miércoles, 3 de agosto de 2016

"Aventuras vacacionales"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Aventuras vacacionales"


Escuchaba las palabras del Capitán Estrada, el piloto de mi vuelo, que decía que volábamos a catorce mil pies de altura. Inmediatamente mi mente inquieta pensó en que tanta altura sería eso. Pero luego pensé que no tenía caso pensar en eso, porque todo depende del número que calcen los que aportan los pies para medir esas alturas. Sonreí por la malicia de mi ocurrencia y mejor recargué con suavidad mi cabeza sobre el hombro de mi esposa y me dispuse a dormitar un poco. Aún faltaba algo de tiempo para aterrizar en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México.

Iniciaban al fin las ansiadas vacaciones. No se sí justas, no se sí merecidas, pero eso sí muy necesarias. Quizá el trabajo de nosotros, quienes trabajamos en áreas administrativas, no sea tan exhaustivo como el de un minero o un campesino, pero yo al menos me siento tan fatigado, con tanto cansancio mental que el estrés burbujea en mi cabeza y en mis músculos como el café en una olla de barro.

Conforme me alejaba de mi terruño intentaba olvidarme de algunos asuntos que se quedaron por allá. Considero que de vez en vez es muy prudente tomar una sana distancia de las cosas y de los casos. No es de ninguna manera el olvido total o el desapego voluntario sino la distancia terapéutica, el descanso por prescripción y el deseo de estar en mejores condiciones para seguir trabajando, para seguir sirviendo con nuevos ánimos y renovados bríos.

Esa es la actitud, el estado de ánimo que quiero desplegar. Descansar, divertirme y relajarme. Sin embargo, debo reconocer que no es posible dejar momentáneamente todo de lado. En la primera etapa del viaje, nos atrapó en el camino una lluvia torrencial que me recordó de inmediato los lamentables sucesos en algunas colonias de La Cantera en Tepic. La noticia de que tendríamos más lluvias en estos días en nuestra ciudad, trajo a mi mente el sufrimiento de las familias que perdieron todo su patrimonio familiar, y no pude evitar un nudo en la garganta. No sólo por  la compasión que ello me inspira sino también por el coraje que me provoca pensar en uno de los factores que originaron tales desastres: La corrupción.

No se puede soslayar en estas catástrofes que el factor corrupción vuelve a brotar como lo hacen las aguas negras en los drenajes colapsados. Yo no sé cómo los delincuentes de cuello blanco le pueden apostar a que no serán descubiertas las estafas en sus obras, si está demostrado históricamente que son las lluvias, pese a su magia y su bondad, las que desnudan y exhiben las deficiencias de las grandes obras. Sin duda que hay otros factores que inciden en estas inundaciones, pero son de menor importancia, como la falta de mantenimiento de la infraestructura pluvial y el arrojar basura en lugares inadecuados, por parte de la ciudadanía.

Ya estoy harto de hablar de la corrupción y la impunidad, ese binomio infernal que nos sigue ahogando en un mar de tristeza y decepción. Ese círculo vicioso, formado por estos dos elementos, es el sello, el distintivo de nuestros tiempos. Y digo que estoy harto de hablar de ello, no porque ya no quiera hacerlo, o porque quiera dejar de combatirlas sino porque me gustaría poder hablar ya de acciones verdaderas en su contra.

Me gustaría poder anunciar en mis líneas el advenimiento de una nueva era para los mexicanos. Un nuevo país en el que la justicia social resplandeciera como un cálido sol que acaricia la piel pero sobre todo el alma. Un país en el que se castigue de verdad a quienes han lucrado con la pobreza y la ignorancia del pueblo. Un país donde se encarcele a los políticos ladrones y se les obligue a devolver al erario sus fortunas mal habidas. Un país en el que se respete la vida, los valores y la libertad. Un país de oportunidades, sin pobreza extrema, con empleos dignos y bien remunerados. Un país en el que se respete a los trabajadores, a los maestros, a los artistas, a los niños, a los científicos y a las mujeres.

El sonido de una alarma me despierta de pronto. El capitán del avión nos avisa que estamos a punto de aterrizar. Mi esposa cierra la mesita de servicio y yo guardo la revista que he leído unas veinte veces. Ajustamos los cinturones y nos aprestamos a bajar en la lluviosa ciudad de los tlacoyos y los tacos de suadero. Ahora si podemos decir que damos inicio a la aventura de las vacaciones.

Saliendo del aeropuerto me doy cuenta que nada ha cambiado en el DF, excepto  su nombre ya que hoy es la flamante Ciudad de México (CDMX). Todo sigue siendo un caos. La incalculable fila de coches que desfilan por la avenida en que se ubican las instalaciones aeroportuarias, semeja un inmenso enjambre de luciérnagas que se persiguen infinitamente. Cada cosa que realizas en esta metrópoli es una auténtica aventura. Pero tiene mención especial el circular entre esa inmensa maraña de vehículos y no se diga si eres tú el que conduce.

Como viajeros siempre es preocupante tomar el taxi adecuado hacia tu destino. Existe mucha inseguridad en este rubro lo cual hace más peligroso tomar una decisión equivocada. Afortunadamente existe una nueva opción para cubrir esta necesidad, el famoso servicio denominado UBER. Es un servicio de transporte privado que se realiza a través de una aplicación, es decir un programa de cómputo, que pone en contacto a los usuarios con los conductores. Se paga de manera electrónica y el vehículo que te recoge, (bueno, que pasa por ti) es el que se encuentra más cercano a tu ubicación, lo cual hace muy ágil el procedimiento. Por cierto que los vehículos de servicio UBER en que he viajado son de modelos recientes por no decir que son nuevos.

En fin, apenas voy arrancando estas aventuras en la capital de todos los mexicanos. Estoy cierto que es riesgoso deambular por estas calles de Dios (o del diablo, según te vaya) pero nada de eso me preocupa. Ya anduve entre el tráfico vehicular, ya comí tacos de suadero en una populosa esquina de Ciudad Netzahualcóyotl (la famosa Neza York) y lo que falta por hacer. ¡Sí señor!

Y no es que sea muy valiente o temerario, sino que ya estoy acostumbrado a los peligros latentes y a los ataques despiadados y maquiavélicos. Ya tengo por lo menos cinco años de experiencia en esos menesteres. ¿O qué acaso ya se olvidaron que vivo en Nayarit?

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

EXCENTRICIDADES DEL PODER



EXCENTRICIDADES DEL PODER

De que los hay, ¡los hay!, y no cabe duda de cada vez van más en aumento.

Se suben a un ladrillito y se marean.

Esta última es una frase que se usa con naturalidad, para describir a alguien que llega al poder y no sabe qué hacer para ejercerlo en beneficio del pueblo.  O bien, que en cuanto llegan a tener algún cargo como gobernantes o funcionarios, de inmediato se olvidan de la gente que les ayudó a llegar ahí, o en su defecto, que se imaginan que su permanencia en esos cargos será ‘por los siglos de los siglos’.

Y obviamente, en esta larga lista de personas, personajes y personalidades, hay un sinfín de excentricidades que cometen. Eso sí: las locuras que cometen son en un número mayor al total de las personas que pierden piso.

Y para muestra, tan sólo daremos tres ejemplos en esta colaboración:


COBRARÁN POR USAR ‘CDMX’

Sorpresiva de origen, se manejó recientemente: el Gobierno de la Ciudad de México cobrará a todo el que use la marca CDMX, además, para su utilización se tendrán que atener a algunos lineamientos. A través de la Gaceta Oficial, el Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México emitió los “Lineamientos para la Utilización, Comercialización y Explotación de la Marca Ciudad de México”. 

Las personas o empresas interesadas en su utilización deberán apegarse a ciertas regulaciones: deberá tener previa autorización del Fondo, no deberá perjudicar o desacreditar a la entidad federativa, ni a ninguna institución o persona que sea parte del gobierno, tampoco podrán ceder los derechos que deriven de la autorización.

En unos días, el fondo publicará las tarifas, los instructivos, los formatos y las políticas de uso de CDMX. También se dará a conocer el “Manual de Identidad de la Marca Ciudad de México”. Las personas interesadas en usar CDMX deberán presentar una solicitud y una carta en la que se comprometan a no usarla con un fin político.

Y es que, en enero pasado, el gobierno capitalino registró la marca CDMX. Con este registro el Fondo Mixto de Promoción Turística ha podido comercializar al menos 50 productos, como tazas, plumas, osos de peluche y réplicas del metrobús. El Fondo fue creado para promover el turismo en la Ciudad de México. Sin embargo, hoteleros y otras asociaciones del gremio se han quejado del manejo de los recursos, afirman que para promover el turismo se necesita algo más que vender ositos de peluche y tazas para el café. Será importante vigilar el destino que tendrán estos ingresos.


CONDUSEF, TARJETA CLONADA

Hay quienes dijeron que se trataba del karma; otras personas dijeron que era ‘una sopa de su propio chocolate’.  Finalmente, coincidimos en que se trata de una ironía de la vida: una tarjeta de Mario Di Costanzo, de la Comisión Nacional para la protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), fue clonada.

De hecho, Di Costanzo, había advertido que se debían tomar más medidas de precaución con las tarjetas de crédito, y a pesar de sus propias advertencias y precauciones, el mismo día que hizo este anuncio, le informaron que su tarjeta de crédito fue clonada. El lunes pasado realizaron compras por 50 mil pesos en tiendas de Nueva York e, incluso, un estacionamiento. En México, las tarjetas cuentan con un chip que dificulta el robo de datos, pero conserva una banda magnética para que pueda ser utilizada en los comercios de Estados Unidos. Esta banda es mucho más sencilla de duplicar.

Aparentemente, la tarjeta fue clonada durante la visita que realizó a esa ciudad en diciembre de 2015, en el hotel donde se hospedó Di Constanzo, quien señaló ante algunos medios de comunicación que ya se han reportado tres casos similares: “según me están informando, la tarjeta fue clonada en el mes de diciembre, cuando yo visité Nueva York, y me la clonaron en el hotel, porque hay tres casos de personas que reportaron la misma falla y que habían estado en ese hotel en diciembre”, dijo. 

Al parecer, el problema de Di Costanzo se resolverá sin mayores contratiempos. No tendrá que esperar de 60 a 90 días hábiles para ver si su solicitud procede; pues los cargos se realizaron cuando ya había abandonado Nueva York.

MUEREN ANIMALES “RESCATADOS” DE LOS CIRCOS

Aunque pareciera que este tema no tiene nada qué ver con personas que ejercen el poder, debemos enfocarnos en que hace algunos meses, el Partido Verde presentó una iniciativa de ley para prohibir la utilización de animales silvestres en los circos. Cuando fue aprobada, los diputados de este partido aseguraron que había “alternativas” para albergarlos. Sin embargo, un año después, el 80% de animales “rescatados” de los circos murieron. Pocos tuvieron la fortuna de llegar a un zoológico, la mayoría fueron comprados por coleccionistas, taxidermistas o traficantes de especies en peligro de extinción.
 
En diciembre de 2014, el Partido Verde presentó la Ley General de Vida Silvestre, que prohibía el uso de animales silvestres en los espectáculos circenses. Se le solicitó a los dueños de los circos que entregaran un listado de los ejemplares que poseían para “enviarlos al sitio más idóneo”. Los diputados de este partido aseguraban que existían más de 12 mil sitios donde podían recibirlos.  Muchos señalaron que era una propuesta irresponsable, porque había sido mal planeada. La gran mayoría de los animales serían sacrificados o abandonados.

Hace un año, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realizó un censo en el que registró que los circos poseían casi mil 300 animales. Al día de hoy, no han podido sobrevivir más de 300. 

Teresa Moreno, asignada por la Semarnat para llevar el registro de los animales en los circos, señaló que pocos animales siguen vivos, algunos se encuentran en santuarios o fueron entregados a zoológicos, pero están enfermos, otros han sido abandonados por los circos.  “Me tocó sacar los documentos de entrega de todos los animales; el ciento por ciento se entregó vivo. Sin embargo, 80 por ciento no lo está o está en condiciones no favorables”.  Ninguna autoridad se encargó de verificar la venta o el destino de los animales.

Lamentablemente, nadie salió beneficiado de esta ley, ni circos, ni empresarios ni, mucho menos, los animales. Esta ley ha sido una verdadera tragedia.

Los pocos animales que pudieron llegar a un zoológico sufrieron depresión y, en algunos casos, murieron, ya que fueron arrancados al lugar que estaban acostumbrados. Muchos ejemplares comenzaron a padecer enfermedades que no manifestaban durante su estancia en el zoológico. A pesar de tener un hábitat más grande no se lograban adaptar.  Los primeros días, cuando la gente se paraba a verlos, en automático se formaban, como si estuvieran en una función de circo, nadie les daba instrucciones.

La propuesta del Partido Verde es el perfecto ejemplo de una ley pésimamente estructurada. Sí, era indispensable crear una ley que protegiera a los animales silvestres. Pero antes de prohibir el uso de animales en los espectáculos de circo, se debía crear un programa para darles un hogar a estos ejemplares…


**MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**

Agradeceremos sus comentarios y sugerencias en el celular y WhatsApp (311) 910 77 77 o bien, en el correo electrónico poderypueblo@gmail.com