Esta
historia ya la he vivido antes —parece decirme mi experiencia— en relación con
las declaraciones y, al parecer, primeras acciones del nuevo gobierno de
Nayarit respecto de la corrupción detectada en administraciones anteriores. La
frase no se diga, la hemos escuchado durante muchos años, especialmente en
campaña y en el discurso de toma de protesta al asumir sus cargos: “Meteré a la
cárcel a los funcionarios corruptos que hayan saqueado el erario o cometido
otros ilícitos en contra del pueblo”. Obviamente en la mayoría de los casos
todo ha quedado en eso: “Una promesa incumplida”.
En
estos tiempos se vuelve a generar una nueva nube rosa en torno a esa promesa de
muchos políticos. Esta vez el contexto parece ser más serio (muy a tono con el
doctor Navarro) y, por lo mismo, más esperanzador pero no me atrevería a
“apostar mi resto” aún, dicen que la “burra no era arisca”. Ya sabemos hasta el
cansancio que en cuestiones políticas todo puede pasar, pero hay dos factores
que hacen que la ilusión vuelva a florecer. Por un lado, la seriedad y el
interés que ha mostrado nuestro mandatario para resolver las diversas
problemáticas que tienen a nuestra entidad en jaque y por otro, la inercia
general que han tomado los acontecimientos (el apoyo económico mostrado por el
jefe del ejecutivo federal que ayudará a resolver los problemas de desarrollo y
bienestar) y la reciente filtración de un informe de la Comisión Nacional de
Búsqueda, dependencia de la Secretaría de Gobernación, en el que se asegura y
confirma la complicidad de Roberto Sandoval y Édgar Veytia, que representaban
al Poder Ejecutivo y la Fiscalía General de Nayarit, respectivamente, en el
periodo gubernamental de 2011 a 2017, en el régimen de terror vivido en esos
años, donde las masacres, los secuestros, desapariciones forzadas, despojos y
demás, fueron el pan de cada día en nuestra geografía.
Lo
del apoyo financiero del gobierno federal a nuestro estado se puede ver que va
en serio (hay que celebrarlo) de lo segundo se puede desprender que el hecho
inusitado que sea una entidad federal la que señala la colusión de esos
personajes con el crimen organizado y la certeza de su participación en
desapariciones, despojos y otros ilícitos, tendrá que abonar a la lista de
cargos criminales en su contra. Ya que no es lo mismo que el exgobernador esté
siendo procesado por lavado de dinero que por homicidios y secuestros. Por eso
la importancia de que esa información se haya hecho pública, ya que “obligará”
(eso creo) a la Fiscalía General de la República a darle rumbo legal a lo que
se señala en esa relatoría que hará historia.
De
alguna manera creo que la mencionada inercia impactará el ámbito nacional
porque esta situación local, muy nuestra, se convierte en una especie de modelo
o “programa piloto” que podría aplicarse en todos los estados del país. Por lo
pronto, en nuestro caso se constituye en un catalizador que impulsará las acciones
relacionadas con la impartición de justicia, en un claro ejemplo del “Sí se
puede” iniciar una nueva etapa de gobernanza donde la corrupción y la
impunidad, ese binomio letal que ha lastimado tanto a nuestro pueblo, sean
extirpadas de una vez y para siempre.
Percibo
un aire de esperanza en la atmósfera social nayarita. Se han construido los
andamiajes legales que seguramente contribuirán a limpiar el escenario y llegar
a la justicia. Parece que las cosas tienden a rodar de mejor manera y eso
merece un peldaño más alto que el beneficio de la duda. Presiento que cosas
buenas están por llegar y eso sería importante para incentivar la confianza en
esta administración. Hay condiciones para pensar que pudiera hacer un excelente
trabajo y sí eso sucede seguramente la ciudadanía podría iniciar un proceso de
recuperación en cuanto a la confianza perdida a los políticos que han faltado
una y otra vez a su palabra.
Por
eso insisto que hay condiciones para ver algo nuevo (y bueno) en este sexenio,
la inercia socio económica, agudizada en sus números por la pandemia y las
variables macroeconómicas en crisis, representa, además de un desafío, un punto
de inflexión en el manejo de estos nuevos tiempos. A ello ha abonado la
apertura de las posibilidades digitales que han incidido, empujado y acelerado
la acción de las autoridades, aunque falte mucho por hacer. Se han dado algunos
pasos que a mi juicio son ya irreversibles. El periodismo de investigación de
J. Jesús Lemus, Anabel Hernández y otros más ha sido un factor sobresaliente
para despertar los ánimos indolentes de la sociedad y también para
contrarrestar los medios sicarios que por una paga intentan ir en contra de
aquellos que luchan por la justicia y la verdad. Estos periodistas
independientes mencionados merecen mi mayor respeto y mención aparte, pero
quise que no pasaran desapercibidos al mencionar los componentes de este
momento histórico que estamos viviendo.
De
momento solo queda esperar el devenir de los hechos que espero sean
satisfactorios. Dejo pues la apuesta hacia lo positivo y esperanzador.
Depositar la confianza en este nuevo horizonte que parece alentador. El
compromiso es alentar lo positivo y criticar lo negativo. Ese es el pacto con
la verdad. Estar atento a lo que vaya sucediendo para comentar con absoluta
imparcialidad y sin censura, como se ha manejado siempre en este espacio,
aquellas situaciones creadas por el gobierno estatal, el congreso, los
gobiernos municipales y todos los protagonistas de la escena política.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.