miércoles, 23 de noviembre de 2016

"Dinero UAN, caminito de la escuela"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Dinero UAN, caminito de la escuela"



Que semana tan ajetreada la que acaba de pasar. Siempre hay algunas más cargadas de compromisos que otras. Trabajo, eventos, reuniones, conferencias y muchos etcéteras más. Claro que resulta por demás entretenido e interesante participar en tantas cosas diferentes en una misma semana. Desde el punto de vista de la experiencia, es muy productivo tener contacto con información diversa e importante, pero a veces también resulta un poco estresante.

Si realizáramos un balance de las cosas que suceden en un periodo como el que menciono, quizá tendría mucho que ver la naturaleza de las cosas que ocurrieron, es decir, si fueron malas o fueron buenas. Y con ese sólo hecho ya implica cierta complejidad o ambigüedad. Me refiero a la probabilidad de que de este análisis se desprendiera una nueva pregunta, si es buena: ¿Buena, para quién?

A veces es difícil dimensionar el alcance o el efecto de las cosas que ocurren. Por eso vale la pena intentar ser lo más positivo posible al darles su valor, sin incurrir tampoco en una especie de conformismo o indolencia. Mejor prefiero comentar las cosas como las vaya recordando, sin apasionamientos ni autocensura.    

La noticia que acaparó la atención en esta semana fue la relacionada con la corrupción en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), o mejor dicho con los desfalcos encontrados en sus ejercicios contables por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS), ya que de la corrupción se tienen antecedentes antediluvianos en la máxima casa de estudios del estado. Quizá se tornó muy llamativa esta noticia debido a lo peculiar del método que fue utilizado. Particularmente la manera inverosímil de utilizar a modestos empleados de la universidad como “chivos expiatorios” de estas corruptelas.

Es increíble que se puedan realizar este tipo de operaciones sin que sean detectadas por los sistemas de vigilancia e inteligencia financiera que dispone la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) o el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Y lo digo por lo difícil que resulta el manejo de ciertas cantidades de dinero, es decir, si un “simple mortal” hace un movimiento de 20 o 40 mil pesos ya lo andan investigando para acusarlo de algo o para quitarte lo más que se pueda mediante impuestos, sin embargo en el caso universitario le depositan al susodicho varios cientos de millones y nadie dice “pío”. La pregunta obligada es ¿Quiénes estaban dando la firma o la clave para las transferencias? Seguramente existe una amplia red de sujetos implicados en estos movimientos de tráfico financiero. Por supuesto que el primero que se da cuenta de algo así es el personal del banco actuante. El cajero, el supervisor y por supuesto que el gerente. ¿Cuále$ fueron $u$ motivo$ o la$ cau$a$ de su invidencia?

Lo curioso es que se dieron cuenta hasta que el OFS, bajo la batuta de Roy Rubio Salazar, que por cierto, ¿Ya vencería su inhabilitación? realizó auditoría fiscal, sobre todo al ejercicio 2015, en el que descubrieron faltantes por casi 600 millones de pesos. No creo que sea posible que no se hubieran dado cuenta de lo que estaba sucediendo desde hace tiempo con las finanzas de la UAN, si ya el año pasado sucedió el bochornoso episodio de la “amarga navidad” cuando no se les pagó a tiempo sus sueldos y prestaciones a los docentes y empleados de esta institución educativa.

Desde mi punto de vista, a pesar de que es una situación vergonzosa y alarmante, por los montos del quebranto y por el cinismo manejado en un centro emblemático de enseñanza, creo que comparados con las estratosféricas malversaciones que se han maquinado y ejecutado en áreas del gobierno estatal y federal, los quebrantadores de la UAN se quedan en calidad de estafadores imberbes. Ante una evidencia de esta índole, se está manejando el problema universitario como una cortina de humo para tapar los inauditos desfalcos  de la camarilla en el poder.

Por la prosapia y el simbolismo de la máxima casa de estudios, es impostergable el esclarecimiento de estos asuntos, que no sólo lastiman la economía de las familias universitarias, sino también la imagen de quienes en ella estudian y laboran. Me parece de inmediata exigencia que se investigue a fondo este negro episodio de la historia de la UAN, en primer lugar porque se debe evitar la inadmisible vergüenza de ver pulular por los pasillos y cajeros automáticos, a los maestros, empleados y jubilados, abanicándose sus rostros deprimidos y angustiados con sus insolventes tarjetas de nóminas. 

En segundo lugar, porque me parece una inmejorable oportunidad para convertir esta crisis de credibilidad en una opción viable para arrancar de tajo esas malas raíces que envenenan la savia del espíritu progresista de la universidad. Para dar un castigo ejemplar a quienes resulten culpables de enlodar su nombre y su prestigio. En tercer lugar, para encontrar la huella de los depredadores de presupuestos y conciencias, que intentan pintar de colores partidistas los muros de la libertad y la autonomía universitaria.

Volviendo a las líneas proemiales, en las que veíamos lo bueno y lo malo de los sucesos, cabe decir que es malo que pasó este asunto de la defraudación de los fondos de la universidad, pero por otro lado que bueno que se dio a conocer de una vez por todas, porque desde entonces está en el tobogán de la resolución ya que al tocar fondo, necesariamente implica que tendrá que seguir el proceso de retornar a la superficie.

Pensando que se hará una investigación a fondo una vez que estén firmes las denuncias penales, seguramente saldrán a la luz, nuevos peculios ofendidos por la ambición de los depredadores infames. Se sumarán unos a otros y rebasarán cifras de cuatro dígitos en cuanto a millones “carranceados”. De lo que no estoy seguro (por qué será) es que se les  aplique todo el rigor de la ley a los que resulten culpables de desviar los recursos presupuestales faltantes. Nadie estamos seguros de eso, por la impunidad galopante que se vive desde hace años, hasta la actualidad. Aquí es donde tiene valor y peso la presión que pudiera ejercer la comunidad universitaria nayarita para exigir la pena corporal para los delincuentes de cuello blanco y la justicia resarcitoria para aliviar el deteriorado patrimonio de la máxima casa de estudios.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.