jueves, 29 de julio de 2021

"La magia del deporte"

 



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La magia del deporte"


  No cabe duda que una de las cosas más bellas e interesantes en la vida es el deporte. No importa si se practica por diversión, por salud o como profesión. Con sus evidentes diferencias en las formas de abordarlo, es algo que resulta inherente a la naturaleza humana y ha estado ligada a ella en todos los trayectos de la historia.

 Puede verse su importancia como una forma básica de mantenerte sano, funcionando como medicina preventiva para evitar enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, entre otras, que  son propias del estilo de vida sedentario. Puede verse como la diversión preferida de millones de personas en calidad de espectadores ya sea en los escenarios físicos (cuando se podía) como son estadios, pistas, cuadriláteros, albercas o frente a una pantalla de televisión los fines de semana, principalmente. Puede verse también como una auténtica industria que maneja cifras estratosféricas e inimaginables de millones y millones de dólares en el mundo. El deporte es eso, un inmenso y diversificado caleidoscopio de formas, colores y sensaciones que de una manera u otra forman parte de nuestra vida diaria.

 La competencia deportiva tiene una historia remota y se puede decir que siempre ha existido. Desde las escaramuzas bélicas en las que se preparaban los guerreros en el uso de la espada, lanzas o jabalinas y el manejo del arco y la flecha, hasta los juegos olímpicos modernos en el que participan más de doscientas naciones regularmente, pasando por los juegos de la antigua Grecia en los que honraban a sus dioses y se realizaban principalmente en la ciudad de Olimpia, de donde deviene el nombre de dichos juegos.

 Esta actividad humana genera miles de historias de vida. Proezas maravillosas y acciones inusuales que exaltan la generosidad del espíritu humano y en esencia debiera ser ese el sello de las competencias antiguas y modernas pero no faltan los detalles negativos que ensombrecen esos ideales. Hay muchas historias que son ejemplo de ello. Basta recordar el caso de Jesse Owens que después de ser un héroe mundial al obtener cuatro medallas de oro en los juegos olímpicos de Berlin 1936, fue tratado de peor manera en su propio país que en la Alemania de Hitler que en ese tiempo era la máxima expresión del racismo supremacista. El velocista Owens, por el solo hecho de ser negro, no fue invitado a la Casa Blanca a saludar al presidente Franklin D. Roosevelt, ni fue reconocida su hazaña de derrotar humillantemente a los deportistas alemanes que representaban a la raza aria, hasta muchos años después.

 En la época actual resulta peculiar ver unos juegos olímpicos sin público. Lo cual ocurre en Tokyo, Japón, además de otra particularidad muy interesante, el hecho de que sean los juegos 2020 y se estén realizando en el año 2021, no deja de ser curiosa esa circunstancia provocada por la pandemia actual. Además de las marcas históricas que se irán rompiendo en el transcurso del evento, se han visto detalles inusuales como el hecho de que dos hermanos (hombre y mujer) conquisten medalla de oro en competencias individuales (Judo) en un mismo día, o que un país se adjudique las medallas de oro, plata y bronce (el famoso 1-2-3) en la misma competencia, en el mismo evento, como lo hizo Suiza en la disciplina de Ciclismo de Montaña Femenil. También resulta alentador y casi increíble que, aunque no es la primera en lograrlo, ocurra en esta máxima deportiva que una chica de trece años conquiste la medalla de oro en una competencia. Esas son algunas de las cosas que llaman la atención hasta ahora en este evento internacional, aunque dejé al último este suceso, por no ser específicamente deportivo, pero es una de las cosas bonitas que existen en el mundo mágico del deporte y lo hacen entrañable. Me refiero al suceso protagonizado por la esgrimista argentina María Belén Pérez Maurice, quien perdió la oportunidad de ganar medalla olímpica en Tokyo al ser derrotada por su rival húngara. Momentos después, en medio de una entrevista, su novio y entrenador Lucas Guillermo Saucedo le pide matrimonio mediante una nota escrita, ella acepta y se funden en un beso que sella el romántico momento. El amor siempre está presente, el deporte no es la excepción.

 El mundo deportivo tiene miles de historias que contar. Las hay de todo tipo, felices, épicas, oscuras, grandiosas, increíbles, románticas, chuscas, tristes y demás. Hay muchas cosas que podemos inferir a través de la actividad deportiva y de estos eventos mundiales que se realizan cada cuatro años. Podemos darnos cuenta del nivel de organización y otras capacidades que tienen los países, tanto los que organizan como los que compiten en calidad de invitados. Se puede apreciar la cultura, el potencial económico, la vocación, el espíritu de competencia, las formas de vida, el respeto y la disciplina, todo eso y más con sólo ver cómo se comportan los atletas, hombres y mujeres, dentro y fuera de las canchas. También se desnuda el quehacer de los distintos gobiernos y el interés que tienen por esa actividad. Los resultados siempre te cuentan su propia historia, la fría y cruel realidad. Los números finales en el medallero siempre dictan la última palabra y te señalan como triunfador o perdedor. Situaciones que justifiquen o mitiguen la pena del fracaso siempre van a existir y son insumos de la eterna polémica: ¿Quién es el culpable? ¿Los deportistas que no son capaces de tener el nivel de esas competencias o los gobiernos que no apoyan a los deportistas?

 Desde mi punto de vista, es un binomio inseparable y ambos son corresponsables, porque no me gusta usar el término de culpabilidad y tiene que ver más con el trabajo de fondo, de largo alcance, que con la eventualidad de una competencia olímpica o sus antecedentes similares como los panamericanos. He visto muchas ocasiones, a nivel nacional y estatal, la falta absoluta de apoyo a los deportistas por parte de las autoridades correspondientes y sin embargo, obtienen resultados decorosos y, a veces, hasta sobresalientes. En el caso que esta vez nos ocupa, Tokyo 2020, al parecer será difícil llegar a la meta proyectada. Se supone que nuestro país está en posibilidad de ganar diez medallas (de cualquier color) y apenas llevamos dos de bronce (Tiro con arco mixto y Clavados sincronizados, femenil, 10 metros) al momento de escribir este texto, en el quinto día de competencias. Aún nos quedan doce jornadas más, varios participantes activos y otros por entrar en acción. Ojalá que se cumplan al menos las expectativas. ¡Suerte!

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.