JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Las secuelas de Willa"
Pasaron
varios días y aún no salgo del estupor que me causó ver los estragos del
huracán “Willa” en la zona norte del Estado de Nayarit. Tengo sentimientos
encontrados en el momento que escribo este artículo. Por un lado, la tristeza
de ver a tanta gente que ha perdido su patrimonio en un instante. El esfuerzo
de tantos años invertido en confeccionar un menaje de casa y ver, con ojos
rasados en lágrimas, como se pierde entre las turbulentas y contaminadas aguas
del río. Es cierto que es preferible perder algo material que a un ser querido,
pero eso no quita que se sienta tristeza e impotencia. Es terrible no poder
hacer nada para rescatar tus modestas pertenencias.
Esta
contingencia meteorológica, sin duda que deja varias lecciones. Me da la
impresión que las autoridades quedaron cortas en el rubro de la prevención. No
obstante que el experto en estos vaticinios estuvo diciendo con relativa
frecuencia de las probables afectaciones por el huracán que amenazaba la costa
tecualense, pienso que no se consideraron con la misma atención las secuelas
que éste meteoro traería después de azotar con sus huracanados vientos. Me
refiero al agua, lo que, al menos desde mi experiencia, siempre viene después de
un evento natural de esas características.
Sustentado
en los comentarios, de viva voz de algunos damnificados, no les avisaron con
oportunidad que los ríos se desbordarían con tal intensidad, lo cual propició
que a duras penas pudieran evacuarlos, no dando el tiempo para rescatar algunas
pertenencias, al menos quizá las más valiosas. Tuve contacto directo con varias
víctimas de esta tragedia, en la cabecera municipal y en un par de ejidos de
Tecuala. Algunas colonias resultaron seriamente dañadas, entrando el agua a los
patios y casas, alcanzando entre metro y medio y dos metros, en algunos casos.
En la localidad de Agua Verde (El Salto), de algunas casas sólo podían verse
los techos.
Decía
en el proemio que esta tragedia deja varias lecciones. Una de ellas, creo que
la más importante, es que se reafirma la natural y gigantesca solidaridad de
las personas ante un desastre de esta envergadura. Una vez más las autoridades
se han visto rebasadas por la inmediata y humanitaria respuesta de los paisanos.
Me dio mucho gusto, entre tantas cosas malas, ver la generosidad de las
personas, ayudando a las víctimas de la inundación. No sólo en acercar agua,
comida, ropa y zapatos, sino ayudando mano a mano, formando brigadas, para
sacar las pertenencias dañadas y el lodo de las casas y patios.
Fue algo grandioso, contagioso, al grado de que no podíamos ignorar el ejemplo
y así, la gran mayoría de gente bien, gente sincera y leal, participamos de
esa y otras maneras, apoyando en la medida de las posibilidades.
Esta
tragedia, como muchas otras, también desnudó carencias y deficiencias de
control y respuesta de los gobiernos de los tres niveles. Se vieron muchos
casos de funcionarios que resultaron mediocres en su comportamiento. Muchos
antepusieron el ego y el lucro político al sacrificio y la humildad. Muchos no
se enlodaron ni la suela de sus mocasines, pero sí transmitieron en vivo y
subieron sus fotos al Facebook para lucir su “prodigiosa” filantropía. Debo
decir que también hubo algunos funcionarios y dependencias que sí reaccionaron
con oportunidad. Algunas de esas acciones me constan, como es el caso de la
Secretaría de Obras Públicas del Estado (SOP) que, además de estar poniendo la
maquinaria, equipo y personal a disposición de los municipios afectados,
también se han mantenido muy activos acopiando víveres, ropa, calzado,
medicamentos, enseres, comida para perros y muchas otras cosas más en favor de
los damnificados.
Me
di cuenta también de las brigadas enviadas por el Ayuntamiento de Tepic a algunos
municipios afectados, dichas comisiones repartieron despensas, agua y demás, y
apoyaron en diversas labores, las mismas actividades realizó el SUTSEM y las siguen llevando a cabo en varios sitios. Fue importante también ver los camiones Vactor, que apoyaron
en la limpieza y desazolve en muchas localidades. En fin, días después ya se
pudo apreciar, al menos en el Municipio de Tecuala, donde estuve presente, la
asociación de esfuerzos de varias dependencias, la Marina, Salud, Cruz Roja, el
Ayuntamiento de Tecuala, me consta de la participación de OROMAPAS, intentando,
por medio de pipas, apoyar en la disponibilidad de agua, tan necesaria en
aspectos de limpieza, entre otras.
No
faltaron los detalles propios de estas situaciones. Un regidor acusado de
llevarse una buena dotación de despensas a su casa. Luego la aclaración de que
sólo se trataba de “resguardarlas” para su posterior entrega. Muchas personas
defendiendo a capa y espada la imagen y la honorabilidad del mencionado regidor,
quienes, según su dicho, es una persona honorable, incapaz de hacer algo indebido, pero
pues ya reza el dicho. “No hagas cosas buenas que parezcan malas”. Otro caso
similar, en un local del Ayuntamiento de Tuxpan, documentado en video por un
colega muy reconocido. Las explicaciones fueron similares a las anteriores, es
decir, solo se estaban resguardando provisionalmente. Hubo diversas opiniones, a
favor y en contra, de la gente de Tuxpan, en las redes sociales, e incluso de
algunos colegas de los medios que defendieron la teoría del resguardo como
único móvil.
En
fin, de este episodio trágico que sufrieron muchos hermanos nayaritas, se
derivaron muchas situaciones, algunas ya comentadas anteriormente y otras que
están ahí entre las personas, en las redes, como es el caso de la ausencia del
presidente de la república, de Peña Nieto, que ni sus luces. Que ni ha venido a
la zona de desastre y ni se ha
manifestado en los medios. Por otro lado, la lentitud de los procedimientos
para activar los protocolos financieros del Fondo de Desastres Nacionales
(FONDEN). Lo que se tardan en la declaración de zona de desastre, lo que tardan
en bajar los recursos presupuestales para apoyar a las víctimas, cuando la
desesperación, el hambre, la enfermedad y la miseria se apropian de las áreas
afectadas. Desde mi punto de vista, creo había que revisar ese fondo y buscar
la manera de que sean más ágiles los trámites para poder disponer de esos
recursos casi de manera inmediata, que es como lo reclaman las necesidades
urgentes o críticas que se suscitan en esos momentos de desesperación.
Ahí
queda la propuesta, esperemos que no haya tragedias de ese tipo ni de tal
magnitud pero, en caso que sucedan, que las cuestiones administrativas sean favorables y oportunas. Así lo reclaman las circunstancias. Gracias a todos los
nayaritas y no nayaritas que se han sumado al apoyo de los damnificados.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.