“Acerca del amor y la amistad”
Mucho
se ha escrito y hablado sobre el amor y la amistad. Existen miles de libros,
ensayos, estudios, encuestas y todo tipo de documentos, referencias, historias
y mitos sobre el particular. El tema es apasionante desde el punto de vista que
se le observe o se le cuestione.
Es muy
probable que en esta edición coincidamos varios colaboradores(as) en la
temática, debido a que recién ha pasado la fecha en que se festejan estos
sentimientos. Pero, como siempre he dicho, aunque haya varias notas o
comentarios del tema, siempre es un reto diferenciar tu estilo. Así que eso no
debe ser factor de inhibición sino de natural competencia y pluralidad.
No me
parece interesante, quizá sí un poco tedioso, intentar aquí traer definiciones
"wikipédicas" que no aportarían nada al asunto. A no ser que tengas
que presentar un examen en el colegio del amor y venga la pregunta que te exige
un concepto de dicho sentimiento. Existen muchas teorías o como se les quiera
llamar, acerca del origen de esta celebración, que si el mártir llamado
valentino, que si el "Cupido" y otras, historias o leyendas que, por
la esencia del mismo tema, son impregnadas del misticismo dulzarrón que a unos
emociona, a otros les da igual y a muchos más simplemente les causa risa. Yo
tengo varias opciones de opinión que intentaré dejarles lo más claro posible.
Considerando
los años que trabajé en PROFECO tendría que iniciar diciendo que "den
afecto, no lo compren". Esta parece ser una frase desgastada o un cliché,
pero no es así. Esta frase, por más desmérito que actualmente tenga la
dependencia federal que menciono, desde mi punto de vista sigue siendo una
sentencia válida. He defendido esta postura porque soy un ferviente convencido
de su contenido. Nunca he sido partidario de las fechas instituidas con un
sesgo comercial. Todas esas festividades como son el día de la madre, del
padre, del amor, del maestro y tantas otras, no tienen más soporte que el lucro
y la activación de la economía. No estoy en contra de que la gente compre un
detalle para hacer un regalo como símbolo de que existe una buena relación
entre las personas. Lo que no me parece justificable es que mucha gente se
estrese por no tener dinero para ello, cuando bastaría un gran abrazo y una
palabra amable para lograr tan loable objetivo.
En el
tenor anterior, es patético ver a algunas personas en esas fechas andar
repartiendo regalos y abrazos tratando de congraciar una relación que de
solidez y de sinceridad no tiene ni un ápice. Esto es muy común en algunas
dependencias de gobierno, en las que los jefes y jefas tratan a sus
subordinados con la punta del pie, es decir de manera prepotente, abusiva y
humillante durante todo el año y llegada esta fecha se aparecen graciosamente
por todos los rincones repartiendo paletitas, sonrisas, abrazos y parabienes. Es
el colmo del cinismo. Tan fácil y tan sencillo que podría ser llevar una
relación cordial, humana y respetuosa con sus subalternos durante todos los
días del año. Situación que además de incentivar la productividad y el
desempeño en sus áreas de trabajo, les evitaría recibir tantas imprecaciones,
mentadas pues para ponerlo más coloquial, más entendible. Por supuesto que
estoy hablando de la administración pública de Bulgaria, aquí en nuestro estado
no sucede nada de eso. (Risas, ah y aplausos, para que no se queje Peña Nieto).
Todos
sabemos lo que es el amor y lo que es la amistad, por más que muchos no sepamos
describirlos. Quizá no sea fácil para algunos de nosotros decir el amor o la
amistad es esto o aquello, pero seguramente todos hemos experimentado en alguna
de sus formas, estilos e intensidades lo que son estos sentimientos.
Tampoco
quiero decir que tener amigos verdaderos sea muy fácil, o tal vez lo sería si
no estuviéramos tan alejados de la espontaneidad, la franqueza y la humildad,
si no estuviéramos tan aprisionados por las cadenas del materialismo, la
vanidad y el egoísmo. Por eso es necesario reconocer que nuestra realidad es
crítica. Cada vez nos enfrascamos más en competencias estériles, incluso contra
nosotros mismos o contra nuestros seres queridos, siempre empujados por la
influencia de la mercadotecnia, los medios de comunicación tendenciosos, como
la televisión comercial y otros, y en muchos de los casos estas luchas
intestinas, derivan y a su vez inciden, en un auténtico círculo vicioso, en la progresiva pérdida de
los valores de la sociedad.
Hacer
amigos debiera ser algo natural, simple, fácil, sin embargo no lo es. Pasan los
años y sigue prevaleciendo la frase que dice que "los amigos verdaderos
los puedes contar con los dedos de una mano" y agregan "y te sobran
dedos". Desgraciadamente es una sentencia que por su dura certeza es muy
dolorosa. Pero, como en todas las situaciones difíciles de enfrentar, tiene
también ésta una debilidad que podemos aprovechar. Creo que la situación, y
sobre todo su probable solución, depende de nosotros mismos, de quienes conformamos
la sociedad. Somos nosotros mismos, y nadie más, los que podemos cambiarle la
cara al mundo, revertir el escenario, de un tono gris a uno colorido, de un
mundo triste y agresivo a uno lleno de alegría, entusiasmo y esperanza.
Este
escrito es un llamado a la conciencia, a la introspección. Es un intento de
acercamiento con las personas que siguen esta modesta columna, sus familiares y
amigos, con el propósito de que al leer este mensaje piensen, tan sólo un
instante, si están haciendo la tarea en este aspecto de su vida. Que tanto tiempo
y esfuerzo le han dedicado a cultivar los aspectos sustantivos del alma. Que se
pregunten si han puesto algo de su parte para fortalecer los lazos amorosos y
amistosos, al menos de su círculo más cercano. Si han podido encontrar en lo
cotidiano, el valor y las respuestas de la felicidad que proporciona el amor y
la amistad. Quisiera pedirles que intenten ver más allá de las sombras y los
destellos. Ahí, en esas cosas menudas, ahí entre líneas, están a diario las
señales del amor y la amistad. Puede ser confusa, puede pasar inadvertida, pero
la felicidad siempre es una coqueta y traviesa jugadora de escondidas que se oculta
en cualquier rincón de nuestra vida, y, a veces, reposa impasible en la parte
más recóndita de nuestras almas ansiosas.
Quiero
manifestar mi gran alegría y agradecimiento a Dios, valorando también mi
empeño, por tener tanto amor en mi vida. Por estar rodeado de seres
maravillosos que le dan el calor, la alegría, la luz y la inspiración a mis
momentos. Por tener tantos amigos y amigas a los que quiero mucho, tantas
personas con las que comparto gustos e ideales, así como muchas otras que a
pesar de no tener tanto trato ni mucho tiempo de conocer, les profeso un cariño
sincero, respeto y admiración.
Deseo
que ustedes puedan experimentar la indescriptible emoción que yo siento en el
pecho cuando pienso en el nombre de mi amada, mis hijos, demás familiares,
compadres y tantas personas que tienen un lugar y un significado en mi vida.
Que plenitud, que sensación de alegría y satisfacción produce el tener en mi
corazón y en mi alma el acrisolado sentimiento del amor y la amistad. Un abrazo
para todos ustedes.
RECIBAN UN SALUDO
AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.