Las Mujeres en la Política: Enfrentadas a la Misoginia y el Depropósito
Hace 45 años doña María Lavalle Urbina
me dijo: “siempre que nos dan un encargo de relevancia a las mujeres, nos
colocan en el lugar más difícil, donde es urgente hacer una limpieza o
enfrentar una crisis; casi nunca nos elijen por nuestro valor real, aunque tras
esa elección saben bien que haremos la tarea”, era una tarde de diciembre, el
Secretario de Educación, Víctor Bravo Ahuja, le daría su nombramiento de Subsecretaria.
En el momento de mayor crisis económica
y de seguridad en la capital del país, Victoria Adato fue nombrada procuradora
del Distrito Federal; Dulce María Sauri presidió el PRI en plena crisis,
justo durante la histórica elección del año 2000; a Beatriz Paredes la
nombraron Subsecretaria de Gobernación precisamente cuando en secreto se sabía
de la guerrilla en Chiapas; Rosario Robles quedó al frente del gobierno del
Distrito Federal para afrontar la primera gran crisis de la izquierda en la
sucesión del gobierno capitalino que llevó al poder a Andrés Manuel López
Obrador.
Es decir, estoy hablando de
nombramientos, de cómo el poder las coloca en situaciones complejas. Del mismo
modo las mujeres avanzan en sus derechos cuando las cosas no las pueden gobernar
los hombres. Eso sucedió después de la segunda guerra mundial y se abrió el
camino para el voto universal y participamos masivamente en momentos de una
gran disputa por la nación y la aparición real de una fuerte oposición
democrática al gobierno de Ávila Camacho.
Ahora vamos en paridad electoral
en 2015, cuando la comentocracia habla de una de las mayores debilidades
institucionales, cuando hay desconfianza e incredibilidad política, cuando los
partidos pasan por su peor momento, cuando hay recelo, esceptisismo y listas
históricas enormes de la corrupción que ha caracterizado a nuestro sistema
político, nuestro sistema universitario y otros muchos.
El dato de cómo son “invitadas” a un
festín con probabilidades de conclusión violenta. Poco se analiza. Por supuesto
quienes comentan por encimita no conocen. No saben de historia y menos de cómo
las mujeres han intervenido en ella. Ni idea tienen de cómo se difundió y con
que boca el constitucionalismo de Venustiano Carranza. Menos pueden tener idea
de las mujeres que hacen bien su tarea, a veces mucho mejor que algunos
politiquillos que tienen fama.
Lo digo porque ya leí todas las
barbaridades sobre los cambios recientes en el gabinete de Enrique Peña Nieto.
El 4 de febrero último, Alejandra del Moral fue nombrada Directora del
Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), donde el 80 por
ciento de la clientela son mujeres de la informalidad. La necesita el
Secretario de Hacienda para convenserlas de pagar impuestos, asunto prioritario
no comentado.
Me río, porque la misoginia siempre
descalifica a los hombres por corruptos, a las mujeres por incapaces. Ninguna
de las anteriores, salvo la sabia de Lavalle Urbina, una de las ancestras que
nos dieron los derechos ciudadanos, una de las dos primeras senadoras, con un
curriculum vasto, maestra de origen, una de las primeras magistradas,
organizadora, serena, acertiva, nadie se dio cuenta de que fue operadora
fundamental durante la primera gran crisis SEP-CNTE y marcó la entrada de Elba
Esther Gordillo, claro, la comentocracia sabe poco de historia.
Hoy en la picota han puesto a Arely
Gómez González, quien será la segunda mujer en la Procuraduría General de la
República, una vez que se ratifique en el Senado,la ligereza de los
comentaristas la hacen inconfiable, sin discusión, por ser hermana de
Leopoldo Gómez, vicepresidente de noticias en Televisa; es, además,
descalificada por “falta de capacidad”, seguro porque nadie ha leido su
historia de vida. Ya fue calificada al llegar al senado como integrante de lo
que se conoció como Telebancada. Arely Gómez es una mujer del PRI, tiene una
larga carrera en los temas de justicia; sus críticos no hablan de sus productos
intelectuales y de su docencia; ¿quién habla de su proceso de conocimiento y
sus puestos? desde secretaria de actas hasta el Senado.
Por eso nadie ha comentado estos días en
serio su historia profesional y política. Interesante que en un blog de
denuncia periodística como signo de su contenido, Sin Embargo recogió
las declaraciones de Layda Negrete, investigadora asociada de México Evalúa,
una ONG seria.
Layda Negrete dijo que la designación de
Arely Gómez puede verse dentro de un potencial conflicto de interés dada su
relación familiar con el Vicepresidente de Noticieros Televisa. Dijo que será
importante evaluar el desempeño de la ahora funcionaria a partir de sus propios
actos. Y puntualizó que Arely Gómez es otra persona, difirente a su hermano y
algo más importante: Arely Gómez abrió la puerta de la sociedad civil para
abanderar un proyecto de la ciudadanía organizada respecto al nuevo sistema de
justicia.
“Ella tomó la propuesta de generar un
Código Nacional de Procedimientos Penales que permitiera avanzar en
implementación de la reforma de justicia penal, y en ese sentido tuvo las puertas
abiertas en el Senado”, es nombrada ahora en ese marco y lo que será la nueva
ley anticorrupción. Ahí, no en otra parte, es dónde será probado su desempeño.
Contó, según Sin embargo, que un
grupo de organizaciones de la sociedad civil que se constituyeron en la llamada
“Red por los juicios orales” impulsaron la idea de conformar un Código Nacional
de Procedimientos Penales, para forzar y orientar a cada legislatura estatal a
implementar la reforma a los tiempos establecidos en la Carta Magna, trabajo que
la nueva procuradora apoyó.
Pero quiero decir algo más, Arely Gómez
fue Oficial Mayor de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en momentos en
que ahí había un fraude. Es decir, su elección, no por amiga solamente o no por
ser del sistema. ¿Se puede pedir al sistema elegir personal que le está en
contra?, ha mostrado, como me dijo un amigo, capacidad para la operación y el
desempeño profesional y político. Pero además tiene un curriculum que la avala.
Se puede comparar con Marisela Morales Ibáñez, quien teniendo un historial
vasto y muchos cargos, le tocó desempeñarse como Procuradora en la peor crisis
del gobierno de Calderón, en 2008.
Me parece que la misoginia es
distorcionadora del análisis político. Es verdad que el gobierno de Enrique
Peña Nieto se enfrenta a la poca credibilidad; que parece débil su aparato
asesor y que tiene que enfrentar la peor crisis de credibilidad de la época
reciente, más el golpeteo internacional permanente, porque los intereses del
petróleo tienen muchas aristas, sumado a sus errores. El error de la
crítica que pretende ser incólume y limpia que ahora descalabra la opción
de Arely Gómez, es creer que quienes están en el Ejecutivo son tontos. ¿Se
llega por ser tonto? Me pregunto.
Lo mismo es el caso de las decenas de
mujeres que este año accederan a los puestos Ejecutivos, tal vez varias
gubernaturas, a las cámaras legislativas, a montones de municipios y cámaras
locales. Mis similares, columnistas también se han llenado la boca estos días,
¿cómo? Dicen sorprendidos, Carmen Salinas está en la lista del PRI, pués de la
misma forma que la actual Senadora y precandidata al gobierno de Sonora, la
excelente deportista Ana Guevara. ¿O no es igual que haya sido candidata al
gobierno de la ciudad por el Partido Acción Nacinal, Isabel Miranda de Wallace?
Es histórico que los partidos políticos
de cualquier signo han designado personajes con fama popular por ser de la
televisión, el boxeo, el deporte o cualquier otro espectáculo. Me parece
terrible la misoginia. El PRD impulsó en su momento a la famosa Irma Serrano,
La Tigresa.
Vaya, sin hablar de los hombres que
llenan las listas, muchos que no saben ni leer, cientos que nuncha hicieron una
raya en el agua –como decía mi abuela-
esto por el objetivo de los partidos de ganar votos ¿se vale o no se vale?
Para no hablar de los integrantes del Ejecutivo en los dos gobiernos de
Acción Nacional, gobiernos en los que se sembró la violencia, se disminuyeron
los derechos de las mujeres y creció la población porque escondieron los
condones.
Y para qué recordar los gobierno de la
ciudad de México en manos del Partido de la Revolución Democrática, ya se
olvidó el desatino para contemporizar con Carlos Ahumada, aunque nadie valore
lo que significó el papel de Rosario Robles en el gobierno del Distrito
Federal, para las mujeres y para la población. La comentocracia no conoce la
Ley Robles fundamental para el siguiente paso que fue la liberación del aborto.
Y no hay forma de acabar con este texto.
Hay mujeres y hombres honestos y brillantes; hay mujeres y hombres todo lo
contrario. Pero cuando se trata de “analizar” hay mucha ignorancia, mucha mala
onda y sobre todo, lo que me asusta es la falta de conocimiento. No es posible
escribir y difudir falsedades. Mi defensa de la libertad de expresión,
inamovible desde hace 46 años, se conecta con lo que aprendí de mis ancestros y
ancestras en el diario El Día, para decir hay que tener datos reales,
investigación y conocimiento.
Mi sentimiento, si sólo escribiera con
él, es que los gobiernos exclusivamente de hombres, con un patriarcado
profundo, sólo generaron en la historia guerras, pasajes como el fasismo y
destrucción. Y cuando hubo juego democrático donde participan mujeres y
hombres, diferentes clase sociales, edades, representantes regionales y visión
de futuro, la cosa cambia. Claro la comentocracia no conoce la vida cotidiana
en México durante el juarismo, ni idea tienen de los entretelones fundamentales
de los años 20, ni saben qué significado ha tenido la tarea histórica de la
revolución mexicana, por supuesto menos saben de lo que ahora mismo, en la
actual legislatura han hecho las mujeres senadoras y diputadas. En fin, para la
comentocracia todo es corrupción y desgracia. Ni hablar.