SAÚL
ARMANDO LLAMAS LÓPEZ
La cleptomanía (del griego κλέπτειν, "quitar", μανία,
"manía") es un trastorno del control de impulsos que lleva al hurto compulsivo de cosas. La persona que padece dicho trastorno recibe
el nombre de cleptómano o ladrón compulsivo y
aunque no hay cura para esto, sí el sujeto que padece cleptomanía no puede
evitar el impulso de obtener objetos, independientemente del valor económico de
lo que obtiene; sufre de un deterioro laboral, familiar y personal. Es un
trastorno del control de impulsos y se ha clasificado como una adicción
psicológica. La conducta es precedida por una ansiedad creciente que se alivia
inmediatamente después de poseer el objeto deseado.
Semiología.
El cleptómano, a diferencia del
ladrón, obtiene objetos por necesidad de satisfacer un impulso, mientras que el
último lo hace por diversión, necesidad de satisfacer un deseo material,
económico o social, o intención de perjudicar a una persona.
Un ladrón puede pasar horas, días e
incluso años planeando un gran golpe, mientras el cleptómano obedece
generalmente a un impulso relativo dependiendo del lugar y tiempo en que se
encuentre él. Algunos de los componentes fundamentales de la cleptomanía
incluyen: pensamientos recurrentes de intrusión y la liberación de la presión
tras el acto. Estos síntomas sugieren que la cleptomanía puede considerarse
como un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo.
Las personas diagnosticadas con
cleptomanía a menudo tienen otros tipos de trastornos que afectan el estado de
ánimo, ansiedad, alimentación, control de impulsos, y el uso de drogas. También
tienen grandes niveles de estrés, la culpa y el remordimiento, y las cuestiones
de privacidad que acompañan al acto de hurtar. Estos signos se consideran
causantes o intensificar generales trastornos comórbidos. Las características
de los comportamientos asociados con el hurto podría dar lugar a otros
problemas, que incluyen la segregación social y el abuso de sustancias. Los
muchos tipos de otros trastornos que ocurren con frecuencia junto con la
cleptomanía suele hacer el diagnóstico clínico incierto.
Síntoma.
Los síntomas de la cleptomanía pueden
incluir:
Potente impulso de hurtar objetos que
no son necesarios
Sensación de tensión creciente que
conduce al hurto
Sentimiento de placer o gratificación
durante el hurto
Sensación de culpa o vergüenza
terrible después del hurto
A diferencia de los ladrones típicos
de tiendas, las personas que sufren de cleptomanía no hurtan compulsivamente
para beneficio personal. Tampoco hurtan como una forma de venganza. Lo hacen
simplemente porque el impulso es tan fuerte que no lo pueden resistir. Este
impulso hace sentir incómodo, ansioso, tenso o excitado. Para aliviar estos
sentimientos hurtan.
Durante el hurto, sienten alivio y
satisfacción. Más tarde, sin embargo, pueden sentir una enorme culpabilidad,
remordimiento, "auto-odio" y miedo a ser arrestados. Pero el impulso
viene de nuevo, y el ciclo se repite.
Los episodios de cleptomanía
generalmente ocurren de manera espontánea, sin planificación. La mayoría de los
cleptómanos hurtan en lugares públicos, como tiendas y supermercados. Algunos
pueden hurtar a amigos o conocidos, como por ejemplo en una fiesta. A menudo,
los objetos hurtados no tienen ningún valor para el cleptómano. Los artículos
hurtados son por lo general escondidos, sin ser utilizados. Los elementos también
pueden ser donados, regalados a familiares o amigos, o incluso secretamente se
regresan al lugar de donde fueron hurtados.
Personas quienes padecen de dicho
problema generalmente, no lo hace para hacer un mal, en comparación con el
ladrón que busca mantener una estabilidad económica y hacer un mal a propósito,
el cleptómano lo hace para elevar los estados de ánimo, una vez realizado el
acto, la persona comienza a tener presiones de remordimiento y culpa, pues
conseguir lo que quería lo hace sentir mejor pero al tomar algo que no es suyo,
podría ser considerado hurto y es algo que no se considera
correcto en la sociedad, las personas comienzan a ser confundidas con un
ladrón.
Descripción general.
La cleptomanía es la incapacidad
recurrente para resistir el impulso de robar objetos que, por lo general, no
necesitas y que suelen tener poco valor. La cleptomanía es un trastorno de
salud mental poco frecuente pero grave que, si no se trata, puede causarles
mucho dolor emocional a ti y a tus seres queridos. La cleptomanía es un tipo de
trastorno de control de los impulsos; es decir, un trastorno caracterizado por
problemas con el autocontrol emocional o conductual. Si tienes un trastorno de
control de los impulsos, tienes dificultad para resistir la tentación o el
impulso de realizar un acto que es excesivo o perjudicial hacia otras personas
o hacia ti mismo.
Muchos cleptómanos llevan vidas de
vergüenza oculta, porque tienen miedo de buscar tratamiento de salud mental.
Aunque no hay una cura para la cleptomanía, el tratamiento con medicamentos o
la terapia de conversación (psicoterapia) pueden ayudar a detener el ciclo de
robo compulsivo.
Otros Síntomas.
Los síntomas de cleptomanía pueden
comprender:
Incapacidad para resistir a fuertes
impulsos de robar artículos que no necesitas.
Sentir mayor tensión, ansiedad o
excitación antes del robo.
Sentir placer, alivio o gratificación
durante el robo.
Sentir mucha culpa, remordimiento,
odio hacia uno mismo, vergüenza o temor de ser arrestado después del robo.
Reaparición de los impulsos y una
repetición del ciclo de cleptomanía.
Características.
Por lo general, las personas con
cleptomanía presentan estos rasgos o características:
A diferencia de los ladrones de
tiendas comunes, las personas con cleptomanía no roban compulsivamente para
beneficio personal, como desafío, por venganza, o para rebelarse. Roban
simplemente porque el impulso es tan fuerte que no pueden resistirlo. Por lo
general, los episodios de cleptomanía se producen espontáneamente, sin
planificación ni la ayuda o colaboración de otra persona.
La mayoría de las personas con
cleptomanía roban en lugares públicos, como tiendas y supermercados. Algunas
pueden robar a amigos o conocidos, por ejemplo, en una fiesta. A menudo, los
artículos robados no tienen valor para quien padece cleptomanía, y la persona
tiene los medios para comprarlos.
Los artículos robados suelen
esconderse, nunca se usan. Los artículos también pueden donarse, regalarse a
familiares o amigos, o incluso devolverse secretamente al lugar de donde fueron
robados. Los impulsos por robar pueden ir y venir, o pueden producirse con
mayor o menor intensidad a lo largo del tiempo.
Cuándo consultar al médico.
Si no puedes dejar de robar en
tiendas o hurtar, busca consejo médico. Muchas personas que pueden tener
cleptomanía no desean buscar tratamiento porque tienen miedo de que las
arresten o las lleven presas. Sin embargo, los profesionales de salud mental no
suelen denunciar los robos a las autoridades.
Algunas personas buscan ayuda médica
porque tienen miedo de que las atrapen y de sufrir consecuencias legales. O
bien, ya han sido arrestadas y están obligadas legalmente a buscar tratamiento.
Si un ser querido tiene cleptomanía.
Si sospechas que un amigo cercano o
un familiar pueden tener cleptomanía, habla amablemente sobre tus inquietudes
con tu ser querido. Ten presente que la cleptomanía es un trastorno de salud
mental, no un defecto de la personalidad, por lo tanto, acércate a tu ser
querido sin culparlo ni acusarlo.
Puede resultar útil poner énfasis en
estos puntos:
Estás preocupado porque te importa la
salud y el bienestar de tu ser querido.
Estás preocupado por los riesgos del
robo compulsivo, por ejemplo, ser arrestado, perder un empleo o dañar una
relación valiosa.
Entiendes que, con la cleptomanía, el
impulso de robar puede ser demasiado fuerte de resistir con tan solo
«proponérselo».
Hay tratamientos disponibles que
pueden ayudar a minimizar el impulso de robar y a vivir sin adicción ni
vergüenza.
Si necesitas ayuda para prepararte
para esta conversación, habla con tu médico. El médico podría derivarte a un
profesional de salud mental que puede ayudarte a planificar una forma de
plantear tus inquietudes sin hacer que tu ser querido se ponga a la defensiva o
se sienta amenazado.
Diferentes Causas.
Se desconoce la causa de la
cleptomanía. Varias teorías sugieren que ciertos cambios en el cerebro pueden
ser la causa fundamental de este trastorno. Se necesita más investigación para
comprender mejor estas posibles causas, pero la cleptomanía podría estar
relacionada con lo siguiente:
Problemas con una sustancia química
cerebral (neurotransmisor) que se produce naturalmente llamada «serotonina». La serotonina
ayuda a regular los estados de ánimo y las emociones. Los niveles bajos de
serotonina son frecuentes en las personas que son propensas a tener conductas
impulsivas.
Trastornos de adicciones. El robo puede
causar la liberación de dopamina (otro neurotransmisor). La dopamina provoca
sentimientos placenteros, y algunas personas buscan tener esa sensación
gratificante una y otra vez.
El sistema opioide del cerebro. Ese sistema
regula los impulsos. Un desequilibrio en ese sistema podría dificultar la
resistencia a los impulsos.
Factores de riesgo.
La cleptomanía se considera poco
frecuente. Sin embargo, es posible que algunas personas con cleptomanía nunca
busquen tratamiento o simplemente vayan a prisión tras robos repetidos, por lo
que muchos casos de cleptomanía no pueden diagnosticarse. La cleptomanía, a
menudo, comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, pero puede
iniciarse en la edad madura o más adelante. Aproximadamente dos tercios de las
personas con cleptomanía conocida son mujeres.
Los factores de riesgo de la
cleptomanía pueden comprender los siguientes:
Antecedentes familiares. Tener un
familiar de primer grado, como un padre o un hermano, con cleptomanía, un
trastorno obsesivo compulsivo o un trastorno de consumo de alcohol u otras
sustancias puede aumentar el riesgo de padecer cleptomanía.
Tener otra enfermedad mental. Las personas
con cleptomanía a menudo tienen otra enfermedad mental, como trastorno bipolar,
trastorno de ansiedad, un trastorno de la alimentación, un trastorno por
consumo de drogas o un trastorno de personalidad.
Complicaciones.
Si no se trata, la cleptomanía puede
causar graves problemas emocionales, familiares, laborales, legales y
financieros. Por ejemplo, sabes que robar está mal, pero te sientes incapaz de
resistir el impulso, por lo cual es posible que te carcoman la culpa, la
vergüenza, la baja autoestima y la humillación. Además, es posible que te
arresten por robar. O bien, puedes llevar una vida moral y honesta, y sentirte
confundido y disgustado por tu conducta de robo compulsivo.
Otros trastornos y complicaciones
asociados a la cleptomanía pueden ser los siguientes:
Otros trastornos del control de
impulsos, como ludopatía o compras compulsivas
Consumo indebido de alcohol y
sustancias
Trastornos de la personalidad
Trastornos de la alimentación
Depresión
Trastorno bipolar
Ansiedad
Pensamientos suicidas, intentos de
suicidio y suicidio
Prevención
Debido a que la causa de la
cleptomanía no está clara, aún se desconoce la forma de prevenirla. Recibir
tratamiento en cuanto comienza el robo compulsivo puede ayudar a evitar que la
cleptomanía empeore y a prevenir algunas de sus consecuencias negativas.
Síntomas, causas y tratamiento.
Si decides buscar tratamiento para los síntomas de
una posible cleptomanía, es posible que tengas que someterte a evaluaciones
físicas y psicológicas. La exploración física puede determinar si es posible
que haya causas médicas que desencadenan tus síntomas. La cleptomanía se
diagnostica según tus signos y síntomas. Debido a que es un tipo de trastorno
de control de los impulsos, el médico puede realizar lo siguiente para ayudar a
determinar un diagnóstico:
Hacer preguntas sobre tus impulsos y sobre cómo te
hacen sentir
Analizar una lista de situaciones para preguntarte
si alguna de ellas desencadena tus episodios de cleptomanía
Darte cuestionarios psicológicos o autoevaluaciones
para que completes
Usar los criterios del Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association
(Asociación Estadounidense de Psiquiatría)
Tratamiento.
Aunque el temor, la humillación o la vergüenza
pueden dificultar que busques tratamiento para la cleptomanía, es importante
que pidas ayuda. La cleptomanía es difícil de superar por tu cuenta. Sin
tratamiento, es probable que la cleptomanía sea un trastorno continuo a largo
plazo.
El tratamiento para la cleptomanía, generalmente, comprende
medicamentos y psicoterapia, o ambos; a veces, junto con un grupo de autoayuda.
Sin embargo, no existe ningún tratamiento estándar para la cleptomanía, y los
investigadores aún intentan comprender lo que podría funcionar mejor. Quizá
debas probar varios tipos de tratamiento hasta encontrar el que te dé
resultado.
Medicamentos.
Hay pocas investigaciones científicas sobre el uso
de medicamentos psiquiátricos para tratar la cleptomanía. Y no hay ningún
medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para
tratar la cleptomanía. Sin embargo, determinados medicamentos podrían ayudar
según tu situación y si tienes otros trastornos de salud mental, como depresión
o abuso de sustancias.
Es posible que el médico considere recetarte lo
siguiente:
Un medicamento para tratar la adicción denominado
«naltrexona», un antagonista opioide, que podría reducir el impulso y el placer
asociados con robar
Un antidepresivo; específicamente, un inhibidor
selectivo de la recaptación de serotonina
Otros medicamentos o una combinación de estos
Si te recetan medicamentos, pregúntale al médico,
al proveedor de atención médica mental o al farmacéutico sobre los posibles
efectos secundarios o las posibles interacciones con otros medicamentos.
Psicoterapia.
Una forma de psicoterapia denominada «terapia
cognitiva conductual» te ayuda a identificar comportamientos o creencias
negativos y poco saludables, y a reemplazarlos por otros positivos y
saludables. La terapia cognitiva conductual puede comprender estas técnicas
para ayudarte a controlar los impulsos de la cleptomanía:
Sensibilización conversiva, en la que te visualizas
robando y enfrentando las consecuencias negativas, como si te atraparan.
Terapia de aversión, en la que practicas
técnicas ligeramente dolorosas, como mantener la respiración hasta que te
sientes incómodo, cuando tienes el impulso de robar
Desensibilización sistemática, en la que practicas
técnicas de relajación y te imaginas controlando los impulsos de robar.
Cómo evitar las recaídas
Es frecuente tener recaídas de cleptomanía. Para
ayudar a evitar las recaídas, asegúrate de cumplir con tu plan de tratamiento.
Si sientes impulsos de robar, comunícate con tu profesional de salud mental o
recurre a una persona de confianza o un grupo de apoyo.
Más información
Psicoterapia
Estrategias de afrontamiento y apoyo.
Puedes tomar medidas saludables para cuidarte
mediante la capacidad de enfrentar desafíos o situaciones mientras recibes
tratamiento profesional:
Cumple con tu plan de tratamiento. Toma los medicamentos según
se te indique y asiste a tus sesiones de terapia programadas. Recuerda que es
un trabajo arduo y es posible que tengas contratiempos ocasionales.
Infórmate. Aprende sobre la cleptomanía para comprender
mejor los factores de riesgo, los tratamientos y los episodios desencadenantes.
Identifica los factores desencadenantes. Identifica las situaciones,
los pensamientos y los sentimientos que pueden desencadenar el impulso de robar
para que puedas tomar medidas para controlarlo.
Busca tratamiento para el abuso de sustancias y
otros problemas de salud mental. El consumo de sustancias, la depresión, la
ansiedad y el estrés pueden retroalimentarse, lo que provoca un ciclo de
conductas no saludables.
Encuentra medios saludables. Investiga posibles medios
saludables para recanalizar tus impulsos de robar o de hurtar a través del
ejercicio y de las actividades recreativas.
Aprende a relajarte y a controlar el estrés. Prueba técnicas de
reducción del estrés, como la meditación, el yoga o el taichí.
Concéntrate en tu objetivo. Recuperarse de la
cleptomanía puede llevar tiempo. Mantente motivado teniendo tus objetivos de
recuperación en mente y recordando que puedes trabajar para reparar tanto las
relaciones dañadas como los problemas económicos y legales.
Apoyo a los seres queridos
Si un ser querido recibe tratamiento para la
cleptomanía, asegúrate de comprender los detalles del plan de tratamiento y
brindarle apoyo de forma activa para que tenga éxito. Puede ser útil que
asistas a una o más sesiones de terapia con tu ser querido para familiarizarte
con los factores que parecen desencadenar el impulso de robar, así como con los
modos más efectivos para afrontarlo.
Es posible que también te resulte beneficioso
hablar con un terapeuta. Recuperarse de un trastorno de control de los impulsos
es un compromiso desafiante y a largo plazo, tanto para quien lo padece como
para las personas de su entorno. Asegúrate de atender tus propias necesidades
con los métodos de reducción del estrés que te resulten más efectivos, como
hacer ejercicio, meditar o reunirte con amigos.
Grupos de autoayuda.
A las personas que padecen cleptomanía puede
resultarles beneficioso participar en grupos de autoayuda que se basan en los
programas de 12 pasos. Incluso si no encuentras un grupo específico para
la cleptomanía, es posible que te resulte útil asistir a reuniones de
Alcohólicos Anónimos o de otras adicciones. Estos grupos no son para todos los
gustos, así que pregúntale al profesional de salud mental sobre las distintas
alternativas.
Preparación para la consulta.
Si luchas contra una necesidad irresistible de
robar, habla con el médico. Sin duda, esa conversación te parecerá inquietante,
pero confía en que el médico está interesado en cuidar tu salud, no en
juzgarte. El médico puede derivarte a un profesional de salud mental, como un
psiquiatra, con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la cleptomanía.
Tal vez sea conveniente pedirle a un familiar o a
un amigo de confianza que te acompañe para que te ayude a recordar los
detalles. Además, alguien que te conoce desde hace mucho tiempo puede hacer
preguntas o compartir información con el profesional de salud mental que tú no
recuerdes mencionar.
La siguiente información te ayudará a prepararte y
a saber qué esperar del médico o del profesional de salud mental.
Qué puedes hacer.
Para prepararte para la consulta, haz una lista de
lo siguiente:
Todos los síntomas que tengas, y durante cuánto tiempo los
has tenido
Tu información personal más importante, incluso los episodios
traumáticos del pasado y cualquier factor importante de estrés actual
Tu información médica, incluso otros trastornos de
salud física o mental que te hayan diagnosticado
Todos los medicamentos que tomas, incluso vitaminas, hierbas
u otros suplementos, y las dosis
Las preguntas que quieras hacerle al profesional de
salud mental, para
que puedas aprovechar al máximo la consulta
Algunas preguntas para hacerle al profesional de
salud mental pueden ser las siguientes:
¿Por qué no puedo dejar de robar?
¿Qué tratamientos hay disponibles?
¿Qué tratamientos tienen más probabilidades de ser
efectivos en mi caso?
¿Con qué rapidez podría dejar de robar?
¿Todavía sentiré la necesidad de robar?
¿Con qué frecuencia necesito sesiones de terapia y
durante cuánto tiempo?
¿Hay medicamentos que me puedan ayudar?
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de
estos medicamentos?
Tengo otros problemas de salud. ¿Cuál es la mejor
manera de controlarlos en forma conjunta?
¿Cuál es la mejor forma de que mis familiares
apoyen el tratamiento?
¿Hay folletos u otro material impreso que pueda
consultar? ¿Qué sitios web me recomiendas?
Qué esperar de tu profesional de salud mental.
Para entender mejor tus síntomas y la manera en que
afectan tu vida, el profesional de salud mental podría preguntarte lo
siguiente:
¿A qué edad experimentaste por primera vez un
impulso irresistible de robar?
¿Con qué frecuencia sientes la necesidad de robar?
¿Alguna vez te sorprendieron robando o fuiste
arrestado por robo?
¿Cómo describirías tus sentimientos antes, durante
y después de robar algo?
¿Qué tipo de objetos robas? ¿Son cosas que
necesitas?
¿En qué tipo de situaciones es más probable que
robes?
¿Qué haces con los objetos que robas?
¿Hay algo en particular que parezca provocar tu
necesidad de robar?
¿De qué manera la necesidad de robar afecta tu
vida, incluso la escuela, el trabajo y las relaciones personales?
¿Alguno de tus parientes cercanos tuvo problemas
con el robo compulsivo o con otras enfermedades mentales, como depresión o
abuso de drogas o alcohol?
¿Tomas alcohol o consumes drogas recreativas? ¿Cuál
y con qué frecuencia?
¿Has recibido tratamiento por otros problemas de
salud mental, como trastornos de la alimentación? Si es así, ¿qué tratamientos
fueron más efectivos?
Actualmente, ¿recibes tratamiento para alguna
enfermedad?
Relacionados.
Procedimientos asociados
Psicoterapia
Productos y servicios
Bibliografía: Mayo
Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición
Cleptomanía
Síntomas y causas
Diagnóstico y tratamiento
Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre cleptomanía.
Martínez, Julio. «Cleptomanía». Consultado el 4
de julio.