Decía,
en mi artículo anterior, que el “Bronco” se había quedado rezagado en su
intento de aparecer en la boleta de la elección presidencial, y que ni siquiera
llegó a “Pony”. Evidentemente, que dicho texto lo escribí unos días antes de
que el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF), lo hiciera de nuevo, darle la contra al Instituto Nacional
Electoral (INE). ¿Es realmente una sorpresa esa decisión? Para mí, y para
muchas otras personas, no lo es tanto, considerando los antecedentes de estas
diferencias entre dichas dependencias. Es sólo que habíamos percibido un asomo
de justicia y verticalidad en el tratamiento de los asuntos electorales por
parte del INE, al menos yo creí que se estaba haciendo un esfuerzo por
recuperar la credibilidad perdida desde hace tiempo.
Mi percepción de las cosas era que, existía una propensión inducida por el propio
sistema de poder, para manipular las candidaturas independientes hacia la
pulverización del voto y, sobre todo, a impulsar una campaña anti-AMLO, operada
principalmente a través de la figura del “Bronco”, cuyas simpatías “naturales”
de norteño desenfadado y “dicharachero”
(un mini Fox, pues) propiciara una disminución de votos para el tabasqueño, en
la zona del Noreste de México. Esta estrategia abonaría fuertemente a los
golpes mediáticos, en el marco de la guerra sucia, que servirían de
distractores para beneficiar a los otros candidatos, principalmente a Meade.
¿Por
qué decidí hacer esta especie de aclaración o continuación de mi comentario
anterior? Sencillamente porque hubo
preguntas directas en ese sentido. Porque recibí la inquietud de algunos lectores,
circunstancia que me hizo sentir la obligación moral de puntualizar ese asunto.
Veo
dos situaciones preeminentes en este caso. Por un lado, un esbozo de lo que
pudiera ocurrir, de mantenerse las actuales tendencias electorales que
favorecen a MORENA, hasta la fecha de la elección. Es decir, que pudiera el INE
reconocer el triunfo de Andrés Manuel, y luego venir el TEPJF, a realizar su
“trabajo” para el que ha sido contratado una vez más, y, mediante un pase
mágico borrar de un plumazo lo que haya dictaminado el primero; y por otro
lado, veo a los que detentan el poder, aterrorizados ante la inminencia de una
derrota electoral. Es decir, en un principio, consideraron que no sería
necesaria la participación de los independientes, principalmente del “Bronco”.
Que bastaría con el vapuleo normal de
los candidatos “principales” y el auspicio de las herramientas y recursos del
sistema para disminuir y desacreditar a su “enemigo número uno”. Pero, después
de quince días de campaña oficial, se dan cuenta que ninguno de esos candidatos
levanta, y echan mano de un recurso ya considerado para ello, el desacreditado
Tribunal Electoral quien tiene que actuar, con cierta maestría, esa parte del
libreto de la comedia política.
Considerando
lo anterior y el hecho irrefutable que en México estamos acostumbrados a ver
cualquier tipo de suceso sin inmutarnos, debemos esperar sorpresas de mayor
envergadura que la que acabamos de atestiguar. Debemos estar conscientes que a
estas alturas, consumido apenas el primer sexto de la duración de las campañas,
nos faltan muchas cosas más por presenciar, seguramente con el carácter de
inverosímiles. Prepárense a mirar y escuchar cualquier tipo de suceso, desde
melodramático hasta chusco, ya que, es ampliamente conocido, que en nuestro
país, se usan las fórmulas más acabadas de la alquimia política. Y cuando digo
esto, me refiero a que es la hora de las maravillas, el gran momento de la
magia suprema, de la transmutación y el encantamiento.
Las
pócimas del poder y el hechizo de la política transformarán a los ogros
panzones y horrorosos, en bellos mancebos con majestuosas e inmaculadas cabalgaduras.
Auténticos príncipes, que darán la vida por la felicidad de su “súbditos”. En
esta época de sortilegio, los gusanos se convierten en mariposas policromadas
que vuelan con suavidad y elegancia. Los repugnantes murciélagos que,
sistemáticamente chupan la sangre al pueblo, hoy se truecan en albas palomas de
la paz y la concordia.
Dicho
lo anterior, es tiempo de armarse de valor y de paciencia, porque el bombardeo apenas
comienza y las cartas bajo la manga y los comodines que tienen los políticos, aparecerán
en el momento justo. No debemos sorprendernos por nada, ni por las cosas que se
dicen, ni por las que vemos en la televisión o en las redes sociales. Hay
anuncios de todo tipo, los que intentan ser formales, muy serios, y terminan
siendo una triste parodia. Incluso los que arrojan resultados completamente
contrarios a los que se buscan, pero pues es el mundo de la mercadotecnia. Se
entiende eso, porque finalmente las campañas políticas son intentos de venderte
una mercancía, por inútil que ésta pueda ser, por no decir que perniciosa.
Existe de todo y habrá más. Entre las más ridículas, al menos a mí me lo
parece, es esa de Juan Zepeda y Ricardo Anaya, en la que simulan que éste
último es de la “misma banda” que el rockero de “Neza York” y hasta se avientan
un “palomazo”, con el güerito al teclado. No manchen, cómo se les ocurre
“vender” la imagen de Anaya como gente banda, si no puede con esa fachada de
“juniorcito” que se le escurre y se le
asoma por todos los poros de su cuerpo.
En
fin, los invito a disfrutar las nuevas aventuras de los “Transformers”. A estar
atentos y no sorprenderse porque el vecino “sangrón” que jamás te saludó en su
vida, no obstante vivir a media cuadra de tu casa, hoy, que quiere ser
diputado, te sonría y te llame hermano. Tengan paciencia cuando el candidato
más corrupto de todos, hoy expíe sus culpas, se flagele en nombre de su partido
y prometa solemnemente adoptar el “De Calcuta” como su segundo apellido. No se
espanten cuando de pronto un “muñequito de pastel” insignificante y modosito,
quiera curtir un poco su láctea tez visitando a un grupo de albañiles en pleno
“vaciado” o incluso un poco después, en la “tertulia caguamera”, que es el
epílogo, la cereza del pastel de la jornada laboral en la industria del cemento
y del adobe.
Nada
es imposible para estos personajes tránsfugos de la “Divina Comedia”. Sólo, de
nuevo, recordarle que es mejor que mantenga la calma y la frialdad de
pensamiento, usted tendrá su gran oportunidad de cobrar facturas en el momento
propicio. No se deje seducir por el siseo hipnotizador de un mensaje viperino.
Recuerde que, la mayoría de las veces, las campañas son sólo un desfile de máscaras, una
parafernalia pasajera, un espejismo, una ilusión.
Si
llegan los candidatos ante usted y su familia y le dan regalos, objetos que le
son útiles, tómelos con confianza, primero, porque se pagan con dinero del
erario, por tanto, en parte es dinero suyo, y segundo porque finalmente sólo
son carnadas para atraer el voto. Usted tome todas las carnadas que le
ofrezcan, nada más siempre recuerde: ¡No morder el anzuelo!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.