jueves, 25 de octubre de 2018

¿Vecinos Invasores?



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



¿Vecinos Invasores?



Me resultó impresionante ver las imágenes de los miles de migrantes hondureños cruzando la frontera Guatemala-México después de derribar la valla que administra el acceso migratorio de ese vecino país del sur hacia el nuestro.

Cuando digo impresionante, me estoy refiriendo al efecto visual y emocional de ver esa inmensa caravana moverse lentamente como una oruga en busca de refugio para su metamorfosis. Me pareció extraordinario ver entre el contingente, ancianos, niños y mujeres embarazadas. Resultaba evidente que la fortaleza o vigor de esa multitud la representaban muchos jóvenes que se movían ágiles y determinados, pero se apreciaban también muchos niños dormidos o enfermos en brazos de hombres y mujeres afligidos por la incertidumbre de su situación.

Por supuesto que este inusitado asunto, causa muchas reacciones entre los mexicanos y agiliza, igualmente, la opinión de muchos ciudadanos de otros países. Algunas opiniones son favorables y otras no tanto. Cómo todos los sucesos que resultan extraordinarios o inusuales, el de los hermanos hondureños no es la excepción. La primera impresión de los mexicanos es de sorpresa  y de incredulidad. La mayoría de nosotros aún no entendemos ni estamos conscientes de la gravedad de los problemas que genera la pobreza. Aún no aprendemos a descifrar las líneas de expresión del rostro cetrino de ese mal de los pueblos.  

Muchos mexicanos, a pesar de que en nuestro país vemos muestras recurrentes de ese flagelo social que se llama pobreza, aun no somos conscientes de que ésta es una especie de herrumbre que se va extendiendo, silenciosa, disimulada, por debajo de las plantas de nuestros pies. Quizá muchos no imaginamos los alcances emocionales de la desesperación de no tener seguro el alimento de hoy, mucho menos si se trata de alimentar los estómagos vacíos de los niños, peor si algunos de ellos son tus hijos.

La génesis del problema migratorio es de carácter estructural y tiene muchas aristas en su contenido y en su interpretación. Siempre se encuentra relacionado con la falta de oportunidades de trabajo, la búsqueda del desarrollo, mejores condiciones de vida y las más legítimas aspiraciones a vivir feliz. Digamos que ese sería el panorama “normal” o tradicional para decirlo de alguna manera coloquial entendible. Cuando una persona o un grupo de ellas, deciden salir de su país y se dirigen a otro porque esperan encontrar condiciones mejores, esas que mencioné en líneas anteriores. Sea de la forma que sea, pero elaboran un plan, una estrategia de viaje, de ruta hacia el sueño y se preparan para ello. Es aún más crítico cuando, además de la carencia de empleo, servicios sociales y satisfactores, tu vida y la de tu familia es amenazada por la violencia ligada a la delincuencia, sea la privada, representada por el crimen organizado, el narcotráfico o las temibles pandillas centroamericanas o la pública, los políticos enquistados en los gobiernos corruptos y autoritarios, que matan de hambre y con balas a sus pueblos.

Me parece que más que una migración programada, esta “invasión” forzada de los vecinos hondureños, es un éxodo obligado por la cruel necesidad, la pobreza y el miedo. La idea de este comentario, además de la importancia social y política que tiene per se, nació de leer en una publicación de redes sociales, comentarios racistas, xenofóbicos, humillantes, inhumanos y hasta crueles. Me dio tristeza ver el desprecio de muchos mexicanos a los hondureños en desgracia. No estoy de acuerdo en ninguna de las circunstancias con el uso de la violencia. No estoy de acuerdo en que en que hayan usado la fuerza para eliminar las contenciones de las líneas fronterizas ni tampoco con el uso de la fuerza públicas del gobierno mexicano para someter a ese “amorfo ejército” en el que, además de los hombres, militan  niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.

Esas acciones contradicen el histórico espíritu de hermandad latinoamericana del pueblo mexicano. El hecho de actuar de manera drástica con la fuerza del poder, en contra de los migrantes hondureños, nos pone  en evidencia ante el mundo y justifica de algún modo la política racista de Donald Trump.
No es posible que nuestro gobierno esté ejerciendo contra nuestros hermanos del sur, las mismas acciones que nosotros criticamos del gobierno del norte. Duele ver tanta incongruencia en nuestros paisanos. Me aterra ver esos comentarios tan crueles en contra de nuestros vecinos centroamericanos. Me resulta increíble que no exista un dejo de conmiseración al ver correr desprotegidos a madres y padres abrazando a sus hijos pequeños, tratando de protegerlos de los golpes físicos y emocionales que ponen en grave peligro su integridad. ¡Qué falta de humanidad! Es vergonzoso ser testigos de esas escenas.

Más allá de las situaciones económicas difíciles de México, de la carencia de empleos y del deterioro patrimonial generado por el saqueo recurrente y continuo de los gobiernos capitalistas, siempre existen opciones para activar un protocolo de refugio y asistencia temporal o definitiva, según sea el caso, para los extranjeros que lo soliciten y sobre todo que lo necesiten. Históricamente se ha visto ese fenómeno en distintos pasajes de la historia de nuestro país. Se dio asilo a los españoles que sufrieron la dictadura franquista en España, la chilena de Pinochet, a los judíos, entre los que recuerdo de momento.

En resumen, estoy en desacuerdo con esas opiniones racistas y xenofóbicas de muchos mexicanos en las redes sociales, estoy en contra de la brutal represión del actual gobierno federal en contra de los hermanos hondureños y de otros que solicitaren la protección de un gobierno vecino, para huir de la violencia y la violación de sus derechos humanos. Hay más opciones que ese agresivo sometimiento. Lo razonable sería buscar soluciones pacíficas y diplomáticas. Buscar en las leyes y tratados internacionales. Recuerdo de momento, por ejemplo, la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria”, que en su artículo trece a la letra dice: “La condición de refugiado se reconocerá a todo extranjero que se encuentre en territorio nacional, bajo alguno de los siguientes supuestos:

II. Que ha huido de su país de origen, porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por violencia generalizada, agresión extranjera, conflictos internos, violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público”. Creo que tan sólo con el supuesto dos de este artículo, se pueden visualizar varias opciones viables, adaptables, para resolver de manera más humanitaria este grave episodio de la historia latinoamericana reciente. Esperemos que este asunto llegue a buen puerto, por el bien de todos.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

Todo un Éxito la Presentación de Rancho La Misión en la “Expo-Ganadera de Jalisco 2018”


ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita

Tlaquepaque, Jal.-  Todo un exitazo resultó la presentación de los toros bárbaros de “Rancho La Misión” de Hugo Figueroa en el marco de la tradicional “Expo-Ganadera De Jalisco”, volcándose el público al lienzo charro de la misma de tal forma que el lugar registró sobrecupo.

Así es, esta prestigiosa ganadería del estado de Guerrero, hoy por hoy de las más cotizadas y espectaculares de nuestro país, hizo de su primera actuación en la “Expo-Ganadera de Jalisco” en su edición 2018 toda una fiesta, correspondiendo con creces la preferencia de la gente brindándole un espectáculo de primerísima calidad.

En el espectáculo de jaripeo que exhibieron, ya venían pactadas algunas montas con etiqueta de duelo las cuales se dirimieron en el anillo de fuego, dejando al público boquiabierto y aplaudiendo de pie.

Algunos de estos duelos son el de El Gallito de Morelia con el toro llamado “Vallartazo”, El Niño rebelde con el “Optimus”, Violento de Jalisco con “El Terremoto”, Gary de Colima con el toro llamado “Viaje a Las Estrellas”, Rayito de la Tenencia con el “Starbucks” y la actuación especial del jinete apodado “La Motosierra”. Aunque estos fueron los duelos que ya venían de cajón, hubo otros jinetes para otros hermosos pero fieros ejemplares del “Rancho La Misión” de los cuales ninguno defraudó al público.

En el aspecto musical para los sones que acompañaron al espectacular jaripeo y para el bailongo, estuvieron la banda San Miguel, Los Tres Grandes de la tambora y la Bandota de Guanajuato.

La fiesta y pasiones, así como la gran convocatoria de los toros bárbaros de “Rancho La Misión” de Hugo Figueroa, no pasaron desapercibidos para los inspectores del ayuntamiento de Tlaquepaque, Jalisco quienes apercibieron a los organizadores con senda multa a lo que tanto ellos como Hugo Figueroa tomaron como gajes del oficio explicando que ahí lo importante que al público asistente le gustó el espectáculo y salieron contentos.