Meditaba
acerca de la razón por la que mi vista es cada vez más deficiente. Casi estoy
seguro que ustedes dirán de inmediato que es por la edad y hasta sonreirán al
recordar y pronunciar la frase: “Ya están viejos los pastores” y sí, digo que
sí es una frase popular para bromear con nuestros amigos acerca del tan temido
momento en que se empiezan a sentir los estragos que deja el paso del tiempo en
nuestros cuerpos y nuestras mentes. Pensaba, y envidiaba a la vez, la vista tan
poderosa que poseen algunos animales y, en ese ejercicio, llegué a la famosa
visión periférica. La habilidad que proporciona esa visión es la que quisiera
tener muy desarrollada en este momento para no perder pormenores de todo lo que
sucede, entendiendo que esa es una de las cualidades que tiene la citada
visión, apreciar los detalles de tu entorno sin tener que estar volteando a
cada rato a todos lados.
Con
todo eso quiero decir que sería genial poder encontrar esa inestimable
capacidad para observar cada una de las cosas que suceden en nuestro alrededor
y de esa manera tener elementos de comprensión y defensa en caso de ser
necesario. Es fácil entender que en una situación de inseguridad, miedo,
angustia y depresión como la que vivimos actualmente todos somos más
vulnerables que en condiciones normales, si se pudiera emplear ese calificativo
de normalidad a esta vida cada vez más convulsionada y falta de valores, ilusiones
y esperanzas. Nunca he sido agorero ni nada que se le parezca. Muy al contrario, me ha gustado militar en el equipo de los optimistas, de los que creen en el
poder reivindicador del amor y la esperanza. De los que pintan los escenarios
materiales y espirituales del color de la vida, del color del sí se puede. Hoy
no es la excepción, aunque reconozco que no es fácil la situación que estamos
viviendo.
Es
doloroso ver que la situación económica se torna más grave y está entre
nosotros como parte de un cruel círculo vicioso: “Salud/economía/salud” del que
todos formamos parte. Se explica de una manera sencilla si entendemos que la
pandemia se ha salido de control. No defenderé al gobierno federal diciendo que
ha hecho las cosas de manera óptima desde el punto de vista estratégico pero,
desde mi punto de vista, hay más culpa u omisión de parte de nosotros los
ciudadanos. No hay estrategia que valga sin la solidaridad social y el respeto
hacia los demás. Es imposible atajar los circuitos populares del contagio sin
responsabilidad y consciencia de lo que está sucediendo. Vuelvo a aclarar que
no me refiero a quienes buscan el pan de la familia en sus trabajos y lo hacen
con cuidado. Estoy hablando de los “valemadristas”, cínicos e irresponsables
que están matando a sus propias familias llevándoles el virus a domicilio,
después de asistir a fiestas publicas clandestinas. No se diga lo que sucedió
en el mes de diciembre.
En el
ámbito local se vive también esa irresponsabilidad, lo sigo viendo muy
frecuentemente en las colonias, incluida la mía, sin poder hacer nada para
evitarlo. Los afectados por los cierres de sus negocios se siguen quejando, con
toda razón, que están a punto de quebrar, y muchos tienen razón, pero también
muchos de sus propios colegas incumplen con las condiciones impuestas para
seguir abriendo. Al no respetar las medidas sanitarias vuelven a aumentar los
casos de contagios y con ello el regreso al semáforo rojo de la contingencia,
con los consabidos cierres y las restricciones más drásticas. (Ahí está el
círculo vicioso). Los hechos más recientes confirman lo que les comento.
Nayarit de nuevo al color rojo con las consecuencias económicas ya mencionadas.
Si a eso aunamos los errores del gobierno estatal al aplicar restricciones solo
a los municipios de Tepic, San Blas y Santa María del Oro, cuando a mi modo de
ver las cosas, debió ser un esfuerzo estatal, con la seguridad de que el
resultado hubiese sido de mayor impacto y de paso evitar el justo reclamo de
parte de los afectados. Fue ridículo ver las escenas de nuestros solidarios
paisanos haciendo enormes filas para comprar cerveza en Xalisco. ¡Qué patético!
¿Será que no es posible aguantarnos de pistear
un méndigo fin de semana? No se trata de un capricho, se trata de algo como
salvar la vida misma. ¿No es suficiente?
Lo que realmente me preocupa es precisamente eso,
la falta de responsabilidad y empatía de muchas personas. Es desalentador ver
que si no se asumen actitudes responsables ante situaciones tan graves como
poner en peligro la vida propia y de sus familias ¿Qué se podrá esperar cuando
se trate de hechos de menor envergadura? Todos debemos asumir actitudes
maduras. Responder con responsabilidad ante las circunstancias que nos exigen
poner de nuestra parte. Pensar en que los médicos, enfermeras y demás personal
de salud ya están agotados de atender tantos casos. Que la ocupación
hospitalaria está casi a punto de colapsar y la disponibilidad de oxígeno es
cada vez más escasa. Que los políticos respeten las indicaciones de las autoridades
electorales y sanitarias dejando de hacer reuniones presenciales y visitas casa
por casa. Que en vez de estar maquinando como retorcerle al cuello a sus
adversarios electorales y hacer esas atroces alianzas, mejor unieran sus
esfuerzos y propósitos para buscar soluciones a las problemáticas que se están
padeciendo. Eso sí sería algo que todos agradeceríamos.
Sé que es más fácil que el Cruz Azul gane este
campeonato de liga que eso de los políticos pudiera ocurrir pero pues hay que
dejar de lado el pesimismo y poner en la palma de la mano la buena vibra.
Sacudirse esa tirria facciosa que nos sigue polarizando y restando capacidades
y oportunidades. Es triste ver lo difícil que resulta concretar una unidad de
esfuerzos, un país que marchara bien con el aporte de todos, unidos viendo
hacia el futuro, pero no, siguen existiendo la división y el odio. Es triste
ver que existan personas que deseen la muerte del presidente. Por esa razón, me
gustaría que tuviéramos una buena visión periférica, para que nos diéramos
cuenta de todo lo que sucede alrededor y nos ayudara a comprender, actuar y
resolver nuestros problemas, en la medida de lo posible.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA
SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com
.- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.