jueves, 23 de enero de 2020

"Otra aventura literaria"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Otra aventura literaria"



Como suele suceder, llegamos con cierta antelación al lugar del evento, el primero de los dos que habíamos agendado en la cabecera municipal de Ahuacatlán. Nos apostamos frente al bien cuidado edificio escolar en la calle Oaxaca del lugar, justo frente a la plaza donde se ubican los portales, en una parte de ellos tendría lugar la segunda de las presentaciones, justamente en el denominado «Portal Quemado».

Fuimos, mi hijo y yo, muy bien recibidos por el personal de la Escuela Secundaria Oliverio Vargas Hernández, que labora en el turno vespertino y comparte edificio con una escuela primaria que labora en el matutino. Pronto estuvimos cómodamente instalados en la dirección del plantel, conversando animadamente con su director el Maestro Uder, un joven de recia personalidad pero de agradable trato.

Llegó la hora y pronto el patio, improvisado como auditorio, se vio repleto de jóvenes inquietos y vivarachos. Compartí el presídium con el director, antes mencionado, el maestro jubilado Francisco Sojo Ramos, la señora Samaria Vega, además de otras personas relacionadas con bibliotecas y salas de lectura.

El encuentro con los jóvenes resultó de lo más interesante y productivo, esa impresión me quedó dado que después de terminar mi intervención, los estudiantes hicieron muy buenas preguntas y excelentes comentarios que, además de motivar mi esfuerzo, me indica que les resultó de mucha utilidad la charla. Fue una reunión amena donde hubo mucha atención, buena lectura y muchas sonrisas. Aunque el punto principal del orden del día era presentar mi libro más reciente: “Besos con sabor a cebolla”, la gran sorpresa fue recibir emotivos comentarios de parte de un jovencito de nombre Josué que hace poco tiempo leyó mi obra anterior “Noche Oscura-Aventuras de Jacinto Cárdenas” y le gustó tanto que fue uno de las grandes promotores de mi visita, al solicitar reiteradamente al grupo cultural “Semilla y Letras”, principalmente al maestro Sojo, porque quería conocerme. Le gustó de tal manera esa novela que uno de sus deseos era conocerme, platicar y tomarse una foto conmigo. Fue un gran momento para mí, recibir esos elogios a mi obra literaria por parte de un jovencito que gusta de leer. Por si esto no fuera suficiente, invitó a su mamá y a su abuelo para que me conocieran y me escucharan.

Después de esa bella convivencia con estudiantes de secundaria, docentes y algunos padres de familia, nos retiramos del plantel y caminamos unos cuantos pasos para llegar al famoso “Portal Quemado” que, por cierto, tiene ese apodo porque alguna vez hace muchos años se incendió esa parte de los portales de la Plaza Morelos, céntrico lugar en cuya zona aledaña está la casa donde nació su personaje más ilustre: Prisciliano Sánchez, quien fuera, además de abogado, diputado federal, alcalde de Compostela, el primer Gobernador del Estado de Jalisco.

El lugar estaba preparado, se daban los últimos toques al sistema de sonido, mientras estaban llegando los asistentes al evento, digamos que apenas estaba cubierta la mitad del aforo. No había prisa, el lugar era agradable y el clima muy benigno ya a esa hora en que el sol se había despedido con discreción y el manto fresco de la noche hacía necesario el apoyo de mi chamarra negra.

El formato de la reunión era muy diferente al de la escuela secundaria. La mayoría de las personas eran adultas. Algunas, por no decir muchas, eran de mi edad o aún mayores, pero también asistieron algunas jovencitas y niños que acompañaban a sus papás. El ambiente se sentía como se había propuesto, era precisamente lo que solemos llamar un café literario. En uno de esos portales, que nos dieron una cálida recepción por cierto, está la entrada a un establecimiento, una cafetería, cuyo personal te atiende mientras disfrutas de la tertulia. No podía desairar la invitación de un humeante café americano que gentilmente puso en mi mano el Maestro Sojo Ramos.

Hablamos de literatura y de la importancia que esta tiene en las sociedades de todos los tiempos. Agradecí la amable invitación para presentar mi libro reciente, además de mencionar las obras anteriores y leerles el microrrelato de mi autoría, titulado “Luna Serena”, publicado en la antología 2019 del “V Certamen Literario Círculo Rojo”.

Fue un evento cálido, afectivo, como deben serlo este tipo de reuniones literarias en las que se da a conocer el trabajo que estamos realizado los escritores, principalmente los autores locales, quienes necesitamos mayor difusión. Además de estos eventos en los municipios, del programa de visitas a las primarias y secundarias que he emprendido por iniciativa propia y con presupuesto personal, hace mucha falta que los medios de comunicación, principalmente las televisoras locales, apoyen en este asunto invitando a cada uno de los escritores nayaritas a sus programas de entrevista, para que se difunda la obra literaria de todos. 

Algunas de las personas que asistieron, decidieron conocer alguna de esas obras y adquirieron catorce libros, llevándose ocho de “Besos con  sabor a cebolla” y seis de “Noche Oscura-Aventuras de Jacinto Cárdenas”, mismos que fueron autografiados y dedicados con cariño y agradecimiento por el apoyo y el interés mostrado. Después de eso, cerramos con «broche de oro» aceptando la invitación para degustar tremendo plato de pozole rojo, típico, riquísimo, que devoramos con desesperación porque la logística del trabajo, el viaje y lo apretado de la agenda nos impidió comer a mi hijo José Manuel Jr. y a mí. Por cierto, aprovecho para agradecer su siempre  grata y útil compañía, ya que además de apoyarme en manejar de regreso, funge muy eficazmente como promotor, camarógrafo, editor, cajero en la venta de libros, y todo lo que se atraviese por ahí en las presentaciones. Gracias hijo querido por estar siempre que te necesito.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.