Sin
duda que lo más sonado en los últimos días han sido las múltiples tomas de
protesta de las administraciones
entrantes en Nayarit. Desde la figura central del poder estatal, personificada
por el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero (MANQ), hasta los alcaldes y
alcaldesas de los municipios nayaritas. Es parte de la lógica política, que
está saturada de grandes expectativas al arranque de los trienios municipales y
el sexenio estatal que se lleva las palmas en ese sentido.
Esto ya
lo hemos visto antes. En la mayoría de los casos de administraciones estatales
anteriores se había visto esta efervescencia que puedo catalogarla de típica o
tradicional. Quizá esta vez la expectación sea mayor por razones que resultan
obvias. Entre ellas, la primera vez que un partido distinto al PRI o al PAN,
con cualquiera de las combinaciones y añadidos de partidos de los denominados
pequeños, asume el control del gobierno. Otra razón es la carismática y a la
vez seria personalidad del gobernador actual, que tiene siempre una respuesta
rápida y coherente a los cuestionamientos que le hacen los reporteros de la
fuente. Ya dije anteriormente que el partido que agrupó las aspiraciones
principales del triunfo electoral es el Movimiento de Regeneración Nacional
(MORENA) y también que tiene la oportunidad histórica de dar un golpe de timón
y cambiar las erráticas, corruptas, ineficaces y cínicas gestiones
gubernamentales anteriores, al menos la mayoría de ellas.
El
doctor Navarro está viviendo un sueño largamente acariciado pero deberá poner
mucha atención en muchos puntos nodales de la estrategia política porque podría
convertirse también en su peor pesadilla. Ahora mismo, el semblante de la
ciudadanía es de alegría e ilusión, combinación que genera una sonrisa fácil
que canta una oda a la esperanza. Efectivamente, esa es la palabra mágica,
esperanza es la palabra que hace sentir ilusionado a un estado históricamente
flagelado por la pobreza (a pesar de sus recursos naturales extraordinarios)
golpeado siempre por la inequidad propiciada por gobiernos que hacen alianza
con los poderosos y con la delincuencia. Por gobiernos que se han dedicado de
tiempo completo a saquear las arcas del erario y a vivir vidas disipadas,
navegando en la concupiscencia y el despilfarro. Camarillas que muchas veces ni
se ocultaron para ser actores protagónicos de la farra y los placeres.
Administraciones desleales que fregaron a los trabajadores (burócratas,
maestros, comerciantes, empleados universitarios, etc) pero favorecieron a sus
cuates, compadres, familias y amantes. Que otorgaron, puestos y compensaciones,
magistraturas y notarías, permisos de transporte público y demás canonjías que
son de dominio público.
La
efervescencia del poder es muy natural en estos momentos del inicio del
compromiso gubernamental y, por lo mismo, puede haber errores, ojalá hasta
ahorita involuntarios, que demeriten ante algunos ojos el arranque del periodo.
Por ejemplo, lo sucedido con la orquesta sinfónica y coro del estado, creados
de manera tentativa y urgente, por el reconocido y talentoso músico y director
Rafael Alfredo Almanza Aguilar, que reclutó instrumentistas y cantantes, hombres y mujeres que, con el sello típico
de la nobleza vocacional y altruista, se adhirieron al proyecto emergente para
presentarse precisamente en la toma de protesta del doctor Navarro en el
auditorio “Amado Nervo” el cual resultó una auténtica ofensa para el esfuerzo
realizado ya que no se les tomó en cuenta como artistas y parte fundamental del
evento sino que se les dejó fuera del programa principal del mismo teniendo
que tocar sus piezas, preparadas con tanto ahínco, esfuerzo y dedicación, para un auditorio casi vacío,
lleno de murmullos de la gente que departía sin atender el escenario, porque ya
se habían marchado los políticos de todos los niveles y jurisdicciones e
incluso ni siquiera se merecieron ser transmitidos en vivo.
¿Qué
debemos pensar de esto? Sí, ya sé que en nuestro estado la cultura, las bellas
artes no son santo de la devoción de mucha gente, mucho menos de la clase política,
formado en gran parte por ignorantes y mercaderes, pero si estos músicos que
tocaban sin cobrar, ni desquitar las muchas horas empleadas en los ensayos, lo
estaban haciendo para darle realce y engalanar el evento de asunción del propio
doctor Navarro, ni por eso se merecieron la atención y el reconocimiento.
Quiero pensar que debido a la efervescencia política, cometieron un
imperdonable error de logística, una falla de la organización que se les salió
de control y habrá quizá un pronunciamiento y una disculpa pública del señor
Enrique Agüet, como responsable del área de cultura del gobierno estatal o,
incluso, del propio doctor Navarro, por lo menos para mitigar el seguro mal sabor de boca de
los artistas agraviados. Algunos menos inocentes que yo están pensando ya que
así será el trato de esta administración a los artistas y a la cultura en
general, que ya el gobierno entró con el pie izquierdo y ese será su sello
distintivo. Yo prefiero ser más optimista y, aunque si me dolió enterarme de
esa grosería, quiero suponer que se enmendará el camino y sólo fue un tropezón
como seguramente habrá muchos en otros ámbitos o áreas del amplio espectro
gubernamental.
Estaremos
atentos a las incidencias que puedan irse registrando, no solo las malas que
pudieran ocurrir sino también mencionaremos las cosas buenas que sean propiciadas
por las decisiones del doctor Navarro y su equipo de colaboradores. Lo
anterior, en estricto apego a la imparcialidad de un ejercicio periodístico
positivo y profesional, donde felicitemos con alegría las cosas buenas y
critiquemos con objetividad las cosas malas. A propósito de esto último, sería
muy recomendable que se hicieran las auditorias pertinentes a la administración
anterior, sobre todo en las áreas fundamentales, el fondo de pensiones, los
ejercicios presupuestales y en general todo lo relacionado con las finanzas.
Digo, es una sugerencia sin malicia.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.