¿Revancha o viaje?
En la
víspera de las elecciones. Un tanto harto de la excesiva carga promocional. La
mayoría de muy mala calidad. Ni siquiera en eso se lucieron los expertos en
vender imagen. No recuerdo haber visto algo digno de comentarse. Algún anuncio
ingenioso que, más allá de la calidad de su “producto” (léase candidato),
mereciera ser mencionado por su ingenio o su originalidad. Nada de nada. Puros
ataques directos, acusaciones temerarias y cosas por el estilo que conformaron
lo que suele llamarse en el argot del rancho puros “pleitos de comadres”.
Estuvimos
muy lejos de la propuesta seria y bien estructurada que se requería para
entender la tendencia de las diversas “razones sociales” que pugnaban por
convencer al electorado. No se pudieron siquiera detectar las diferencias
esenciales de los planteamientos o promesas de campaña. Todas iguales y todas
diferentes. Cascadas interminables de palabras y palabras. Algunas prudentes
otras irracionales, pero todas con la misma intención de capitalizar el voto. Pasa
la tormenta y llega la calma. Una calma chicha que sabemos es la antesala del
infierno o del cielo, según como le vaya a cada quien respecto a los resultados
que esperaban.
Somos
una entidad federativa con características muy especiales, en la que se puede
esperar cualquier resultado. Todo es posible en mi lindo Nayarit. A escasas
veintiocho horas de que se abran las casillas electorales, lo que estoy
deseando es que no haya problemas serios al conocerse el resultado de la
elección. Se tiene una idea sobre la “intención” del voto de la mayoría del
electorado. Pero esto deriva de las encuestas de opinión. Éstas, a su vez, no
gozan de la mejor reputación o aceptación por parte de la ciudadanía. Y esto no
se debe a que no existan empresas serias en la materia, por supuesto que las
hay, pero desafortunadamente en nuestro estado se ha manipulado esta
información para favorecer a determinado candidato, incluso se han llegado a
presentar encuestas “piratas”, es decir usando la membresía y el prestigio de
alguna empresa conocida.
Otro
factor a analizar son los famosos cierres de campaña. Los candidatos,
principalmente los de partidos políticos, utilizan mucho el recurso de la
“percepción”. Por eso a cualquier precio (y vaya que gastan dinero) intentan llenar
las calles en su evento estrella. Esto deviene en una competencia gráfica en
los medios de comunicación o en las redes sociales, donde los impulsores de uno
u otro candidato escenifican una cruenta pelea de fotos en la que se supone que
el ganador es el que presente la imagen donde más personas se observen. Desde
mi punto de vista eso sólo es una vacilada. Para mí no indica gran cosa que tu
evento sea espectacular. Que lleves mejores bandas (de música porque las otras
bandas son los mismos organizadores), que llenes las calles, aunque más de la
mitad sean acarreados de otros estados, y cosas por el estilo. Eso sólo indica
que tienes el dinero y la necesidad de aparentar una idolatría inexistente. Pero no garantiza mucho en cuanto a sufragios se
refiere, porque los acarreados no votarán por ti. Tal vez lo único
capitalizable de estos despilfarros por la simulación, sea el efecto de
impresionar a los bobos indecisos que se vayan con la finta que de verdad ese
candidato es el bueno y digan “mejor me alineo” con ellos, pero seguramente no
serán muchos.
Queda
poco por analizar respecto al tema electoral. Sobre todo que no tendré la
oportunidad de escribir sobre el resultado sino hasta diez días después. Siempre
he considerado que una campaña electoral generalmente la gana o la pierde el
gobernante que se va. En esta ocasión está bastante claro que el que se va no
deja una gran imagen por más que le quieran hacer “PhotoShop político” a su gestión.
El balance de su gobierno es a todas luces deficitario. Por más que se esmeren
en “bendecirlo” aquellas personas a las que les hizo algunos favores
personales, sus funcionarios y sobre todo la camarilla principal que se
enriqueció a sus costillas, por más que haya un ejército de “SasaBots” que
opinan maravillas de él en las redes sociales, por más que quieran apantallar
con sus dizque “grandes obras” que, además de mala calidad, sólo son rentables
negociaciones para ellos y ni son “hechos ni son amores” son sólo raterías, ni
con eso pueden disimular, mucho menos borrar la estela de corrupción e
impunidad que dejó el buque de este tristemente célebre y mal llamado “gobierno
de la gente” (así con minúsculas).
Por lo
anterior, me inclino a pensar que veremos esta vez el poderoso “Voto de
Castigo” al partido aún en el poder. Me atrevo a vaticinar que, aunque no será
con la amplitud que lo señalan algunas encuestas, la alianza opositora al PRI,
deberá ganar con un margen aproximado de un diez por ciento. No es bueno hacer
este tipo de cálculos porque puede quedar en entredicho la palabra de quien
opina, pero pues no deja de ser una percepción. Aclarando que este artículo
está escrito y entregado a la redacción en la noche del viernes dos/mañana del
sábado tres de junio, del año del centenario nayarita. Digo lo anterior porque,
de acertar mi pronóstico, algunos podrían decir que fue a “toro pasado” y no es
así, ya que cuando estas líneas estén en tus manos, el miércoles siete de junio,
habrán pasado ya cuatro días de esta afirmación.
Me
resulta emocionante la espera. Dije anteriormente que en este estado todo puede
pasar, y más si el PRI y los gobiernos, federal y estatal, le han metido todo
el dinero del mundo, han amenazado, cohechado, comprado voluntades, han lucrado
con la ignorancia y la necesidad de los marginados, con la cobardía de los
acomodaticios y zalameros, y todo lo imaginable, por eso resulta interesante
esperar el resultado electoral del próximo domingo.
Quise
dejar constancia de mi estado de ánimo, de mi inquietud, de mis ansias de ver
resultados congruentes, en un proceso que en bandeja de plata le ofrece al
pueblo nayarita la oportunidad de cobrar las facturas pendientes de la
opresión, el despojo, la corrupción y la impunidad. Espero que cuando estés
terminando de leer este artículo medio extraño, exista en tu rostro una sonrisa
que valide el tino de mi pronóstico. De no ser así, probablemente me verás a mí
con una maleta al hombro y un boleto de viaje a La Patagonia.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.