JOSÉ MANUEL
ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
Tepic, Nay;
ago 26.- Continúa la efervescencia a nivel nacional
por la dichosa reforma energética que, según dicen los pregoneros del
presidente (léase diputados, senadores, medios de comunicación vendidos y muchos
otros empleados) no es privatizadora solo “reformadora” además de generosa
(para sus cuates, claro).
Comenté en mi colaboración anterior que este tema
tiene mucha tela de donde cortar, pero también es cierto que no me resulta muy
atractivo seguir hablando de algo que desgraciadamente no tiene vuelta de hoja.
Digo lo anterior sin intentar sumergirme en un pesimismo agorero y conformista
sino porque cada vez queda más claro que “nuestros” representantes populares,
sean del partido que sean, siguen llevando agua a su molino, apoyando sus
intereses personales y a los grupos hegemónicos, políticos y económicos, que
reparten el pastel en Nayarit y en México. Estos especímenes de la privilegiada
clase política pocas veces regresan a resolver los problemas de sus electores y
en muchos de los casos, una vez ungidos, ni siquiera voltean a verlos. No considero
necesario aclarar que afortunadamente siempre existen muy honrosas aunque contadas
excepciones. Pero déjenme decirles que si menciono las desleales y cínicas actitudes
de estos individuos, que se han convertido en el prototipo del político actual,
es sólo porque ya empiezan a moverse con mayor frecuencia e intensidad los
engranajes del aparato electoral de los diversos partidos políticos que hace poco
menos de año y medio me daban la impresión de estar oxidados, olvidados de la
mano de Dios.
Estimados lectores, me cuesta trabajo explicarles
que tipo de sensación tengo en el estómago, creo que es algo así como náuseas,
si algo así, una especie de justificada repulsión, tan sólo de pensar en el
próximo advenimiento de las odiosas campañas políticas. Muchos de los
protagonistas de las anteriores campañas electorales, presidentes municipales
principalmente, aún no terminan de desembarazarse de los graves conflictos, sobre
todo laborales, que ellos mismos crearon o acrecentaron en sus feudos y ya
están puliendo sus sonrisas para buscar nuevos cargos de elección popular, vaya
cinismo (en el caso del Toro creo que difícilmente terminará de desembarazarse).
¿No creen?
Lo que más me indigna es que parece no haber
remedio para esto. Próximamente, ya en el 2014, tendremos que soportar de nuevo
las andanadas de publicidad a través de la televisión, frecuencias radiofónicas,
redes sociales, casa por casa, eventos, perifoneo, volantes, mantas y un sinfín
de novedosas formas de venderte la imagen de alguien con la idea de que ha
llegado el verdadero redentor, con sofisticados trucos de mercadotecnia que te
presentan como mesías a un sujeto que tan sólo unos días atrás ni te saludaba,
o al paladín de la justicia que con una límpida trayectoria (que solamente el
conoce) te va a resolver los añejos problemas del agua potable, drenajes,
calles destrozadas, alumbrado, pésimos servicios de salud y otros, en tan sólo
quince minutos.
No amigo lector, ya basta de esos falsos profetas
de la política oportunista que en campaña se sirven de las organizaciones
sindicales y las redes de trabajadores, basta ya de aquellos que abrazan con
hipocresía y una vez obtenido el apoyo incondicional que se traduce en un
venero inagotable de sufragios, una vez conquistada la plaza, alcanzada la meta,
asumido el poder, con una ceguera inconcebible desconoce a su pueblo, a la
multitud que lo vitoreó, sobreviene la etapa de la indiferencia que se
justifica por el pretexto más o menos lógico del acomodo y la limpieza de la
casa, pero tristemente la indiferencia y el disimulo se transforman en
rivalidad y hostigamiento, hasta llegar al inusitado e irracional momento de
tinte animal, salvaje e ingrato, cuando el perro muerde la mano que le dio de
comer.
Me molesta sobremanera que esos políticos de
pacotilla, vean al pueblo con desdén, sin comprender que es la causa primordial
a la que deben de comprometer sus esfuerzos y su nobleza, me irrita que siempre
intenten burlar la buena voluntad de las personas que se adhieren a sus
fingidos proyectos sociales, buscando inútilmente solución a sus necesidades básicas
y a sus más sentidas demandas.
Por esa razón estoy escribiendo estas líneas para
ti amigo lector, necesitaba decírselo a alguien de confianza, son cosas que se
llevan en el interior y lastiman el alma pero fortalecen la conciencia de clase,
son pedazos de nubes negras condensadas en la memoria histórica del individuo y
el todo. Espero que en las oportunidades venideras la ciudadanía active el chip
de la memoria y no permita que esas nefastas historias de crueldad política en
contra de los trabajadores del pueblo, vuelvan a repetirse.
En todas partes se cuecen habas, dice el viejo
refrán como forma de ilustrar que lo comentado puede suceder en cualquier otra
latitud o jurisdicción. Nada más oportuno y adecuado que este refrán para
indicar que el síndrome de la “Amnesia Post Electoral” es una enfermedad que puede
afectar a cualquiera de los que asumieron cargos de elección popular, sea en la
jurisdicción federal, estatal o municipal. Sin intención regresé al inicio, el
SUTSEM apoyó a Peña Nieto y éste enjaretó la insidiosa Reforma Laboral y las
que faltan; apoyó al Toro y este muy mamífero artiodáctilo corneó la mano amiga
y traicionó a los trabajadores; apoyó incondicionalmente a Roberto Sandoval y a
estas alturas parece haber serios problemas con la firma del aumento y las
prestaciones consagradas en el convenio colectivo laboral, tengo mis dudas pero.
¿Será también ésta una historia manipulada por el alma en pena de Judas
Iscariote? Esperemos por el bien de todos que no sea así. Pero al final de
cuentas, esto es como el cuento de nunca acabar,
MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.- COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com