De
pronto cuando regresas de un periodo de inactividad y aparte te enfermas, que
difícil resulta retomar el ritmo de trabajo. Resulta igual tanto en la oficina
como en el oficio de escribir y conste que ambas cosas me gustan lo suficiente,
aunque creo que más la segunda. Pero, hay que sacudir la modorra porque este
nuevo año está cargado de proyectos y no puedes empezar laxo o inconsistente.
Afortunadamente
en el espacio que ahora mismo me ocupa siempre existen noticias que comentar,
por esa razón el material o las temáticas son prácticamente inagotables,
incluso algunas veces resulta muy difícil decidirte cuál de ellas elegir. Por
la razón anterior, se vuelve una jugada válida usar dos o más tópicos en un
mismo artículo y creo que hoy puede ser una de esas ocasiones.
Una
de las cosas que más llamó mi atención es la noticia sobre un conocido
personaje de la política local que fue presidente municipal de La Yesca, a
quien la Fiscalía General del Estado de Nayarit le integró dos carpetas de
investigación, una por obras cobradas y no ejecutadas y otra por operaciones
con recursos de procedencia ilícita. Por un lado, me dio la impresión que
aquello de combatir la corrupción parece ir en serio ya que este caso se suma a
muchos otros que se están ventilando ya a nivel de procesos penales, como es el
tema de los exgobernadores Roberto y Ney, algunos notarios y otros más. Dichas
acciones me resultan positivas, puesto que tantos abusos no pueden quedar en la
impunidad, pero pensando en que estos no resulten ser casos de justicia
selectiva, es decir, que solo se aplican a “ciertos” personajes y no a todos
por igual, en tanto se trate de auténticos trasgresores de la ley.
Lo
anterior quiere decir que si se va a hacer la redada completa, sea sin
distinción de partidos, colores e
intereses. Que no vaya a suceder como en muchos casos que “ciertos
personajes” no serán tocados ni con el pétalo de una rosa, aunque haya evidencias
legales de delito. O aquellos otros en que la “aplicación de la justicia” se
convierte en un arma política o de venganza. Arma política se refiere a que
solo se utilice para “quitar del camino” a los personajes que influyen con su
peso político en las elecciones que reparten el poder local y federal, es decir
que sirva a los intereses del gobierno en turno para deshacerse de la oposición,
en términos de allanar el camino a los subsecuentes triunfos electorales que
garanticen la continuidad del partido en el poder. Y de venganza, se refiere a
cuando se utiliza el aparato del estado para cobrar algunas afrentas del
pasado, situaciones o escaramuzas políticas que se suscitaron en algún momento
de la historia personal o colectiva de los protagonistas o antagonistas, según
sea el caso.
De
no ser así, si de verdad es este el tiempo de la justicia, pues entonces habrá
que aplaudir de pie el resultado de estas acciones justicieras y otorgar los
créditos correspondientes. Situación que abriría el umbral de la esperanza para
otro tipo de acciones que pudieran complementar el buen paso de la justicia en
otros ámbitos del quehacer gubernamental, por ejemplo.
Otro
de los temas que llamó poderosamente mi atención fue el anuncio que el Servicio
de Administración Tributaria, el temible SAT de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público SHCP, reduciría el pago de impuestos en la nómina en este año,
es decir que descontaría menos dinero bajo el concepto de Impuesto Sobre la
Renta (ISR) lo cual hizo que esbozara una amplia sonrisa, misma que no duró
casi nada porque al terminar de leer la información completa pude percatarme
que los ajustes realizados para el efecto en los niveles de ingreso que van
desde cuatro mil hasta los diez mil pesos mensuales el descuento ni siquiera
alcanza un punto porcentual. Así que no será de mucha ayuda para quienes
estamos en niveles bajos de ingreso, pero para ser una medida que el SAT
acuerda voluntariamente, basándose en la inflación acumulada de los últimos
tres años, cualquier cosa es buena. Para los niveles de ingresos altos,
seguramente cualquier punto porcentual que les rebajen significará muchos miles
de pesos, para los de niveles bajos, solo unos pesos que cuando mucho te
alcanzarán para una quesadilla.
La
verdad que no sería mala idea que el SAT bajara, al menos de manera temporal,
algunos impuestos en este año y quizá el siguiente, con el propósito de apoyar
las economías familiares que se debaten en una lucha permanente por la
sobrevivencia. Hay que recordar que las secuelas económicas de la pandemia
siguen causando estragos en buena parte de la base productiva de la sociedad. Las
micro y pequeñas empresas siguen batallando por superar la crisis que se gestó
en los últimos años y que ha hecho necesario redoblar esfuerzos de las personas
de bajos recursos.
Creo
que es una utopía pensar que los fríos inquisidores, los recaudadores de
impuestos, tuvieran iniciativas de esa naturaleza, pero si consideramos su “tibia” intención, que comenté anteriormente, pues no está de más albergar
una ilusión más en la vida. Total soñar no cuesta nada y quien quita y el
transcurso de este año pudiera regalarnos alguna que otra buena sorpresa.
Mientras tanto hay que seguir luchando y empujando desde las distintas
trincheras. Los sueños se construyen con visión, con energía y con trabajo, si
bien es cierto que es bueno ser optimista, de todos modos no hay que esperar
sentados e inmóviles a que las cosas sucedan. Tenemos que ir al encuentro del
mañana. ¿Ustedes que opinan, mis amables lectores?
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.