JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"Campesinos plagiados"
A veces
creo que ya está todo visto en relación con ciertos temas. Que ya no habrá algo
que me vuelva a causar asombro. Que ya se ha llegado al fondo de las cosas.
Pero con vertiginosa velocidad te das cuenta que no es así. Que siempre hay más
y más cosas que te van a sorprender. Y estos supuestos abarcan todas las
temáticas posibles. Pero sin duda que es en la política donde más abundan estos
inverosímiles ejemplos.
Les
confieso que esta semana no quería dedicarle mi espacio al tema político.
Pasaron por mi mente estrambóticas ideas que quería compartir con ustedes,
amables lectores que hacen el favor de seguir esta columna. Pensé que sería
bueno refrescar este espacio de lectura ofreciéndoles algún relato de esos que
sé que les gustan mucho. Algún texto en que la narrativa les tome de la mano y
los lleve a viajar por mundos ficticios y sensaciones literarias que intenten
deleitar el espíritu y acariciar con sutileza su imaginación. Pero (el famoso
pero) de pronto se presentan situaciones que atraen mi atención y me incitan a
comentarlas. Es entonces cuando dices, “creo que mis historias podrían quedarse
cortas ante una realidad impactante que sorprende, hechiza y asusta.
El
mundo de la política es tan sorprendente como el maravilloso mundo del cine. De
pronto, aparecen producciones cinematográficas que sorprenden por su nivel de
modernidad y parece que funcionan, pero su permanencia es efímera porque no dan
los resultados que se esperaban. Entonces se recurre a viejas historias de
probada eficacia, guiones triunfadores que se reviven con la tecnología y un
toque actual, pero asegurando la esencia del éxito antiguo (se les llama
remake). Así igual en la política. Los grupos en el poder intentan crear nuevas
formas de asegurar su permanencia. Nuevos programas asistenciales que logren
apaciguar las crestas de las llamaradas sociales que crepitan por todo el país.
Existe un equipo de personajes (analistas) que se dedican a “pensar” en esas
nuevas ideas emblemáticas que oculten o maquillen la dictadura perfecta que
parece venirse a pique.
Por eso
la analogía con el cine. Me parece que existe mucha similitud entre ambas
cosas. Los estudios de producción cinematográfica tienen gente que se dedica a
pensar también en nuevas ideas que les den permanencia, solvencia económica y
buena fama a sus marcas. Tienen actores de todos los géneros, igual que los
partidos políticos. Por ejemplo los estudios tienen el Wéstern (películas de
vaqueros) los partidos también, por ejemplo el PRI tiene en Nayarit un gran
actor de sombrero y caballos, la única diferencia es que generalmente el chico
vaquero de la película es un héroe y no un villano, pero que importa, si al fin
eso se arregla con publicidad, un factor que en ambos mundos es fundamental
para sostener las apariencias. Otra semejanza es que en el género wéstern americano
el máximo exponente es John Wayne (se pronuncia güein) y en nuestro estado el
chico vaquero no es tan “güein”.
Hay más
similitudes entre estudios de cine y partidos y/o gobierno. Por ejemplo los
“Estudios Universal” de Estados Unidos tienen su Parque Jurásico y el PRI
también tiene muchos dinosaurios. La industria cinematográfica norteamericana
cuenta con la imaginación de Steven Spielberg para hacer ciencia ficción y el
gobierno federal tiene a Rosario Robles que ha creado su mundo de fábula en el
que una familia mexicana de cinco integrantes puede cubrir sus necesidades de
alimentación, salud y educación con sesenta pesos diarios. Así que debemos
sentirnos orgullosos de tener en México una señora que supera en imaginación a
Spielberg y a Michael Crichton (escritor de la novela Jurassic Park).
Existen
muchas más coincidencias si seguimos este ejercicio analógico. Por ejemplo, la
industria mexicana del cine tiene películas muy famosas que describen una
sociedad polarizada y el PRI también ha realizado algo similar entre el pueblo:
“Nosotros los pobres” y la clase política: “Ustedes los ricos”. Si le seguimos, aparece la última de esa
trilogía, el cine tiene a “Pepe El Toro” y el PRI tiene a “Pepe Atoles” y al
Toro González Curiel, que si los vemos como pareja pues terminarían siendo “Dos
tipos de cuidado”.
Pero,
dejemos el cine de lado porque resultarían interminables las similitudes entre
éste y la política. Pasemos a otra cosa dejando como un axioma que tanto uno
como la otra son igualmente fantásticos e ilimitados.
Cuando
en el proemio dije que hubo algo que me incitó a usar este espacio para el tema
político, estaba pensando en los hechos relacionados con la nueva visita del
presidente de la república a Tepic. Quizá ya muchos analistas o comunicadores
hayan expresado su opinión en este sentido, pero también es probable que no
haya coincidencia en los puntos de vista.
Hablar
de Peña Nieto ya es algo que se ha vuelto cotidiano. No me refiero a que sea
muy popular en el aspecto positivo del término, sino todo lo contrario. Este
personaje se ha visto envuelto en toda clase de polémicas, la mayoría
reprochables. La Casa Blanca, Ayotzinapa, las reformas estructurales, no poder
mencionar tan sólo los títulos de tres tristes libros (justamente en la Feria
del Libro) y la más reciente, que no la última seguramente, la del plagio
parcial en su tesis profesional de licenciatura.
No
estaré nunca a favor de la ilegalidad. El plagio es una práctica que se aparta
de lo legal y lo ético. Lo grave de esto, además de las repercusiones que debe
causar a la universidad que le concedió su grado académico, es que esta
situación se suma a los elementos que van configurando y ratificando que
nuestro flamante presidente no tiene una auténtica formación profesional. Esa
condición no sería un impedimento para ocupar el máximo puesto político de la
nación ya que la constitución no señala la posesión de un cierto grado escolar
para ello. Lo que sí es verdaderamente reprobable es el factor engaño o la intención
de hacer trampa. Eso ha provocado un
interminable debate nacional, en el que concurren variadas opiniones, desde
ciudadanos comunes hasta reconocidos académicos, escritores y periodistas. La
mayoría de esas opiniones son a favor de que se le retire el título de la
licenciatura en derecho y por ende, la maestría en administración de empresas.
Yo estaría a favor de esa opción. Sería una acción determinante en términos de
rescatar el respeto y la dignidad de los centros educativos y de quienes estudian
y trabajan en ellos, además de una batalla ganada en contra de la impunidad.
Pienso
también que es probable que no suceda nada de ello y todo siga como el anuncio
comercial del whisky Johnny Walker (y sigue tan campante). Al menos eso parece
pensar el vapuleado mandatario si nos basamos en su alegre y desenfadada
actitud tomándose la foto (selfie) con algunos asistentes al congreso nacional de
campesinos efectuado en esta capital nayarita.
A
propósito de este evento multitudinario, al que no quiero cuestionar porque a
lo mejor sí asistieron algunos campesinos. En mi opinión, no es una
coincidencia de que se realice ahora y aquí. Es el destape de la candidatura
del senador Manuel Cota. La presencia de EPN en Tepic con buena parte de su
gabinete y operadores políticos de todos los estados es el mensaje contundente
de que el líder de la CNC será (o es ya) el abanderado tricolor. El apoyo
prometido al campo es la bandera de la campaña. El gobierno federal soltará una
inmensa cantidad de millones para intentar conservar el poder en Nayarit y
cubrirle la espalda a Roberto Sandoval. Obviamente que la ciudadanía dirá la
última palabra.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.