JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Cuestión de estilos"
En
medio de una amena charla con un entrañable amigo, funcionario de la
Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), que es un apasionado de los libros, que
vive y trabaja a diario entre ellos, salió a relucir la cuestión de los estilos
literarios, es decir, la forma en que escriben los escritores y de paso también
los periodistas. Le comentaba de lo difícil que resulta en el medio
periodístico hacerte de un lugar o un nombre reconocido, ya que es un círculo
cerrado y, algunas veces, hasta inhóspito, al menos al inicio.
Le
decía a mi amigo, que una de las llaves que te abren las puertas del gusto y la
preferencia de los lectores es el hecho de tener un estilo propio, una manera
de escribir que les resulte inconfundible. Le daba, ante la pregunta de ¿qué es
el estilo? la siguiente respuesta: “estilo para mí, es que se publique un
artículo que no ostente el nombre del autor, ni su fotografía, que sea leído
por las personas y ellas digan “este
artículo lo escribió Elizondo.”
Ya
enganchados con el tema del estilo, comentaba que muchos de mis artículos
suelen tener una buena dosis de sarcasmo, algunos pueden ser surrealistas y
muchos incluso socarrones. Que intento ser arriesgado en utilizar a veces formatos
poco usuales en el periodismo, pero que ese riesgo resulta muchas veces
recompensado por mi audiencia ya que, a la gran mayoría, y eso lo he aprendido
a golpe de experiencias, le gusta encontrarse cosas nuevas, cosas diferentes,
maneras inusuales y poco trilladas de opinar o de explicar un asunto.
Me
preguntaba mi amigo que si siempre había escrito así, de esa manera irónica,
usando analogías y fábulas y hasta algunos elementos lúdicos. Le dije, que sí y
no. Ahí en ese punto es algo difícil mantener la postura. Es muy obvio que
tener un estilo propio implica conservarlo vigente, es decir, siempre escribir
así y no salirte de él. Pero, por otro lado, a veces resulta difícil sustraerte
a la parsimonia, a la formalidad que asuntos de alta seriedad requieren por sí
mismos. Por ejemplo, cuando tocas los temas de la violencia, los crímenes, el
abuso infantil, los secuestros, la corrupción, la impunidad, la pobreza, la
ignorancia y otros flagelos más de nuestra vida actual, es muy difícil no
ponerte serio, irritado, sensible y, a veces, hasta encabronado.
Abundaba
sobre el tema, que dio y dará siempre para mucho más, diciendo a mi estimado
amigo que durante todos estos años que tiene de vida esta columna, he tenido la
oportunidad de publicar artículos de cierta seriedad y sobre todo dolorosos,
como la conmemoración de la tragedia del sismo de 1985 en la Ciudad de México; e incluso en el año 2012, como algo excepcional, una especie de ensayo en tres
entregas semanales, acerca del tema de las relaciones de consumo, denominado
“Historias del Consumidor”, cuyo formato requería de rigor didáctico y, si se
quiere, hasta un poco técnico, ya que está fundamentado en mis experiencias
profesionales de muchos años en las oficinas centrales de la Procuraduría del
Consumidor (PROFECO) en la Ciudad de México.
En
resumen, se puede decir que es muy difícil mantener el estilo en el quehacer
periodístico y, aún más, separar ese estilo que utilizas en el género de
opinión cuando te atreves a escribir y publicar un libro de cuentos, y
posteriormente incursionar en otro género literario que es la novela. Mostrar
versatilidad en tu escritura no debe ser un símbolo de omnipotencia o
presunción, ni darte aires de grandeza. No me colgaré a mí mismo el gafete de
sabiondo. Que seas capaz de escribir oficios, memorándums, informes,
estadísticos o de otros tipos, hacer manuales de procedimientos y de
organización, informes de gobierno, discursos, calaveritas, cartas, reflexiones,
prosa poética y ahora artículos de opinión, cuentos, novelas, etcétera, sólo
debe ser símbolo de capacitación, debe entenderse desde la vertiente del
esfuerzo, de sentir orgullo por representar dignamente la imagen y el valor del
burócrata sindicalizado.
Fue una
gran conversación que inició por el estilo literario y abarcamos un gran número
de temas. Hablamos de la falta de apoyo de los gobiernos tanto local como
federal hacia las universidades y sindicatos. En el tema de la cultura,
específicamente en la literatura, coincidimos en que hay mucho talento nayarita
deambulando por la oscuridad de la indiferencia oficial. De las dificultades
para encontrar editoriales que promuevan tu trabajo, que publiquen tus libros. Comentamos
de los feudos de la cultura, de los cacicazgos que existen en el estado. De que
se apoya a determinados creadores culturales, por ejemplo a ciertos escritores,
en función de la cercanía que éstos tienen
con los que dicen la última palabra y dan el palomazo. Por supuesto que no es la generalidad, hay muy buenos
escritores que lo merecen, pero pues, no faltan esos casos.
También
coincidimos en que no hay que bajar la guardia ya que siempre hay alguna puerta
que se abre cuando las demás se cierran, sólo hay que seguir creando contenidos
de calidad y tener paciencia, hasta que llegue la gran oportunidad. Es cosa de seguir intentando y poco a poco se
irá dando a conocer tu obra. En ese sentido agradecí el apoyo que la UAN me ha
brindado en la difusión de mis dos libros publicados. Ambos han sido presentados
en la Biblioteca Magna y se han expuesto en distintos foros nacionales e
internacionales, como es el caso de la Feria Internacional del Libro en Bogotá
Colombia (FilBo) en este año que está a punto de terminar y por tener ambos libros a la venta en su
librería anexa, denominada “El Faro”. No cabe duda que he tenido buena vibra
para el extranjero, ya que el primero de ellos se está vendiendo en varias
localidades de España, y mediante sitios de internet que lo envían desde la
Península Ibérica a cualquier punto de Latinoamérica y del mundo, de los que me
acuerdo ahora mismo son: buscalibre.com
e IberLibro.com ¿Será que nadie
es profeta en su tierra? Después de esa última reflexión, me despedí de mi gran
amigo Mario Jáuregui.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.