JOSÉ MANUEL ELIZONDO
CUEVAS / Periodismo Nayarita
Tepic, Nay; feb 20,
2014.- Dos o tres tardes invertidas en visitar las
agencias automotrices de Tepic no es cualquier cosa. Esta tarea me ha dejado
exhausto, quizá en parte porque cada marca tiene un catálogo inmenso de
vehículos y en parte también porque te quedas traumado al ver hasta que niveles
han escalado los precios de los coches y camionetas en el mercado nacional.
El
antecedente de este comentario es el interés que tenemos en la familia de
cambiar nuestro coche actual que, aunque no es tan vetusto, si lleva en sus
hombros (mejor dicho en sus ruedas) ya casi siete años de ajetreo por los
caminos de Nayarit y un poco por algunos otros estados de la república.
Justo
en ese afán, principalmente por salir de viaje, queremos adquirir un nuevo
vehículo. Nos gusta viajar y hacerlo en nuestro coche. Principalmente viajamos
al paraíso de las garnachas y los tacos de suadero, la gran Tenochtitlan. Usualmente
lo hacemos en la temporada decembrina y algunas otras, las menos, en vacaciones
de verano. Pero volvamos al tema de los coches y sus exorbitantes precios que
te quitan el aliento.
Con
mi acostumbrada sensatez, ni siquiera volví la vista al pasar por una agencia
de vehículos de la marca Buick-GMC, a sabiendas de que esas unidades móviles
estarían fuera del presupuesto familiar, aunque juntáramos nuestras modestas quincenas mi
esposa y yo.
Había
que situarse en un plano real e iniciar el itinerario por las marcas que, según
nuestra experiencia y la información comercial que disponíamos, pudieran estar
a nuestro alcance con un buen plan de financiamiento. En ese contexto habría
que dejar de lado la marca que mencioné anteriormente además de Honda, Toyota, Mitsubishi
y quizá alguna otra que ni siquiera conozca.
Después de esas consideraciones, iniciamos la
travesía por el sofisticado mundo de la industria automotriz y no tardé muchos
minutos en darme cuenta que no estaba equivocado al pensar que es algo
fantástico, hay verdadera magia en los nuevos conceptos tecnológicos
incorporados a los vehículos. Antes por ejemplo era suficiente un buen motor y
un radio para ser feliz en la ciudad o en los caminos, pero el mundo ha
cambiado por completo y es el ámbito automotriz un verdadero paraíso para las
innovaciones. Los vehículos de hoy, sean coches o camionetas, poseen toda clase
de adelantos en materia de motores y accesorios. Existen distintas clases de
motores, formas, potencias, a gasolina, a diesel, turbos y una diversificada
gama en cuestiones de potencia o "caballaje", así pues hay coches que
parecen carriolas de bebé que tienen 65 HP (Horse Power o Caballos de Fuerza)
como el Matiz, pero existen otros que poseen hasta 700 HP como el poderoso
"Maybach Exelero", único en su género, cuyo precio es de 8 millones
de dólares. Mi expresión "único en su género" no es una forma
estilizada de decir que es un gran coche, dije eso porque efectivamente solo
existe una unidad en el mundo, mismo que fue comprado por un cantante de música
rap llamado Bryan Williams alias "Birdman".
Con este pequeño ejemplo nos damos cuenta del
abismo que existe entre los extremos del ejercicio comparativo. Nos sirve también
para darnos cuenta que así como se percibe la inmensa diferencia en potencia, ésta
también se refleja indiscutiblemente en el precio. Ahí es donde la puerca
torció el rabo, como se dice coloquialmente, porque ¿Cuántas personas podrán
comprar un coche de ocho millones de dólares? Lo bueno es que también hay otros
más baratos que el Maybach. Está el "Lamborghini Veneno" de casi 4
millones, el "Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse" de tan sólo 2.6
millones, y si ya de plano andas un poco bajón de presupuesto pues te compras
el "Lamborghini Reventon" que tiene el precio de ganga de 1.6
millones de moneda "gabacha".
Como podrás ver con estos ilustradores
ejemplos, las circunstancias han cambiado mucho desde aquellos viejos tiempos
cuando hizo su aparición en México la industria automotriz, allá por el año de
1925. Para ilustrar un poco la marcha de esta industria tan importante en
nuestro país podemos señalar que el año anterior representó el 4% del Producto
Interno Bruto y se prevé que se duplique este porcentaje en tan solo 4 años.
Así mismo se estima que en el año 2017 se alcance la cifra de 4 millones
de autos producidos mientras que en el 2012 se produjeron en nuestro país 2.9
millones de vehículos. Para que se tenga una idea aproximada de la capacidad de
producción de México se puede señalar que hace 20 años tenía el 6% en la región
de América del Norte y actualmente tiene el 19% superando a Canadá que tiene el
16% lejos del líder que es Estados Unidos con más del 60%.
Son estadísticas muy interesantes que
destacan el impulso que en nuestro país se le ha dado a esta industria
manufacturera, también se entiende que
es uno de las sectores productivos que más empleos aporta a la economía,
nacional, pero ¿Qué pasa con el asunto que dio origen a este comentario?
¿Compramos un coche nuevo?
Fue una verdadera peregrinación, visitamos
las agencias, vimos marca por marca, línea por línea, comparamos precios,
solicitamos informes, financiamientos, asesorías, aprendimos mucho de autos,
prácticamente los conocimos todos pero, todo intento por acomodar nuestras
finanzas a las exigencias del mercado del préstamo y el interés bancario fue
vano, después de estiras y aflojas, quebrados, raíz cuadrada, logaritmos, senos
y cosenos, rezos y hasta exorcismos nos tuvimos que conformar con la colección
de brillantes folletos que nos endilgaron los amables asesores de ventas de las
distintas agencias visitadas. Los precios por las nubes, el costo del
financiamiento altísimo, cualquier cochecito, incluso algunos no más grandes
que una "avalancha" o un carrito de valeros, cuestan arriba de los
cien mil pesos y como siempre me ha gustado lo bueno, el más barato de los que
hubiera querido comprar era de 229 mil pesos, obvio que tampoco aspiraba a
agenciarme un modelito de esos que traen los ungidos de la clase política, si
no que le pregunten al flamante Secretario del Trabajo del Gabinete de Peña
Nieto, el Sr. Navarrete Prida, que posee una buena colección de coches de lujo,
entre ellos un "Jaguar", que es un coche que para darnos una ligera
idea yo tendría que emplear más de 25 años de mi sueldo mensual íntegro para
poder comprar un carro de esos. Así que decidimos por lo pronto, seguir
ahorrando con ahínco y rogarle a Dios que ya no sigan subiendo de precios los
coches o si no puede evitar eso al menos que nos bendiga con una diputación
federal o ya de perdida una presidencia municipal para poder estrenar carro.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.