IGLESIA: OTRO CASO DE VIOLACIÓN
INFANTIL
Cada
vez son más frecuentes los casos de violaciones a infantes por parte de
representantes de la iglesia católica que salen a la luz pública. Es lamentable. Los sacerdotes son de varios países y aquí en
México no es la excepción.
El
caso más reciente tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de la capital
oaxaqueña, hace unos días, cuando el joven
catequista Lenin Moisés López, denunció por abuso sexual a Carlos Franco
López Méndez, sacerdote que fue detenido y encarcelado sólo pos unos días en un
Centro de Readaptación Social.
Obtuvo un
auto de libertad; el juez consideró que no había “pruebas suficientes”. El
sacerdote decidió dar una conferencia de prensa para anunciar su liberación y
su presunta inocencia y mientras ésta se realizaba, Lenin Moisés llegó al lugar
y lo encaró, gritándole frente a los medios que se encontraban ahí reunidos:
“¡Violador! ¡Tú me violaste!”.
Familiares y
feligreses que acompañaron a la presunta víctima se colocaron detrás del sacerdote,
mientras mostraban pancartas y respaldaban a Lenin en los reclamos de justicia.
“¡Pinche violador!” y “¡Pervertido!” fueron algunos de los gritos lanzados al
sacerdote. Ante la tensión y los empujones, Carlos Franco López salió
huyendo de la conferencia.
De acuerdo
con la versión del joven de 19 años, el abuso sucedió el pasado 25 de
marzo, en plena conmemoración de Semana Santa pues, habiendo terminado
tarde los preparativos del viacrucis del viernes, tuvo que permanecer en la
Iglesia y, por la noche, fue emborrachado y violado por el sacerdote.
Laura
Antonio Zaragoza, coordinadora de Proceso Evangelizador de Catedral, dijo haber
sido testigo de los hechos y haber encontrado a Lenin en el cuarto de la
iglesia con los pantalones abajo, sin camisa y rasgos de violencia. Añadió
que Lenin se encontraba en estado inconsciente y era incapaz de coordinar. “Vimos que el padre estaba ahí, pero él
declaró otra cosa”. Algunos de los
acompañantes de Lenin afirmaron que el párroco contrataba a hombres jóvenes para
hacer servicio en la iglesia y que tenía el hábito de tomar.
Lenin Moisés
lamentó la decisión del Juez y la corrupción en el sistema de justicia, afirmó
que continuará con la demanda hasta que Carlos Franco López no vuelva a estar
al frente de ninguna iglesia. El joven también aseguró que cuenta con
mensajes de texto que el presunto violador le envió después de atacarlo. Acusó
al arzobispado de negarle las pruebas y los videos de las cámaras de seguridad
de la Catedral. “No los quieren sacar a la luz porque ahí está todo, hay
evidencias que en ese curato entraban y salían jóvenes a altas horas de la
noche”.
Este caso de
Lenin agudiza la crisis que atraviesa la Iglesia Católica en Oaxaca, por varias
acusaciones de violación y pederastia. Distintas voces, como la del
reconocido sacerdote y activista social Alejandro Solalinde, han pedido la
renuncia del actual Arzobispo, José Luis Chávez Botello, por encubrir los
delitos sexuales de sacerdotes.
El Vaticano
ha condenado la pedofilia y reconocido los casos que han llevado al escándalo
por esta causa en los últimos años. El
máximo jerarca católico ha reconocido la actuación "insuficiente" del Vaticano hacia
los casos de pedofilia denunciados y reconoció que se trató de actos criminales
que dañaron a las víctimas y han dañado la imagen de la Iglesia en el mundo;
actos por los cuales los sacerdotes "deberán responder —dijo el papa— ante
Dios y los tribunales debidamente constituidos".
LOS MENORES ¿DESEAN LOS ABUSOS?
Luego de
comparar la homosexualidad con la pederastia, el obispo de Tenerife, en España,
Bernardo Álvarez Afonso recibió duras críticas; dijo que hay menores que desean
y provocan los abusos sexuales. "Sólo un 6% de los homosexuales se deben a
cuestiones biológicas; no hay que confundir la homosexualidad como necesidad
existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona
practica, como podría practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la
novedad, una forma de sexualidad distinta", afirmó el sacerdote español.
Durante una
conferencia de prensa, la periodista Laura Docampo le interrumpe: "La
diferencia entre una relación homosexual y un abuso está clara", a lo que
el obispo responde: "Por supuesto, pero ¿por qué el abusador de menores es
enfermo?".
La
periodista replica: "Un abuso es una relación no consentida". Y el
obispo: "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay.
Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y,
además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la
sexualidad es algo más complejo de lo que parece".
Ante estas
declaraciones, el vicario general del obispado, Antonio Pérez, intentó matizar:
"El obispo en sus palabras no pretende justificar ni comprender un
fenómeno absolutamente rechazable como es el abuso de menores".
Por su
parte, el secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, calificó
estas declaraciones como "impropias e irresponsables" y las vinculó a
"una línea integrista", que "debe haber sorprendido a los
propios feligreses católicos". Zerolo aseguró que Álvarez "busca
notoriedad con una clara intencionalidad política", que vinculó a la
cercanía de la manifestación prevista en Madrid por la defensa de la familia
tradicional. "Si Dios existe, tendría que estar llorando ante estas
declaraciones", concluyó el defensor de los derechos de los gays.
La comunidad
homosexual en Canarias reaccionó con indignación. Los colectivos Algarabía,
Altihay, Gamá y su grupo Diálogo Cristiano y Lánzate emitieron un comunicado
conjunto en el que lamentan "el tono y contenido del mensaje", que
"representa las posturas más retrógradas de la Iglesia católica y alejadas
de los valores de nuestra sociedad". Estos grupos advierten del error de vincular
la homosexualidad con una enfermedad, "de la misma forma que en la
actualidad nadie en su sano juicio defendería teorías del pasado como la
supremacía de la raza blanca, del hombre sobre la mujer o la inconveniencia de
los matrimonios interraciales".
Todos
argumentos defendidos en otros tiempos por la Iglesia y sobre los que ha sabido
modificar su discurso.
Lamentable,
insistimos, que estos hechos se registren en un lugar inimaginable, cuyos
presuntos autores de estos abusos son quienes deben ‘predicar con el ejemplo’,
¿no lo cree así usted, amable lector?
** MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
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