De lo
que más se escuchan y se leen comentarios hoy es acerca de los resultados de la
consulta popular realizada el domingo primero de agosto del año actual. Aunque
considero que no es muy necesario precisar de qué consulta se trata lo diré
para no alejarnos del contexto. Me refiero a la consulta popular nacional que
se resume en responder sí o no al enjuiciamiento de los expresidentes corruptos
que saquearon y sangraron literalmente a nuestro país.
Me
sentiría mejor si la participación hubiese sido copiosa y no tan reducida como
resultó y que, más allá del resultado que aparentemente se reduce a un sí o un
no, se aprovechara y se comprendiera la importancia que tienen estos ejercicios
de la democracia participativa, que han funcionado bien en muchas latitudes y
que forman parte, pese a que se desconozca, de las prerrogativas que nos
concede la constitución. Las consultas populares derivan de la Ley Federal de
Consulta Popular y ésta, a su vez, del artículo 35, fracción VIII de nuestra
constitución nacional. Es sin duda un tema difícil de desmenuzar sin caer en
algunas de las posiciones que popularmente se suelen manejar, que si estar a
favor de la consulta eres chairo y si en contra eres prianista o neoliberal.
Intentaré dejar mi comentario de una forma objetiva, imparcial, buscando la
claridad informativa, respaldado en la credibilidad que ustedes, mis amables
lectores, me han otorgado a través de diez años de ejercicio periodístico.
La
trascendencia de esta consulta como tal está fuera de toda duda, al menos es de
dominio público que un gran porcentaje de la ciudadanía electoral mexicana
desea que se haga justicia en relación con los abusos y los hechos de
corrupción e impunidad cometidos en varios sexenios anteriores. El problema es
la forma en que se ha entendido la situación por parte de algunos sectores de
la población y en la confusión creada en torno al sentir que es innecesario
preguntar si se aplica o no la ley. Es en ese sentido en donde yo encontré
mayor resistencia de los ciudadanos para votar en esta consulta. Debo decir
también que existió un abundante manejo mediático por parte de los grupos a los
que no convenía una abundante votación popular. Esos fueron los elementos
principales que se usaron en contra: «La ley no se consulta, se aplica», «Para
que gastar 500 millones en eso, mejor usarlo en otras cosas» «La pregunta que
redactó Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece una cantinfleada». Desde mi punto de vista, se está desperdiciando la
primera gran oportunidad de usar ese derecho constitucional que tenemos de la
consulta. Será difícil ver de nuevo que un presidente solicite una consulta de
esta manera, mucho menos que sean las cámaras quienes lancen una iniciativa de
esas (se necesita el treinta y tres por ciento al menos de cualquiera de las
cámaras del poder legislativo) o tal la ciudadanía con al menos el dos por
ciento de la lista nominal de electores.
Ante
esas situaciones, se me ocurre preguntar ¿Qué hay de malo en que opinemos
acerca de ese tema? Si ya es factible el interés del ejecutivo de iniciar una
investigación sobre ese asunto ¿Qué tiene de inconveniente que la gran mayoría
del padrón hubiese apoyado esa iniciativa? Yo creo que es muy positivo exhibir
el poder ciudadano mediante el uso de las urnas, es un recordatorio de que
existe el artículo 39 constitucional también, el que indica que: “La soberanía
nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público
dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en
todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su
gobierno”. Esa es la fuerza que tiene el pueblo, y la consulta es uno de los
mecanismos democráticos que se pueden usar a favor. Es curioso que en algunos
países desearan que se les preguntara algo, pero jamás son tomados en cuenta,
acá nos preguntan y no contestamos. La segunda situación es, que el dinero que
se invierte (bien aplicado el término cuándo el electorado lo entiende) no es
dinero emergente sino que está plenamente considerado para emplearse precisamente
en ese rubro, dentro de los presupuestos millonarios que recibe el Instituto
Nacional Electoral (INE) y, por otro lado, aunque suena un poco ilusorio,
serían como una gota en el océano comparado con los billones y billones de
dólares que se robaron los susodichos que hoy aplauden y agradecen que siga
funcionando la ignorancia de esos temas por parte de la ciudadanía. Respecto, al
último de los elementos en mención, sólo recordar que la pregunta no la redactó
AMLO, sino la Suprema Corte de Justicia (SCJN). La propuesta original de AMLO
era más clara pero fue modificada por la SCJN, por razones de constitucionalidad. La pregunta original
era: ¿Está de acuerdo o no con que las
autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables,
investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte
de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León,
Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes,
durante y después de sus respectivas gestiones?, después de ver cómo quedó,
saque usted sus propias conclusiones.
Mi
experiencia personal respecto al asunto del sufragio, fue la siguiente: Como a
las cuatro de la tarde aproximadamente asistí a la mesa que me asignaron.
Aunque es una colonia no muy lejana a mi domicilio tuve que usar mi vehículo
para ir. Había poca asistencia para los cuatro módulos de votación organizados
por apellidos, pero estaban llegando frecuentemente pequeños grupos de personas
a votar. Fue muy fácil la manera de hacerlo. Sólo entregabas la credencial, te
buscaban en un listado y al encontrarte te otorgaban la boleta con la
mencionada y cuestionada pregunta. Posteriormente metías la papeleta a una de
las urnas transparentes que estaban ahí para el efecto. En el tiempo que estuve
ahí, la mitad de las personas que vi llegar tuvieron problemas para votar y
fueron remitidas a otra mesa electoral cuya ubicación no alcancé a verificar.
Lo cierto es que en mi colonia hubo muchísimos vecinos, sobre todo adultos
mayores, que desistieron de votar porque no hubo una casilla relativamente
cercana para ellos.
En fin,
sobre el tema hay muchísimo más que se puede comentar, pero el espacio ya se
agotó. Esperemos que los que estaban preocupados (los justiciables) y hoy mismo
se carcajean, se mofan y atacan al presidente y creen que le vieron la cara de menso al pueblo por esta jugada o
escaramuza ganada, de una u otra
forma reciban su merecido. Que más temprano que tarde, con consulta o sin
consulta, sean llevados ante la justicia y paguen por sus crímenes, si ya
tienen acopiadas y organizadas las pruebas fehacientes de sus fechorías.
Mientras, pueden seguir sonriendo y disfrutando de sus fortunas mal habidas.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA
SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com
.- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C