jueves, 29 de junio de 2017

"Pueblo -vs- Pueblo"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita




"Pueblo -vs- Pueblo" 


Existe una sentencia popular que reza “mientras más vivo, más veo”. Ni siquiera recuerdo de quien la aprendí, pero seguro que fue en mi pueblo natal. Este dicho popular intenta explicar que a veces se asombra uno tanto de algo que cree que ya no le volverá a pasar, pero pronto se da cuenta que a la vuelta de la esquina te puede esperar una sorpresa aún mayor. Esa es la explicación que yo tengo en este tema y enseguida les diré la razón por la cual la pongo a su distinguida consideración.

Me había asombrado el número de comentarios favorables a un gobernante que la mayoría ciudadana condenó a través de la preferencia electoral. No vale la pena ni mencionar su nombre, al fin y al cabo él ya se encargó de ponerlo por todos lados. En programas sociales, en fraccionamientos y en un sinfín de cosas más que, al final de cuentas, sólo son banalidades de un alma atormentada y delirios de grandeza de una mente desquiciada, soberbia y obsesiva. Me quedó la duda del porcentaje de los mensajes reales contra los que son bots (falsos seguidores) y justamente retomé esa inquietud al ponerme de nuevo en el ojo del huracán cibernético y revisar los cientos de comentarios vertidos a favor y en contra de las medidas de presión que ejercieron los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento de Tepic, ante la negativa del pago de prestaciones y demás adeudos que les ha escatimado de manera sistemática el alcalde suplente David Guerrero Castellón.

El paro de tres días que paralizó algunos servicios del ayuntamiento en cuestión, principalmente la recolección de basura, fue la parte álgida de este asunto. Quizá la vialidad no despertó tanto enojo en la ciudadanía como el asunto de la basura acumulada en la ciudad, sobre todo cuando pasaron ya las cuarenta y ocho horas de paro laboral y entraron a las siguientes veinticuatro más.

Este asunto no hubiera tenido nada de espectacular de no ser por la actitud intransigente del alcalde de marras. Se han visto en la historia local muchos casos como este y no han pasado a mayores. Evidentemente estamos hablando de situaciones en las que intervinieron funcionarios con cierto grado de conciencia y un mínimo de conocimiento en el arte de la política, por supuesto que no es el caso de David Guerrero. Me atrevo a decirlo de esa manera porque conozco el asunto de primera mano y sé que es muy doloroso para los trabajadores escuchar el único argumento del patrón, a la vieja usanza de Juan Gabriel: “No tengo dinero ni nada que dar”.

No quiero entrar a las tripas de este asunto porque no es el tema en sí, aunque si es necesario contextualizar el caso para evitar confusiones o sesgos. La gran desavenencia se podría poner de esta manera. El patrón (el alcalde suplente) desde su ascensión al cargo ha demostrado animadversión al gremio sindical del SUTSEM, la cual deviene de su conocida formación empresarial en el sector privado, por cierto con no muy buena fama entre quienes han trabajado para él. Además de la deuda heredada por la administración anterior, existen laudos y otras prestaciones que ya corresponden a esta que frisan los 250 millones de pesos, que no tiene la menor intención de pagar, dado que en lugar de sentarse a negociar alguna forma de ponerse al corriente o al menos demostrar la voluntad de resolver este problema que afecta la economía de los trabajadores y sus familias, adoptó una postura agresiva y prepotente, una actitud beligerante al grado de amenazar a los manifestantes con el despido y realizar denuncias penales por secuestrar camiones. En todo este galimatías, se debe señalar que varios millones de ese monto corresponden a descuentos económicos directos en la nómina de los trabajadores que no han sido reportados al destino correspondiente lo cual se constituye en un delito.

De esas diferencias en las posturas de las partes se deriva la gran polémica que traje aquí. El alcalde asumió una actitud absolutamente intransigente. Imponer su razón por la fuerza del golpe mediático, haciendo alarde de su capacidad de compra de medios de comunicación, denostando la calidad del trabajo de sus subordinados e intentando exhibir datos de personal sindicalizado que según su decir “ganan fortunas”. Distintas manipulaciones de la información y de un equipo de trabajo dedicado a poner en contra del SUTSEM a buena parte de la ciudadanía, sobre todo aquella que es más frágil que un barco de papel en una creciente de río.

Todas las movilizaciones, sean políticas, laborales, etcétera, causan molestias a la ciudadanía en un punto o en otro, en una intensidad o en otra, en una forma u otra. La manera en que la sociedad las acepta o las rechaza tiene algunas variables. Desde mi punto de vista, son muchos los elementos que entran en este juego. En sociedades avanzadas, en primer lugar no pasa esto. No dudo que puedan existir algunos problemas, pero que un alcalde no les pague sus prestaciones a los trabajadores eso es casi imposible que suceda. Al contrario, hay algunos países europeos en los que los sistemas laborales son espléndidos con el trabajador, sea sindicalizado o sea de confianza, y se le otorgan muchos incentivos y consideraciones que redundan en una mejor productividad. Pero en aquellos que existen movilizaciones, paros y marchas, de algún sector de la sociedad que ha sido agredido por su gobierno, la misma sociedad se suma a la causa y apoya para presionar al mal gobierno a reconsiderar su política.  Aquí en nuestro estado eso es prácticamente imposible. La sociedad ve pasar con indolencia cualquier tipo de marcha o protesta y solo arruga el entrecejo. Desconoce y no le interesa saber qué es lo que lleva a la calle a todas esas personas que, bajo condiciones inclementes, gritan consignas, Ni las entienden ni les importan. Ven las movilizaciones como parte del mundo surrealista de su ciudad.

Enseguida, lees críticas ácidas de personas que, por su propia naturaleza, debieran estar del lado de la clase trabajadora y no es así. Le ladran como perros rabiosos y maldicen de muerte a su dirigente y en cambio glorifican al saqueador del erario, al corrupto represor, al tirano de su localidad. Es como ver que alguien besa la mano que chasquea el látigo en su espalda. Sigues observando y ves nombres y caritas conocidas que critican con odio jarocho a todo aquel o aquello que sea contrario a su mezquino partido, ese que ya sabemos cómo se llama y que TAMPOCO les daré el gusto de mencionar. Las mismas personitas que critican todos los asuntos y están en contra de todo, ah y son expertas en todos los temas aunque a veces mezclen uno con otro y que al final no sepan ni de que están hablando. Son una especie de fanáticos gratuitos, que aunque se amuinen, no diré su nombre, pero leerán este texto y se identificarán con facilidad.

Dentro de lo malévolo, momentáneamente les resultó la estrategia de voltearle o azuzarle la gente a los trabajadores, magnificando los efectos negativos de la acción reivindicadora de sus derechos legítimos. Aunque estoy seguro que en un futuro cercano la propia gente entenderá que se equivocó al momento de tomar partido. No me extraña que cierto tipo de gente sea fácil presa de la manipulación, pero hay otra que me decepciona por completo, como es el caso de cierta dirigente de asociaciones civiles, que no reconoce en la clase trabajadora un aliado natural para sus propios intereses, individuales y/o de grupo, y que de manera hasta visceral se fue a la yugular de quien representa a los trabajadores y también demostró algo de desprecio a esas causas populares.

Repudio la actitud de incitar a la violencia de parte de ciertas personas que proponen acciones indignas en contra de la dirigente del SUTSEM y/o algunos de los miembros de su comité y espero con seguridad que las cosas caerán por su propio peso. “La justicia a veces tarda, pero siempre llega.”

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.