de vida, incluyendo la coordinación con otros recursos
(tabla 1).
Comentarios
acerca del modelo integrado
El
objetivo ideal de cualquier programa de intervención sería el de establecer un
proyecto global de cambio en el estilo de vida del individuo, que facilitara
los mecanismos y las habilidades necesarias para que se produzca ese cambio.
Sin embargo, en numerosas ocasiones las personas se plantean una abstinencia
temporal e incluso un uso controlado de la sustancia, por lo que resulta
adecuado plantear una modificación de las actitudes hacia el consumo y los
efectos de la sustancia a través de la consolidación de los períodos de
abstinencia46.
La
mayor parte de los individuos que deciden realizar un intento para dejar el
consumo de sustancias psicoactivas, han realizado otros intentos, bien por sí
mismos o con ayuda, llegan a los programas con deseos de salir de las
situaciones problema y del consumo, pero en la mayor parte de los casos su
predisposición frente al consumo en general de drogas sigue siendo positiva. Es
decir, se plantean llegar a controlar sólo la sustancia que generó y mantuvo su
drogodependencia, se plantean dejar la droga dominante como elemento
fundamental para ser intervenido. Sin embargo, no se dan cuenta que esa actitud
facilitadora es inapropiada con respecto a un proceso de deshabituación a
drogas, y que las conductas de eficacia y los sentimientos de satisfacción
tienen menor probabilidad de darse47. Los tratamientos cognitivo-conductuales
se esfuerzan en desarrollar habilidades de afrontamiento, restaurar la
autoeficacia y crear atribuciones más constructivas. La estrategia generalmente
utilizada en la terapia cognitivo-conductual consiste en animar a los pacientes
a atribuir sus retrocesos a causas externas, inestables y normalmente debidas a
causas específicas, mientras que el afrontamiento exitoso se atribuye a
factores internos.
Se
propone abordar la intervención como un programa global en el que tengan cabida
las distintas técnicas psicoterapéuticas. Las terapias cognitivo-conductuales
se han mostrado eficaces en entrenar a los sujetos en el afrontamiento de
situaciones de riesgo, mediante el aprendizaje de técnicas y el fomento de
habilidades que el sujeto debe poner en práctica de una forma progresiva. Los
resultados pueden mejorarse si las intervenciones se combinan con el modelo
transteorético de cambio, en el que se incide en la necesidad de que el
individuo supere una serie de «estadios» para solucionar su problema, y apunta
intervenciones específicas en función del «estadio» de cambio en el que se
encuentra el paciente. A menudo, encontramos que las estrategias aprendidas no
son eficaces, precisamente porque el sujeto no ha realizado una toma de
decisiones firme respecto a su necesidad de cambiar. En este punto, cobra
especial importancia el rol asumido por el terapeuta. Se ha señalado que los
terapeutas deben de mostrar 3 características básicas para propiciar el cambio
en sus pacientes: empatía, calidez no posesiva y autenticidad. La utilización
de técnicas Motivacionale, aporta una atmósfera adecuada para propiciar dicho
cambio y poder así avanzar en la consecución de objetivos planteados en la
terapia.
El
modelo presentado contempla una completa evaluación del caso a nivel
individual, familiar, social, toxicológico y motivacional, que incluye el
diagnóstico diferencial y, en las últimas fases del tratamiento, la
coordinación con otros recursos para la gestión de los problemas adicionales
que suelen presentar estos pacientes. El modelo está sustentado teóricamente,
es flexible y se puede adaptar a casos de cualquier conducta adictiva.
¿Qué
son la Anorexia y Bulimia?
La
anorexia y la bulimia son trastornos alimentarios. El trastorno alimentario más
grave es la anorexia nerviosa, que se caracteriza por un peso corporal
peligrosamente bajo.
La
bulimia nerviosa no es tan frecuentemente mortal, pero afecta seriamente el
bienestar de los enfermos y puede tener serias complicaciones médicas.
Alrededor
de 1 de cada 250 mujeres y 1 de cada 2.000 hombres experimentarán anorexia
nerviosa en algún momento. La afección generalmente se desarrolla alrededor de
la edad de 16 o 17 años.
La
bulimia es alrededor de dos a tres veces más común que la anorexia nerviosa, y
el 90% de las personas con la condición son mujeres. Por lo general, se
desarrolla alrededor de la edad de 20 años.
El
comportamiento más común que conducirá a un trastorno alimenticio como Anorexia
y Bulimia es hacer dietas.
Anorexia
nerviosa
La
anorexia nerviosa es una condición seria de salud mental en el cual las
personas se ven a sí mismas con sobrepeso a pesar de que son peligrosamente
delgadas.
Alrededor
de la mitad de aquellos con anorexia nerviosa logran esta pérdida de peso con
dietas y evitando los alimentos.
Otros
pueden lograr la pérdida de peso mediante una combinación de dieta y el uso de
comportamientos de purga, como vómitos o el uso de laxantes.
Otra
característica clave de la anorexia nerviosa es que incluye un miedo intenso e
irracional a la grasa corporal y al aumento de peso.
Muchas
personas con anorexia también tienen enfermedades psiquiátricas y físicas
coexistentes, incluyendo depresión, ansiedad, comportamiento obsesivo, abuso de
Sustancias, complicaciones cardiovasculares o neurológicas y deterioro del
desarrollo físico.
Hay
aspectos potencialmente fatales de la anorexia nerviosa.
En
el corto plazo, la inanición puede resultar en cambios físicos asociados con
problemas como complicaciones cardíacas.
Síntomas
de la Anorexia
Saltarse
las comidas o inventar excusas para no comer
Adoptar
una dieta vegetariana excesivamente restrictiva
Concentración
excesiva en una alimentación saludable
Hacer
sus propias comidas en lugar de comer lo que la familia come
Retirarse
de actividades sociales normales
Preocupación
persistente o quejarse de ser gorda y hablar de perder peso
Mirarse
frecuentemente en el espejo los defectos percibidos
Uso
de suplementos dietéticos, laxantes o productos para la pérdida de peso
Ejercicio
excesivo
Callos
en los nudillos debido la inducción de vómitos
Problemas
con la pérdida del esmalte dental que puede ser un signo de vómitos repetidos
Levantarse
durante las comidas para usar el baño
Otros
síntomas físicos pueden desarrollarse con el tiempo:
Perdida
de calcio de los huesos
Mareos
Pelo
y uñas quebradizos
Piel
seca y amarillenta
Crecimiento
de cabello fino sobre el cuerpo
Anemia
leve y debilidad y pérdida muscular
Estreñimiento
severo
Presión
arterial baja, respiración y pulso lentos
Caída
en la temperatura interna del cuerpo, haciendo que una persona se sienta con
frío todo el tiempo
letargo
Períodos
menstruales infrecuentes o ausentes
Causas
de la Anorexia
Los
especialistas creen que es probable que sea el resultado de una combinación de
factores.
Factores
Psicológicos
Muchas
personas que desarrollan anorexia comparten ciertos rasgos de personalidad y
conducta que pueden hacerlos más propensos a desarrollar la condición:
Una
tendencia hacia la depresión y la ansiedad
Les
es difícil de manejar el estrés
Perfeccionismo
- establecer metas o estándares estrictos y exigentes
Tener
sentimientos de obsesión y compulsión, pero no necesariamente trastorno
obsesivo compulsivo
Bajaautoestima
Factores ambientales
Factores ambientales
La
pubertad parece ser un importante factor ambiental que contribuye a la
anorexia.
Podría
ser la combinación de cambios hormonales y sentimientos de estrés, ansiedad y
baja autoestima durante la pubertad lo que desencadena la anorexia.
Otros factores ambientales que pueden contribuir a la anorexia incluyen:
Otros factores ambientales que pueden contribuir a la anorexia incluyen:
Las
presiones y el estrés en la escuela, como los exámenes o el bullying,
particularmente burlas sobre el peso corporal
Ocupaciones
o aficiones donde ser delgado es visto como el ideal, como el baile, el
modelaje o el atletismo
Un
evento estresante de la vida, como perder un trabajo, la ruptura de una
relación, o un duelo
Relaciones
familiares difíciles
Abuso
físico o sexual
La
anorexia a menudo comienza como una forma de dieta que poco a poco se sale de
control.
Factores
biológicos y genéticos
Se
ha sugerido cambios en la función cerebral o los niveles hormonales también
pueden tener un papel en la anorexia.
Estos
cambios pueden afectar la parte del cerebro que controla el apetito, o puede
conducir a sentimientos de ansiedad y culpa al comer
También
se cree que el riesgo de que alguien desarrolle anorexia sea mayor en personas
con antecedentes familiares de trastornos de la alimentación, depresión o abuso
de sustancias, lo que sugiere que los genes podrían desempeñar un papel.
Tratamiento
de la anorexia
El
tratamiento para la anorexia nerviosa generalmente implica una combinación de
terapia psicológica y un aumento de peso supervisado.
Terapia
cognitivo-conductual
Un
tratamiento bien establecido, altamente eficaz y duradero es la terapia
cognitivo-conductual, que se centra en identificar, entender y cambiar los
patrones de pensamiento y comportamiento. Los beneficios se suelen ver en 12 a
16 semanas, dependiendo de la persona.
Intervenciones
familiares
La
anorexia no sólo afecta a un individuo - puede tener un gran impacto en toda la
familia. La intervención familiar es una parte importante del tratamiento para
los jóvenes con anorexia.
La
intervención familiar debe centrarse en el trastorno alimentario, e implica que
la familia discuta cómo la anorexia los ha afectado. También puede ayudar a la
familia a entender la condición y cómo pueden ayudar.
Medicamentos
La
medicación por sí sola no suele ser eficaz en el tratamiento de la anorexia. A
menudo sólo se utiliza en combinación con las medidas mencionadas anteriormente
para tratar problemas psicológicos asociados
Dos
de los principales tipos de medicamentos utilizados para tratar a las personas
con anorexia son:
Inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) - un tipo de medicación
antidepresiva que puede ayudar a las personas con problemas psicológicos
coexistentes como la depresión y la ansiedad
Los ISRS tienden a ser evitados hasta que una persona con anorexia ha comenzado a ganar peso porque el riesgo de efectos secundarios más graves se Incrementa en las personas que están gravemente bajo peso. Además, se utilizan con cautela en los menores de 18 años
Los ISRS tienden a ser evitados hasta que una persona con anorexia ha comenzado a ganar peso porque el riesgo de efectos secundarios más graves se Incrementa en las personas que están gravemente bajo peso. Además, se utilizan con cautela en los menores de 18 años
Olanzapina
- es un medicamento que puede ayudar a reducir los sentimientos de
ansiedad relacionados con problemas como el peso y la dieta en personas que no
han respondido a otros tratamientos
A
diferencia de la mayoría de los otros trastornos psiquiátricos donde no hay
complicaciones médicas asociadas con esas enfermedades, la anorexia nerviosa y
la bulimia nerviosa también tienen inherentemente muchas complicaciones médicas
diferentes.
El
hecho alentador es que la mayoría de estas complicaciones médicas son tratables
y reversibles con cuidado definitivo y el cese de los comportamientos
desordenados de la alimentación.
Algunas
de las complicaciones asociadas a la anorexia que deberán ser tratadas por
aparte son:
Amenorrea
secundaria e infertilidad
Enfermedad
ósea
Complicaciones
cardiovasculares
Complicaciones
gastrointestinales
Autoayuda
Tras
haber visitado a su médico, usted encontrará útil el incorporarse a un grupo de
autoayuda en el que otras personas comparten problemas similares al suyo, estos
grupos pueden suministrarle tanto información como apoyo en los momentos
difíciles que todos los que padecen un trastorno de la alimentación suelen
atravesar.
Tratamiento
obligatorio
Ocasionalmente,
alguien con anorexia puede rechazar el tratamiento, aunque esté gravemente
enfermo y su vida esté en riesgo.
En
estos casos, como último recurso, los médicos pueden decidir admitir a la
persona en el hospital para tratamiento obligatorio.
Bulimia
nerviosa
Esta
condición generalmente afecta a un grupo de edad ligeramente superior al de las
pacientes anoréxicas, con frecuencia mujeres con poco más de 20 años que
también han tenido un problema de sobrepeso en la infancia.
Al
igual que en las anoréxicas, las pacientes con bulimia sufren de un miedo
exagerado a estar gordas.
A
diferencia de las anoréxicas, las bulímicas generalmente se las arreglan para
mantener su peso dentro de los límites normales. Esto es debido a que, a pesar
de que intentan perder peso provocándose el vómito o tomando laxantes, también
se dan atracones de comida.
Estos
atracones implican el ingerir, en un período corto de tiempo, grandes
cantidades de alimentos que engordan y que habitualmente no se permiten.
Por
ejemplo, pueden comerse varios paquetes de galletas seguidos, varias cajas de
bombones y varios pasteles en un par de horas o incluso en menos tiempo.
Con
posterioridad se sentirá enferma, muy culpable y deprimida. Los atracones o los
vómitos pueden hacer que su peso suba o baje por encima de 3 kilos en un
período de tiempo muy corto.
Esto
es extremadamente desagradable, aunque para muchas llega a ser un círculo
vicioso del que no pueden salir ya que el patrón caótico de alimentación domina
sus vidas
Al
igual que con otros trastornos de la alimentación, la bulimia nerviosa puede
estar asociada con:
Baja
autoestima
Abuso
de alcohol
Depresión
Lesiones
autoinfringidas
¿Cuáles
son los signos de la bulimia?
Preocuparse
cada vez más por su peso
Atracones
de mucha comida en un periodo corto de tiempo
Vomitar
y / o usar laxantes u otras formas de deshacerse de las calorías
Tener
períodos menstruales irregulares
Sentirse
cansada
Sentirse
culpable
Mantener
un peso normal, a pesar de sus esfuerzos con una dieta.
Causas
de la bulimia
Nuestra
cultura tiene una incesante idealización de que la delgadez y el cuerpo
"perfecto" es sinónimo de belleza y éxito.
Las
investigaciones científicas sugieren que este ambiente social fomenta la dieta,
y la dieta predispone a un individuo hacia los problemas de alimentación.
En
el caso de la bulimia nerviosa en particular, los efectos fisiológicos de la
restricción dietética pueden desencadenar los atracones de comida.
Además,
los sentimientos de inadecuación, depresión, ansiedad y soledad, así como las
relaciones familiares y personales problemáticas, también pueden contribuir al
desarrollo de trastornos de la alimentación.
En
algunas personas, la anorexia y la bulimia parecen haber sido desencadenadas
por algún acontecimiento desagradable (tal como la ruptura de una relación
sentimental).
En
ocasiones, no se trata de un acontecimiento negativo sino solamente de uno
importante, como puede ser el matrimonio o dejar el domicilio familiar.
La
bulimia suele estar relacionada con otros problemas psicológicos.
Investigaciones
han mostrado que la bulimia es más común en personas que tienen:
Desórdenes
de ansiedad
Trastorno
obsesivo compulsivo
Trastorno
de estrés postraumático
Desorden
de personalidad
Depresión
Baja
autoestima
Estrés
Deficiencia
o exceso de ciertas sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores
Tratamiento
de la bulimia
Usted
puede recuperarse de la bulimia, pero puede ser un proceso largo y difícil.
La
terapia cognitiva conductual
La
terapia cognitiva conductual (TCC) es el tipo más común de tratamiento
psicológico para la bulimia. Implica hablar con un terapeuta y mirar sus
emociones en detalle para encontrar nuevas maneras de pensar sobre situaciones,
sentimientos y comida.
También
puede incluir el mantenimiento de un diario de alimentos, lo que ayudará a
determinar lo que desencadena la comilona.
Terapia
interpersonal
Al
igual que con la TCC, la terapia interpersonal (TIP) implica reunirse con un
terapeuta para discutir su condición. Sin embargo, el foco está más en sus relaciones
personales que sus problemas con la comida.
Es
más probable que usted sea referido para este tipo de tratamiento psicológico
si recientemente ha perdido a un ser querido o ha experimentado un gran cambio
en su vida. El objetivo de TIP es ayudarle a establecer relaciones de apoyo, lo
que puede hacer que su enfoque de comer.
Medicamentos
Se
pueden usar antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS) para tratar la bulimia.
El
ISRS generalmente recomendado para tratar la bulimia se llama fluoxetina
(Prozac).
Al
igual que con cualquier antidepresivo, un ISRS normalmente tomará varias
semanas antes de que empiece a funcionar.
Por
lo general, se iniciará con una dosis baja, que luego se incrementa
gradualmente a medida que su cuerpo se ajusta a la medicina.
No
todo el mundo responde bien a los medicamentos antidepresivos, por lo que es
importante que su progreso se supervisa cuidadosamente.
Autoayuda
Tras
haber visitado a su médico, usted encontrará útil el incorporarse a un grupo de
autoayuda en el que otras personas comparten problemas similares al suyo, estos
grupos pueden suministrarle tanto información como apoyo en los momentos
difíciles que todos los que padecen un trastorno de la alimentación suelen atravesar.
Cómo
se diagnostican los trastornos del sueño ?
¿Cómo
se diagnostican los trastornos del sueño ?, historia del sueno, que es la
polisomnografia, que es la prueba de latencia múltiple
Trastorno
de ansiedad social o fobia social
Fobia
social o trastorno de ansiedad social. La fobia social, también llamada
trastorno de ansiedad social, se diagnostica cuando la gente se siente
abrumadoramente ansiosa y excesivamente consciente de sí misma en situaciones
sociales de la vida cotidiana.
Trastornos
del Sueño
La
falta de sueño o insomnio es un síntoma molesto que con frecuencia nos lleva a
consultar con el médico.
Final
del formulario
Ludopatía,
síntomas y tratamientos para la adicción al juego
La
ludopatía es un trastorno en el que la persona se ve obligada por una urgencia incontrolable
a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la
vida personal, familiar y vocacional. Fue conceptualizado y tratado como
una adicción sin sustancia, pero el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de
los trastornos mentales) lo ha incluido dentro de la categoría de “Trastornos
relacionados con sustancias y trastornos adictivos”. La ludopatía no se debe
confundir con un vicio, ya que es una grave enfermedad crónica, una adicción.
Ludopatía,
urgencia incontrolable a jugar
Signos
y síntomas (deben presentarse al menos 5)
Preocupación:
pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean
presentes, pasadas o producto de la fantasía.
Tolerancia:
como en el caso de la tolerancia a las drogas, la persona requiere apuestas
mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Abstinencia:
inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el
juego.
Evasión:
juega para mejorar su estado de ánimo o evadir los problemas.
Revancha:
intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
Mentiras:
intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia,
amigos o terapeutas.
Pérdida
del control: ha intentado sin éxito reducir el juego.
Actos
ilegales: ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las
pérdidas.
Arriesgar
relaciones significativas: continúa jugando a pesar de que ello suponga
arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.
Recursos
ajenos: recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia
financiera como consecuencia del juego.
Razones
que influyen a que una persona padezca Ludopatía:
Generalmente
inicia en el hombre durante la adolescencia y en la mujer entre los 20 y los 40
años.
Hay
un historial familiar con problemas de juego (lo ha aprendido), el
hecho de que jugar sea bien visto por parte de la familia puede predisponer a
padecer ludopatía.
Trastornos
del estado de ánimo (ejemplo: depresión).
Trastornos
de la personalidad en los que aparezcan problemas de control de impulsos, como
el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), ya que se asocia con varios tipos
de adicciones.
Consumo
de sustancias psicoactivas o juego con apuestas a una edad temprana; las
personas con ludopatía frecuentemente padecen otras adicciones.
Ciertos
rasgos de personalidad marcados como competitividad o tendencia al aburrimiento
pueden predisponer a la ludopatía.
Situaciones
estresantes pueden mantener y empeorar los problemas con el juego, porque en
primera instancia el juego reduce la ansiedad.
Tratamiento
para la Ludopatía
Terapia:
la terapia cognitivo-conductual reduce los síntomas y las urgencias
relacionadas con el juego; se centra en la identificación de los procesos
mentales relacionados con el juego, las distorsiones cognitivas y de ánimo que
incrementan la vulnerabilidad al juego incontrolado.
Grupos
de autoayuda: “Jugadores Anónimos” es un tratamiento bastante utilizado para la
ludopatía, se basa en el tratamiento modelo de los 12 pasos que hace hincapié
en un enfoque de ayuda mutua.
Medicación
psiquiátrica (fármacos).
En
algunos casos la medicación es necesaria
Internamiento:
En algunos casos se interna al enfermo; dejando de lado la función de la
familia. Posteriormente hay visitas.
Sea
cual sea el tratamiento a veces se complementan, siempre está presente la
posibilidad de abandono, recaídas, frustración familiar al no ver avances en el
paciente. Sin embargo, la persona luego de haber pasado por un proceso honesto
de cambio (previa aceptación del problema adictivo), puede llegar a rehabilitar
sus capacidades, entre ellas su capacidad de autocontrol y otros
comportamientos afectados por el juego. La rehabilitación no es un proceso
inmediato, así como al jugar adquirió comportamientos inadecuados y formas de
pensar distorsionadas, lo mismo ocurrirá en los procesos de des-aprendizaje
para dejar de jugar.
Recuerda
que en este Blog encontrarás orientación y consejería sobre diversos temas
psicológicos, de desarrollo personal, motivacionales, entre otros; pero no
implica que sea una terapia. Si requieres de una asesoría individual o
tienes dudas específicas sobre algún tema personal, entonces necesitas
concertar una cita con el psicólogo, para que te ayude a encontrar cual es el
origen del problema y cómo puedes hacerle frente.
Recuerda
que si tú estás bien, tus seres queridos también.
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La
depresión no es exclusiva de los adultos, también puede afectar a niños, puesto
que ellos suelen ser los que se encuentran en situación de mayor
vulnerabilidad. Esto ocurre generalmente porque no saben explicar qué es lo que
sienten, qué es lo que los hace estar tristes, y solo se…
Trastornos
Alimenticios: factores de riesgo e identificación de los signos y síntomas
Los
trastornos alimenticios son enfermedades mentales que afectan el cuerpo de
quienes lo padecen.
Depresión:
causas y síntomas
La
depresión es un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente,
caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad.
Psicóloga
clínica con maestría en Terapia de Niños y Adolescente por la Universidad
Peruana Cayetano Heredia. He trabajado en la Municipalidad de Santiago de Surco
como funcionaria en el área de desarrollo y proyección social, encargándome de
la formación y apertura del Club del Adulto Mayor, del consultorio psicológico
y de las actividades preventivas de la salud en el distrito; asimismo en el
Policlínico de dicha Municipalidad, atendiendo pacientes tanto en consultorio
como en talleres grupales diseñados para diversos tipos de situaciones, y
colaborando en las diversas campañas de salud que se realizan. También ejercí
mi profesión en las Fuerzas Armadas de la Policía nacional del Perú,
encargándome del área de psicología en la Escuela Técnico Femenina de San
Bartolo, dando cátedra de diversas materias a las alumnas del primer y segundo
año, y realizando actividades preventivas y promocionales de la salud mental en
los distritos aledaños a la escuela. Actualmente realizo intervención
psicoterapéutica, asimismo ocupo el cargo de Coordinadora General de una
Fundación sin fines de lucro, donde se realizan acciones de apoyo social de
manera desinteresada en favor de los niños con bajos recursos económicos,
tanto en el área de la salud con consultas médicos y operaciones diversas,
como en el área de la cultura.
(*)
La Comunidad Terapéutica Guerreros de La Luz A.C., es una Institución
especializada en Adicciones, ofrece internamiento para Hombres y Mujeres, con
servicios de terapia individual, grupal, familiar, espiritualidad, psicológica
y médica., está a la atención de la Sociedad en General, los 365 días del año.,
el teléfono es: 33-31351330 y el celular es: 3314014014 y 331317695