LA GUILLOTINA
LIC. JAVIER DURÁN
¿INDIFERENTE, CÍNICO O MALVADO?
Esta
reflexión aplica tanto para nosotros los ciudadanos, como para nuestras queridas
autoridades.
Dos
hermanos, por desacuerdos que tuvieron con las grandes posesiones de ganado y
trabajadores que tenían, decidieron que lo mejor era separarse. El mayor,
eligió la parte alta de las tierras que poseían (colina), el menor, se quedó en
el valle, en la ladera.
1.-
En cierta ocasión, el hermano mayor desde las altura se dio cuenta que unos
delincuentes iban llegando a la propiedad donde se encontraba su hermano. En
lugar de hacer algo para avisarle, se quedó observando todo lo que los
delincuentes hicieron: robaron el ganado de su hermano, mataron a sus
trabajadores y quemaron las casas donde estos vivían.
Cruzar
los brazos ante el sufrimiento de su hermano, se llama indiferencia.
2.-
Lo peor de este acontecimiento, es que ante el sufrimiento del hermano menor,
su hermano no solamente cruzó los brazos para mirar todo lo que sufría, sino
que además de burlaba de él. Pensaba que si su hermano sufría, bien merecido se
lo tenía.
Burlarse
de la desgracia ajena es cinismo.
3.- Queriendo sacar “raja” de este lamentable
sufrimiento de su hermano, el hermano mayor bajó con sus trabajadores y empieza
a llevarse algunas cosas que eran propiedad de su hermano y a las personas que
se habían escondido para salvar sus vidas, los denunciaba con el enemigo, ya
que su idea era quedarse con todo lo que había quedado.
Sacar
provecho de la desgracia ajena (hacer leña del árbol caído), es de malvados.
¿Cuál
de estas características vemos a diario en las personas con la que tenemos que
convivir?
¿Cuáles
de estas tres acciones lamentables es la que más ponen en práctica nuestras
autoridades cuando un ciudadano anhela tener buena salud, alimentación de
calidad y mejores servicios públicos?
En
el ámbito personal, hemos visto como hay personas que se alegran con el
sufrimiento ajeno. Gozan con la desgracia de otro. El caso más significativo de
esto, que pinta al ser humano tal como es, sin máscara y sin una pizca de
compasión es lo sucedido a Jonathan Lora.
Desde
que perdió su libertad, hemos visto como ha sido abandonado a su suerte por los
que se decían sus amigos y hasta lo arengaban para que siguiera con sus publicaciones
en contra del gobierno por las redes sociales.
Abandonado
por sus empleadores, entre los cuales se encuentra el mismo alcalde de Tepic,
Doctor Leopoldo Domínguez.
Jonathan
ha sido vilipendiado, atacado, acusado incluso de poner en riesgo la estabilidad
del orbe mundial. Sus “enemigos” políticos, no solamente han cruzado los brazos
para mirar como sufre en una celda fría del penal Venustiano Carranza, sino que
además, se burlan de él y han hecho “sorna” de su desgracia.
De
la burla de las autoridades ante las necesidades de la sociedad, es el pan
nuestro de cada día. Hospital General sin medicamentos ni camas para atender a
los cientos de enfermos que llegan a diario de todo el estado.
Días,
semanas y meses sin que caiga agua en miles de hogares de esta ciudad capital y
sin que la recolección de la basura sea una buena costumbre.
Camiones
que cobran 6 pesos cuando se suponen deberían cobrar 5, por lo viejo y
semidestruidos que están.
Escasez
de empleos bien pagados y miles de personas deambulando tratando de encontrar
la manera de llevar un pedazo de pan a sus casas.
En
fin, estamos mal y no vemos que las cosas mejores.
Mi
correo: guillotinakora@yahoo.com.mx