LA GUILLOTINA
LIC. JAVIER DURÁN
MI PADRE ES CULPABLE
5 de cada 10 hogares
sufren el fenómeno del padre ausente. Este fenómeno social afecta
emocionalmente y marca de por vida a niños y niñas que lo padecen y pese a eso,
es el mismo gobierno el encargado de patrocinar este tipo de acontecimientos al
permitir y legalizar el matrimonio igualitario.
En una escuela primaria
de Nayarit, la que usted me diga, hay cientos de niños y niñas que tienen
varios tipos de problemas por vivir en hogares monoparentales.
Las causas por la que
estos niños y niñas viven solamente con su madre pueden ser variadas. Tal vez
fueron concebidos fuera del matrimonio, los padres pudieron haberse divorciado
o bien se separaron por alguna razón justificada o no, también porque el padre
pudo haber fallecido, etc.
El caso es que todos
los días hay pequeños e incluso, adolescentes y jóvenes que sufren a causa de
este abandono por parte de la figura paterna. Y es que por mucho tiempo
solamente se le dio importancia al papel de la madre dentro del seno familiar,
pero la figura del padre ha empezado a tener un poco más de consideración y ya
hasta se han hechos estudios en donde se ha llegado a la conclusión que la
figura paterna es de mucha más importancia en la educación de los hijos que lo
que habíamos imaginado.
Uno de los datos duros
que arrojó el Censo de Población y Vivienda 2010, nos indica que “la cifra de
padres ausentes en las familias mexicanas ha ido modificándose: en 1995,
carecía de este integrante de la familia el 35% de los hogares; para 2008, el
porcentaje aumentó a 41.5% por ciento. Para 2015 esta cifra se calcula cercana
al 47 por ciento”.
Por eso mismo es que el
día del padre no es celebrado con la misma emotividad que el día de las madres.
Porque, aunque hay madres malas, los hombres les ganamos en número con respecto
a portarnos mal y dejar abandonados a nuestros hijos.
Un niño le dice a mi
esposa que es maestra: “maestra, porqué será que mi papá no me quiere. Nos
abandonó desde que yo era muy chiquito y nunca llega a visitarnos”.
Una investigación
actual “muestra que los niños que viven con sus padres biológicos tienen un
mejor estilo de vida en comparación con los niños que viven ya sea solo con su
madre o quienes tienen padrastro (Coleman, Ganong y Fine, 2000). Los resultados
positivos son multidimensionales y se reflejan en el desarrollo social, emocional
y cognitivo. Los hijos de padres que cuidan y se preocupan por ellos, tienen
mayor coeficiente intelectual con mejores capacidades lingüísticas y
habilidades verbales, así como mejores resultados en la educación. Estos
beneficios se extienden a la adolescencia y la edad adulta (Rosenberg y Wilcox
(2006)”.
¿Pero qué pasa con las
personas que crecen en hogares donde hace falta la figura paterna?
Según algunos estudios,
esto es lo que pasa en los hijos que viven en una familia monoparental:
1.- Muestran desajustes
psicológicos, bajo rendimiento académico y mal comportamiento, depresión,
comportamiento antisocial (impulsivo / hiperactivo) y dificultades para
establecer y mantener relaciones cercanas, sobre todo con los hombres. (Amato,
2005; Coleman, Ganong, Fine, 2000; Lamb, 1996).
2.- Los niños sin la
presencia de su padre biológico tienen mayor probabilidad de ser pobres, tener
un hijo fuera del matrimonio (Park 2003), y una tendencia a experimentar la
pubertad a una edad más temprana "(Deardorff, Ekwaru, Kushi, Ellis,
Greenspan, Mirabedi, Landaerde. Hiatt, 2010).
3.- Los hijos que viven
en una familia monoparental con desventajas socioeconómicas, son más propensos
a ser ociosos, a tener un estatus ocupacional más bajo (Amato, 2005; Chouhy
s/f), tienen más probabilidades de convertirse en padres adolescentes, de ser
arrestados, y estar desempleados por largos períodos, involucrarse en
delincuencia juvenil (Berlin, 2004), a manifestar baja autoestima y manifestar
problemas de comportamiento (The Marantha Community,2008).
4.- El desarrollo
intelectual y social de los niños de un solo padre, puede verse afectado
negativamente un poco o más que el de las niñas que viven en un hogar
monoparental (Barajas, 2001).
Existen muchas
conductas que se derivan de la ausencia de un padre en el hogar, pero aquí lo
importante es que tomemos conciencia del mal que estamos haciendo al ser padres
desobligados. No deben “pagar justos por pecadores”, por lo que, si usted como
hombre no puede convivir con la mamá de sus hijos, no se olvide de su
descendiente. Búsquelo, pase tiempo de calidad con ellos y de esa manera iremos
mejorando la moral de nuestra sociedad.
Mi correo: guillotinakora@yahoo.com.mx