Por:
José Manuel Elizondo Cuevas.
Pasó
el festejo del día dedicado a los chiquitines y llegó el caluroso mes de mayo.
Con el arribo de este mes, el quinto ya del año, se desgrana una serie de
conmemoraciones y festejos que empiezan desde el mismísimo día primero, en el
que se recuerdan los trágicos sucesos de los mártires de Chicago, trabajadores
que fueron masacrados por exigir justicia social y respeto a sus derechos
laborales básicos.
A
más de 120 años de distancia, los trabajadores asalariados de los diversos
sectores productivos y organizaciones sindicales de toda índole, seguimos
saliendo a las calles a manifestarnos en contra de las arremetidas de los
poderes que retuercen a placer las leyes, buscando fortalecer los privilegios
de la clase dominante. Salimos a rechazar a los oscuros intereses que “mueven
sus hilos” para manejar las cámaras de senadores y diputados en un notorio afán
de privar a los trabajadores mexicanos
de sus conquistas sindicales, reducirlos al silencio e inmovilizar sus
libertades.
Las condiciones de antaño, cuando sucedió lo de
Chicago, por supuesto que eran otras. La
violencia y la ignominia se habían radicalizado y el poder que ejercía la clase
poderosa, la que ayer y hoy sigue siendo dueña de los medios de producción y
del dinero, era prácticamente omnipotente, hasta que empezó a suceder, de forma
paulatina, el milagro de la unidad. Porque está más comprobado que nunca, que
el arma más poderosa para combatir a los enemigos del pueblo, es la unidad de
la clase trabajadora, los obreros, los campesinos y en general todas las
organizaciones de la sociedad civil. En éste último sentido creo oportuno
reflexionar acerca de “la enorme distancia” (y no es el título de la canción de
José Alfredo Jiménez) entre los mártires de antaño que ofrendaron sus vidas por
el movimiento y la actitud pasiva de algunos trabajadores de la actualidad que
hasta les da flojera ir al desfile, afortunadamente son los menos.
Después
de esta conmemoración, tenemos la gesta de Puebla, la heroica batalla del 5 de
mayo, en el que un modesto ejército mexicano luchó con gallardía y coraje para
derrotar al otrora invencible ejército francés, orgullo de Napoleón III, que le
superaba en número de efectivos y sobre todo en entrenamiento y experiencia. La
connotación militar de esta festividad, es de hecho relevante en ese ámbito
únicamente, que por cierto es cuando los conscriptos del ejército nacional,
realizan el solemne acto de juramento a la bandera.
No
entraré al detalle de las efemérides cívicas puesto que no podría mencionar
siquiera la mitad de ellas, mucho menos reseñar algo de su contenido. Existen
tantos datos en este mes, nacimientos y defunciones de notables personajes de
México, tales como Miguel Hidalgo, Amado Nervo, Torres Bodet, Miguel Cabrera,
Luís Moya, así como muchos acontecimientos militares, históricos, culturales y
sociales.
En
realidad, sólo intentaba que mis amables lectores se percataran de lo cargado
que está el mes de mayo, en cuestión de festejos y eso que sólo me refiero a
los más populares, aquellos que nunca pasan desapercibidos por nosotros, porque
de alguna u otra forma nos inquietan, alegran, entristecen o al menos inciden
en nuestro bolsillo, porque los mexicanos no sabemos festejar de otra manera
que no sea con regalos, comida, música y bebida. Así somos los mexicanos por
naturaleza, somos apasionados de la buena comida, si es la típica, los
antojitos pues que mejor, somos fiesteros, bullangueros, alegres, bohemios y
todo aquello que más o menos signifique lo mismo.
Por
esa razón, este mes resulta de lo más agitado, ya que tenemos una agenda social
muy apretada y pues todo eso implica gastos y más gastos, además de que apenas
vamos saliendo del periplo de semana santa.
Tenemos
pues, haciendo un resumen del mes, el día del trabajo, la batalla de Puebla, el
día de la madre, el día del maestro, el día del estudiante y otra fecha, cuyo
comentario dejé intencionalmente para el final.
Me
refiero a nuestra próxima celebración del día del burócrata, el día 21 de mayo,
fecha que para todos los que tenemos la fortuna, el compromiso y el orgullo de
pertenecer al SUTSEM, debe ser una de las más esperadas.
Esta
fecha quizá no encuadre en el esquema de las que mencioné en esta nota, por un
lado porque no es de carácter nacional ya que todas las organizaciones
sindicales de trabajadores al servicio de los estados y municipios, tienen su
fecha particular para cada entidad federativa, y por otro lado porque el festejo se circunscribe justamente al personal
sindicalizado.
En
cuanto a lo cargado del calendario de festejos de mayo, pues recomendar a mis
amables lectores que se organicen, que prevean los gastos a realizar en las
fechas que faltan de celebrar y que lo hagan con moderación, recordando siempre
que, para decirle a una persona cuanto la queremos no es necesario hacerlo
mediante un cuantioso regalo, basta con una actitud amorosa y mucho respeto,
finalmente que las cosas que de verdad valen la pena, son gratis.
Por
lo que se refiere al día del burócrata, pues a esperar con mucha ilusión el
momento en que nos reuniremos la gran familia sutsemista, asistir con mucho
entusiasmo y buena disposición, con el ánimo de que, aparte del bono económico
que apoyará tu economía familiar, con suerte y te regresas a casa con un buen
regalito adicional.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO – LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA- COMENTARIOS Y SUGERENCIAS
AL CORREO: elizondojm@hotmail.com