viernes, 27 de julio de 2018

"Vacaciones de Verano"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Vacaciones de Verano"



Las luces rojas traseras del elegante y moderno autobús azul se alejaban despacio en la oscuridad. Mi hijo y yo, quedábamos atrás viendo desaparecer el vehículo entre la negrura y la distancia. Allá iban nuestros jóvenes visitantes rumbo a la Ciudad de México, a la mítica Chilangolandia.

Atrás quedaban las risas, las travesuras y bromas surgidas de la pujante juventud de esos cuatro estudiantes veintiañeros que, invitados por mi hijo Edson Geovanni, su condiscípulo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, fueron huéspedes distinguidos en nuestro modesto pero inmensamente afectivo hogar, en Tepic, Nayarit.

Pocos días, pero muy intensos, los que repartimos entre el turismo gastronómico, los paseos por sitios culturales y la infaltable visita a la playa. Como estudiantes de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas, la visita a la Casa Museo de Amado Nervo era obligada. Estos poetas en ciernes, seguramente encontrarían emocionante pisar los suelos y aspirar el mismo aire que llenó los pulmones de nuestro ilustre bardo nayarita. A veces duele constatar que personas de otras ciudades, estados o incluso países valoren más que los propios nayaritas la importancia histórica, cultural y específicamente literaria de un grande de las letras mundiales.

Evidentemente que muchas de las conversaciones rondaban los vericuetos de las letras, pero siempre trascendía más el gusto de disfrutar esos días de aventura, de brindar por las hermosas cosas que nos ofrece la vida. La casa se llenó de risas juveniles, sin faltar el típico chacoteo de un grupo de cinco jóvenes que comparten ideales, gustos, sueños e ilusiones. Si a eso agregas, la “coincidencia voluntaria” de poder celebrar el cumpleaños de nuestra visitante internacional, la chica venezolana del grupo, pues se puede decir que se combinaron diversos elementos que enriquecieron esta experiencia.

En fin, había la posibilidad de lograr que esos chicos y chicas, dos y dos, pudieran disfrutar, en la medida de lo posible, de unos días de inolvidables vacaciones de verano, antes de regresar, unas semanas más adelante, a seguir estudiando en una de las universidades más prestigiosas de Latinoamérica, la UNAM.

En la época de vacaciones de verano es muy difícil conseguir alojamiento y servicios, lo que indica que son buenos tiempos para los empresarios turísticos y para quienes se dedican a proveer insumos a la industria hotelera. Si la economía se mueve, se favorece el mercado interno y le da vida a muchas pequeñas y medianas empresas locales, lo cual es alentador y por supuesto que me da gusto que así suceda. Pero, a veces como turista local, sufres de los efectos de la saturación, máxime si tienes que alojar a cuatro visitantes, tu hijo, tu esposa y obvio, el de la voz (escrita).

Nada es imposible en esta vida y ahí estamos viajando a Bucerías, un buen lugar de la costa nayarita de Bahía de Banderas. La idea era alojarnos en ese lugar, visitar parte de la familia paterna y de ahí viajar a nuestro lugar hermano: Puerto Vallarta, ya en los dominios del vecino Estado de Jalisco, en busca de la vida nocturna. Pasear sin prisa alguna por el malecón, es una experiencia inevitable. Nuestro gusto por la música nos hace tomar localidades en los sitios de jazz o de un buen rock. Nada como sentarte en alguna terraza de un bar y disfrutar simultáneamente de una buena bebida, una rola que te guste y la caricia de la brisa que llega desde ultramar como un regalo de Dios.

Misión cumplida. Todo estuvo dentro de los parámetros trazados con un optimismo anticipado. Un lugar no muy elegante pero si con lo necesario para pasarla bien. Amplias habitaciones con cocina, horno de microondas, un comedor grande, un refrigerador espacioso, pantalla "Smart" y una alberca con área de estar con verde pasto y muebles campestres. Muy cercano al alojamiento, dos lugares de esos que abundan no sólo en Tepic, sino por todos lados, de esos negocios con fachada pintada de amarillo y rojo, que no cierran ni por error y se reproducen como hongos saprófitos.

Casi en todos sentidos la pasamos muy bien, excepto por el vehículo, en el que no podíamos movernos todos al  mismo tiempo, ya que es para cinco pasajeros y nosotros teníamos que mover siete. Quizá en la ciudad no era tanto problema (hacíamos carro-sardina y listo) pero en carretera si era un serio conflicto, tanto por el peligro como por la posibilidad de ser “atorado” por la policía federal que vigila las carreteras y nos endilgara una multa que saldría más cara que pagar los boletos de autobús de dos miembros de la pandilla vacacional. Esa fue la solución razonada y consensuada. 

Por cierto, que terrible resulta manejar en la carretera federal 200, siempre me ha dado flojera hacerlo, porque es sinuosa y muy peligrosa. Siempre existe un importante aforo vehicular, que hace insufrible el tránsito, pero esta vez que retornamos a Tepic, fue una auténtica tortura, un verdadero viacrucis, y eso que no son las vacaciones de semana santa. Dos accidentes que provocaron el bloqueo total en ambos sentidos de la circulación, durante un par de horas. Filas de muchos kilómetros de vehículos a ambos lados del accidente y otro incidente de un camión averiado que bloqueaba uno de los carriles de la mencionada vía de comunicación.

Es urgente contar con una buena carretera que dé servicio adecuado y accesible a toda la demanda de seguridad y rapidez a miles y  miles de vehículos que viajan por turismo y negocios a esa bella zona que compartimos con Jalisco, la hermosa Bahía de Banderas. Pero, carretera de verdad, de cuatro carriles, moderna y funcional, no como las que están haciendo recientemente del tipo A-2, como la autopista de cuota Tepic-Villa Unión, que es un ejemplo claro de lo que digo, carreteras chafas y caras. Me pregunto, ¿Es eso lo que nos merecemos los mexicanos?

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

Subrayó en conferencia de prensa El Fiscal General del Estado de Nayarit Petronilo Díaz, que los ocho niños rescatados son de Chiapas y aseguran contar con el permiso de sus Padres para trabajar. NIÑOS EXPLOTADOS, PERO NO SECUESTRADOS: PETRONILO DÍAZ


Por: Octavio Salas
Tepic Nayarit, julio de 2018.- Los ocho menores que fueron rescatados en días pasados por elementos de la policía adscrita a la fiscalía declaran que no estaban secuestrados y que no sufrían maltrato, incluso aseguran que cuentan con autorización de sus Padres, los menores son provenientes del Estado de Chiapas y están en Nayarit para trabajar y las personas que los traen tienen permiso de sus padres. Las autoridades de la fiscalía informan que hay tres detenidos y los menores son atendidos por personal del DIF.
Ante esta situación los responsables de los delitos de trato de abusos sexuales y trata de personas, después de evaluar a los ocho niños que se encontraban viviendo en pésimas condiciones, dijeron que no había tal delito de secuestro o que hayan sido abusados, pero que si habían sido explotados por quienes les daban asilo, explicaron en esta rueda de prensa.