JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Otra aventura literaria"
Como
suele suceder, llegamos con cierta antelación al lugar del evento, el primero
de los dos que habíamos agendado en la cabecera municipal de Ahuacatlán. Nos
apostamos frente al bien cuidado edificio escolar en la calle Oaxaca del lugar,
justo frente a la plaza donde se ubican los portales, en una parte de ellos
tendría lugar la segunda de las presentaciones, justamente en el denominado
«Portal Quemado».
Fuimos,
mi hijo y yo, muy bien recibidos por el personal de la Escuela Secundaria
Oliverio Vargas Hernández, que labora en el turno vespertino y comparte
edificio con una escuela primaria que labora en el matutino. Pronto estuvimos
cómodamente instalados en la dirección del plantel, conversando animadamente
con su director el Maestro Uder, un joven de recia personalidad pero de
agradable trato.
Llegó
la hora y pronto el patio, improvisado como auditorio, se vio repleto de
jóvenes inquietos y vivarachos. Compartí el presídium con el director, antes
mencionado, el maestro jubilado Francisco Sojo Ramos, la señora Samaria Vega,
además de otras personas relacionadas con bibliotecas y salas de lectura.
El
encuentro con los jóvenes resultó de lo más interesante y productivo, esa
impresión me quedó dado que después de terminar mi intervención, los
estudiantes hicieron muy buenas preguntas y excelentes comentarios que, además
de motivar mi esfuerzo, me indica que les resultó de mucha utilidad la charla.
Fue una reunión amena donde hubo mucha atención, buena lectura y muchas
sonrisas. Aunque el punto principal del orden del día era presentar mi libro
más reciente: “Besos con sabor a cebolla”, la gran sorpresa fue recibir
emotivos comentarios de parte de un jovencito de nombre Josué que hace poco
tiempo leyó mi obra anterior “Noche Oscura-Aventuras de Jacinto Cárdenas” y le
gustó tanto que fue uno de las grandes promotores de mi visita, al solicitar
reiteradamente al grupo cultural “Semilla y Letras”, principalmente al maestro
Sojo, porque quería conocerme. Le gustó de tal manera esa novela que uno de sus
deseos era conocerme, platicar y tomarse una foto conmigo. Fue un gran momento
para mí, recibir esos elogios a mi obra literaria por parte de un jovencito que
gusta de leer. Por si esto no fuera suficiente, invitó a su mamá y a su abuelo
para que me conocieran y me escucharan.
Después
de esa bella convivencia con estudiantes de secundaria, docentes y algunos
padres de familia, nos retiramos del plantel y caminamos unos cuantos pasos
para llegar al famoso “Portal Quemado” que, por cierto, tiene ese apodo porque
alguna vez hace muchos años se incendió esa parte de los portales de la Plaza
Morelos, céntrico lugar en cuya zona aledaña está la casa donde nació su
personaje más ilustre: Prisciliano Sánchez, quien fuera, además de abogado,
diputado federal, alcalde de Compostela, el primer Gobernador del Estado de
Jalisco.
El
lugar estaba preparado, se daban los últimos toques al sistema de sonido,
mientras estaban llegando los asistentes al evento, digamos que apenas estaba
cubierta la mitad del aforo. No había prisa, el lugar era agradable y el clima
muy benigno ya a esa hora en que el sol se había despedido con discreción y el
manto fresco de la noche hacía necesario el apoyo de mi chamarra negra.
El
formato de la reunión era muy diferente al de la escuela secundaria. La mayoría
de las personas eran adultas. Algunas, por no decir muchas, eran de mi edad o
aún mayores, pero también asistieron algunas jovencitas y niños que acompañaban
a sus papás. El ambiente se sentía como se había propuesto, era precisamente lo
que solemos llamar un café literario. En uno de esos portales, que nos dieron
una cálida recepción por cierto, está la entrada a un establecimiento, una
cafetería, cuyo personal te atiende mientras disfrutas de la tertulia. No podía
desairar la invitación de un humeante café americano que gentilmente puso en mi
mano el Maestro Sojo Ramos.
Hablamos
de literatura y de la importancia que esta tiene en las sociedades de todos los
tiempos. Agradecí la amable invitación para presentar mi libro reciente, además
de mencionar las obras anteriores y leerles el microrrelato de mi autoría,
titulado “Luna Serena”, publicado en la antología 2019 del “V Certamen
Literario Círculo Rojo”.
Fue un
evento cálido, afectivo, como deben serlo este tipo de reuniones literarias en
las que se da a conocer el trabajo que estamos realizado los escritores,
principalmente los autores locales, quienes necesitamos mayor difusión. Además
de estos eventos en los municipios, del programa de visitas a las primarias y
secundarias que he emprendido por iniciativa propia y con presupuesto personal,
hace mucha falta que los medios de comunicación, principalmente las televisoras
locales, apoyen en este asunto invitando a cada uno de los escritores nayaritas
a sus programas de entrevista, para que se difunda la obra literaria de
todos.
Algunas
de las personas que asistieron, decidieron conocer alguna de esas obras y
adquirieron catorce libros, llevándose ocho de “Besos con sabor a cebolla” y seis de “Noche
Oscura-Aventuras de Jacinto Cárdenas”, mismos que fueron autografiados y
dedicados con cariño y agradecimiento por el apoyo y el interés mostrado.
Después de eso, cerramos con «broche de oro» aceptando la invitación para
degustar tremendo plato de pozole rojo, típico, riquísimo, que devoramos con
desesperación porque la logística del trabajo, el viaje y lo apretado de la
agenda nos impidió comer a mi hijo José Manuel Jr. y a mí. Por cierto,
aprovecho para agradecer su siempre grata
y útil compañía, ya que además de apoyarme en manejar de regreso, funge muy
eficazmente como promotor, camarógrafo, editor, cajero en la venta de libros, y
todo lo que se atraviese por ahí en las presentaciones. Gracias hijo querido
por estar siempre que te necesito.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.