JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"Está pelón el terrorismo"
Leía
una noticia en la prensa nacional que llamó mucho mi atención. Se refería a las
declaraciones que hizo el ex – presidente de México Carlos Salinas De Gortari
acerca de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación, la famosa y respetada (por los ciudadanos) CNTE.
La
verdad que de momento no supe como tomar ese comentario del tristemente célebre
mandatario mexicano. No acabo de definir qué sensación es la que provocó el
señalamiento tan fuera de lugar de este nefasto personaje de la historia
política contemporánea en nuestro país. Me refiero a su inexplicable
declaración a nivel de exigencia de que “se trate a maestros de la CNTE como
terroristas”. Debemos considerar además que no es sólo una expresión a la
ligera o un comentario locuaz, sino que hace esa imperativa solicitud al
presidente actual, al vilipendiado e inepto Enrique Peña Nieto.
En
primer lugar me pregunto, qué calidad moral puede tener este señor para exigir
algo así, si él fue uno de los presidentes más corruptos y repudiados de
nuestra nación. En segundo lugar que papel quiere jugar en el contexto nacional
si ya ni siquiera radica en México, si ya vive en Dublín, la capital de
Irlanda, disfrutando de la inmensa fortuna que le pellizcó al erario mexicano y
cada que visita nuestro país, parece que algo malo sucede.
Esta
exigencia de Carlos Salinas, muy recordado por su perversidad y sus
características físicas, ya que poseía tremendos apéndices auditivos que
hubieran vuelto loco en sus tiempos de gloria al famoso secuestrador Daniel
Arizmendi, “El Mochaorejas”, podría interpretarse también como una confesión
involuntaria de que es verdad que ejerce una gran influencia sobre el torpe
mandatario actual.
No
niega la cruz de su parroquia este nefasto personaje, ya que esas declaraciones
revelan el autoritarismo típico de los modelos neoliberales. Pues como no, si
fue justamente este chaparro y calvo mandatario quien, a su arribo al poder,
patentó las primeras medidas de corte globalizador. Aún más grave este asunto
si se recuerda que su llegada a la presidencia estuvo marcada por la sospecha
del fraude electoral. Ese episodio se recuerda como “La caída del sistema”.
Reflexionando
sobre este asunto de tratar a los maestros “CNTEsistas” como terroristas, creo
que pone al descubierto el carácter autoritario que le nace del alma a este
discípulo, o tal vez maestro, del diablo. Pero también me pone a pensar que si
recordamos los hechos de Nochixtlán, Oaxaca, creería que llega un poco tarde la
recomendación, porque en esos acontecimientos, los maestros que realizaban los
bloqueos fueron tratados peor que terroristas.
Se
exhibe además, con esta desafortunada declaración del también llamado
“Chupacabras”, que la mafia que se suponía operaba detrás del poder, es real y
tiene nombre y apellido. No se puede
descartar, por evidente, que la persona que inició el proceso de instauración
del neoliberalismo en México está queriendo poner la cereza al pastel, rematar
la obra de arte que inició hace casi tres décadas. Ni siquiera cuida la forma
de sus expresiones, diciendo abiertamente: “Los maestros de la Coordinadora,
están atentando contra la educación de miles de jóvenes en todo el país, no
podemos seguir permitiendo sus berrinches, tenemos que actuar ahora y de ser
necesario debemos tratarlos como terroristas” (Sic). Podrán notar que en su
declaración habla de las acciones usando un plural en el que de manera pasional
y ostensible se incluye, sin recato alguno.
Sería
oneroso decir que la posición del gobierno seguirá siendo sostener la mal
llamada reforma educativa, porque es igual de inobjetable que la CNTE seguirá
oponiéndose a ella, defendiendo sus derechos. Es de sobra conocido que además
de unilateral esa reforma es insidiosa y perversa. Busca revertir las
conquistas laborales que los docentes han obtenido con sacrificio, lucha y
tiempo. El gobierno está usando ese pretexto reformista para reasumir el
control de los maestros y seguir tomando decisiones que conviertan sus
prestaciones y derechos derivados de la antigüedad, como la jubilación
dinámica, entre otras, en contratos temporales sin ningún derecho. La idea
central y final, el propósito velado de esta “reforma laboral en el sector
educativo” es convertir a los docentes en trabajadores eventuales. Trabajadores
de la educación, sin derechos ni prestaciones, que puedan ser contratados por
meses y despedidos de manera unilateral e impune.
El caso
sigue igual, la lucha de los maestros de la CNTE sigue siendo bien vista por amplios
sectores de la población mexicana. Sigue sumando adeptos, tanto individuales
como de grupo. Nuevas asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales,
estudiantes, actores y actrices, artistas, académicos, periodistas independientes,
organizaciones sociales, sindicatos estatales y nacionales, se van
solidarizando con los que hasta ahora nos han puesto la muestra, nos han dado
el ejemplo de lo que hay que hacer para detener la impunidad con la que la
plutocracia ha venido decidiendo la suerte del pueblo mexicano.
Me
pregunto ¿Quiénes son en realidad los terroristas en México? Si atendemos a su
definición más ordinaria, “Los que dominan por el terror”, cree usted amable
lector que ¿Algún grupo social domine en México? ¿Por ejemplo, los maestros?
Por supuesto que no. El único grupo que domina en México es la camarilla de
multimillonarios que son dueños del mundo, de las empresas, de los bancos y de
todos los recursos naturales. Quien domina el panorama nacional y mundial es la
oligarquía, que despacha en todas las oficinas del mundo. La que
tiene a sus esbirros despachando en el Fondo Monetario Internacional (FMI), en
el Banco Mundial, el Interamericano de Desarrollo, en los gobiernos federales,
en las cámaras de senadores y diputados. Son los que dominan al mundo y
no hay peor terrorismo que mantener a los pueblos en la ignorancia y la
pobreza. El peor terrorismo es el terrorismo de estado. El que comete crímenes
de lesa humanidad. El que mata de hambre, el que asesina maestros que defienden
sus derechos, el que masacra al pueblo que protesta por la injusticia y se
queja de la corrupción, el que destruye los recursos naturales en aras del
lucro, el que se asocia con la delincuencia para robar y matar inocentes.
En fin,
no hay peor terrorismo, que el terrorismo de estado, ese que confecciona y
promulga leyes para perjudicar a la sociedad y favorecer los intereses
particulares. El terrorismo político, el terrorismo electoral y el terrorismo
fiscal que ahoga y mata las economías familiares y engorda los bolsillos de los
políticos corruptos, vástagos de su meretriz progenitora.
Creo
que ahora, mis amables lectores, ya sabemos quiénes son los terroristas y no
son los maestros precisamente. Que no nos quieran ver la cara y hacer creer que
los malos de la película son los docentes que luchan por una causa justa,
porque esa ni “San Crédulo” se las compra.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.