JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Debates Escolares"
Esa
mañana, todos se preguntaban qué era lo que originaba esa tremenda vocinglería
en la dirección de la escuela primaria “República Mexicana”. Se escuchaba una
gran algarabía y un inusual tránsito de personas dentro y alrededor de la
oficina del director. Varias personas, alumnos y docentes, intentaban ver a
través de la persiana entreabierta de la única ventana del cuarto principal del
plantel.
Apenas
se alcanzaba a distinguir al director y al prefecto de la escuela, que parecían
hablar muy seriamente con un grupo de alumnos de los grados escolares más
avanzados. Esos alumnos eran los más populares de la escuela, además de los
únicos que se habían registrados para participar en la contienda para elegir al
que ocuparía la presidencia del comité de alumnos.
Se
veían ahí muy concentrados en lo que les indicaban las autoridades del plantel.
Desde el único ángulo que se podía ver al interior de la oficina, se apreciaba
la figura de Manuelito, al que los niños apodaban “El Peque”, porque era de
baja estatura. Enseguida estaba el niño maravilla, que debía ser Robin, pero no
lo era, a éste le apodaban “Araña”, otros le decían el “Richi”. A su lado, el
famoso “Jimmy” que era aún más conocido como “El Broncas”, porque era el niño
más peleonero de la escuela. Junto a él se encontraba un niño de apellido
extranjero, él era “Toñito Orinade” y al final, la única niña del grupo la
popular “Amapola La Bala”, que también escuchaba atenta las explicaciones.
El
asunto estaba más que claro, ese grupo selecto de alumnos se prepararía para
participar en el gran debate escolar que se celebraría, tres días después, en
la sala de reuniones de la escuela. Era muy importante resultar ganador o
ganadora, si fuera el caso de Amapola, en ese debate, porque podría ayudar en
la elección que debía realizarse el primer día del mes siguiente.
Pasaron
las horas y al fin llegó el esperado momento, ahí estaban listos los
protagonistas del debate. Todos muy bien arregladitos y paraditos en una fila,
teniendo como fondo una mampara que reza: “Gran Debate Escolar 2018”. Lo
primero que llamó la atención de la concurrencia fue que todos iban vestidos de
negro, excepto “El Peque” que lo hizo de blanco. Tal parece que eso desorientó
a los de negro, que se sintieron equipo y dieron la orden de hacer “Tiro al
Blanco”, todos en contra del único niño de bajo nivel social de ese grupo. Los
otros niños, de sobrada solvencia económica, sentían una especie de desprecio
por el “Peque”, pero a la vez una gran envidia porque era el niño más popular
de la escuela. Así que, existía un temor fundado de que pudiera ganar la
presidencia del comité de alumnos con relativa facilidad.
Se
pudo observar que la estrategia de los chiquitines de la agrupación “anti-
peque” se había preparado para atacarlo y sacarlo de quicio, pensando que, si
lograban hacerlo enojar, sus reacciones pusieran ser muy viscerales, perder el
control y verse mal ante el auditorio. Lo que no contaban esos pequeños
rufianes y principalmente el “Richi”, era que la mamá del “Peque” le había dado
un “té de pasiflora” que lo dejó relajadito, casi sedado. Por eso, su voz se
escuchaba como si hablara en cámara lenta, y todos los ataques, que intentaban
ser mortales, se le resbalaban con pasmosa facilidad. Ninguno de ellos logró
incomodarlo, soportó el vendaval como si nada. Los ataques iban y venían y el “seguía
tan campante” como el whisky Johnny Walker. El “Araña”, el niño que cuando supo
que se iba a realizar el cambio del comité, le pidió a su papá que vinieran a
vivir a México, porque era uno de sus sueños ser presidente de la escuela
“República Mexicana”, él y su familia viven en el vecino país del norte, pero
ahora mismo, están todos, temporalmente, radicando en México. Desgraciadamente,
para él, no gozaba de muy buena fama en la escuela, ya que varios niños fueron
víctimas de algunas de sus travesuras, ya que les desapareció sus ahorros
semanales, bueno pero pues son niños, no hay que fijarse tanto en eso.
El
que causó mucha lástima, fue el niño de apellido extranjero, el “Toñito
Orinade”, casi daba ternura, pero al final quedaba como estólido, arremetiendo
contra el blanco de todos, pero sin lograr la credibilidad, ni de los presentes
ni de los ausentes. Cuando más quedó en ridículo fue al insistir que las
casitas de madera, que se encontró en el jardín de la escuela, eran del
“Peque”, pero no logró acreditarlo a plenitud. Finalmente se quedó con las dos
casitas. Le fue bien.
Ah,
pero el niño que se lució en este show, fue sin duda “El Broncas”. Era
previsible que, por su carácter áspero y rudimentario, fuera a hacer de las
suyas. Se la pasó haciéndole “manita de puerco” a todos, pero, atacó también en
forma preferencial al blanco, lo bueno fue que, al entrar al salón, le
revisaron la mochila y le decomisaron las tijeras que traía, porque hubiera
sido capaz, al calor del debate, de cortarlas en vez de doblarlas.
La
que no pudo cooperar mucho en este intento de linchamiento de Manuelito, fue la
elegante Amapola La Bala, que más bien se vio como un petardo, o una salva. Se
la pasó tartamudeando y haciendo pucheros como “Chabelita” en “La Casa de la
Risa”, pero, en los pocos momentos de lucidez, atacó también al “Peque”, aunque
sus “misiles” llegaban al objetivo ya como simples lucecitas de bengala. Perdió
la poca credibilidad (?) que según tenía. (Espero que Sara Lovera no me vaya a
acusar de misógino por este comentario).
En
fin, fue un gran debate escolar, en el que nadie ganó, pero tampoco nadie perdió,
sino todo lo contrario, (ese fue un chiste local). La verdad es que no se
trataba de eso, la actividad se realizó pensando en que ese grupo de chiquillos
y chiquillas (Ups, eso me recordó a otro ranchero, región 4) hicieran el
ejercicio de confrontar ideas y presentar propuestas que conformarían sus
programas de trabajo, cosas del desarrollo y atención del alumnado, la tiendita
escolar, entre otras.
Fue
una gran oportunidad de constatar más de cerca los perfiles, tendencias,
características personales, aspiraciones e intenciones de esos chiquitines que
aspiran a tener la oportunidad de dirigir el comité de la escuela “República
Mexicana”, en la que todos, los alumnos, autoridades, docentes y padres de
familia, están atentos a lo que vendrá después, a la gran elección que cambiará
el rumbo de ese plantel.
Quise
escribir mi versión de esa historia, así en ese formato infantil, en parte por
ofrecer algo distinto al lector, y en parte también, cómo un modesto homenaje a
los chiquitines de verdad, ahora que recientemente se celebró su día. ¡Feliz
Día del Niño!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.