"Nadie es profeta en su tierra"
Aún me
siento embelesado no obstante que ya hace rato que regresé de mi ciudad natal.
No pude resistir la tentación de compartirles las peripecias y motivos de mi
reciente viaje a mi querido terruño. Así que con su permiso dispónganse a
“escuchar”, a través de mis líneas, una vivencia más de este su humilde
servidor.
Es
ampliamente conocida por muchos de ustedes la historia esa de que publiqué mi
libro “Sueños de Misterio, Fe y Esperanza”. Pues sí, la primera presentación en
la capital del Estado de Nayarit, el día 25 de Enero del presente año,
justamente en el plantón permanente del S.U.T.S.E.M., que por cierto lleva más
de quinientos días de resistencia. En mis planes estaba realizar una
presentación especial en el pueblo que me vio nacer. Ya estaba a punto de
iniciar gestiones para considerar unos días para poder organizar lo conducente,
pero ¡Oh sorpresa! De verdad una agradable sorpresa que me dieron un par de
amigos, ambos nacidos también en la misma tierra hermosa donde se enterró mi
ombligo. Los señores Jesús Andrade Reyes e Ignacio Sánchez Betancourt iniciaron la organización de ese evento en mención, quienes en coordinación con
el señor Francisco Arias Rodríguez, Presidente del Club Rotario de Tecuala,
consiguieron llevar a buen puerto la logística adecuada para culminar una
presentación cálida, emotiva y vibrante.
Este
artículo es un modesto homenaje a estas personas que auspiciaron este evento tan
representativo en mi trayectoria. En esta oportunidad se dieron cita en las
instalaciones del salón de sesiones del Club Rotario, integrantes y dirigentes
del mismo, algunos funcionarios del Ayuntamiento de Tecuala, representantes
estatales de la cultura, representantes sindicales, profesionistas destacados,
amigos y amigas de mi generación, familiares, vecinos de la ciudad, promotores
de la cultura y por supuesto algunos integrantes de la prensa local.
La
presentación del libro estuvo a cargo del actual Cronista de la Ciudad de
Tecuala, el historiador Ignacio Sánchez Betancourt y el emérito profesor, ex -
Cronista de la Ciudad y destacado impulsor de actividades culturales Profesor
Candelario González Mancillas, quienes brindaron una magnífica participación,
discurriendo con gran acierto acerca del asunto literario que nos ocupaba.
Fue un
evento de gran emotividad, en el que me sentí siempre cobijado por el afecto y
el reconocimiento de la audiencia, primero a mi desempeño y trayectoria como
columnista, y posteriormente hacia mi obra literaria actual, el libro de
referencia. En su gran mayoría las cosas sucedieron de acuerdo a lo deseado.
Cómo era mi aspiración, no quería que ese acto cultural se viera empañado por
la incursión o desviación hacia vertientes políticas, y así sucedió finalmente.
Se hizo de lado toda situación que dejara entrever cualquier tendencia o sesgo político, lo cual me dejó sumamente complacido. Fiel a mi estilo, deseaba que aquella reunión no se volviera algo acartonado, protocolario. Desde mi punto de vista, las presentaciones de libros deben o debieran ser reuniones amistosas, cálidas, en las que una vez que se entrega la información a la audiencia acerca de la obra y del autor, éste pueda inducir a las personas asistentes a que opinen, pregunten y sacien su curiosidad sobre detalles que sucedieron en torno a la edición del libro, los apoyos y dificultades que se enfrentaron, las expectativas que la obra genera y algunas anécdotas que el autor considere prudente compartir con su público.
Se hizo de lado toda situación que dejara entrever cualquier tendencia o sesgo político, lo cual me dejó sumamente complacido. Fiel a mi estilo, deseaba que aquella reunión no se volviera algo acartonado, protocolario. Desde mi punto de vista, las presentaciones de libros deben o debieran ser reuniones amistosas, cálidas, en las que una vez que se entrega la información a la audiencia acerca de la obra y del autor, éste pueda inducir a las personas asistentes a que opinen, pregunten y sacien su curiosidad sobre detalles que sucedieron en torno a la edición del libro, los apoyos y dificultades que se enfrentaron, las expectativas que la obra genera y algunas anécdotas que el autor considere prudente compartir con su público.
En esos
términos se perfilaron las cosas y se tuvo un final feliz. Además de las
intervenciones de rigor, el anfitrión, que abrió y cerró el evento, los
presentadores y el propio autor, se logró la participación de algunos de los
asistentes que hicieron algunas preguntas acerca del libro, plantearon algunas
dudas especiales, preguntaron sobre algunos reconocimientos que me han sido
entregados, otros, más que preguntar se pusieron de pie para felicitarme y
cosas por el estilo.
Al
final, se puede decir que se consolidó una gran noche. Muchas sonrisas, muchas
emociones, calurosas felicitaciones, compra y firma de libros que alcanzaron al
menos una veintena. Abrazos, fotografías solicitadas con el autor y muchas
muestras de afecto.
La
gente disfrutó de la atención esmerada de los miembros del Club Rotario, que
repartieron café, galletas y aguas frescas a quienes aceptaron la cordial
invitación. A mí me quedó la certeza de que debo continuar con más de mis proyectos
literarios, tal como lo dijeron algunas personas, además de solicitar al menos
un punto de venta para mi libro en Tecuala.
Desde
aquí les agradezco a todas las personas que han apoyado la cultura, comprando
mi libro y recomendándolo con sus amigos y familiares. De igual manera por sus
felicitaciones y palabras que son una motivación importante para seguir dando
la lucha. Una de las frases que mas me gustaron en esa noche especial y mágica que
vinculó dos sucesos importantes en mi vida, la presentación del libro y mi
cumpleaños, fue de Ignacio Sánchez, quien haciendo una paráfrasis del conocido
refrán que dice que “Nadie es profeta en su tierra” dijo: “Mi amigo Manuel hace
añicos esta frase, hoy es un epitafio, ya que este dicho murió aquí, esta
noche”. Un gran homenaje hacia mi persona desde su perspectiva, yo le agradezco
esa magnífica manera de reconocer mi quehacer literario, así como el apoyo para
la realización de este evento tan significativo.
De mi
parte las más expresivas gracias a todas las personas que hicieron posible, de
una u otra manera, este magnífico acto de presentación de mi libro. No queda
otra cosa que responder con la mayor responsabilidad, haciendo el compromiso moral
de seguir trabajando con ahínco en aras de conservar y enaltecer ese
reconocimiento y admiración que se me ha brindado al considerarme un orgullo
para el pueblo de Tecuala, Nayarit.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA
PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C