"Estado de Derecho"
Es
sumamente impactante ver como suceden las cosas en Nayarit, principalmente en
su capital Tepic.
Por
supuesto que en esta ocasión me estoy refiriendo a las cosas malas que siguen
pasando, una tras otra, como escenas de una esquizofrénica película de terror.
Los
disímbolos temas se mezclan sin filtros y sin control, unos con otros, de
manera atropellada, formando una repulsiva e insoportable mezcla de
circunstancias reprochables. Pasamos de manera vertiginosa e imprevista del
escenario político, donde destaca como primordial flagelo la impunidad, que no
es otra cosa que ver con indiferencia a la corrupción y el total desapego a la
legalidad; a las situaciones de una violencia feroz, derivada de una encarnizada
lucha armada entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada, que se
matan entre ellos por obtener el control de la venta de drogas y otras acciones
delictivas que son accesorias o derivadas de la anterior.
Las
crisis económicas de nuestra entidad son cada vez más recurrentes y notorias.
Sin duda que la escalada de precios en diversos productos de la canasta básica,
han golpeado de manera inmisericorde la solvencia de los hogares nayaritas. Es
profundamente notable el deterioro paulatino, a veces no tan lento, del poder
adquisitivo de la clase trabajadora, sobre todo de aquellos que sus ingresos
familiares conjuntos no rebasan los tres salarios mínimos diarios. Esta
depauperación de las posibilidades de supervivencia de una familia marginada es
cada vez más ostensible. Se nota en los platos de los pobres, en su vestido, en
su modo de vida, en el casi nulo acceso a satisfactores de tipo complementario
como la cultura y el entretenimiento. Se nota, en el rostro famélico de muchos
mexicanos, que la pobreza nos va ganando la partida. Que las leoninas y
desalmadas reformas estructurales han causado estragos en el modus vivendi de
los mexicanos. Que es inocultable la desfachatez e incongruencia entre el dicho
y promesa de la reforma energética y el descarado e incontrolable aumento del
precio del gas LP y las gasolinas.
Sería
imposible el intento de hacer mención del cúmulo de calamidades que los
gobiernos entreguistas le han causado a la nación. Entre ellas, la formulación de nuevas leyes y
reformas a las existentes que se basan en la permisión absoluta y descarada del
saqueo de los recursos naturales de la patria. Las reformas que han permitido
desmantelar el sistema de salud y de previsión social. Aquellas que permiten
golpear, de manera vil, los intereses más elementales de un trabajador cuando
se enferma. Y así, un sinfín de golpes bajos asestados por el gobierno federal,
con la complicidad de quienes se dicen representantes populares y se dedican en
la práctica a apuñalar por la espalda a la sociedad que les otorga la
confianza, me refiero a los senadores y diputados, los federales y los
estatales y, ya entrados en gastos, a todos los niveles de jurisdicción,
incluyendo a la mayoría de jueces y magistrados y toda la bola de zánganos que
viven de la prebendas que les otorga el erario. Pero a pesar de todo lo que
acabo de decir, es increíble que haya cosas aún peores. Quiero decir que, si
bien es cierto que esas andanadas en contra del pueblo lo minan poco a poco,
hay cosas que literalmente lo matan de golpe.
Cuando
uno piensa en el concepto de “Estado de Derecho”, piensa de manera automática
en un escenario casi fantasioso para estos tiempos. Lo que antes indicara su
definición, hoy no tendría vigencia si no es que fuera sólo por una referencia.
Al menos en el Estado de Nayarit, ese término, concepto o definición (Estado de
Derecho) suena como un eco lejano, como una frase que definitivamente ha pasado
de moda. Ya no puedes asociar, ni siquiera con cierta timidez, ese concepto con
la paz social de nuestro entorno. Esa frase que pareciera tan profunda y tan
sólida, no se reconoce en una entidad federativa donde a la mayoría de los
políticos se les tilda de corruptos. Esa frase pierde su vigencia por completo
aquí, donde al presidente municipal saliente se le premia con un puesto
sobresaliente en vez de meterlo a la cárcel por haberse llevado el dinero de
las prestaciones laborales de sus trabajadores y de otras partidas del erario,
y este es un hecho repetitivo, muy frecuente. Cómo se puede hablar de “Estado
de Derecho” cuando el ex-fiscal general del estado, el que debía garantizar la
seguridad, ejercer la acción penal, investigar los delitos, desarrollar las
políticas de prevención social del delito, mantener el orden y la paz social,
está preso en Nueva York, por varios delitos como narcotráfico, lavado de
dinero, entre otros.
Es
desgastante, por no decir que frustrante, escribir de un “Estado de Derecho”
que en mi entidad federativa es una quimera. Cuando los policías son denunciados
por ser el brazo ejecutor de los secuestros, despojos, levantones y otros
delitos, bajo el anonimato de sus capuchas y el mando del narco fiscal. Cómo se
puede hablar de ese concepto, si el mismísimo ex-gobernador se destacó por sus
abusos, soberbia y corrupción y actualmente se presume que está prófugo en un
país centroamericano. Como se puede hablar de “Estado de Derecho” si al propio ex-gobernador Roberto Sandoval se le relaciona con los grupos delincuenciales que
se enseñorearon de Nayarit. Que se le acuse de ser quien acordaba las acciones
delictuosas con el mismo fiscal. De comprar ranchos, mansiones, caballos finos
y muchísimos bienes muebles e inmuebles más, con la ayuda de varios "prestanombres". De permitir que su familia se diera la gran vida con el dinero
público de manera ostentosa y abusiva, y además corriente. No se puede
mencionar esa frase cuando el auditor superior del estado, es un incondicional
de Roberto Sandoval y recibe un fíat notarial de éste. No se puede hablar de ese
concepto, cuando, a tan solo unas horas de entregar el poder, ejecutaron a su sobrino, al estilo de la mafia, masacrado
con armas de alto poder. Este familiar presuntamente era quien movía los hilos
financieros del gobernador.
Hablar
de la existencia del “Estado de Derecho” en Nayarit, es una burla, cuando el
gobernador, regaló bases laborales de manera ilegal a guaruras, choferes,
criados, achichincles, prestanombres, asesores, caballerangos, amiguitos,
amiguitas y demás, un poco antes de irse de fuga. Se le equipara con el legendario
emperador romano “Calígula”, quien nombró cónsul a su caballo “Incitatus”. No
se sabe a ciencia cierta si el ex - mandatario haría algo comparable con alguno
de los muchos ejemplares pura sangre de su propiedad, pero, si es un hecho que
nombró magistrados a varios de sus amigos y amigas que funcionaron como alfiles
en su gobierno, sin tener ni el perfil idóneo ni mucho menos los méritos
requeridos.
No se
puede hablar de “Estado de Derecho” cuando casi a diario se suscitan balaceras
y persecuciones espectaculares a cualquier hora del día o la noche y, en
cualquier sitio, sea escuela, iglesia, tienda, plaza, o lo que sea. Esta estela
de sangre que corre por las calles tepicenses, constituye la secuela de un
régimen estatal corrupto, cínico, desvergonzado, abusivo, soberbio e ignorante,
que dejó encendida la nota roja, un sentimiento de coraje, un deseo
irrefrenable de justicia. El pueblo está ávido de que inicie una nueva era en
Nayarit, un nuevo tiempo, sin corrupción, con seguridad y paz social, La
administración que ha tomado la estafeta, si bien es cierto que apenas se está
sentando en la silla, desde mi punto de vista, tendrá que pisar el acelerador
en varios aspectos, pero sin duda que el de llamar a cuentas a los que defraudaron
la hacienda pública, se involucraron con la delincuencia y cometieron delitos,
ese deberá ser su primera bandera blanca.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.