SAÚL
LLAMAS ARROYO / Periodismo Nayarita
Guadalajara,
Jal.- La
Tanatología es una disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido
al proceso de la muerte, sus ritos y significado concebido como disciplina
profesional, que integra a la persona como un ser biológico, psicológico,
social y espiritual para vivir en plenitud y buscar su transcendencia. También
se encarga de los duelos derivados de pérdidas significativas que no tengan que
ver con la muerte física o enfermos terminales.
Una definición más concreta es
considerarla como “el estudio de la vida que incluye a la muerte”. Del origen
griego thanatos λóγος (muerte) y logos (estudio o tratado); por tanto, el objetivo de la
tanatología es proporcionar ayuda profesional al paciente con una enfermedad en
etapa terminal y a sus familias, o bien a una persona que esté en viviendo
algún tipo de pérdida.
Dentro del estudio de la
tanatología se incluyen aspectos tales como:
·
Ayudar a crear en las personas sistemas de creencias propios sobre la
vida y la muerte, no como una fantasía o castigo sino como la aceptación de la
muerte como un proceso natural.
·
Preparar a la gente para asumir cualquier tipo de pérdida.
·
Educar a tratar en forma humana e inteligente a quienes están cercanos a
la muerte.
·
Entender la dinámica de la pena desde un punto de vista humano, donde se
acentúe la importancia de las emociones.
·
Uno de los puntos más importantes dentro la tanatología es el principio
de Autonomía el cual le permite al individuo tomar sus propias decisiones
relacionadas con el proceso de morir o de su propia vida. La dignidad de la
persona se comprende sólo a través del respecto a la libertad.
Otro de
los aspectos importantes dentro de la tanatología es aprender los diferentes
medios por los cuales el paciente puede tener ese principio de autonomía. Por
ejemplo, pueden llevarse ciertas acciones, desde la realización de testamentos
(como testamento vital o jurídico), legados, responsabilidades, o voluntades
anticipadas (este último se refieren a la posibilidad que legalmente se ha
establecido en algunos países en cuanto a solicitar el rechazo a la
prolongación de la vida por medios innecesarios en circunstancias específicas).
Qué es el duelo?
El duelo es ese estado de
pensamiento, sentimiento y actividad que se produce como consecuencia de la
pérdida de una persona amada o algo significativo para nosotros, asociándose a
síntomas físicos y emocionales. La pérdida es psicológicamente traumática en la
misma medida que una herida o quemadura, por lo cual siempre es dolorosa.
Necesita un tiempo y un
proceso para volver al equilibrio normal.
Proceso de duelo
La doctora Elisabeth
Kübler-Ross, una de las grandes especialistas en tanatología, describió el
proceso de duelo en cinco etapas:
Negación: La negación es solamente una defensa temporal para
el individuo. Representada por frases como: Me siento bien, esto no me puede
estar pasando, no a mí, etc.
Ira o Enojo: El enfermo se rebela contra la realidad,
frecuentemente se pregunta ¿Por qué yo? Todo le molesta, todo le incomoda, nada
le parece bien. Recordar su estado le inunda de enojo y rencor, a veces se
necesita de esta fase para poder aceptar esta condición.
Negociación: “Dios, déjame vivir al menos para ver a mis hijos
graduarse”, “haré cualquier cosa por un par de años más”. La tercera etapa
involucra la esperanza de que el individuo pueda de alguna manera posponer o
retrasar el tiempo o la muerte.
Depresión: Durante la cuarta etapa, la persona que está
viviendo un duelo o muriendo, empieza a tener consciencia y a comprender lo que
está ocurriendo. Debido a esto, el individuo puede volverse silencioso,
rechazar visitas y pasar mucho tiempo llorando y lamentándose. No es
recomendable intentar alegrar a una persona que está en esta etapa. Es un
momento importante que debe ser procesado.
Aceptación: Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar
bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor…
la vida se va imponiendo. Además, los sentimientos y el dolor físico
pueden desaparecer.
Kübler-Ross originalmente
aplicó estas etapas a las personas que sufren enfermedades terminales, para
posteriormente hacerlo ante cualquier pérdida (empleo, ingresos, libertad) o
eventos significativos en la vida tales como la muerte de un ser querido,
divorcio, drogodependencia, un diagnóstico de infertilidad, etc.
Estas etapas no necesariamente
suceden en el orden descrito arriba, ni todas estas son experimentadas por
todos las personas. El proceso de duelo es altamente personal y no debe ser
acelerado, ni alargado, por motivos de opinión de un individuo. Uno debe ser
meramente consciente de que las etapas van a ser dejadas atrás y que el estado
final de aceptación va a llegar.
“El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es
opcional”, Buda Sakyamuni
Cómo sobrevivir al proceso de duelo
1.
Permitirse estar de duelo: darse permiso para sentirse mal, necesitado,
vulnerable, etc.
2.
Abrir el corazón al dolor: expresar las emociones que surjan en lugar de
reprimirlas.
3.
Darse tiempo para recorrer el proceso de duelo y sobre todo aprovechar
ese tiempo para superar el duelo.
4.
Ser amable consigo mismo, no olvidar de quererse a sí mismo, lo que
implica también ser paciente con respecto a la superación del dolor.
5.
No tener miedo de volverse loco: las emociones y sensaciones de
tristeza, enojo y dolor son normales en esas circunstancias.
6.
Aplazar algunas decisiones importantes, ya que no se tiene el 100% de la
concentración.
7.
No descuidar la salud (física y emocional).
8.
Agradecer las cosas pequeñas que siguen existiendo en nuestra vida.
9.
No temer pedir ayuda.
10.
Ser paciente con los demás, algunos también están sufriendo por nuestra
pérdida y otros tratan de ayudarnos aún sin saber cómo hacerlo.
11.
Darse tiempo para descansar y paulatinamente para empezar a tener
momentos de esparcimiento.
12.
Confiar en nuestros recursos para salir adelante (en caso de que no sean
suficientes volver a recordar que podemos pedir ayuda).
13.
Aceptar lo irreversible de la pérdida.
14.
Tener en mente que elaborar la pérdida (seguir nuestra vida de manera
“feliz”) no es olvidar.
15.
Aprender a vivir “de nuevo”, lo que implica aprender a vivir sin algo o
sin alguien, de otra forma, y que esta forma sea positiva para nosotros.
16.
Centrarse en la vida y en nuestros seres queridos que siguen vivos.
17.
Definir nuestro significado con respecto a la muerte.
18.
Volver a nuestra fe.
19.
Buscar las puertas abiertas: estar atentos a las oportunidades o cosas
buenas de la vida que se nos van presentando.
20.
Cuando se tenga un buen trecho recorrido con respecto al proceso de
duelo, compartir nuestra propia experiencia a otros.
(Autor Jorge Bucay)
21.
Ayuda a la
persona a aceptar la pérdida sin culparse, reconociendo los momentos buenos y lo
aprendido en la relación.
22.
Fomenta el
replanteamiento de nuevas metas y el proceso de reconocerse como una persona
valiosa, única e irrepetible, que como todo ser humano tiene momentos buenos y
malos.
23.
Ayuda a
aceptar la pérdida de manera resiliente.
Es decir, salir fortalecido de la experiencia vivida.
24.
Ofrece
herramientas que ayuden a perdonar y perdonarse si es necesario.
25.
Busca que la
persona vuelva a tener confianza y esperanza en lo que vendrá.
26.
La
tanatología, como ves, no se trata solo de muerte o enfermedades terminales. Al
contrario, es una vía para comprender mejor la intrínseca relación entre la
vida y la muerte.
En qué me puede ayudar un tanatólogo (a)?
En el proceso de duelo, así
como en cualquier tipo de pérdida significativa de las mencionadas
anteriormente. Su función principal es procurar que el paciente o cualquier ser
humano que sufra una pérdida sea tratado con respeto, cariño, compasión y que conserve
su dignidad. La meta última del tanatólogo es orientar al enfermo o doliente
hacia la aceptación de su realidad, aceptación que se traduce en esperanza
sobre la situación real. Esto incluye una mejor calidad de vida, y en su caso
una muerte digna y en paz.
Qué implica una muerte digna?
·
Calidad de vida durante esta etapa final.
·
Atención adecuada.
·
Ayuda para resolver problemas.
·
Morir rodeado de gente cariñosa.
·
No ser objeto de experimentación.
·
Respetar y darle gusto al paciente.
·
Presentar opciones reales para su situación actual.
·
No dar expectativas falsas.
En qué casos la tanatología puede ayudar a recuperar la paz interior y
armonía?
·
Cuando la familia pasa por estados de depresión y angustia frente a la
enfermedad terminal de un miembro de la misma.
·
Cuando el enfermo experimenta depresión y angustia por su propio
padecimiento.
·
Al experimentar episodios de crisis por muerte no esperada, trágica,
violenta, súbita.
·
En casos de muerte de niños.
·
En el manejo del duelo en niños por la muerte de sus padres o abuelos.
·
En el caso de intento frustrado de suicido, cualquiera que sea la
motivación pues no se debe descartar un nuevo intento de atentar contra la
vida.
·
La pérdida de un empleo.
·
Amputación de un miembro del cuerpo.
·
La separación de tu pareja, la ruptura de una amistad, la pérdida de la
confianza y la pérdida o la traición de tus firmes principios.