lunes, 17 de agosto de 2015

PERROS MUDOS

LA GUILLOTINA
LIC. JAVIER DURÁN

PERROS MUDOS



“Sus atalayas  son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir”.

¿Qué estamos haciendo como sociedad en medio de la grave crisis moral que estamos viviendo?

Las noticias que a diario leemos, nos muestran que la sociedad está enferma, que nuestros hijos cada día corren más peligro que antes. Que las personas que nos rodean no están bien de su cabeza y que en cualquier momento, puede desatarse una conducta delictiva que nos afecte a nosotros o a nuestros seres queridos.

El pasado jueves fuimos testigos de una horrenda noticia. Un muchacho fue capaz de darle más de 20 puñaladas a su madre para quitarle la vida y, de la misma manera, a sangre fría matar a su tío.

Hace días, otro joven le arrancó de una mordida, la nariz a su madre.

¿Qué pasa con nuestra sociedad? ¿En qué momento perdimos el rumbo?  

De sobra sabemos que las autoridades no están haciendo su trabajo, son “perros mudos” que ven el peligro y no hacen nada para avisar o para poner en alerta a la sociedad.

Desde hace mucho tiempo he estado comentando en las redes sociales que debemos volver a la campaña de valores que se trabajó durante todo el sexenio pasado, pero pareciera ser que le hablamos a las paredes. Los políticos siguen inmersos en esa locura por acumular la mayor cantidad de dinero posible y retirarse del “juego” de la política con las bolsas repletas de dinero.

La sociedad ya no les importa. No contestan sus mensajes de auxilio. Cada funcionario tiene su coto de poder y hace lo que se le viene en gana. No hay rumbo, todos vamos como borreguitos al despeñadero.

A diario leemos lamentables noticias de jóvenes que se quitan la vida por los problemas que afrontan y por la nula capacidad de enfrentarse con ellos.

Padres de familia (hombres y mujeres por igual), debido a la severa crisis que vivimos en todo el país y particularmente en nuestro estado, deciden escapar por la puerta falsa del suicidio.

Jovencitas que estudian la universidad, al no tener los recursos económicos para continuar con los mismos, deciden acabar de tajo con la vida porque no hallan solución a sus problemas.

Nadie se interesa por nadie en esta sociedad. Somos, cada uno de nosotros, islas. Vivimos aislados de los demás. Criticamos al gobierno, pero nos comportamos igual que ellos.

Ignoramos el dolor ajeno, no somos capaces de hacer algo para que las cosas empiecen a cambiar a nuestro alrededor.

¿Qué podemos hacer para que las cosas cambien?

Además de exigir a las autoridades a que cumplan con sus obligaciones, cada uno de nosotros al momento de ejercer nuestro derecho al voto, podemos y debemos elegir mejor a quienes nos van a representar. Debemos olvidarnos de nuestros motivos egoístas de que nos vaya bien a nosotros, debemos votar por aquellos que puedan beneficiar a la sociedad entera y no solamente a nosotros y a nuestros familiares más cercanos.

Pero aun hay más, cada uno de nosotros debe ser un factor de cambio en la comunidad donde vivimos.  “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé".

Hagamos un trato. Esta semana, empecemos a cambiar las cosas a nuestro alrededor. Hagamos que nuestras voces sean escuchadas, pero mejor aún, vivamos con honestidad. Respetemos a nuestros semejantes. Ayudemos a los que menos tienen. No seamos “perros mudos”, cuidemos a nuestros hijos. Alertemos a nuestros vecinos.