JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"Dinero UAN, caminito de la escuela"
Que
semana tan ajetreada la que acaba de pasar. Siempre hay algunas más cargadas de
compromisos que otras. Trabajo, eventos, reuniones, conferencias y muchos
etcéteras más. Claro que resulta por demás entretenido e interesante participar
en tantas cosas diferentes en una misma semana. Desde el punto de vista de la
experiencia, es muy productivo tener contacto con información diversa e
importante, pero a veces también resulta un poco estresante.
Si
realizáramos un balance de las cosas que suceden en un periodo como el que
menciono, quizá tendría mucho que ver la naturaleza de las cosas que
ocurrieron, es decir, si fueron malas o fueron buenas. Y con ese sólo hecho ya
implica cierta complejidad o ambigüedad. Me refiero a la probabilidad de que de
este análisis se desprendiera una nueva pregunta, si es buena: ¿Buena, para
quién?
A veces
es difícil dimensionar el alcance o el efecto de las cosas que ocurren. Por eso
vale la pena intentar ser lo más positivo posible al darles su valor, sin
incurrir tampoco en una especie de conformismo o indolencia. Mejor prefiero
comentar las cosas como las vaya recordando, sin apasionamientos ni
autocensura.
La
noticia que acaparó la atención en esta semana fue la relacionada con la
corrupción en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), o mejor dicho con los
desfalcos encontrados en sus ejercicios contables por el Órgano de
Fiscalización Superior (OFS), ya que de la corrupción se tienen antecedentes
antediluvianos en la máxima casa de estudios del estado. Quizá se tornó muy
llamativa esta noticia debido a lo peculiar del método que fue utilizado. Particularmente
la manera inverosímil de utilizar a modestos empleados de la universidad como
“chivos expiatorios” de estas corruptelas.
Es
increíble que se puedan realizar este tipo de operaciones sin que sean
detectadas por los sistemas de vigilancia e inteligencia financiera que dispone
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) o el Servicio de Administración
Tributaria (SAT). Y lo digo por lo difícil que resulta el manejo de ciertas
cantidades de dinero, es decir, si un “simple mortal” hace un movimiento de 20 o 40 mil pesos ya lo andan investigando para acusarlo de algo o para quitarte
lo más que se pueda mediante impuestos, sin embargo en el caso universitario le
depositan al susodicho varios cientos de millones y nadie dice “pío”. La
pregunta obligada es ¿Quiénes estaban dando la firma o la clave para las
transferencias? Seguramente existe una
amplia red de sujetos implicados en estos movimientos de tráfico financiero.
Por supuesto que el primero que se da cuenta de algo así es el personal del
banco actuante. El cajero, el supervisor y por supuesto que el gerente. ¿Cuále$
fueron $u$ motivo$ o la$ cau$a$ de su invidencia?
Lo
curioso es que se dieron cuenta hasta que el OFS, bajo la batuta de Roy Rubio
Salazar, que por cierto, ¿Ya vencería su
inhabilitación? realizó auditoría fiscal, sobre todo al ejercicio 2015, en el
que descubrieron faltantes por casi 600 millones de pesos. No creo que sea
posible que no se hubieran dado cuenta de lo que estaba sucediendo desde hace
tiempo con las finanzas de la UAN, si ya el año pasado sucedió el bochornoso
episodio de la “amarga navidad” cuando no se les pagó a tiempo sus sueldos y
prestaciones a los docentes y empleados de esta institución educativa.
Desde
mi punto de vista, a pesar de que es una situación vergonzosa y alarmante, por
los montos del quebranto y por el cinismo manejado en un centro emblemático de
enseñanza, creo que comparados con las estratosféricas malversaciones que se
han maquinado y ejecutado en áreas del gobierno estatal y federal, los
quebrantadores de la UAN se quedan en calidad de estafadores imberbes. Ante una
evidencia de esta índole, se está manejando el problema universitario como una
cortina de humo para tapar los inauditos desfalcos de la camarilla en el poder.
Por la
prosapia y el simbolismo de la máxima casa de estudios, es impostergable el
esclarecimiento de estos asuntos, que no sólo lastiman la economía de las
familias universitarias, sino también la imagen de quienes en ella estudian y
laboran. Me parece de inmediata exigencia que se investigue a fondo este negro
episodio de la historia de la UAN, en primer lugar porque se debe evitar la
inadmisible vergüenza de ver pulular por los pasillos y cajeros automáticos, a
los maestros, empleados y jubilados, abanicándose sus rostros deprimidos y
angustiados con sus insolventes tarjetas de nóminas.
En
segundo lugar, porque me parece una inmejorable oportunidad para convertir esta
crisis de credibilidad en una opción viable para arrancar de tajo esas malas
raíces que envenenan la savia del espíritu progresista de la universidad. Para dar
un castigo ejemplar a quienes resulten culpables de enlodar su nombre y su
prestigio. En tercer lugar, para encontrar la huella de los depredadores de presupuestos
y conciencias, que intentan pintar de colores partidistas los muros de la
libertad y la autonomía universitaria.
Volviendo
a las líneas proemiales, en las que veíamos lo bueno y lo malo de los sucesos,
cabe decir que es malo que pasó este asunto de la defraudación de los fondos de
la universidad, pero por otro lado que bueno que se dio a conocer de una vez por
todas, porque desde entonces está en el tobogán de la resolución ya que al
tocar fondo, necesariamente implica que tendrá que seguir el proceso de
retornar a la superficie.
Pensando
que se hará una investigación a fondo una vez que estén firmes las denuncias
penales, seguramente saldrán a la luz, nuevos peculios ofendidos por la
ambición de los depredadores infames. Se sumarán unos a otros y rebasarán
cifras de cuatro dígitos en cuanto a millones “carranceados”. De lo que no
estoy seguro (por qué será) es que se les
aplique todo el rigor de la ley a los que resulten culpables de desviar
los recursos presupuestales faltantes. Nadie estamos seguros de eso, por la
impunidad galopante que se vive desde hace años, hasta la actualidad. Aquí es
donde tiene valor y peso la presión que pudiera ejercer la comunidad
universitaria nayarita para exigir la pena corporal para los delincuentes de
cuello blanco y la justicia resarcitoria para aliviar el deteriorado patrimonio
de la máxima casa de estudios.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.