JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"La lectura, una forma de vida"
Aún no
daban las diez de la mañana cuando arribé al edificio escolar de la Secundaria
Técnica N° 51 “Emilio M. González” ubicada en la Colonia SPAUAN de esta ciudad.
No conocía ni la colonia ni la escuela,
aunque quiero decir que ambas me causaron una grata impresión.
Mis
sentimientos en ese momento eran realmente una especie de pócima un poco
extraña, una rara combinación de emoción y alegría. He asistido a todo tipo de
eventos y no son nervios precisamente lo que me sube por las pantorrillas. Esta
vez era más una emoción semejante a la del niño que está a punto de asistir a
una buena piñata. Respiré profundamente y acerqué mi humanidad a la puerta del
centro escolar.
El
despliegue de atención inició de inmediato. Apenas asomé mi poco discreta nariz
al acceso, cuando fui atendido por la encargada quien, de forma comedida, me
canalizó con la persona que me conduciría al área de biblioteca donde se
encontraban ya algunos de los maestros organizadores y otros invitados
especiales.
Creo
que sería conveniente, de una buena vez, poner en contexto a mis amables
lectores, de qué se trata toda esta parafernalia que intento comentarles, antes
que pudiera perderme, cosa que no es muy difícil, entre alguno de mis
extravagantes vericuetos verbales o
mentales.
Estaba
a punto de ser testigo y también uno de los protagonistas de un evento muy
importante que se ha instituido en ese centro escolar, por cierto uno de los
más prestigiados a nivel nacional, en su género. Estoy hablando de la cuarta edición de un
proyecto que trasciende el ámbito escolar y se apodera de una parte de la
sociedad, a través de los padres de familia, que son un elemento significativo
en esta fórmula de promoción de la lectura y de la escritura, por consecuencia
natural. El evento se denomina “Manzana del Libro”.
Mi
curiosidad de periodista se quedó insatisfecha en cuanto a saber el porqué del
nombre, no hubo ni la oportunidad ni la circunstancia apropiada para indagarlo.
Aun así, el nombre me gustó mucho, me pareció ciertamente sugestivo. Quedó
girando en mi mente, la procedencia y la originalidad de esa denominación. Mi
estrambótica imaginación no desaprovechó momento alguno para tratar de
inferirlo, aprovechando la mención que Hanna Figueroa, mi admirada compañera de
evento, hizo del mítico detective Sherlock Holmes, en su intervención. ¿Se
trataría acaso de un concepto semejante al “Kilómetro
de Plata? Aquel donde se ponían donativos de peso tras peso, hasta lograr
una línea de esa longitud; y en este caso se trataba de completar una manzana
territorial, es decir el espacio urbano delimitado por calles por todos sus
lados, con puros libros donados. Fue tanta mi efervescencia indagadora que
hasta me pregunté: ¿será acaso por las lindas y deliciosas manzanas que pusieron
en la mesa de honor? Me decidí por dejar eso por la paz, al fin de cuentas lo
que importaba es lo sugerente y motivador
del concepto y de la imagen.
Creo
que es la emoción, que aún no alcanza a digerirse en mi cuerpo, la que me
distrae del comentario central de este artículo que, por cierto, decidí dedicar
como una especie de homenaje, modesto pero sincero, al empeño de esas
personas que hacen un esfuerzo extraordinario por abrir las oportunidades a los
jovencitos estudiantes, de tener a la mano el mundo del conocimiento, del
pensamiento, la imaginación y la palabra.
Desde
este espacio, quiero agradecer la invitación por escrito de la Maestra Galia
Minerva Castillón Rodríguez, Directora del Plantel, para asistir a ese
importante evento que me permitió la oportunidad de dirigir un breve mensaje de
motivación a los alumnos y alumnas. No fue propiamente una presentación de
libro, aunque si autografié por lo menos una media docena, sino una especie de
encuentro, de acercamiento con los lectores potenciales de mis libros y de
muchos otros, buscando transmitirles un poco de entusiasmo por las bondades que
tiene la lectura.
Los
puntos esenciales de este espléndido programa son, el impulso de la lectura, su
comprensión y su narrativa, y otro, no menos importante, estimular la cultura
de la donación de libros. Es, sin duda, un binomio ideal, un maravilloso círculo virtuoso.
Propiciar la generosidad de la ciudadanía, padres de familia, maestros, alumnos
y demás personas, de aportar ejemplares de libros de diversas temáticas,
fortalecer el centro de operaciones de la palabra: la biblioteca. Es como
edificar el búnker que les protegerá de las malignas radiaciones de la
ignorancia, de la vagancia, los vicios, los delitos y otros flagelos sociales
de la actualidad y en consecuencia, desde esa perspectiva, con la luminosidad
de la lectura, los libros se convertirán en las llaves maestras de nuevos y
mejores espacios de vida y de oportunidades. Es como tener a la mano un
depósito inagotable de ideas y mundos inimaginables. Un profundo y cristalino
venero de inspiración y de magia. Poseer las chispeantes varitas mágicas para
cambiar los escenarios vitales, a veces grises y desolados, en auténticos
caleidoscopios, horizontes promisorios de esperanza, paisajes multicolores,
donde no existirá límite alguno, mientras haya un libro que leer.
Para
finalizar, quiero felicitar a todos los que hacen posible eventos de esa
naturaleza, sé perfectamente que es un esfuerzo conjunto, que es trabajo de
equipo y éste camina como la maquinaria de un reloj, donde cada parte, por
pequeña que parezca, es indispensable para funcionar. Exaltar la magnífica
organización y la pasión que se percibe en las miradas y sonrisas de quienes
participan. Pido encarecidas disculpas si omito mencionar a alguien, pero es
absolutamente involuntario, por no tener los datos a la mano, pero saben, y lo
intenté abarcar en mención anterior, que hablo de todos(as), dirección,
docentes, Consejo Escolar, Comité de Lectura, supervisor, representante
sindical, Jefe del Departamento de Secundarias Técnicas, Grupo y Maestro de
Teatro, mi paisano tecualense espléndido Maestro de Ceremonias, padres de
familia, a los alumnos y alumnas que me brindaron su atención. Saludo especial
a la Dra. Judith Sánchez Elizondo y a la Maestra Estela de Jesús Rodríguez y su
equipo de voluntarias. Infinitamente agradecido.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA
PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.