miércoles, 6 de octubre de 2021

"Tarde histórica"

 





JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Tarde histórica"


La tarde del martes cinco de octubre era muy agradable en el corazón de la ciudad de Tepic. Por momentos mi volátil mente y mi imaginación aventurera me situaron en la parisina la Rue Lepic y entonces sentí que mi desgarbada figura ahora sí me serviría para confundirme entre los artistas e intelectuales que por ahí pululaban. Busqué más con la mente que con los ojos el Moulin Rouge, obvio sin éxito alguno; y entre los transeúntes los rostros inconfundibles de Picasso y Dalí, residentes de ese famosísimo barrio bohemio de Montmartre.

 El claxon de un apurado taxi amarillo me sacó de mis cavilaciones y me ubicó en mi estricta realidad, estaba por doblar hacia la calle Lerdo, caminando sobre la Zacatecas. El propósito vespertino era arribar a la famosa Casa Fenelón, hoy centro cultural patrimonio de la Universidad Autónoma de Nayarit. La razón de ello, asistir a la presentación del libro del reconocido historiador Pedro Salmerón Sanginés, titulado: “La batalla por Tenochtitlan”. Además del interés por la temática del libro y la garantizada calidad expositora del autor, me motivaba saludar, escuchar cantar y charlar con mi amigo Pablo Akuma Atahualpa, nuestro brillante barítono tepiqueño, orgullo nayarita y artista internacional. Por si eso no fuera suficiente sabía que podría saludar y charlar con mi estimado amigo y paisano tecualense Ignacio Sánchez Betancourt, distinguido cronista e historiador.

 La mesa estaba puesta. Un auténtico banquete cultural en un escenario importante, acogedor, un tanto bohemio y un tanto elegante e inspirador. Son de esos eventos, sin muchos protocolos pero si con seriedad y calor humano. Un punto a destacar es el esfuerzo realizado por el “Movimiento Cultural Independiente” que gestionó lo necesario para traer al eminente historiador a presentar su libro más reciente a nuestra ciudad. Es evidente que organizar un evento de esa envergadura tiene como premisa y condición Sine qua non un buen nivel de gestión y pasión por el arte.

 Se llegó la hora del inicio y el espacio estaba casi lleno. Noté que no habían llegado ni el autor, uno de los presentadores y el moderador. Únicamente llegó, con buena dosis de anticipación mi amigo y paisano Ignacio, que me acompañó en mi lugar hasta que llegó la hora de pasar al presídium, también nos acompañó en amena charla el señor de la voz de trueno, mi admirado amigo Pablo.

 Los grises nubarrones que empezaron a acechar el horizonte me dieron la impresión que preparaban alguna travesura meteorológica. No quise ser ave de mal agüero pero casi estaba seguro que iba a llover pero que importaba si estábamos bajo resguardo (al menos eso creí al principio). Lo importante fue que pronto llegaron los que faltaban (bueno casi todos) ya que uno de los presentadores, el historiador Francisco Samaniega, perdió por default, vencido por una repentina enfermedad.

 Al estilo de los grandes artistas y bajo el lema de “The show must go on” (“El show debe continuar”, para los que no entiendan el idioma de William Shakespeare) se dio el banderazo de salida y arrancó el programa. Unas palabras de bienvenida y exposición de motivos en la voz de José Luis González López, miembro del colectivo organizador, tres deliciosas canciones en la voz educada y energizante de Pablo Akuma, la participación del historiador Ignacio Sánchez y, finalmente, la opinión estelar del autor del libro presentado.  Como en los conciertos espectaculares, el tema fue in crescendo, para terminar con una charla envolvente del autor, que logró despertar el interés de la audiencia que prácticamente saboreó los bocadillos de información sobre mitos y realidades de la batalla por Tenochtitlan, el entorno y las circunstancias de esa epopeya histórica. El extraordinario manejo del tema, cuya conducción se montó en un vaivén equilibrado que iba de lo técnico y lo científico del rigor histórico hasta el uso de palabras coloquiales, explícitamente mexicanotas, que arrancaban la sonrisa maliciosa y el guiño de complicidad y aceptación. Después de la excelente cátedra del autor, se abrió una ronda de preguntas y respuestas. Por cierto ambas, en general, de excelente manufactura.

 Bien usadas las carnadas para pescar a los lectores potenciales y convertirlos en compradores y lectores efectivos. Fue una auténtica desgracia que los responsables de tener a la venta los ejemplares hayan fallado miserablemente. Muchos nos quedamos con las ganas de llevarnos a casa un ejemplar debidamente autografiado, pero ¿Qué se le va a hacer? Eso sucede hasta en las mejores familias.

 En mi opinión, los resultados son positivos. Creo que valió la pena el esfuerzo que realizaron para organizar este evento que cubrió y quizá superó las expectativas, al grado que la ausencia de un importante expositor y la tormenta (en plan de brisa fresca) que irrumpió sin invitación previa por la terraza de la cafetería, solo fueron parte anecdótica de una tarde fresca que asumió el reto de soñar. Todas las preocupaciones y angustias propias del nervio organizativo se transformaron en energía, la adrenalina fue procesada en nuevas esperanzas, ilusiones sembradas con esfuerzo, coraje y pasión. Esa es la actitud y esa es la postura ante las adversidades, las de ayer, las de hoy y todas las que mañana seguramente se presentarán con negros atavíos e intentarán arrancarnos la sonrisa del rostro. Pero no podrán jamás, porque esta risa proviene del fondo de los corazones, de la esencia, del alma, del desgarramiento que produce la ausencia, la carencia de ecos sustantivos, promoventes y creativos. No nos vencerán jamás porque somos el arte, somos la pasión y somos la vida.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.