JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"Sueños y pesadillas"
Recientemente
me comentó un amigo que suponía que, en la edición anterior, escribiría algo
relacionado con el día de los fieles difuntos. Le explicaba que no fue porque
se me haya olvidado una efeméride tan importante como esa sino que hay dos
razones principales por las que no lo hice. La primera de ellas, porque es una
de las fechas en que todos los colegas se inclinan a dedicar sus textos a esa
temática y el semanario se llena de artículos conmemorativos. La segunda es que
ya tenía consagrado mi espacio a enaltecer la labor tan importante que
desarrolla el personaje que les traje a escena a través de mis modestas letras.
Considero que es una necesidad imperiosa, reconocer no sólo su talento como un gran
artista que es, sino también su vinculación con la praxis y el compromiso
social. En otras palabras, su talento con causa.
Me
resulta tan interesante este tema en el que aparecen en escena, como parte de
una magistral obra de teatro, disímbolos personajes que aportan algo de sí
mismos para confeccionar, desarrollar y culminar un proyecto de vida, un
mensaje de aliento, un llamado a la libertad o una simple moraleja.
Resulta
agradable y muy prometedor ver como se unen, en la magia de la causalidad,
voces de distintas tesituras que hablan de la verdad. Ver como de pronto existe
una comunión casi perfecta entre las líneas de un pincel visionario y la
sintaxis de un verbo que reclaman la misma justicia. Entre los estrictos
escrutinios del historiador y la sensible armonía de las cuerdas de una
guitarra protestante. Entre los dulces sonetos al amor y el desgarrador llanto
de un recién nacido que pende de la mano firme de un cirujano y que significan
lo mismo. Entre el desmañanado brillo de unos ojos campesinos y la rigurosa
exactitud de la ciencia agropecuaria que, cuando siembran ilusiones, siempre
cosechan futuros.
Me
declaro partidario de soñar con los ojos muy abiertos, de caminar paso a paso,
de abrir los brazos al viento y de disfrutar los aciertos. Creo en un mañana esplendoroso
a pesar de vivir un presente tenebroso. Creo en la comunión de la gente, en
cuanto ésta se despierte. Le apuesto a lo bello de la vida, al caleidoscopio
del mundo, al rescate de la conciencia dormida y a mi amor que es muy profundo.
Ya
dejaré esto hasta aquí, porque me está dando por rimar y luego me pico en seguir
y ya no puedo parar. Humm, creo que me quedé en la mecánica de las "calaveritas".
Mejor vayamos a otra cosa o a lo mismo pero desde un ángulo distinto para no
aburrirlos con mis analogías.
Lo
anterior se puede decir de otra manera. Palabras más o palabras menos, pero que
puedo yo hacer si después de tantos años creo que me sigo inclinando hacia el
culteranismo, a pesar que del barroco español ya pocos nos acordamos. Tal vez es
más pecado que a veces en el desvarío del placer literario me paso al bando
conceptista. O peor aún si es tan complicada la separación o sus fronteras, en
tanto que algunos literatos consideran al culteranismo como un aspecto del
conceptismo. Terminaré por no tomar partido ni de uno ni de otro lado, admiraré
tanto a Góngora como a Don Francisco de Quevedo.
Creo
que no debí usar referencias literarias en este artículo pues es tanta la
pasión que me provoca este mundo de las letras que siempre termino empantanado.
Pero haré el último intento por decirles lo que pretendía.
En esencia
hablaba de lo importante que resulta enlazar todas las posibilidades de empujar
un proyecto distinto de país. De lo indispensable que resulta identificar esas
fuentes de poder para poder focalizarlas hacia el objetivo común. Trato de
decir que es necesario no desestimar ningún esfuerzo por insignificante que
pudiera parecer. Intento decir que todos tenemos una responsabilidad que
compartir y esa responsabilidad debe ser directamente proporcional a la
capacidad y los recursos que se tienen a la mano.
Hay
recursos que pueden ser estructurales, desde el punto de vista de su génesis y
su capacidad formativa, como las artes y los propios sistemas educativos en su
conjunto, que generalmente desdeñan a las primeras de manera consciente,
dejando ver su ignorancia supina. Es por demás evidente que los sistemas
educativos de los países “dependientes” por no decir subdesarrollados, evitando
me acusen de ser peyorativo, están diseñados de manera que satisfagan los
lineamientos que marcan las entidades financieras internacionales como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) que son los operadores de las políticas mundiales para
mantener el estado de cosas que les conviene que exista. Esto tiene que ver con
el control de los países a través de programas muy sofisticados que contemplan
apartados específicos para apoderarse de manera gradual de sus recursos naturales.
Se sabe
que en nuestro país está en proceso un proyecto "transexenal" de esa naturaleza,
con nombre y apellido, a concluirse tentativamente en 2030. Son de dominio
público las investigaciones realizadas por revistas de reconocida credibilidad
como lo es “Contralínea”. Esos datos demuestran que en el ochenta por ciento de
los apartados conceptuales o ejes temáticos el objetivo final es la
privatización. Así que estarían en ese riesgo, la energía, el agua, la salud y
la ciencia y tecnología. Es curioso, aunque ya nada extraño, que los mexicanos
sigamos envueltos en la indolencia ante una situación de esta naturaleza. Quizá
algunos comenten que no sabían que el plazo era al 2030, pero ¿Qué pensarían si
les digo que este plan maquiavélico está en marcha desde el año 1982
aproximadamente? Esto indica que, como plan definido y activo en México, esta
maquinación tiene caminando treinta y cuatro años. ¿Y aun así no nos damos
cuenta? Es como si se estuvieran robando un marrano del corral y el pobre animal
lanzara unos chillidos impresionantes y no nos despertáramos.
Así que
mis queridos lectores, todo lo que estamos observando actualmente, la reforma
energética, el desmantelamiento del sistema de salud y de pensiones, la reforma
laboral, la educativa, etcétera, son parte de un plan urdido desde los
escritorios de los que detentan el poder, los que se llevan las ganancias y los
capitales y nos dejan la pobreza, la enfermedad, la desnutrición y la
ignorancia. Es el contubernio de las mafias capitalistas con los malos
mexicanos que dicen representar nuestros intereses en las cámaras y partidos. Es
la burla y la impunidad con que unas cuantas familias, el 1 % de la población, poseen
aproximadamente la mitad de la riqueza del país.
En fin,
de eso estoy hablando cuando me refiero a un nuevo proyecto de nación. A no
esconder la cabeza en el hoyo ante una realidad lacerante e insoportable. A no
permitir más corrupción, cinismo, ni impunidad. No es posible que existan
tantos nuevos ricos emanados de nuestros gobiernos mientras nuestro estado y
nuestro país se caen lastimosamente a pedazos. Yo creo que esta situación que
nos lastima y nos humilla no se puede explicar a través de la poesía. ¿O sí?
¿Usted qué opina?
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.