"La última y se van"
Me
había prometido no escribir esta semana nada que estuviera relacionado con la
política, ni local ni nacional. Me dije con cierta seguridad que era momento
propicio para una buena historia, algún relato o incluso una anécdota que
valiera la pena. Pero creo que me he vuelto a fallar a mí mismo y no sé si
podré perdonarme pronto. El caso es que no pude evitarlo y aquí estoy en un
tema recurrente que me tiene muy interesado. Me refiero al caso del señor
gobernador nayarita. (Humm otra vez el burro al…)
El
punto es que me tiene altamente impresionado por su excelsa actuación ante las
cámaras de los medios de comunicación que no cinematográficas, porque de serlo
así estaría desde ahora candidateándose para ganar el “Óscar de la Academia” al
mejor actor. Después de tanta tinta, videos, dimes y diretes, testimonios y
cuanta cosa ha salido para señalar que este señor es ya un personaje del nivel
de Javier Duarte o incluso que el jarocho parecería un “niño de biberón”
comparado con nuestro “gober precioso” (Este mote si le gusta matarile, lire,
ron). Lo ves en entrevista y no cambia su “rollo”, hasta entorna sus ojitos
para decir que “para lo limpio ni jabón se ocupa. La verdad no sé qué pensar a
veces, si de plano es un cínico de tamaño colosal, alguien le prometió
impunidad a toda costa o está utilizando la misma estrategia de Duarte (La
Marrana) que decía que “nunca se iría de Veracruz” y esa misma noche se fugó.
Desde
mi punto de vista creo que hay suficientes pruebas de la corrupción que existe
en esta administración. Que es de dominio público que están intentando
desmantelar los emporios ganaderos y demás activos que, para su desgracia,
fueron documentados audiovisualmente desde hace tiempo. Además de esto hay
otras cosas que no han sido consideradas por él en su “pureza fantástica”. Me
refiero a muchos otros aspectos que están ahí visibles, cómo el enriquecimiento
inexplicable de muchos miembros de su gabinete, el reparto indiscriminado de
puestos relevantes en el poder judicial como son los magistrados y magistradas sin
perfil y sin méritos, las concesiones diversas, las notarías otorgadas, la
opacidad absoluta en el manejo del fondo de pensiones de los trabajadores
sindicalizados de gobierno, su ostensible complicidad con la negra historia del
ex fiscal, la responsabilidad en la adjudicación de obras, el moche (“diezmo” y
hasta “veintezmo”) en las mismas, la deficiente calidad y vicios ocultos de las
“grandes obras”, el “olvido involuntario” de las tropelías de su compadre
García Villela que clonó cientos de permisos de taxis y sólo se detuvo a un
chivo expiatorio que salió libre con fianza de tres mil pesos, el affaire de
las vacas australianas, entre otras lindezas. (Uf, necesitas de buena condición
física para hacer la lista completa de cochinadas de este hombre y yo no la
tengo)
Sé que
estas cosas ya están más vistas que las películas de Pedro Infante, pero pues
ahí están, en espera de formar parte de un proceso jurídico que la ciudadanía
ansía se entable en contra de este gobierno corrupto. Esa es la parte
maquiavélica de todo este asunto. Existen sentimientos confusos en los
ciudadanos. Existe hartazgo, coraje, por esta situación, pero también existe una
gran duda acerca de ver si al fin la justicia se aplicará con todo su rigor o
volveremos a ver la sonrisa socarrona de la impunidad, como sucedió con el Toro
Gonzalez Curiel, que según sería encarcelado por ejercicio indebido del poder
público, malversación de fondos y otras tantas cosas y no fue así. Al
contrario, no sólo no fue castigado sino se le premió con la delegación estatal
de la CONAGUA (la caja chica de las campañas políticas). Se ejerció presión
social, con marchas y redes sociales, para hacer justicia y lo único que se
logró es que lo cambiaran de sede y le dieran la delegación zacatecana. (Uy que
malos, que castigo tan cruel) ahora anda el gordito dando pronósticos de lluvia
y haciendo fechorías en aquella entidad. Fue un castigo tan drástico como el
que se le aplicó al cardenal Francesco Coccopalmeiro, quien organizó una orgía
gay en El Vaticano y se le envió por ello a un retiro espiritual (pobrecito
prelado).
Sobre
casos de la aplicación correcta de la ley, saldríamos perdiendo si hiciéramos
un balance. De esas terribles experiencias se desprende ese sentimiento de duda
o escepticismo. No es para menos si tomamos en cuenta tantos casos de ese
talante que registra nuestra historia social y política contemporánea. Pero a
pesar de ello debemos sacar fuerzas de flaqueza y seguir empujando con la
fuerza del coraje y la fortaleza de la unidad.
En
Nayarit, se dieron muestras contundentes de que la sociedad reprobó inmisericordemente
al partido en el poder y sobre todo a la desastrosa administración realizada
por el gobierno “valemadrista” de Sandoval y compañía. A la gente, sobre todo a
la de condición más humilde, se le ha deslumbrado con la engañosa apariencia de
la realización de muchas obras y acciones (mal haría un gobierno si no hace esa
parte de su trabajo si se le paga para eso), pero la gran mayoría de ellas
están salpicadas de corrupción, tanto por la perversidad de su adjudicación
como por la mala calidad de las mismas, condición que ha sido exhibida por el
paso natural del tiempo y por los fenómenos naturales como las lluvias
recientes. La gente ignora que muchas obras, sobre todo “las grandes” se
constituyen en la oportunidad ideal de hacer “grandes negocios” que favorecen a
los grupos que regentean la industria actual de la construcción de obra
pública. Algunas de las pequeñas son las que sirven para impresionar a la gente
que ve en esas migajas, en esa entrega casi asistencial de infraestructura
sencilla, al “bendito protector” de su localidad, a su samaritano, “San Roberto
de Calcuta”.
Se
quedan en el tintero muchas cosas que comentar, pero como ya dije antes, esta
mancha negra en la historia política de Nayarit, requiere de mucho espacio,
mucha tinta y mucha energía. En el aspecto administrativo ha sido de lo peor
que yo he visto en mi vida profesional. Jamás había presenciado tanto desprecio
por la normatividad, el buen hacer y el buen trato al personal. Pocas veces se
habían poblado las dependencias con tanto pelafustán. Gente prepotente que no
tiene la menor idea de lo que es una oficina de gobierno, que maltrata y
desdeña a la gente humilde, especialmente a las trabajadoras de intendencia. Gente
sin ética alguna que ha llegado a extorsionar y explotar casi como esclavos al
personal de las secretarías, sobre todo a los que hacen trabajo de construcción
o de mantenimiento, bajo la amenaza de quitarles su empleo o descontarles días
de su salario. Pocas veces se había visto algo así, al grado que como nunca se están
contado con ansiedad los días que faltan para que se vayan, aunque no se irán
todos, porque la última gracia, y creo ya una estrategia malintencionada del
gobernador, es que está dando bases sindicales a los directores y directoras generales
en las secretarías para dejar su huella, su sello personal, el estigma de la
tristemente célebre historia de un auténtico sátrapa.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.