viernes, 8 de enero de 2021

"Panorama 2021"

 



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Panorama 2021"


Es un verdadero gusto restablecer contacto con ustedes, mis amables lectores. Después de unas vacaciones atípicas en medio del ostracismo impuesto por la pandemia, de la incertidumbre por el futuro de nuestra salud física y económica y el dudoso preludio de la escasa oferta política, regresamos a la actividad informativa y de opinión envueltos en un clima inusualmente frío que nos invita a guardarnos en un cálido y hogareño ambiente familiar, situación que favorece el confinamiento al que la estrategia sanitaria nos convoca.

 Los números nos siguen indicando que la contingencia no ha sido superada por más que se ven algunos indicios aislados en contrario. Hay sitios en los que lamentablemente se ha agudizado la situación, sobre todo en lo que se refiere a la saturación de la oferta hospitalaria que se ve a punto de colapsar, sobre todo en el estado de México y en la ciudad del mismo nombre.

 Es evidente que habrá que esperar unos días más para ver los resultados de pasar por un peculiar túnel en este camino. Me refiero al importante periodo de las fiestas decembrinas. Si la situación del número de contagios de covid-19 era alarmante, habrá que ver su comportamiento después de estos días que, a pesar de la insistencia mediática del “quédate en casa”, seguramente hubo un gran número de “rebeldes” que hicieron sus fiestas sin las medidas recomendadas. De ahí se derivarán muchos nuevos contagios que pondrán de nuevo en evidencia la estrategia y la capacidad instalada del sistema de salud pública (espero esta vez, equivocarme). En contraparte, en el mismo túnel que aludía en líneas previas se visualiza una pequeña luz de esperanza para revertir o controlar la situación sanitaria, esa luz se llama: vacunas.

 En nuestro país quizá sea más difícil que en otros de mayor nivel de desarrollo lograr la cobertura universal de la aplicación de la vacuna contra ese virus que nos mantiene en riesgo inminente de enfermedad y muerte, pero no es imposible que se logren resultados satisfactorios a pesar de todos los obstáculos que habrá que sortear. Lo importante de todo es que ya arrancó la campaña y de entrada con el acierto de dar prioridad al personal del sector que tiene el riesgo mayor, el personal de salud. Enseguida vendrá la atención programada por rangos de edad y así hasta que, en función de los resultados de la cobertura y la prevalencia de las medidas de precaución de sobra conocidas, se pueda lograr abatir las dramáticas estadísticas que nos agobian actualmente. El control de la letalidad y el desahogo de la capacidad hospitalaria serán factores que propiciarán el regreso a la normalidad que, no será al cien por ciento, como era antes, pero si habrá mayores oportunidades de revivir las actividades que se habían quedado estancadas y así reactivar la economía que quizá en un par de años podría recuperarse al nivel que debió estar si no hubiese llegado esta temible pandemia. Así el panorama como yo lo percibo, al menos en ese aspecto.

 Existe otro tipo de pandemia que hemos venido padeciendo históricamente y que ha sido igual de devastadora que la del coronavirus. La del virus nos condena a la enfermedad y muerte física y la otra al estancamiento, la pobreza y la muerte económica, ésta la hemos llamado siempre: corrupción. Es un mal que hemos venido padeciendo desde hace casi un siglo y la seguiremos padeciendo si no se apoyan los esfuerzos, hasta ahora los únicos, que actualmente se han emprendido. No se trata de ningún tipo de retórica que medie la inclinación hacia determinada corriente o partido político sino la convicción de apoyar, y así debiéramos hacerlo todos, a cualquier fuerza que empuje en ese sentido. Tampoco se trata de radicalizar las posturas políticas y crear antagonismos enfermizos entre sectores de la población, sino defender civilizadamente las posturas sociopolíticas sensatas y honestas que intenten reivindicar los derechos y valores de la sociedad que pudieran ofrecernos las escasas opciones políticas de la actualidad.

 Es imposible no darse cuenta de las tendencias a polarizar a la sociedad, que actualmente existen. Gran parte de esa tendencia está orquestada a través de las redes sociales y algunos medios de comunicación que se prestan a ese juego y operan en función de esos intereses, mediante jugosos contratos subterráneos que les permiten mantener los viejos privilegios que les otorgaron gobiernos anteriores. Debemos estar atentos y recordar que no todo es blanco o negro, ya que existen matices que se dan de manera natural en el devenir histórico de la praxis política. Situaciones que se escalan al nivel del convenio y la negociación que algunas veces permiten avanzar en algunos puntos que suelen trabarse precisamente por la radicalización de las posturas partidistas.

 Las posturas están debidamente configuradas al nivel de programas de acción, declaración de principios  y otros documentos que rigen el accionar de cada partido y, desde ahí, se enfilan hacia alguna de las posiciones políticas como la izquierda, la derecha el centro u otra colateral. Situación que antes era muy fácil distinguir, pero en nuestros días es casi imposible, porque ahora se antepone la búsqueda del poder a cualquier otra condición de tipo moral o situación ética política que pudiera dignificar a las organizaciones partidistas. De ahí las aberrantes coaliciones electorales de partidos como la que protagonizan el PRI, el PAN y el PRD, en el que se mezclan de manera poco ortodoxa los colores, tendencias, historia y posturas políticas. Es indudable que ninguno de los partidos por sí solo podría ganar las próximas elecciones, por eso buscan juntar sus activos y sumar en contra de MORENA. Yo soy de la opinión que esa coalición pudiera resultar contraproducente, por aquello que existen muchos electores que podrían castigar a su partido por tomar esa decisión de unirse con sus supuestos “enemigos naturales”.

 En fin, es como veo hasta ahorita el panorama. Espero se resuelva el asunto de la pandemia y se logren los objetivos programados respecto a la vacuna y por consecuencia se mejore la economía. La cuestión electoral pues es difícil predecirla ahora, pero estaré atento a lo que vaya sucediendo. Deseo para todos mis amables lectores que este año que recién inicia sea mucho más benigno y prometedor que el que nos acaba de dejar.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.