Reía a
carcajadas al ver por enésima vez la película "Dos tipos de cuidado".
De verdad que ya perdí la cuenta de las veces que la he visto. Es increíble que
una cinta de hace sesenta y tres años pueda ser tan divertida para mí. Sería
interesante saber cuántas personas habrán visto la susodicha película que
protagonizan Pedro Infante y Jorge Negrete. Seguramente serán millones que cómo
yo prefieren esas películas viejas, muy sencillas, muy inocentes, pero muy
divertidas.
Hay
muchas películas filmadas por Pedro Infante que me gustan, pero sin duda que
esa es una de las preferidas. Quizá mucha gente pueda criticar este gusto mío,
pero podría decirles que no son las únicas que me gustan, me considero buen
cinéfilo, pero este es un gusto, digamos especial. Quizá tenga que ver con esa
extraña relación o conexión que tengo yo con el famoso "Ídolo de
Guamúchil", que por cierto no nació en Guamúchil sino en Mazatlán Sinaloa.
Es una muy extraña coincidencia que nunca he podido explicarme y que ya he
comentado en alguna ocasión en mi columna, en un artículo titulado "El
misterio de los números", para ser más preciso. Esta coincidencia estriba
en el hecho de que yo tenga un hijo que nació el día que nació Pedro Infante y
otro hijo que nació el día que el cantante murió. Me parece demasiada
casualidad, sin entrar al asunto de las probabilidades, pero si esto no fuera
suficiente, les comento que mi otro hijo (tengo tres) radica en Mérida,
Yucatán, justamente el lugar donde falleció el ídolo, en aquel fatídico
accidente aéreo hace ya cincuenta y ocho años. ¿Vaya cosas, no?
Precisamente
por su aniversario luctuoso estaban exhibiendo esas películas en la televisión.
Pero hoy recordé eso, no por el título de la película sino por los tipos (y
tipas) de cuidado que ahorita ya andan sueltos(as) por las calles disparando
sonrisas y promesas. Me refiero a las campañas políticas. Otra vez, campañas,
otra vez las mismas molestias, las mismas promesas, los mismos engaños.
Salvo
muy contadas excepciones, los eventos de las campañas electorales han sido muy
grises, opacos, deslucidos. No creo que esto suceda porque los candidatos y
candidatas pretendan de verdad racionar los gastos y ser austeros en todos
sentidos, hasta en las mentiras. Me inclino a pensar que eso se debe a que la
sociedad ya no cree en los personajes del escenario político, por más rollos
que puedan inventar y por más novedades que presenten en la mercadotecnia.
Afortunadamente
esta vez en nuestra entidad sólo se elegirán diputados federales y no todo el
pesado catálogo de puestos electorales. De sólo pensar en esas ocasiones que te
dan toda una baraja de boletas que ya ni sabes que hacer con ellas. De verdad
que da flojera ver tanta basura. Y no lo digo sólo en el sentido literal, que
por supuesto es exacto, porque ahí va a parar la propaganda, por ejemplo.
También lo digo considerando todos los elementos que rodean esta "maquiavélica" danza de intereses que nada tiene que ver con la propuesta y el debate
ideológico.
La ideología es un concepto olvidado en la política contemporánea. Antes
era un hecho inusitado ver que un político de cierto peso, cambiara de partido.
Existían razones de peso que justificaban una acción de esa naturaleza. Incluso
era posible ver un debate real en la tribuna del senado, enfrentamientos
ideológicos que después pasarían a ser sólo confrontaciones retóricas y hoy
prácticamente una mera simulación. Hoy los políticos cambian de partido como
cambiar de cal...cetines.
No me
gusta ser pesimista. Siempre he evitado ser el agorero del periódico. Pero qué
cosa nueva se puede vaticinar ante la crudeza de las evidencias. Qué se puede
predecir si ya estamos inmersos hasta el cuello en las calamidades. Ya no hay
manera de ocultar tanta basura, tanta perversidad. Por un lado esa crisis, ese abuso, ha
permitido que la sociedad finalmente se dé cuenta de su realidad, pero por otro
también es traumático que se entere que no hay opciones electorales. Es muy
penoso, vergonzoso y humillante para el pueblo no tener una expectativa
confiable a través de la cual poder castigar electoralmente a quien ha fallado
o traicionado al pueblo. Das vueltas a la tómbola y todas las cartas caen en el
diablo. Ningún partido parece representar los intereses de una sociedad
agraviada. Se puede decir que no existe una oferta electoral competitiva, mucho
menos satisfactoria.
Los
Partidos están desacreditados por tanta torpeza, ambición, cinismo y falta de
respeto a la ciudadanía. No existe una oposición real o medianamente combativa.
Ya no existen las posiciones básicas (y no me refiero al Kamasutra). Ya no se
ubican en posición de derecha, centro e izquierda. Ya el PRI, se alía con el
PAN ó este con el PRD, por mencionar los más grandes, porque los otros, los
pequeños, los partidos "familiares", esos se adhieren como rémoras a
los que mandan y así superviven, conservando su registro y algunas rebanadas
del pastel.
Por si
lo anterior no fuera suficiente, ahora está de moda que algunos candidatos
hagan el ridículo de su vida promoviendo sus campañas bajo el influjo de la
música. Ya hemos visto en otros estados como han grabado sus videos en diversos
géneros musicales, como un panista, el tal Diego, de un distrito de Guanajuato,
con música tribal, que aparece bailando con unas botas puntiagudas que tienen
unos picos que casi le sacan un ojo. Luego una chica bailando "El
Serrucho" anunciando a un tal "Rulo" de Ciudad Juárez, también
del PAN. Luego se hace presente la enjundia jarocha y aparece Antonio Tarek del
PRI-PVEM, bailando una versión de "Happy". Otro que está para llorar,
también de la coalición PRI-PVEM, un tal "Valecito" de nombre Omar
Noé Bernardino de Michoacán, con un pésimo "cóver" de "Toma que
toma" y así por el estilo.
Así las
cosas, pues hay que esperar para ver qué novedades nos ofrecen nuestros
"flamantes" candidatos y candidatas en nuestro estado. Por lo pronto
lo único que me enteré es que al "Panista" Galván, lo quiere demandar
el panadero de la colonia por piratearle su "panadero con el pan"
sustituyendo la jocosa voz de "Tin-Tán" por la del político y pues ya
nadie sale a comprarle pensando que es el candidato, obvio el changarro va
hacia la quiebra segura.
Será
interesante ver, ya no las propuestas, porque nadie creemos en eso, pero sí las
ocurrencias de los genios del marketing para ayudar a enderezar las
desangeladas campañas. Lo veo muy difícil pero pues no debo descartar alguna
sorpresa, con eso de que las cosas están de locos. Ahora, los payasos se
convierten en políticos y los políticos se vuelven más payasos de lo que son.
Así que no será muy remoto que de pronto veamos al Gianni cantando una
"rolita" de Nelson Ned o de Armando Manzanero (Digo, por el tamaño).
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.