JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"Conversación sindical"
La
tarde estaba a punto de caer y un discreto aire fresco partía en dos la cálida
atmósfera de la ciudad de Tepic. Era una sensación placentera, un aliciente
para el rostro sentir la leve caricia de aquella suave brisa otoñal. Se podría
pensar que el clima anunciaba ya su próximo cambio de ropaje.
Don
José Miranda se trasladaba a toda prisa hacia el centro de la ciudad. Su
intención era tomar el camión para llegar a tiempo al cambio de guardia en el
plantón permanente del S.U.T.S.E.M. frente al palacio de gobierno estatal. Su
caminar presuroso fue interrumpido por una conocida voz que escuchó antes de
llegar a la parada del camión. Era ni más ni menos que su compadre Ramiro
García, quien al parecer caminaba hacia el mismo destino.
Después
de los protocolarios saludos, abordaron el lujosísimo premier “Lagos del
Country”, ese autobús ejecutivo con aire acondicionado y cómodos asientos que
ustedes conocen, unidades que son características del espléndido servicio de
transporte urbano que tenemos en la ciudad (Risa burlona).
Después
de ajustar el nivel del clima artificial y seleccionar la estación de música de
su preferencia, los compadres se arrellanan en los confortables asientos del
camión de la conocida ruta y comienzan esta conversación que a continuación les
ofrezco.
- Pues
ya le digo compadre, creo que las cosas empiezan a cambiar para el sindicato.-
dijo José.
- Yo
también digo lo mismo, pero creo que debemos apretar el paso, no hay que
confiarse, porque ya vimos que el gobierno es capaz de hacer cualquier cosa
para salirse con la suya.- contesta Ramiro.
- Si,
pero lo bueno es que las cosas están cayendo por su propio peso, la gente termina
por darse cuenta que nuestra lucha es legal, que es justa y ya simpatiza con el
movimiento, al grado que toca el claxon al pasar, a veces van a hacer compañía
o llevar un pequeño apoyo.
-
También algunas organizaciones se han solidarizado con nuestra causa, como los trabajadores
cañeros, maestros y antorcha campesina, de los que me acuerdo. Eso es algo muy
bueno porque es un gesto de conciencia social.
- Claro
que sí compadre, me da gusto por nosotros, porque necesitamos apoyo, pero más
gusto me da ver que los actores sociales, las clases populares que también han
sufrido los embates de un gobierno autoritario, irresponsable y corrupto, se
sumen en una misma causa.
-
¡Caray compadre, ya habla como político! Ah, perdóneme compadre no lo quise
ofender, fue sin querer.
- Mire
compadre, yo sé que es difícil soportar una situación como la que estamos
pasando, pero también creo de todo corazón que es cuando más debemos sacar la
casta, el valor, la fe y la lealtad hacia la organización que te ha dado la
oportunidad de tener una base, una seguridad económica, los servicios y
prestaciones que le dan estabilidad material y moral a nuestra familia.
- Ya sé
compadre, ya sé, pero pues no es tan fácil, el gobierno sigue metiendo
zancadillas y haciendo presión con los alfiles del sindicatito, que siguen ofreciendo
cosas como si fueran merolicos de rancho. Ofrecen bases, interinatos,
recategorizaciones, el cielo, las estrellas y hasta viajes al espacio exterior,
todo a cambio de abandonar las filas del S.U.T.S.E.M. y adherirte a la
membresía oficialista. Lo peor de todo es que usan la táctica del engaño, la
seducción y la mentira para convencer a los pocos incautos que caen en sus
redes.
- Compadre,
ahora que dices eso, fíjate que he estado pensando (eh, no te burles, que si
pienso a veces) en esos que tu llamas incautos. Sé que son pocos, pero intento
comprender por qué se van a un sindicato que les ofrece menos prestaciones que
en el que están. No puedo entender cómo les puede resultar atractivo o
meritorio un sindicato que pugna porque le quiten una veintena de prestaciones,
logradas con el sudor y las lágrimas de unos trabajadores que ni siquiera
fueron ellos. Puedo entender el temor, porque les dicen que el gobierno acabará
con el S.UT.S.E.M; y sólo el sindicatito será el amo y señor del universo
gubernamental, (no me hagan reír que tengo boquera).
Ese
grupo blanco, remedo de sindicato, nació del capricho y la fijación de una
mente obsesionada por el egocentrismo del poder.- Continúa platicando José.- No
es producto natural de la historia social, no es resultado de la lucha sindical
que reivindica los derechos fundamentales de los trabajadores ante la
explotación de la clase dominante y los patrones autoritarios. Ese sindicatito
no es más que un subproducto de un laboratorio perverso, en el que interactúan
las mentes macabras de los doctores Sandy Oval Castañuelas, científico de Galicia
España y el eminente premio nobel ruso Joseph Atolín Chokomilesky.
-
Chale, compadre ahora si me dejaste perplejo con tu sabiduría, sabes mucho de
la ciencia. Pero no me cambies la conversación que yo quiero preguntarte qué
opinas de esos que se les ladeó la carga y se fueron al sindicatito. ¿Qué sería
bueno hacer con ellos?.
- Pues
mira para mi está muy fácil. Si estaban o vivían con la madre y ahora
decidieron irse con el padre, pues que bien que se vayan y se queden con el
padre pero eso sí, ahora ya no tienen
madre.
Yo creo
que es el momento para hacer los primeros ajustes. Una vez que la justicia
vuelva a resplandecer, que creo que será muy pronto, debemos hacer el conteo de
las bajas, como en las guerras, los que murieron hay que enterrarlos, y los que
se acobardaron en el frente, los traidores dentro de las filas, soplones, los
que no “luchan cuando el SUTSEM los convoca”, los que no aportan sus cuotas
obligatorias, no quiero pensar drástico, pero. ¿Existe la pena de destierro?
- Ya
bájale compadre, que no es para tanto. Quizá haya gente que no alcance a
distinguir que las luchas son así, son de resistencia, que incluso dudan a
veces y se creen cuando les dicen que el S.U.T.S.E.M. no es legal porque no
tiene la toma de nota. Si no fuera legal y no estuviera reconocido nuestro
convenio laboral, es obvio que no sería posible que un juez federal le diera
palo al laudo para quitar prestaciones que el sindicatito obtuvo de manera
anticonstitucional, con la venia de la autoridad estatal. No compadre, y te lo
digo de una vez por todas. La única ilegalidad y la más brutal expresión de
autoritarismo es la del gobierno, que está usando la figura de la toma de nota
para bloquear las acciones de la dirigencia estatal y quitarle el poder concedido
por los trabajadores. Eso es algo deshonesto, el patrón no debe meterse por
ningún motivo en los asuntos internos del sindicato, mucho menos en la decisión
de elegir a quien debe dirigir el destino de la política sindical.
- Pues
si compadre Ramiro, tiene razón en lo que dice, la plática está muy buena, pero
pues ya estamos llegando al plantón, así que píquele al botón para que se pare
el ejecutivo, no vayamos a pasarnos de esquina.
-
Ándele compadre José, vamos a darle duro, tenemos que sacar adelante esta
causa. Ya me motivé mucho con esta plática, vamos, vamos. ¡Yo soy S.U.T.S.E.M!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@h
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FRECONAY, A.C.